Capitulo 9 "La Amenaza Principal"
15 de Marzo del 2016.
Territorios en los Alrededores del Abismo. Alemania.
Sus pisadas, rápidas, apresuradas, hacian que sus botas militares negras se hundieran en el barro. La luz del día poco a poco se iba apagando mientras, el anochecer, tomaba protagonismo en la escena. Una lluvia torrencial había caido ese día en los bosques que rodean el territorio en los alrededores del abismo. Creando un suelo lodoso, inestable y traicionero. Él, se había mojado por aquella lluvia, haciendo que todo su equipo se tornase mas pesado de lo habitual. Víctor iba con su equipo táctico del UOTE, su uniforme negro no le ayudaba mucho en aquel entorno, pero apenas las luces del atardecer terminasen de desaparecer, eso, se convertiría en otra historia. Aldrich había aparecido en el acto, persiguiendo al segundo fugitivo.
Sus botas militares, manchadas de barro, con cada pisada dejaban una huella notoria al hundirse en el traicionero lodo. Su chaleco táctico, se le antojaba pesado e incómodo pero aun así, avanzaba, no iba a dejar que ese vampiro terminara escapando con, lo que posiblemente era, información valiosa para los merodeadores. Víctor sabia que los vampiros puros podían correr a velocidades muy altas, demasiada para un cazador novato. Pero aquel vampiro. No. Ese vampiro corría tan rápido como un hombre bien entrenado, pero no como un vampiro sangre pura, entonces, Víctor supo que era un vampiro artificial.
Víctor apresuró la carrera atravesando del golpe una serie de arbustos, emergió de un salto, apenas cayó, vio al vampiro, apuntó y disparo una ráfaga que impactó de forma directa en el objetivo, una el costado y dos en el brazo derecho. Gruñó de dolor antes de crear un látigo de sombras con su mano izquierda, y alzarlo contra Víctor el cual ágil y rápido, se escondió tras un árbol. Emergió solo encontrarse con la escena de un bosque vacío. Vio las manchas de sangre en el suelo. Avanzó un par de pasos con su carabina siempre lista, en torno a el, los últimos destellos de luces del atardecer desaparecieron dejando paso a una noche oscura y fría, el torno a el, las sombras emergieron.
Víctor, confiado en que ahora su uniforme y tácticas le darían la ventaja, avanzó entre la espesura del bosque. La noche que de cernía imponente, convirtió al hermoso e inofensivo bosque, en un lugar misterioso, tenebroso, quizás, algo macabro o siniestro. Un lugar con cientos de escondites y puntos donde, un hombre o mujer armado, podría hacer de las suyas. La oscuridad lo envolvía todo, como las fauces de un depredador marino gigante, de aquellos ya extintos.
Se giró sobre su eje, alerta, tratando de avistar cualquier movimiento del vampiro, claro si no había huido. Lo dudaba, los vampiros tienen un orgullo tan grande como su sed de sangre, y huir no es común en ellos.
-Vamos, vampirito.-Dijo Victor, con cierta burla en su voz.-Vamos pequeño Dracula.
El crujido de una rama recorrió su oído, se giró, solo para ver una hilera de blancos dientes arrojarse sobre el, Víctor usó su carabina de escudo, bloqueando los colmillos del vampiro, este, furioso, le soltó una patada con su súper fuerza en el abdomen a Víctor, arrojándolo lejos. Rodó sobre el suelo lodoso, antes de impactar con un árbol. Adolorido, dio un último giro, colocándose boca abajo apoyado sobre sus codos. Elevó la mirada, dejando ver al vampiro, el cual, le miraba con esa sonrisa egocentrica ante de tomar su carabina por ambos extremos, aplicó fuerza partiéndola en el acto, arrojó los dos pedazos sobre Víctor.
-El siguiente eres tu cazador.
Le tomó por los hombros, elevándolo para arrojarlo contra el árbol. El golpe fue duro pero el chaleco lo amortiguó, Víctor se sostuvo sobre sus piernas, el vampiro se acerco lamiendo sus colmillos. Lo que no esperaba era que Víctor y todo operador, siempre llevaban su arma de refuerzo, con rapidez llevó la mano a su espalda, por la zona del cinturón, sus dedos se enrollaron en el mango de la pistola, la desenfundó y disparó. La bala, con velocidad letal, impactó en la dentadura del vampiro, destrozando parte de sus colmillos y huesos craneales, el dolor recorrió el cuerpo del vampiro como miles de agujas, llevando sus manos a su boca, dio varios pasos hacia atrás.
En lo que se retorcía de dolor, Víctor se acerco dándole una patada frontal en el esófago. Derribándolo, cayó y le colocó la bota sobre el pecho, apretando.
-Un vampiro que no puede usar sus poderes por el dolor, se nota que eres artificial.
Víctor le apuntó al corazón. Pero antes de jalar el gatillo, otro cuerpo humanoide salió disparado entre los matorrales, impactando contra un árbol, doblándolo. El hombre soltó un gemido de dolor, mientras que entre los arbustos emergía Aldrich, con un rostro indiferente, espada en mano, colocó la punta de esta en su cuello.
-Será mejor, para ustedes, que nos digan que información llevaban, a donde y a quien.-Aumentó la presión de la punta de la espada en el cuello del vampiro, dejando que un pequeño hilo de sangre comenzara a salir. El vampiro le miró con odio y le escupió en la bota.
-¿Y por qué o para qué? Si de todos modos nos acabarás asesinando, vanguardia.
-Porque puedo hacerte mucho daño si nos vamos por las malas.
-Adelante, siempre he vivido en sufrimiento.
De un rápido tajo la cabeza del vampiro rodó por el suelo, un torrente carmesí emergió del lugar donde estaba su cabeza, cual fuente macabra. Aldrich limpio su espada con un pañuelo que se tornó rojo rápidamente. Miro a Víctor con indiferencia.
-Matalo.
Victor miró al vampiro, apunto y un tiro en la cabeza acabó en seco con el vampiro, disparó por segunda vez, en el corazón, rematándolo. Las detonaciones resonaron por el bosque. Víctor despegó su pie del vampiro, su mirada, inquisidora la cual buscaba respuestas chocó con los ojos de Aldrich. Este suspiró.
-Era obvio.- Victor camino hacia los dos trozos de metal que eran su fusil.-Que no nos iban a decir nada, mejor era eliminarlos antes de que intentaran algo.
Víctor, asintió sin decir nada. Se agachó, tomo ambos trozos de su fusil e hizo una mueca. Le llegó un recuerdo.
- Lo Cuidas.- Le dijo Joel muy serio.
- Me va a matar.- Pensó.
Suspiró y arrojó ambos trozos lejos, esa tampoco era un arma buena para su trabajo como cazador. Necesitaba algo mas potente y fuerte. Hablaría con Joel cuando volviera a la Sede Del FAES. Necesitaba un arma fuerte, con potencia y alcance que no se atasque y tenga buena cantidad de munición. Pero, ¿Que arma era esa?.
-Hora de irnos, Víctor, debemos de reportar a nuestro señor.
-Si.
Ambos abandonaron el lugar, dejando los cuerpos de los vampiros que poco a poco se volvían polvo. En ese inmenso bosque impiadoso y cruel, nadie nunca sabría que dos seres sobrenaturales habían muerto allí, a nadie le importa ni importará. Ni a los que los contrataron ni a los que los asesinaron. La oscuridad engulló a ambos seres del abismo antes de desaparecer en la nada.
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15 de Marzo del 2016
Caracas, Venezuela.
En el centro de la ciudad de Caracas, en un complejo edificio de oficinas que le pertenece a la Gobernación. Un grupo de Altos mandos policiales se reunían con el ministro de seguridad y paz en conjunto con el presidente. Entre ellos Joel Capitán del FAES. Un Comandante de la Policía Nacional, Y Otros mandos altos del CICPC y del BAE. Claro no podían faltar por igual Miembros del SEBIN que muy rara vez se les veía en la calle. Todos iban vestidos muy formales, con sacos negros y corbatas. Joel al ser mas sencillo, llevaba unos Jeans Azules, zapatos negros, una camisa blanca abotonada, una cortaba negra y su pistola en su cintura. Todos estaban reunidos en una gran sala de conferencias. La mayoría hablaba entre sí.
Joel suspiró, se oyó el abrirse de la puerta de cristal. Dando paso al presidente. A su lado iban dos hombres vestidos de camuflaje de jungla, eran de la Guardia de Honor Presidencial. El presidente se detuvo en una muy sutil tarima. A su lado los dos militares se mantenían firmes.
-Primero y principal quiero, darles las gracias a todos ustedes por asistir a esta reunión que hoy se lleva a cabo. El motivo de esta reunión es sobre la inseguridad en el pais y como podemos resolverla, he llamado a varios hombres de los altos mandos de seguridad del país al igual que a varios miembros ya experimentados de las fuerzas especiales.
Joel prestaba atención a sus palabras y como, cada una de ellas. Se notaba con falsedad, y como varios de los altos mandos policiales eran iguales. Hombres que no les importaba su país sino su propio beneficio, mayormente adquirido por la corrupción que se presta ante sus cargos. Se sentía, fuera de lugar y, si por el fuera, ya hubiese dejado el FAES y formado su propio grupo de mercenarios. Todo para sacar del poder a ese, corrupto y falso mandatario.
Pero, por el momento, debía de esperar aunque, en su interior, una voz resonaba y, le decía, que su oportunidad llegaría. Puede que no pronto, pero llegaría.
-Hay que organizar nuevos operativos de limpieza, necesitamos reducir la delincuencia. La inseguridad que azota este país.- soltó el presidente con una muy fingida preocupación.
Joel alzó una ceja escéptico, sabia que por más operativos de limpieza, la situación no cambiaría de un día para otro. Entonces, el comandante de la Policía Nacional alzó la mano, todos miraron hacia el. El policía de piel negra y un poco robusto, se puso de pie.
-Buenas tardes señor presidente, yo propongo que dicha tarea quede a cargo de la policía nacional y del FAES el cual está sumamente capacitado para este tipo de acciones.- dijo mirando de forma significativa a Joel el cual solo asintió. Al ver todas la miradas sobre él, no hubo mas remedio que tomar la palabra.
-El grupo FAES se encuentra completamente capacitado para realizar este tipo de acciones señor president, nuestros hombres son jóvenes y fuertes, listos para acabar con el Hampa.
Ambos, presidente y Joel, compartieron una significante mirada, ambos conocían a su mejor carta.
-Con todo respeto.- uno de los hombres experimentados del BAE, se puso de pie.- Creó que aquella asignación nos corresponde a nosotros, mejores entrenados y experimentados, el FAES es un grupo muy nuevo.
Joel le miró con el ceño fruncido. No le importaba la opinión de aquel hombre, mas no dejaría que los dejaran a ellos de lado. Así que con suma calma, respondió.
-Mejores equipados y hemos sido lo que mas hemos actuado en los últimos meses, no es por nada pero los miembros del FAES estamos listos, prestos, experimentados y preparados para la situación.
Ambos hombres, CICPC y FAES se miraban con desprecio, esa era la oportunidad para demostrar cual grupo era mas letal y eficiente. Hablando de forma realista, el BAE del CICPC tenia la ventaja, por experiencia adquirida con el tiempo. A lo largo de los años. Entonces, mientras Joel y ese alto miembro del BAE se acribillaban con la mirada, un pez gordo del SEBIN se colocó de pié. En su rostro se notaba la indiferencia, a sabiendas que ambos eran inferiores a ellos y su unidad DAI. Era un cincuentón, con unas pocas canas en su cabello negro. Se acomodó el cuello de su corbata y se dirigió al presidente.
-Señor presidente, en nombre del SEBIN, nosotros podemos proveer de información e inteligencia sobre los objetivos y la zona donde se ubican. No pondré a mis hombres ante tal riesgo, de tan baja categoría. Mis comandos Antiterroristas se encargarán de amenazas mayores. Ademas, ambos grupos podrían trabajar en sincronía, como otras tantas veces, mostrando que ambos forman una fuerza imparable. - dijo con total firmeza, sin ápice de duda o miedo en su voz, ante la presencia del corrupto mandatario.
El presidente dejó su mirada caer sobre el Inspector Orteaga del SEBIN. Ambos se miraron a los ojos, los orbes marrones opacos del inspector contra los avellana del presidente. Al final suspiró por lo bajo, desviando la mirada. Cierto odio había en su ser hacia ese agente. Era uno de sus mayores obstáculos. Tenia la gran mayoría de peces gordos bajo su control, tanto de la policía nacional, como del FAES, CICPC, BAE, solo faltaba el SEBIN. Si elimaba al Inspector Arteaga y colocaba a alguien fiel a el en su lugar, seria ganador. Seria mas dominio para el. Resignado aceptó la proposición.
-Atención, la policía nacional junto con su fuerza especial trabajaran en conjunto con el CICPC y su grupo de operaciones especiales. El SEBIN nos proveerá de información. Usen todo a su alcance, ya que los enviaré a los barrios bajos de Caracas.- y lo último que soltó hizo que el aliento de Joel se escapase de golpe. Un súbito sentimiento de frío se arrastró por su espalda.
-¿Acaso dijo los barrios bajos?.- se preguntó a si mismo, y, en su mente, tembló al notar que esa auto pregunta era afirmativa.
Los barrios bajos, lugares donde policías salen llorando o asustados. Donde los comandos se enfrentan a bandas fuera de lo común. Solo que su preocupación era por el joven cazador que tenían. Víctor Perez.
Supo, que los problemas llegarían pronto.
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15 de Marzo del 2016
Caracas. Venezuela.
Una ráfaga de disparos voló por encima de los dos policías estadales, los cuales de forma desesperada se agacharon. Un enfrentamiento entre bandas se había desatado, y tanto la policía estadal, policía nacional y CICPC habían sido enviados a la zona. Los disparos iban y venían como zumbidos de muerte pura, buscando una pobre alma que llevarse consigo. El policía avisto a un grupo de varios agentes al final de la calle, intercambiando disparos con los delincuentes. A su lado un oficial del CICPC pasó caminando a paso tranquilo con su chaleco anti balas y fusil de asalto.
Otra ráfaga de disparos mas pasó cerca de ellos, obligándolos a avanzar con la cabeza gacha siguiendo el paso del CICPC el cual se detuvo y apunto a un edificio cercano de dos pisos, disparando al segundo, vieron como varios cuerpos dentro del edificio se escondían a lo que ambos policías estaduales corrieron hacia la esquina para unirse con el resto. Sus pisadas retumbaban en sus cuerpos mientras las balas seguían volando en distintas direcciones, como pájaros de la muerte.
Apenas llegaron, vieron como los funcionarios disparaban contra el edificio. Impactando sus balas en paredes y ventanas. A la izquierda de ellos otro grupo de policías por igual enfrentaban a otro grupo criminal. El oficial vio como dos hombres salían de un callejón entre las casas frente a ellos. Ambos armados, los malandros dispararon contra los policias. Derribando a uno de los policias con un tiro en el brazo. Tomó su pistola y disparo contra la pareja criminal, impactando tres en uno de ella antes de que el otro se escondiera detras de un muro donde se colocaba la basura.
-¡¡Mierda herido!!.
Gritó uno de los oficiales, vio como un policía nacional arrastraba al policía del chaleco. Era también policía nacional.
Los disparos fluyeron de nuevo, regresandole a la realidad. Pero antes de poder siquiera responder con mas disparos, se giró y vio tres vehículos del FAES en la via de llegada. Camionetas Ford 350. Varios hombres vestidos de negro bajaron con gran velocidad de los vehículos. Empuñado sus enormes fusiles. Víctor bajó del primer vehículo junto con un grupo del FAES.
Las balas volaban con zumbidos anunciantes de posible muerte. Víctor tomó su nuevo arma. Un fusil de asalto AK-103 (Multimedia). Largo, preciso y que difícilmente se atasca. Eso era lo que Víctor buscaba y era hora de darle uso. Con una rápida carrera cruzaron la calle, formándose en fila al llegar a la esquina. El líder del grupo gritó por encima del ruido de las detonaciones.
-¡¡Avanzaremos al callejón rodeándolos, los otros dos grupos irán por delante hacían las dos casas!!.
Victor echó una rápido ojeada a su grupo. Ellos no llevaban a nadie con escudo a diferencia de los otros dos. Claro, su parte era mas arriesgada y requería de mas velocidad. Rápidamente el líder avanzó, apuntando a al frente, el siguiente detrás de el apuntando a la izquierda, el siguiente a la derecha, Víctor avanzó de ultimo cubriendo la retaguardia. Apenas entraron a la calle, la lluvia de balas incrementó. Victor sentía el inmenso calor de su cuerpo bajo el caluroso uniforme y equipo táctico. Mas eso no le importó. Mientras los malandros disparaban, ellos devolvían el fuego, en rápidas ráfagas. Pero la atención de ellos se disperso apenas los otros dos grupos avanzaron recibiendo el fuego en sus escudos. Del callejón emergió uno de los maleantes armado con una simple pistola, apuntó pero una ráfaga de cuatro tiros en el pecho le derribó, muerto.
El grupo entró al callejón y se dispersó, cubriendo distintos ángulos. El líder se giró hacia su grupo, dejando expuesta su zona.
-Debemos de avanzar hacia el edificio donde..
Tres detonaciones rápidas detuvieron en seco al líder. Que solo miró el cañón alzado, del arma de Víctor, al frente, se giró viendo tres cuerpos moribundos. Heridos esperando la muerte. El líder se quedó sin habla, a lo que Víctor avanzó sin bajar el rilfe. Lo bajó una vez estuvo frente a todo su grupo dándoles la espalda.
-Ustedes procedan como se les ordenó, yo tengo asignado otro objetivo.
Y sin más, alzó su fusil de forma leve, para así avanzar por el callejón. El cual tenia varias divisiones. Victor tomó una de esas. Veía la casas a su alrededor. Pequeñas, sencillas, simples que debido a su cercanía formaban aquellos callejones, sitios de mala muerte. El constante sonido de las detonaciones, y los pasos de sus botas era lo unico que le hacia compañia. Sintió que no era ni la primera ni la última vez que pasaría eso. Si había seguido las indicaciones de forma correcta, su objetivo debería de estar ahí, a tres cuadras. Las contó y en la tercera se coloco con la espalda a la pared de una esquina de una línea casa.
Asomó el rsotro u vio, al final del callejón anexo a la casa. Una puerta metálica.
-¡Bingo!.- pensó, entonces oyó un fuerte estruendo detrás suyo que le hizo darse la vuelta de golpe. Apuntando.
Lo que vio, fue a un niño el cual había derribado un jarrón con su balón de fútbol. Victor fruncio el ceño y suspiró bajando el arma, alzándola mirando al callejón y avanzó a paso rapido y seguro. Sentía que por cada paso que daba, se acercaba mas al peligro. Por que, su objetivo, era en potencia un gran peligro.
O eso era lo que le habían dicho. Es más, lo recordaba perfectamente.
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14 De Marzo del 2016
Caracas. Sede del FAES.
En el Despacho de Joel en la sede del FAES, se encontraban, en una reunión muy poco usual. El presidente que quería un informe de los avances de su "Arma" como el le veía, para él, ese joven cazador solo era un simple arma desechable. Solo le importaba que resolviera su problema con la inseguridad. Pero, claramente debía de mantener las apariencias. Un solo mal entendido puede echar sus planes por tierra, y de extra otorgarle un nuevo enemigo.
-Bueno, caballeros ¿a que se debe esta reunión?.
Preguntó el presidente, su voz rompió toda la débil burbuja de paz que había en el despacho. El Señor del Abismo se mantuvo serio. No respondió, eso le acontecía a Joel el cual, por su parte, soltó un largo y pesado suspiro, pasándose una mano por el rostro. Su mano bajó a uno de los cajones de su escritorio. Bajando la mirada y con dedos rápidos buscó la caperta donde estaba toda la información importante.
-Bueno, señor presidente.-Comenzó Joel sacando la carpeta marrón, la abrió y con una simple ojeada supo que era la indicada.-Le entrego esta carpeta con varios resultados de investigaciones, pruebas de laboratio y un elaborado informe hecho por el investigador del D.I.E sobre el "problema" al que nos enfrentamos. Mientras.- le tendió la carpeta al presidente para luego mirar a Víctor.-Yo le contaré a nuestro cazador sobre su nueva misión.
Con sus dedos un poco gordos, y un tanto cortos, tomó la caperta para luego sostenerla de ambas manos mientras ojeaba y leía todo en la carpeta. Y mientras el se sumía en las letras y detalles pormenorizados de la investigación realizada por el D.I.E. Joel se inclinó sobre la mesa de su despacho con las manos entrelazadas. Como aquel que busca imponerse y hacerse notar. Su mirada era dura, respiraba lento, como si buscara mantener su ser en control de si mismo. Victor, inexpresivo como siempre solo alzó una ceja.
-Victor, hemos identificado un vampiro el cual a sido responsable de múltiples asesinatos, sabemos que opera en distintas zonas, pero en la que mas ha sido avistado es en la Urbanización Bella Vida. Que de bella no tiene nada, tiene bajo su control una gran banda. Es, un peligro que se debe de eliminar ya.
Víctor se mantuvo callado. Era demasiado para su mente tan joven, que solo conocía el obedecer ordenes de sus superiores. Aunque, después de todo por lo que ha pasado en tan poco tiempo, no era motivo de sopresa que su mente recuriera a la indiferencia, apatía y obediencia para evitar que todo se le viniera encima.
-¿Como se va a eliminar?.
Joel miró furtivamente al presidente, el cual leía con parsimonia el informe. El Señor del Abismo y Victor detectaron un ápice de rabia en esa mirada.
-Esto es lo complicado, no podré acompañarte, tengo reunión con nuestro señor presidente. Tendrás un equipo que te acercará al lugar pero a partir de cierto punto estarás solo, bueno, tendrás a tu guardián.
-A todo esto..-Soltó el señor del Abismo el cual, no habló hasta ese momento cuando se percato de algo.-¿Donde está Aldrich?
Lo siguiente que ocurrió fue que Víctor, impulsado por un presentimiento, seguido de Joel y Volkner. Salieron del despacho solo para encontrarlo coqueteandole a la secretaria.
-De Algún modo me lo esperaba.- Admitió Víctor con una sonrisita.
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15 de Marzo del 2016
Caracas. Venezuela.
Se apegó a la fría pared de concreto, justo al lado de la puerta metálica, una nube de humo negro aparecer en el acto, Aldrich con su imponente armadura negra y larga espada se colocó al otro lado de la puerta. Miró a Víctor y este asintió, la mano del Vanguardia cayó sobre el mecanismo de la cerradura, la apartó dejando una pequeña bola de energía oscura la cual reventó, escupiendo la pared hacia dentro seguido de una pequeña nube de humo blanco. Con el arma lista y apoyada contra su hombro, Víctor entró, atravesando el humo, esperando las balas. Pero, apenas dio unos pasos dentro mirando a los lados se detuvo. Aldrich con su espada lista, entro por igual y al cabo de unos pasos copio a Víctor.
-¿Que..?.- Aldrich se había quedado sin palabras, frente a ellos estaba un pasillo sin puertas. Era largo, con paredes grises y un piso blanco impoluto. Pero sin puertas a los lados, solo un cruce a la derecha mas adelante.-Esto me da mala espina
Victor, con el fusil en alto. Avanzó a paso rápido y seguro, sin dejar de apuntar hacia el frente por si algún gracioso aparecía. Aldrich le siguió de cerca, apegado a la pared, se detuvo en la esquina del cruce. Se asomó y vio a dos simples matones armados con escopetas al final del corredor. Custodiando otra puerta metálica.
Rápido cual rayo Aldrich corrió hacia los matones, ambos le vieron, alzaron sus armas dispuestos a disparar pero el vanguardia fue mas rápido, clavando en el pecho del primer matón la espada maldita. Se giró viendo como le apuntaba antes de recibir cuatro impactos en el cuerpo arrojándolo contra la pared la cual salpicó de sangre. Aldrich movió su cabeza captando a Víctor al final del pasillo apuntando. Le había salvado la vida.
Mientras el joven cazador le alcanzaba, Aldrich retiró la espada del cuerpo de su víctima. Repitieron la acción de la entrada anterior, y apenas explotó lanzado el humo y pedazos por los aires. Un olor fétido inundo sus fosas nasales mas ellos lo ignoraron ambos entraron, todo ocurrió en cuestión de segundos. Cuatro matones les esperaban cubiertos detrás de una mesa, llevaban armas automáticas que dispararon sin dudar, las balas rozaron los oídos de ambos seres del abismo, Víctor disparó en rápidas ráfagas eliminando a dos de ellos antes de sentir un dolor agudo en el hombro. Cayó de rodillas. Los otros dos matones buscaron a Aldrich con la mirada, siendo decapitados por la espada de un rápido tajo. Los dos cuerpos cayeron en seco. Todo se sumió en silencio rápidamente roto por la aparición de un vampiro artificial, Aldrich le atacó siendo mas rápido el vampiro esquivó, lanzando un arañazo con sus garras el cual Aldrich esquivó por poco, Aldrich arremetió lanzando un corte que fue esquivado y luego una estocada, ambos se sostuvieron de los brazos forcejeando, dos detonaciones resonaron en el lugar. Dos balas impactaron en el costado del vampiro, haciéndolo retroceder. El vanguardia le eliminó de una estocada en el cráneo y de nuevo, el silencio.
-Ah...-Soltó de forma lastimera Victor. Se tocó la herida del hombro, palpando un agujero, cuando se miró los dedos los notó con un líquido carmesí.
Aldrich rápidamente se arrodilló a su lado, inspeccionando el tamaño de la herida. Notó como pequeños hilillos negros poco a poco sacaban la bala y regeneraban los tejidos y huesos con dificultad. Las celulas regenerativas de cazador de Víctor no estaban muy desarrolladas. Aldrich se giró mirando en derredor. Victor soltó un gruñido de dolor.
-Tranquilo..al parecer tus células de regeneración son capaces de tratar esa herida. Mas no te confíes, una hérida mayor puede requerir asistencia medica o simplemente no tener arreglo.-Aldrich abrió los ojos asombrado al captar la importancia de la sala donde estaban. Fue cuando, le dio importancia al olor fétido del lugar.
Era una gran habitación llena de cadáveres tanto de hombres como mujeres, todos esparcidos por el suelo. Todos se veían secos, cual hojas muertas, esqueléticos, con la piel pálida y arrugada, sin ojos, con las cuencas vacías como el mas infinito abismo de muerte. Aldrich sintió asco. Un repiquetear metálico le hizo girarse a donde estaba Víctor. Vio como se levantaba tomando su fusil entre sus manos. La herida se había cerrado. Víctor hizo una mueca evitando vomitar ante la hórrida imagen.
-No entiendo, ¿Por que vigilar un depósito de desechos?.-Dijo Aldrich mirando sin creer la horrible imagen.-Tanta seguridad...¿para que?
-Es extraño.- comentó Víctor.
Miró hacia lo lados, cadáveres y cadáveres resecos, como las plantas al morir. Daban la impresión de romperse con el simple toque. Victor no lo comprendía. Pero mas importante era.
-¿Donde está el vampiro?.- Se preguntó.
-Sinceramente, Víctor, no comprendo.
Aldrich extendió los brazos en señal de rendición. Víctor aflojó los brazos. Relajándose.
-Yo podria hacerlos comprender.
Ambos se congelaron en seco al oír esa voz, el vanguardia se giró amenazante, pero se detuvo en seco ante el potente puño que recibió rápido en su abdomen, sacándole el aire, dio unos pasos atrás antes de caer de rodillas al suelo, retenido por el dolor. Victor apuntó, pero solo vio un destello carmesí antes de sentir una fuerte presión en su cuello, elevándolo en el aire, dejando caer su arma. Pateó varias veces, pero nada funciono, aquel vampiro sólo apretaba mas duro, negándole el oxigeno.
-Un pobre cazador no va a impedir mis planes, he esperado mucho, solo falta un poco mas para poder cumplir mi misión.- Su agarre se hizo más fuerte, sus ojos brillaron con violencia mientras dejaba ver sus colmillos.- Tu eres el exterminador secreto del FAES, patético para ser un Cazador.-Sentía como se ahogaba bajo el poder del vampiro.
Con fuerza descomunal lo arrojó contra una de las paredes cercanas, impactando violentamente, súbitamente todo se hizo borroso, todo le daba vueltas. Vio con debilidad como el vampiro se acercaba hacia el, agachándose. A lo lejos se podían oír los gritos de los funcionarios policiales.
-Por esta vez, la suerte te sonríe.
Y se desmayó. Siendo consumido por un mundo de oscuridad.
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