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Capitulo 7 (2\2) "El Nacer de un Sentimiento"

10 Diciembre del 2015
Lara, Barquisimeto.

Dos meses habían pasado ya, dos meses de duro entrenamiento físico, con armas, cuerpo a cuerpo y psicológico al igual que entrenamiento de combate en espacios cerrados. Víctor ya se había acostumbrado al uso de pistolas, había practicado ya con subfusiles, fusiles de asalto, escopetas, revólveres. También había pasado por cursos de obstáculos con el equipo táctico encima el cual se notaba pesado. También había practicado ya combate en espacios cerrados en casas de tiro.

Aun faltaban 5 meses mas para que se pudiera dar por terminado el entrenamiento formal de un miembro del UOTE. Pero Victor no era un miembro normal, no, el no tendría un equipo fijo. El sería usado como un exterminador, entrar con el equipo designado, eliminar al objetivo y retirarse, era su misión. Por esa razón, la única persona que siempre acompañaría a Víctor seria su mentor, Joel. Y por supuesto su guardián, Aldrich.

Hace unos días atrás el presidente contactó a través de Víctor al Señor del Abismo. Ya habían tardado mucho, la inseguridad crecía cada día y el quería soluciones rápidas. Así que Víctor tuvo que entrar en acción.

Eran las 1:00 de la madrugada. Las calles de la ciudad central del Estado Lara, Barquisimeto, se encontraban vacías, el ambiente era frío. Típico de las noches en Venezuela. Las calles eran iluminadas por las luces de los postes de luz, no obstante la falta de mantenimiento de la alcaldía tenía a varios de ellos dañados, creando zonas oscuras donde los criminales cazaban a cualquier incautó.

Entre las sombras, la figura de un joven avanzaba por las calles. Atento, ante cualquier movimiento.

Se agachó frente a un local cerrado que mantenía sus luces apagadas, creando una muy conveniente oscuridad para el. Observó su alrededor, al ver que todo estaba en calma, tomo la radio que llevaba en su cintura.

- Aquí Cazador ¿Me escuchas Parca?.- preguntó.

-Te copio Cazador, aquí Parca, te veo por la mira, aunque no detecto movimiento alguno.- la voz de Joel se oía algo mecánica por la radio. El mentor de Víctor se encontraba vigilando desde uno de los altos edificios del lugar con un rifle de francotirador.

-¿No se supone que la Avenida Vargas era una zona caliente a esta hora?.- Susurró Víctor.

-Por los informes y las denuncias de las personas muchos robos han ocurrido a estas horas de la noche.

-Leí los informes, se que suelen robar a esta hora los llamados Malandros, en moto. Pero ni eso hemos visto.

-Posiblemente hayan querido tomarse el día...-Soltó Joel con burla pero esta rápida se borró cuando vio como una señal de calor aparecía en su mira.-Atención Cazador capto una señal de calor.

Víctor se giro, acomodó su media mascara de calavera procurando que le cubriera la mitad de la cara. Se acomodó su capucha y desenfundó su pistola. Víctor llevaba solo unas botas militares negras, jeans oscuros, suéter negro y chaleco táctico donde llevaba el resto de los cargadores. Sus manos picaban, una pequeña cantidad de nervios se acumularon en el. Nunca había usado un arma de ese tipo fuera del campo de tiro. También sería su primer enfrentamiento con enemigos que usen armas de fuego. Era, nuevo, y eso le causaba nervios.

-Tranquilo.- Le susurró Aldrich en su mente.

Victor se concentró, desvío todos aquellos nervios y con la mirada busco a la persona que Joel había pillado en la mira. Entre las calles pobre iluminadas vio como entre las sombras emergia una joven mujer, de unos 34 Años. De un cabello rojizo muy llamativo. Llevaba una vestimenta formal, se le veia apurada, muy apurada y algo temerosa. Portaba una cartera en su brazo. Victor tomo su radio.

-Tranquilo Parca, es solo una mujer.-Susurró Víctor por el rápido.

-Copiado Caza... ¡Contacto se acerca muy rápido!

Victor fruncio el ceño, pero el sonido de un motor le aclaro sus dudas. Sin salir de las sombras se asomó a la calle, viendo como una luz se acercaba a toda velocidad. Luego su mirada cayó en la mujer, la cual se asustó de y comenzó a andar rápido. La mirada de Víctor cayó de nuevo en el vehículo. Este se acercó y acercó hasta que se logró ver que era una motocicleta, en ella iban dos hombres de vestimenta urbana. Un con shorts, franelilla y gorra, otro con jean, suéter con capucha cubriendo su rostro. Víctor vio como la motocicleta se detuvo de forma abrupta al lado de la joven mujer que soltó un pequeño grito de pavor girándose enfrentando a sus atracadores. Uno de ellos se bajó, y de un bolso que tenia en la cintura asomó un arma.

-Bueno señorita, cartera, teléfono y todo lo que tenga me lo va dando para ayer ¿oyó?

La mujer atemorizada por la amenaza le acercó la cartera la cual el hombre la arrebató con brusquedad, ella tomo su teléfono dispuesta a dárselo. Su mano temblaba.

-Por favor no me haga nada..

-¡¡Victor interviene!!.- le gritó Joel por la radio.

Victor tomo su arma con fuerza con ambas manos. De un salto emergió desde las sombras y corrió hacia los ladrones. Cruzó la calle, rápido y veloz. El sonido de sus botas era notorio. Ambos ladrones le daban la espalda solo la mujer le vio. Se detuvo y les apuntó.

-¡Quietos, policía!.-Exclamó apuntando al hombre que se había bajado de la motocicleta. Ambos ladrones se giraron.

Ambos hombre le miraron por un breve momento, el conductor río.

-Es solo un pobre Carajito, Wilker mata a ese..

-¡¡Matalos!!.- le gritó Aldrich en su mente, se tambaleo un poco hacia atrás, el hombre armado río.

-El pobre mariquito ya se cagó. -Dijo con burla, levantó el arma y le apuntó.

El dedo de Víctor rozó el gatillo. A pesar de las practicas aun dudaba. ¿Por que dudaba? Era un cazador un arma de matar, no debía de dudar y aun así. Sentia que matar a otro humano, un simple era, incorrecto. A pesar de la escoria que era.

Aldrich se materializó, y de un potente golpe derribó al conductor de la motocicleta arrojándolo de golpe al suelo. Su compañero se asustó ante eso.

-¿¡Que mierda!?

Se giró apuntando a Aldrich. Los ojos se Víctor se abrieron de golpe, y sin dudar mas. Disparó. Dos detonaciónes que resonaron en la calle. Dos impactos en el pecho del malandro. El hombre se tambaleó. La sangre de las heridas comenzó a manchar su franelilla, antes de desplomarse agonizando de muerte en el piso. Víctor se tambaleó hacia atrás. Lo había echo, le había quitado la vida a un ser humano corriente. Y lo que mas le asombro fue la, facilidad de ello. La cartera cayo lejos del hombre, justo al lado de la mujer.

-¿Cazador? Cazador aquí parca responde.

Aldrich se acercó furioso a Victor arrebatándole la pistola, Víctor le miró y al ver ese rostro tan serio e intimidante se congeló. Sus facciones estaban duras y sus ojos destellaban ira, rabia, molestia.

-!Maldición Víctor!.-Espetó, dándose la vuelta hacia el ladron agonizante. Tanto el como la joven mujer le miraban, con miedo.-No puedes dudar Víctor, ¡¡no te puedes dar el lujo de dudas en momentos así joder!! ¡Es matar a morir! ¡Se supone que ya estabas acostumbrado a ello!.-Le gritó furico.

Victor dio un paso atrás, mientras que Aldrich se colocaba al lado del malandro agonizante. El hombre que yacía en el piso miró, mientras daba sus últimos forzados respiros a Aldrich, si hubiera podido ya habría gritado al ver sus ojos rojos, pero en cambio solo salió un gemido ahogado en sangre cuando le vio apuntarle con la pistola.

-En este mundo, en estas situaciones no hay lugar para la duda, o matas o mueres. A ellos no les importa nada de la gente que roban o asesinan.- el ceño de Aldrich se fruncio con rabia.- Son escoria. Y la escoria debe de ser eliminada.

Dos detonaciones mas resonaron, dando fin a la vida del malandro que agonizaba. Dos tiros a la cabeza. Se giró caminando hacia el otro malandro noqueado. La mujer veía todo, horrizada mas no emitía ni un sonido, nisiquiera un sollozo. Víctor veía todo en shock. Nunca había visto a Aldrich así, era como si ese hombre coqueto y burlón hubiera desaparecido dando paso a un ser sanguinario. Joel veía todo desde la mira y oía todo desde el radio.

Le apuntó a la cabeza del otro ladrón.

-No, no podemos dudar. Ya sean órdenes o supervivencia.

Y disparó, entre ceja y ceja la sangre emergió del agujero de bala. Aldrich se giró, caminó hacia Víctor y le entregó la pistola.

-No quiero perder a otro protegido, solo por los asuntos egoístas y sin importancia de los humanos que solo nos ven como máquinas de matar.- le dijo en voz baja y vacía. Camino hacia la calle, desvaneciéndose como humo negro, se había ido al abismo.

El silencio inundó el lugar, Víctor enfundó la pistola ya fuera del shock. Su mirada cayó en los dos muertos. Suspiró y se acercó a la mujer, tomo la cartera y se la acercó.

-Señora, esto es suyo.-Dijo el, ella parpadeó un par de veces antes de tomarlo entre sus manos. Con miedo, temblaban.- le recomiendo, que no diga nada de lo que pasó en esta noche, por su bien.

Ella solo asintió, notó como aquel chico era demasiado joven para lo que estaba haciendo. ¿Policia?. El sintió un arranque de curiosidad, lo mas seguro es que no la vería de nuevo así que se atrevió a preguntar el nombre de su primera persona salvada.

-¿Podria saber su nombre?

Preguntó, ella parpadeo confundida. El solo sonrió.

-Lo mas seguro es que no me veas de nuevo, y solo tengo curiosidad.

Entonces, ella respondió.

-Marline Reagal.

Y sin mas Víctor se retiró. Dejando a la mujer para que se fuera de allí.

-Joel.

-¿Si cazador?.

-Dejemoslo por hoy.

Víctor desapareció hacia el abismo y Joel se retiró al la sede del FAES de Lara. Había sido una noche fuerte.

**************

Victor admiraba el paisaje desde la ventana de su habitación en el abismo. Se encontraba solo, sin camisa, observando. Era, demasiado joven para vivir todo aquello y aun así el destino lo obligaba a ello. ¿Por que? Era algo que se preguntaba a veces. Alguien de su edad debería de preocuparse de cosas como, por ejemplo,estudiar, entretenerse, jugar con sus amigos. No envuelto en problemas de seguridad del estado. No en cosas tan asquerosas como esas.

Suspiró. Entonces el recuerdo de Aldrich atacó su mente de nuevo. Era la primera vez que le veía así de, serio e intimidante. Parecía otro ser muy distinto al Aldrich que el conocía. Muy distinto a su guardián. Se le veía, entre todo ese odio y rabia, herido. Se veía herido. Como si algo del pasado hubiera regresado para atormentarlo. "No quiero perder otro protegido" fueron sus palabras. Allí había algo.

-Ah.. Conchale..- susurró llevando una mano a su frente por el repentino dolor de cabeza. Tanto pensar al final le había afectado.

Suspiró, un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir una pequeña brisa helada pasar por su habitación. Se giró y otro escalofrío le recorrió, cuando vio la pistola que yacia sobre la peinadora. Recordó como con ella hirió de gravedad a un humano y como con ella, Aldrich fulminó a los dos. Sintió como el frio de la habitación aumentaba y aumentaba, exhalo por la boca y al ver el vaho blanco, parpadeo asombrado. Dio un paso atras y miró su alrededor.

La habitación por completo se veía, congelada en el tiempo. Literalmente, como si todo, incluso la partícula mas diminuta de polvo ahora estuviera estática. Una fina capa de hielo lo cubría todo y un inmenso frio, le calaba los huesos.

-Hermosa, ¿No es asi?.- Susurró una voz detrás de el, una voz familiar.

Victor se giró encontrándose de nuevo con la figura de aquel hombre de sus sueños. Aun vestía esa ropa militar de gala de color negro, tenia las manos escondidas en los bolsillos de su pantalón. Y un cigarro entre sus labios, le dio una fuerte calada antes de tomarlo con la derecha y retirarlo para dejar salir el humo, desde su boca y por los horificios de sus mejillas. Avanzó hacia el perplejo Victor. Sus botas resonaban, al final se detuvo a su lado, y con el cigarro en la mano señaló la pistola.

-Hermosa, ¿No es así?.- Susurró para así darle una pequeña calada a su cigarro, escondió ambas manos en su pantalón y dejo salir el humo entre sus labios. Su postura era siempre recta, firme.-Pensar que el ser humano pasó de usar palos y piedras a complejas armas de fuego. El ser humano es un organismo muy destructivo

Victor le miró, algo, algo fuera de lo comun emergía desde ese hombre. Se sentía como si la muerte le rodeara. Todo el, indicaba peligro y, misterio.

-Escucha pequeño Cazador, debes de acostumbrarte a matar como si fuera algo sencillo, algo sin importancia, para eso te quieren y eso tienes que darles. Las armas de fuego, no pienses, solo apunta, jala el gatillo, elimina al objetivo y retírate. Esa es tu orden.

Victor desvío la mirada, aquellas palabras, duras pero ciertas le habían calado hondo. Se giró de regreso al hombre pero allí ya no había nadie. Parpadeo, sin creer aquello. El respiró lento.

"¿Quien es ese hombre?" fue lo que pensó, pero unos golpes a la puerta le sacaron de sus pensamientos. Aún fuera de si, caminó hasta la puerta, la abrió y para su sorpresa, Alexa estaba detras de ella con una bandeja. En la bandeja habían dos tazas de cafe claro y pan dulce. Victor sonrió mientras arqueada una ceja.

-Vaya...

-¿Puedo pasar?.- preguntó ella rápida y tímidamente.

Un leve tono carmesí adornaba sus mejillas pero su expresión era de seriedad. Era, algo fuera de lo común. Ademas de que era la primera vez que le llevaba algo a Victor. El asintió y se hizo a un lado.

-Adelante.

La joven entró y Victor cerró la puerta, ella colocó la bandeja sobre la peinadora. Noto la pistola mas decidió no prestarle atención. Victor le ofreció asiento, ella se sentó y le entregó una taza junto con un pedazo de pan dulce, el por su parte igual tomó una taza y un trozo de pan dulce. Ambos se sonrieron antes de beber un trago del oscuro líquido. En los dos últimos meses se habían convertido en amigos cercanos. Ella solia visitarlo en las noches, ella le contaba sobre sus aventuras en las misiones de exploración en el bosque que rodea la entrada del abismo y el, solía contarle cosas de su entrenamiento con el UOTE. Un par de veces, solo se quedaban allí, sin decir nada. Solo con la compañía del otro hasta que ella se iba y el se retiraba a dormir.

A ella le causaba curiosidad, como alguien tan joven podia ser el cazador del abismo. Como alguien tan joven podía matar a sangre fría. Esa curiosidad le impulsó a acercarse a él.

-¿Y como estuvo la acción hoy?.

Preguntó Victor con una sonrisa de esas sonrisas de niños al ver sus películas de acción, mientras ella le daba un mordisco a su pan. Admitía que le gustaba compartir este pequeño gusto en común que si no fuese por el, nunca habría sabido que existía. O tal vez si, quien sabe. Ella tragó y sonrió por lo bajo.

-Hoy fue tranquilo, aunque eso es lo que me preocupa. Ya con hoy es una semana sin movimiento alguno de los merodeadores. Espero no planeen un ataque.

Ella dio un sorbo a su cafe a lo que Victor rió. Ella le miro extrañada.

-Si intentan atacarnos de forma abierta serian aplastados por la infantería del abismo. Podran tener lobos y vampiros pero donde se para un guerrero del abismo, no se para nadie.

Alexa veía como Victor soltaba aquellas palabras con un brillo inigualable en los ojos. se notaba la admiración y el respeto que sentía por el ejército del abismo. Ella le sonrió.

-¿Y como fue tu dia, Victor? Oí que el gran cazador del abismo tendría su primera misión con los humanos hoy.

Dijo ella con cierta burla, buscando crear un ambiente aun más agradable. Pero su sonrisa desapareció cuando vio como la de Victor habia desaparecido ante sus palabras. Ella le miró preocupada.

-Mi misión de hoy....- Victor le dio un gran sorbo a su taza de café, al ver que se habia acabado, se dispuso a dejar la taza sobre la bandeja.- Técnicamente fallé la misión, el que la cumplió fue Aldrich. Yo..yo no pude matarlos, dudé y eso casi me cuesta la vida.

-Victor...- susurró ella. El siguió.

-Eran unos ladrones, le estaban robando sus pertenencias a una mujer, le estaban robando, ¡estaban cometiendo un crimen! Y dudé. Se que...- Victor dejó la taza en la mesa.- Se que no debo de dudar a la hora de jalar el gatillo, debo de alejar todo pensamiento y cumplir la orden.- la tristeza adornaba su voz baja.- Se que...

Se detuvo al instante en el que los brazos de Alexa le rodearon envolviendolo en un cálido abrazo. El se paralizó, aquello no era algo que el recibiera todo los dias. La calidez del cuerpo de la chica le relajó, el la rodeó con sus brazos y suspiró aferrándose a ella.

-Gracias....

**************

7 de Enero del 2016
Barquisimeto, Estado Lara.

Con el pasar del tiempo, Victor fue adaptándose a las armas de fuego. Al uso y manejo de ellas en distintas situaciones. Con la practica y práctica, Victor fue tomando la pistola como una prolongación de su cuerpo. Tal cual como la ballesta. Cada dia y cada hora era mas y más, normal disparar esas armas.

Mientras su entrenamiento progresaba, Victor seguía recibiendo noticias de las misiones de exploración de Alexa. Cada vez eran menores los movimientos de los merodeadores. Eso les tenia preocupados. Muy preocupados. Entre ellos las cosas seguían igual. Cada noche ella le visitaba y compartian una taza de café con pan, ya sea entre risas y charlas o en silencio, disfrutando de la compañía de otro. Algo como aquel abrazo no se habia vuelto a repetir, y aunque el lo negara, en el fondo deseaba que eso ocurriera de nuevo. No sabia por porque.

Pero ahora nada de eso importaba.

Era de noche en las calles cubiertas por el frio nocturno de Barquisimeto. Victor corría, persiguiendo a un par de ladrones que acababan de robar a una pobre mujer. Se habían adentrado en un apestoso y humedo callejón. Victor llevaba su pistola sostenida firmemente entre sus dos manos, en su espalda llevaba un subfusil MP5 silenciado. Pero decidió llevar la pistola. Se detuvo ante la oscuridad del callejón. Alzó la pistola con ambas manos. Sus ojos se tornaron rojizos

-Acabemos con esto.- la voz de Aldrich resonó en su mente. Gracias a los poderes del vanguardia, los ojos rojos Victor adquieron un tono amarillo, para luego ser anaranjados. Ahora veia plenamente en la oscuridad

Se adentró en el callejón y avanzó, siguiendo el rastro de los ladrones, apenas los localizó, vio como cruzaban una esquina desapareciendo de su vista. Dio unos pasos antes de desvanecerse y aparecer a varios metros frente a ellos. Vio al primer ladrón. No dudó en elevar su arma y disparar. Cinco tiros. Todos en el blanco el cual cayó muerto en el suelo. El otro se escondió tras un contenedor de basura con el sonido de las balas en su oído.

-Si te sales con las manos en alto y te entregas, prometo no dispararte.

La voz de Victor habia salido fria, seria y segura, tanto que a el le sorprendió. Hubo un momento de silencio. Hasta que vio salir huyendo del contenedor a la figura del ladrón. Victor se desvaneció apareciendo detrás de el. Una espada se materializó en las manos de Victor.

-Te lo advertí.

Fue el susurro que oyó antes de girarse, y que lo último que viera fueran unos orbes rojos. De un solo tajo la cabeza del ladrón rodó por el suelo.

Victor contempló la escena. Sin decir nada. La luz de una linterna le alumbró para que luego el haz de luz cayera sobre los cuerpos. Era Joel. El cual observaba todo con los ojos muy abiertos.

-Vaya... impresionante.- fue lo que susurró.

Ambos se retiraron del lugar dejando los cuerpos bajo custodia de otros oficiales esperando la llegada de las ambulancias y los forenses.

**********

Eran las 7:30 de la mañana. Joel tomaba una taza de café caliente mientras que Victor desayunaba. Joel revisaban la lista de criminales y sospechosos. Tenían permiso de pedir un equipo táctico para acabar con cualquier sospechoso de alto nivel. Aunque esa labor seria de Victor. Ellos dos solos no podrían con tanto.

Joel revisaba cada expediente. Hasta que se topó con uno que llamó su atención. El hombre allí presente, era presunto miembro de una banda que secuestrada y prostituía a mujeres en los barrios bajos bajo su poder. Seria cuestión de hacer una redada y mientras ellos arrestan a los sospechosos, Victor elimina a todo aquel que se atraviese hasts eliminar al objetivo. Después de todo, esa era su misión. Ambos vestían de negro. Joel llevaba una gorra que ponia FAES en ella.

Arrojó el expediente frente a Victor cual justo en ese momento le daba un mordisco a su sándwich. El miró el expediente curioso. Tragó y habló.

-¿Es ese mi objetivo?

Joel asintió de brazos cruzados. Victor dio otro mordisco a su sándwich y tras masticar tragó.

-¿Donde y cuando debo de eliminarlo?

Preguntó con cierto, pesar en su voz, Joel notó eso e hizo una mueca. Suspiró.

-Mañana a primera hora, por hoy descansa.

Victor asintió mientras seguía comiendo su desayuno. Joel mientras pensó en lo egoísta y cruel que podía ser el hombre y el mismo mundo. En lo asquerosa y podrida que estaba la humanidad.

************

Victor recostado en el borde de su cama, miraba a la nada. Suspiró mientras se metalizaba la misión que tendría que cumplir. No debia de pensar. Solo disparar y eliminar a su objetivo. Era lo que se repetía. Era lo que el evitaba dudar. Porque si dudaba moría.

Unos toques en su puerta le avisparon. Se puso de pie y al abrirla no pudo evitar sonreír. La chica de pelo azul le sonrió de regreso. No sabia por qué pero tenerla allí le relajaba.

-Hola.

Dijo ella tímida, eso extrañó a Victor hasta que notó que no llevaba la bandeja. Arqueo una ceja, aun asi eso no le importaba. Por ahora le importaba su compañía. Victor abrió la boca pero Alexa se adelantó.

-No logré conseguir pan y el café se me agotó. Perdona.

No sabia si era por necesidad o si de verdad en el fondo le habia agarrado cariño a Alexa. Pero eso no le importo. El solo se acercó a ella, y se fundió con ella en un cálido y necesitado abrazo que ella correspondió.

-Victor...- le susurró.

-Gracias por acompañarme.

Y esa noche, fue tranquila. Donde ambos en silencio disfrutaron de la compañía del otro.

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