Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 41 "Poder de Fuego"

17 de Diciembre del 2018.
Alemanía. Ciudad Sobrenatural de Beltruchs.

-La ciudad llamada Kolstaft está ubicada a más de 30 kilómetros de Gerfeullem. Esa es la base desde la que él Híbrido maneja todo su personal de guerra.

Mientras hablaba, el gobernador de Beltruchs indicaba el sitio en el mapa. Era una región boscosa, la ciudad estaba casi en medio de un bosque a excepción de unos claros.

-¿Kolstaft?-Aldrich frunció el ceño.-Hasta dónde yo sé, eso era un poblado de cazadores y agricultores.

-Vuestro querido Híbrido lo ha expandido hasta darle el nombre de ciudad sobrenatural, pero a decir verdad, aún le falta demasiado para sostener ese título.

-Como sea-Interfirió Victor.-Cuando nosostros lleguemos con nuestro poder de fuego, ya no habrá más Ciudad.

Esa frase tan contundente y cargada de seriedad envío escalofríos por los cuerpos de Giselle y Erika. Todos miraron al joven oficial, más ninguno opinó al respecto.

-¿Con cuántas defensas cuentan?

-B-bueno en cuanto a defensas no sé demasiado al respecto, puedo decir que tiene a varios mercenarios merodeadores y su tropa de Acechadores, más allá de eso cuenta con mercenarios y unos pocos seres sobrenaturales, eso es lo que he podido ver.

--¿Algo más que nos pueda ayudar?

-No, incluso le tengo una petición, cazador.-El gobernador miró a los ojos carmesíes del joven-Mateló.

Minutos más tarde Victor abandonó la gobernación seguido de su grupo de oficiales y las dos mujeres. Se dirigieron a una posada cercana a la gobernación, con una escolta de Spectres y se asentaron en una habitación.

Apenas entraron, Victor se arrojó al colchón.

-Ahhhh olvidé lo cómodo que era un colchón.

Suspiró mientras se hundia en el mismo. Rosamund, Adrich, Alexa, Edison, Giselle y Erika se sentaron en las sillas dentro del sitio.

-Ya tenemos la ubicación del Híbrido, ¿Cuál es el siguiente paso?

-Partirle la madre.

Respondió Victor como si aquello fuese cosa del día a día. Aldrich sonrió de lado negando con la cabeza.

-Me refiero a que vamos a hacer con más detalle.

Victor tardó en responder, incluso dió la impresión de haberse dormido, pero habló repentinamente.

-Bueno, vamos a avanzar luego de llamar a nuestro respaldo... Por cierto necesito que alguien llame al Abismo por nuestro relevo.

-Yo lo hago.

Dijo Rosamund saliendo del sitio, posiblemente a buscar un radio para comunicarse con el Abismo. Aldrich la miró retirarse.

-No va a poder contactarlos.

Susurró el vanguardia. Victor siguió hablando.

-Vamos a ir hacia allá, una vez nos establezcamos haremos un reconocimiento y una vez explorada la zona, decidiremos como proceder.

-Me parece perfecto. Voy a buscar a Rosamund y envíar ese mensaje al Abismo yo.

Informó Aldrich antes de retirarse. Quedando solamente, los Sargentos, la mercenario y la bruja.

-Alexa, Edison, deberían de aprovechar a descansar un rato antes de que todo se ponga movido.

Ambos asintieron, retirándose de la habitación, solo quedaron la bruja y la merecenario.

-Pensaba que un cazador debía de ser enérgico, incansable e imparable.

Victor sin despegarse del colchón le dirigió una mirada indignado, con una sonrisa retadora típica de él, la mercenario le miraba con cierta burla.

-Cuando pierda mi humanidad, tal vez, pero por ahora soy un ser humano como todos, solo que con una carga de poder.

-¿Crees poder derrotar al Híbrido?

Le preguntó Giselle. Eso hizo que Victor recordase la vez que le decapitó. Sus músculos se tensaron de tan solo recordarlo. Se sentó en la cama, quitándose el Kepis dejando ver la mata de cabello negro que tenía encima.

-Ese imbécil me va a dar una lucha interesante, pero de qué lo puedo derrotar, lo puedo derrotar.-Dijo confiado.-Pero no debo de subestimarlo, se que me espera, y se que tendrá una trampa para mí.

Los tres se miraron.

-Solo es cuestión de derrotar su trampa.

Victor bostezó cansado.

-Por cierto, ¿y tu gato?

-Con los de artillería.

**************
17 de Diciembre del 2018.
Alemania. Ciudad Sobrenatural de Kolstaft.

En la casa del gobernador de Kolstaft, el Híbrido recibía el informe de la perdida de Beltruchs y de la supervivencia del gobernador. El ser de ojos bicolores destrozó la mesa de un golpe con su puño por la ira.

-¡No puede ser! ¿Y mis Acechadores?

-Murieron, sospechamos que a manos de los Spectre.

Sus ojos destellaban ira, la misma que hizo encoger al Acechador frente a él. Antes de Poder gritar de regreso, día de sus hombres ingresaron, acompañados de dos figuras con capa.

-Señor, tiene visitas.

El Híbrido al sentir el poder mágico de ellos dos, ordenó a los demás que se retirasen y que nada debía de interrumpir su reunión con sus invitados. Al retirarse los Acechadores, las dos personas se quitaron las capuchas.

-Hay que admitirlo hermano, sabes controlar a tus hombres.

Dijo el primero, un joven, de cabello negro y piel morena. De ojos marrones. La mirada que daba a su hermano era cálida.

-Xavier...

El nombre de su hermano abandonó sus labios sin permiso, pero antes de poder darse un cariñoso saludo, la voz de su autoritaria hermana irrumpió el momento.

-Si, mucho carácter, pocos resultados.

La joven retiró su capucha. Un rostro claro de cabello negro le miró con un par de ojos verdes que le miraban con molestia, la cual fue compartida.

-Ah, Iris, hermanita, lo último que quería ver es a ti.

-No vine por voluntad propia.

Dijo con resentimiento. Los tres se miraron. El Híbrido arrugó la frente por esa información.

-¿Quien los envía?

Xavier suspiró con pesadez. Eso no le gustó a su hermano.

-Nuestros padres recibieron órdenes de llevarte a la base renacida, nuestras operaciones aquí en Alemania han terminado. Tu guerra contra el cazador se acabó.

-¿Que? No puede ser, estoy cerca de..

-¿De qué?.-Rebatió su hermana.-¿De que te mate el cazador? Por favor, has fallado y tú misión aquí ha acabado.

No podía ser, no quería creerlo, tanto esfuerzo arrojado a la basura. Tantos días de planificación, destruidos.

-Es hora de irnos, hermano...

**************
17 de Diciembre del 2018.
???.???

Victor abrió los ojos al sentir la deliciosa brisa acariciando su cuerpo. Sonrió al toparse con esos ojos verdes que tanto amaba. Angelique estaba sentada encima de el, mirándolo con una sonrisa pícara.

-Hola, bello.

Dijo Angelique con sus posadas en el pecho del joven, con una sonrisa ladina que irradiaba una calidez genuina que no se podía ver casi nunca, Victor acarició el rostro de la Ángel.

-No sabes... Cuánto te extraño.

Angelique desvío la mirada comenzando a darle suaves toques en su abdomen que le hicieron cosquillas al oficial.

-Sabes que en cualquier momento, mi señora puede descubrir esto y alejarnos para siempre ¿No?

Victor atrapó sus manos sentadose de golpe, dejándola a ella en su regazo.

-Te buscaría hasta volver a tenerte conmigo...

La repentina calidez de la palma de Angelique en su mejilla le hizo callar, no sabía qué, pero ella tenía ese toque que liberaba sensaciones imperfectas en él. Esas le relajaban.

-Victor... A veces siento que lo mejor es que olvides de mí, después de todo aún debés de buscar a tu soulmate...

-Pero...

-Eso no implica que dejaré de cuidarte.-Señaló ella con una sonrisa.-Aun eres mi protegido, cazador.

Victor la calló apegandola a su pecho, cerrando el los ojos. Angelique se acomodó a su cuerpo.

-Solo... Déjame tener paz aquí, contigo.

Ella suspiró con una sonrisa.

-Como desees.

*****************
18 de Diciembre del 2018.
Alemanía. Ciudad Sobrenatural de Beltruchs.

Ese día arribó el relevo, el 3er regimiento de infantería del Abismo, en compañía de un ser bastante especial.

En la plaza junto a la gobernación, esperaba Victor y sus generales, con el gobernados esposado. Escoltado por dos Panzergrenadiers. Erika y Giselle se mantenían aparte de todos.

Encima de un tanque, estaban Edison y Alexa vigilando la zona. Victor observó como los soldados avanzaban por la calle principal. Eran liderados por Volkner, en persona.

-Vaya, parece que el jefe viene en persona.

Comentó uno de los Spectre. Victor lo observaba acercarse, hasta que un maullido le hizo bajar la mirada. Hitler estaba colgado de su pantalón buscando subir.

-Me vas a dañar el uniforme de gala.

Dijo entre dientes el cazador tomando al mínimo, colocándolo en el bolsillo de su pecho. Al llegar a la plaza, los soldados se comenzaron a dispersar bajo las órdenes de sus superiores. Volkner fue directo hacia ellos, con un grupo de soldados extraños. Al llegar, todos se arrodillaron. Giselle le dirigió la mirada, pudo sentir la pesada y abrumadora carga se energía mágica que llevaba consigo.

-Poneos de pie.

Todos obedecieron. Volkner miró con una sonrisa a Victor y todo el grupo que le seguía. Observó al gobernador, como este lo miraba tranquilo.

-Felicidades, todos, han retomando dos ciudades al control Imperial.-Volkner palmeo su hombro.-Han echo bien.

-Ademas logramos detener al gobernador, el nos ha dicho la ubicación del Híbrido, ese es mi siguiente objetivo.

-El simple pueblo de Kolstaft, lo convirtió en una Ciudad.-Informó el vanguardia.

Aldrich y Volkner se miraron, por lo visto ese Híbrido no era cualquier tonto. Volkner asintió, mirando al hombre esposado.

-Yo me encargaré de el, he venido a traerte algo que te será de ayuda en tus futuros ataques.

Dijo colocándose a su lado, todos observaron a los soldados. Sus uniformes eran el mismo gris básico, con cascos y máscaras de gas. En sus espaldas tenían unos contenedores, que conectados con un tubo se unían a otro donde los soldados tenían un gatillo.

-Te presento a los soldados incendiarios.

Los mismos apuntaron sus armas al cielo, apretaron los gatillos arrojando lenguas de fuego al cielo por cortos segundos. Todos los presentes los miraron asombrados.

-Son tuyos ahora.

Le dijo Volkner. Victor asintió. En ese momento, el Señor del Abismo notó la bola de pelos blancos que tenía el general en su bolsillo. Tomó al mínimo, mirándolo. Vió que incluso uniforme tenía. El gato maullo hacia él estirando sus patitas.

-A este lo vamos a ascender a sargento segundo.

Victor y compañía soltaron una risa.

El batallón se retiró de la Ciudad al mediodía, por completo, avanzado en formación por los caminos de tierra. Cómo siempre, Victor iba sentado en la torreta del tanque, llegando a una sección muy interesante sobre él y sus posibles poderes a futuro.

La sección hablaba sobre las Especializaciones que él puede elegir a futuro. Estaba enfocado en su lectura, cuando Giselle, que estaba detrás de él, leía por igual ciertas partes.

-¿Cazador de Sangre?

Victor cerró el libro de una sorpresa. Todos los que iban con el, le dirigieron la mirada ante esa frase de ella y su reacción. El general la miró con molestia.

-No metas tus narices dónde no te llaman.

-Perdon..

Susurró ella apartándose. El oficial volvió a la lectura leyendo con seriedad las líneas en el papel.

"Cazadores de Sangre"

Son aquellos Cazadores que se han dejado llevar por su sed de sangre, por su parte vampírica. Estos pueden manipular y controlar dicho líquido, moldeandolo y convirtiéndolo en armas, hasta lo más avanzados poder convertirse en el mismo liquido.

"Cazadores Tanque"

Estos cazadores han decidido concentrarse en sus habilidades físicas, dejándose llevar por su parte de licántropo. Poseen fuerza descomunal, velocidad y agilidad mas allá de lo común, volviéndose en extremo peligrosos.

"Cazadores Oscuros"

Maestros en la magia oscura. Son la perfecta mezcla entre un mago oscuro y un nigromante. Presentan un peligro al ser avanzados por lo letal de sus habilidades mágicas.

Cabe destacar que los Señores del Abismo pueden aspirar a tener dos profesionalizaciones. Y aquellos que llegan a ser un temido Angel de la Muerte, pueden dominar las tres.

-Interesante.

Murmuró Victor. Iba a continúar con la lectura cuando Alwyrm irrumpió en su mente.

-Cuando decidas que tipo de cazador vas a ser, yo te entrenaré

Victor asintió, con seriedad, decidió cerrar el libro y descansar de ls lectura por un rato. Así podría pensar en que elegir.

El batallón continúo, inexorable, hasta un río que estaba a diez kilómetros de Gerfeullem. Allí se detuvieron, a las 5000 horas, para así ir armando el campamento.

Erika se dirigió al río, con el pienso de darle de beber algo a su lobo. Giselle, que se había convertido en su compañera, le acompaño al sitio. Atravesaron el camino hasta el río, solo para toparse con una grata sorpresa.

-Vaya....

Dijo Erika al ver el pueblo que estaba ubicado a la orilla del río. Los pueblerinos les miraron y saludaron, notandose amistosos. Le sorprendió el no ver miedo en ellos ante los uniformes militares que portaban.

Tras avisarle a Victor, el batallón se movilizo hasta el pueblo, hombres, mujeres y sus hijos veían con asombro a los imponentes soldados imperiales. Dirigidos por Víctor, porque como siempre a él no le gustaba estar en la retaguardia. Justamente eso discutía con Otto apenas ingresaban al pueblo costero.

-Señor, usted es un General, no puede exponerse así.

-Yo no fui entrenado para quedarme atrás.

Respondió este con cierta molestia. El general vio como hacia ellos venia un trío de hombres, que a diferencia de los pueblerinos, estos no portaban simples ropajes. Sus armaduras eran muy al estilo oriental, divididas en placas unidas entre si, siendo de bambú y no de Acero.

Armaduras ágiles, ligeras. Victor y Aldrich al verlos, los reconocieron como guerreros orientales. Aquellos que seguían el camino del Samurái. Iban con armadura completa. Los dos que iban a los lados tenían los rostros tapados con unas bragas negras. El líder tenía su rostro al descubierto. Los Spectre se acercaron a su General.

-Bienvenido, a la aldea del Sol Naciente. Soy Karumi, líder de esta aldea.

El hombre hizo una reverencia.

-Soy El General Cazador Pérez Victor, al mando de este batallón blindado. Venimos en son de paz.

-Ya lo sabíamos, si vinieras con otras intensiones, no estaríamos teniendo esta conversación.-El hombre dirigió la mirada hacia dentro de la Aldea.-Seguidme, ahora son mis invitados.

Karumi comenzó a caminar hacia dentro del poblado. El cazador en ese momento llamó, mediante señas a Rosamund.

-Dile a los hombres que descansen y monten el campamento, iré con el señor samurái.

-Ten cuidado.

Victor asintió, Adrich le guiño un ojo a la morena. Ambos decidieron seguir al líder que ya iba adelante. El poblado tenía ese toque oriental que la hacía tan distinta al otro tipo de poblados. El Cazador y el Vanguardia portaban sus fusiles de asaltó al pecho. Es más, ellos eran los únicos oficiales tan armados.

-Nuestro pueblo vive de la pesca y el comercio, no somos muchos y vivimos colaborando entre todos.

Comentó el líder. Victor no pudo evitar notar la cantidad de guerreros como ellos distribuidos en el poblado. Podía ver a varias mujeres en los hogares e incluso en negocios de venta.

-¿Por qué tantos guerreros?

Karumi dirigió su atención al vanguardia. Con una sonrisa pequeña le respondió:

-Hemos tenido inconvenientes con los múltiples seres sobrenaturales, más que todo mounstros

-¿Mounstruos?

-Hemos llegado.

Indicó el hombre señalando una sencillas casa de madera al estilo oriental. Subieron las escaleras de madera e ingresaron a través de la puerta deslizante. No obstante, antes de poner un pie adentro tuvieron que retirar sus calzados.

-Señoritas.-Dijo el hombre apenas ingresó al par de hermosas jóvenes que allí estaban.-Traedle algo de comida a nuestros invitados.

Minutos más tarde, los tres cenaban unas deliciosas porciones de arroz, ensalada y pescado. Aldrich y Victor devoraban aquella comida como si nada. Charlaban más que todo, sobre quienes eran ellos y la misión que tenían. El Hombre miraba fascinado los uniformes y oía con sumo interés las historias de los Panzergrenadiers.

-Usted mencionó un mounstro.-Dijo Victor entregando el plato a una de las sirvientas.-¿Que clase de mounstro?

El hombre tragó su pedazo de pescado. Dejó los cubiertos en el plato y suspiró.

-Hace un año que estos ataques comenzaron, son seres extraños, más que todo son larvas, gusanos gigantes que se alimentan de las personas del pueblo, más que todo de los niños.

Victor miró a Aldrich en busca de alguna opinión al respecto, pero el Vanguardia se veía tan asombrado como él. Su ceño arrugado lo decía.

-¿Larvas? Eso no es algo muy común.

El hombre asintió mientras le daba un sorbo de agua a un vaso de madera. Victor lo detalló, de ojos rasgados y cabello raso.

-Ciertamente, es inusual. Verán, nosotros provenimos de las lejanas tierras sobrenaturales de Japón, yo por mi parte, vengo de un clan de samurais. Me alejé huyendo de esa vida llena de sangre.

-Y aún así, aquí está, empuñando nuevamente su espada.-El general cazador hizo una mueca.-A veces no podemos huir de lo que somos.

-No es una espada, es una Nodachi. Podría decirse que es una versión gigante de una katana.

-¿Lleva un año peleando con esas larvas? ¿Por qué no buscan su madriguera?

El hombre esbozó una sonrisa lleva de frustración. Decepción y molestia.

-Eso hemos intentado, pero estás cosas se esconden bien, y prefieren morir antes que huir. Pero bueno, ya es suficiente charla.-El líder se puso de pie.-Deben de estar cansados, la vida de soldado no es fácil.

-En efecto, no lo es.

Victor y Aldrich regresaron con sus soldados a hacer una rápida revisión, alertó de los mounstruos y ordenó constante vigilancia, no quería perder ningún soldado. Reunió a las tripulaciones de tanques. Se les ordenó mantener vigilancia por igual con los visores de calor.

El sol se comenzaba a poner.

-Esten bien atentos, no sabemos que clase de daño podrían causar a los blindados.

-Mi general, disculpe, ¿Vamos a cazarlos?

-Negativo, nuestra misión es avanzar cuánto antes a Kolstaft y eliminar a ese asqueroso Híbrido. ¿Preguntas?

-¡No señor!

-Bien, rompan filas.

A las 2200 horas Victor y Aldrich se acostaron a dormir, en la casa del líder a petición del mismo. Igualmente los soldados descansaban, exceptuando los de la primera guardia.

El cazador se relajó. Sonrió al ver a Hitler acostado a su lado. Cerró los ojos logrando conseguir el sueño.

Con esperanzas de ver a su hermoso ángel de nuevo. Más eso fué en vano, pues pasaron las horas en el mundo del descanso. Hasta que una voz le hizo salir de sus sueños, una voz que le protegería.

-Victor....

Susurró con dulzura una voz, la voz de Angelique, la cual le hizo despertar de forma leve. Solo para oir ruidos extraños en su habitación. De golpe abrió los ojos, topandose con una imagen horripilante y babosa de una boca con Miles de dientes alrededor de esta, casi encima de el. Con un gruñido, el cazador le propinó una potente patada con su bota, alejando a la larva.

Aldrich quien dormía a su lado, despertó de inmediato con su espada en mano, miró hacia su derecha, desde ese lado otra larva enorme se propulso hacia el. El vanguardia tomó su espada y la enterró en el cuerpo blando del ser, cortando hacia arriba partiendolo en dos. Las entrañas junto con sangre verdosa y pestilente se dejaron ver.

El cazador no tardó en echar mano a su Colt. La babosa rugió hacia él. Sin titubear descargó los 8 disparos en cargador sobre el asqueroso ser. Cayó, desangrándose, incluso parecía desinflarse. Algo horripilante ocurrió, pues dónde estaba la boca, por ese agujero surgió un rostro que ocupó el agujero, era el de un niño pero, deforme y carcomido.

-Que asco.

Espeto Aldrich. Victor frunció el ceño. Reconoció el tipo de criatura que eran y si sus sospechas eran ciertas, ese ser que él había ayudado hace tiempo atrás rompió su acuerdo. Los gritos de alerta junto con los disparos lo sacaron de su ensoñación.

-¡Aldrich ve con los soldados!

Le ordenó el joven, cargando su pistola, el vanguardia le miró.

-¿Y tú qué,?

-Yo me encargaré de la madre.

Ambos se separaron. Aldrich corrió junto con los Panzergrenadiers y Victor se movió por la casa. Sus ojos se tornaron amarillos y así pudo ver el rastro del líder del pueblo. Estaba fresco e iba había el bosque. Sin más preámbulos, se adentró en carrera.

Aldrich, al llegar con los Panzergrenadiers, se encontró con varios soldados soltando ráfagas de disparos hacia varias larvas, un gran grupo se adentró en el bosque, huyendo.

Giselle entró en escena, levantando una gran pared de piedra. Las larvas se vieron cortadas de su camino. Edison saltó hacia ellas con su manos vueltas garras, cortando y destrozando.

Al llegar, el vanguardia disparó hacia una larva que iba por detrás de Rosamund. La mujer estaba disparándole a otra, al girarse vio el cadáver y la sonrisa de su salvador.

-De nada.

-Despues nos arreglamos, guapo.

Le guiñó un ojo que dejó descolocado al Vanguardia. Alexa arrojó un rayo hacia otra larva que huia, luego se giró hacia Aldrich.

-¿Dónde está Victor?.-le preguntó la peli azul.

-Esta persiguiendo a la madre.

Al instante, por encima de ambos voló el enorme Guardian de la Luna con Erika en su lomo.

-Iré a ayudarlo.

Y sin decir más partió, le ordenó a su lobo seguir el rastro del cazador. Apenas lo encontró, aceleró su carrera.

-Despues de todo, es mi deber.

Más adentro del bosque, el líder de aquel poblado estaba, solo, junto con su poderosa Nodachi. El hombre seguía el rastro de la larva herida, hasta que esté desapareció en seco. Soltó un gruñido de enojo. Fue cuando entonces, a su alrededor, comenzaron a emerger múltiples larvas.

Tomó su espada y la empuñó, pasó su mano por su filo, el cual comenzó a tomar un brillo azulado con destellos plateados. La primera se lanzó a por él. Con velocidad increíble partió a la larva con velocidad increíble, cayendo esta en dos partes en el suelo. Otra más se arrojó, compartiendo el destino de su hermana. Así estuvo por varios minutos, masacrando y eliminando múltiples larvas.

Con horror podía ver los múltiples rostros demacrados y carcomidos en sus interiores. Un destello azúl comenzó a emerger de los arbustos, hasta explotar en una descarga de energía que hizo que el hombre se cubriese el rostro con los brazos.

Con una elegancia magistral, una hermosa Mariposa Lunar emergió entre los arbustos elevándose con gracia, sus dos enormes alas brillaban con un brillo azul claro intenso y si cuerpo con un tono más oscuro. Solo que está no era una simple Mariposa Lunar, está era distinta. En lugar de tener la cabeza del insecto, poseía una cabeza humana.

Con rasgos finos y delicados, el rostro femenino con sonrisa sangrienta dirigió la mirada al líder del pueblo.

-Un demonio...

Susurró asombrado. Sus sospechas fueron ciertas todo ese tiempo, era un demonio el que había traído desgracia a ese pueblo.

-Has asesinado a muchos de mis hijos y por ello deberás pagar.-Sentenció el demonio.

Agitó sus alas de las cuales salieron múltiples bolas azules de energía mágica, los proyectiles volaron hacia él. Preparó su espada para recibir los impactos. Para su sorpresa una pared de tierra se elevó recibiendo los impactos explosivos mágicos desmoronándose.

-¡Ahhhhhhhh!

Con un fuerte rugido Victor emergio de un salto desde la oscuridad con sus dos espadas en mano, ambas dejaron dos fuertes tajos en el cuerpo de la mariposa que gritó y chilló de dolor. El cazador cayó en el suelo con cierto estilo. Luego se giró hacia ella.

-¡Tú!

La mariposa arrojó un potente rayo hacia el cazador, el cual esquivó con rapidez. Victor le apuntó con su espada, detrás de él apareció uno de sus Blasters.

-¡Rompiste nuestro trató!

Le gritó el Cazador. El demonio sonrió con burla.

-Se suponía que nunca volvería a verte, deberías estar muerto.

-Soy difícil de matar.

El blaster disparó, la mariposa esquivó con velocidad la descarga. De la nada una larva saltó había el oficial. Él líder del pueblo la detuvo con un fuerte corte. Otra más venía detrás de el , Victor elimino con sus espadas.

-¿Conoces ese demonio?

-Cuando la conocí, aún no era un demonio.

Múltiples destellos azules rompieron la oscuridad, rapidos, tanto así que Victor solo pudo verlos antes de sentir el dolor esparcirse por su cuerpo al recibir los impactos explosivos arrojandolo metros atrás.

-Agh..

Jadeó de dolor, estaba boca abajo en la tierra, con dificultad se apoyó en un brazo, levantando la mirada, tosió dejando salir sangre.

-Mal..dita... Sea..

Gruñó con el sabor metálico en sus labios. Soltó un grito de dolor al Intentar moverse. La mariposa trató de acercarse a él pero un poderoso corte la hizo retroceder. Karumi se posó delante de él, defendiendolo.

Al momento, el poderosos lobo guardian saltó con dirección a la mariposa. No pudo reaccionar, las fauces del lobo se cerraron en su pecho derribandola. Está se agitaba buscando salir del agarré del lobo, no contó con la aparición de Erika con su espada y pistola en mano. La mercenario bajó y sin acto ni ceremonia enterró su espada en el corazón de la criatura.

Un horrible chillido inundó el bosque y sus alrededores, obligando a los presentes a cubrirse los oídos. La mariposa lunar perdió su brillo poco a poco. Las larvas convulsionaron y murieron en el sitio. Por igual aquellas que se enfrentaban a los Panzergrenadiers. Aldrich miró con extrañeza eso.

Victor se colocó boca arriba, respirando con cierta dificultad, el chaleco había recibido los impactos, pero aún así la onda expansiva causó daños. Tosió soltando sangre.

No, no podía morir ahí, se negaba a morir. Con una gran fuerza de voluntad se sentó gruñendo de dolor.

-Cazador, no se mueva así.

Le regaño Karumi. Erika corrió hacía el, agachándose a su lado. Fue cuando el cazador comenzó a ver puntitos negros en su visión.

-Aguanta cazador, vas a vivir.

El la miró con ese hilo de sangre saliendo de sus labios. Se fijó más que todo en esos ojos verdes y ese rostro aguerrido. Le sonrió con dificultad.

-Claro que no....

Entonces se desmayó.

********************
19 de Diciembre del 2018.
???. ???

Despertar sin dolor, era aquello que no esperaba. Claro que al abrir los ojos comprendió la falta de aquello que caracteriza a un ser vivo. Estaba en aquel espacio creado por Angelique. El viento acariciaba con mayor fuerza su rostro, se notaba agitado.

Al ponerse de pie, Victor avistó a la figura de Angelique unos metros delante de él. Con una sonrisa en su rostro trató de acercarse a ella. Pero se detuvo al verla girarse y darle una mirada severa, intensa.

-Angelique...

-¡Eres un imbécil!.

Le gritó acercandose a el a pasos rápidos, Víctor había quedado estupefacto, esa no era la personalidad cariñosa y tierna de Angelique. No era algo usual en ella.

Ahí se dió cuenta que nunca le había visto molesta.

Un agarre fuerte en su guerrera le hizo volver a la situación, Angelique le jalaba de la misma con molestia.

-Hey, hey ¿Que pasa?

-¡Pudiste morir! ¡Eres un imprudente!-Le gritó para luego colocar su frente en su pecho, temblaba.-¿Acaso no ves que.. hago lo que sea por estar a tu lado? ¡No puedes hacer estupideces así!

-Es fácil decirlo cuando no eres quien está al mando de un batallón.

Ambas miradas chocaron. Victor suspiró mirando a esos ojos verdes. Ella se apartó un poco, con la mirada baja.

-Solo no quiero fallar como tú guardian...

Victor arqueó una ceja con el ceño fruncido.

-Acabas de regañarme por no querer fallar tu misión como mi guardian.

-¡No! No es.. no es eso.

-Entonces iluminame, te recuerdo que yo soy quien está en constante peligro, Angelique.

Ella le dirigió en ese momento una mirada molesta, casi con rabia.

-¿Acaso insinuas que yo no tengas mis propios peligros?

-Hasta dónde sé, tu estás cómodamente con los demás angeles del abismo.

El viento comenzó a soplar con más fuerza.

-¡Yo no estoy viviendo cómodamente Victor!

-¡Yo mucho menos Angelique! ¡Soy un oficial imperial! ¡Un general cazador malditasea tengo el estrés y ls muerte de muchas personas en mis hombros! Vivo en constante peligro porque éstoy en guerra.-Victor gruñó.-Pero no creo que eso lo entiendas.

Fue cuando el suelo en aquel sitio tembló con una fuerza que logró derribar al cazador.

-¿Y tú crees que desde que estoy con los angeles he vivido cómodamente? ¡Estoy viviendo un infierno de entrenamiento disciplinario, lleno de castigos, cansancio, fatiga, todo bajo las órdenes de esa sádica guardian!-Los ojos de Angelique se tornaron acuosos.-Yo cree esto solo para que ambos pudiéramos huir de nuestros infiernos...

Dos gruesas lágrimas abandonaron las hermosas esmeraldas por ojos de la Ángel. Victor al ver su error trató de acercarse pero un nuevo temblor lo derribo, en ese instante, una gruesa grieta en el suelo los separó.

-Creo que lo mejor sería superar nuestras pruebas....-Angelique le dió la espalda a Victor.-Solos...

Y entonces, la grieta se agrando. Antes que Victor pudiera reaccionar, fue tragado por la misma.

Con un agujero en su pecho.

*******************
19 de Diciembre del 2018.
Alemania. Ruta a Kolstaft.

Lo primer que sintió, fue el agudo dolor muscular en toda su sección pectoral y abdominal. Victor abrió los ojos de golpe, respirando con profundidad y en respuesta recibiendo ondas de dolor de su cuerpo.

Lo que más le sorprendió, fue el rostro femenino que estaba junto a él. Parpadeó dos veces al ver dos orbes verdosos mirarle con fijeza.

-Buenos días.

Victor se sentó de golpe, soltando un quejido. Cuando las sábanas cayeron, pudo ver las vendas en su cuerpo. Erika se sentó a su lado, regañandolo.

-¡Hey no te muevas tan rápido o abrirás las heridas!

Victor dirigió la mirada a Erika cuando las manos de ella se posaron en sus hombros. Estaba a su lado, desnuda. Pudo ver su piel clara, sus senos firmes y redondos. Ella al notar eso se cubrió. Por su parte, él desvío la mirada.

-¿¡Porqué estás durmiendo a mi lado... Desnuda!?-Preguntó.-Es decir, no me molesta pero...

-¿Podrían... Dejar de gritar?

Con asombro vio como Giselle a su lado se levantaba igualmente desnuda, con sus grises cabellos cubriendo sus senos. Victor enterró su rostro entré sus manos.

-¿Por... Qué?

-Para mantenerte caliente...

Respondió Erika sonrojada.

-¿De quién fue la idea?

-Fue de ese tal Aldrich. Ahora que lo recuerdo tenía una sonrisa en su rostro cuando nos ordenó dormir contigo.

Un destello morado de pura rabia fue desprendido de los ojos del Cazador.

-¡¡¡Aaaaaaldrich!!!

Gritó con tanta potencia que lo escuchó el campamento entero y medio pueblo. Victor se colocó los pantalones tácticos y las botas. Al salir con medio cuerpo descubierto, se encontró con una los soldados preparando todo para partir del sitio.

Al trote se acercaron dos Spectres, los cuales se pararon firmes ante él, realizando el saludo Militar.

-Buenos días mi comandante.

-Buenos días, continuar.

Victor buscó con la mirada a los generales Aldrich y Rosamund. Más no los encontraba.

-¿Dónde están los generales?

-Estan reunidos con el el líder del pueblo, iban a anunciar nuestra retirada.

-Bien-Victor suspiró con la mirada sería.-¿Cuántas bajas tuvimos?

-Solo dos hombres, señor.

En ese momento, Alexa se acercó hacia él. Con la mirada, el general avistó a Edison repartiendo órdenes por otro lado. Dirigió nuevamente su atención en la joven.

-No deberías de estar de pie, general.

-Si... Tomaré nota de su preocupación, aún así soy un oficial Imperial, y como tal primero se me saluda y luego se habla.

Tal parecía que el Cazador no había despertado de muy bien humor. Alexa realizó el saludo Militar y siguió hablando.

-Insisto en que no deberías de estar de pie.

-Creeme, el dolor físico es mi última preocupación.

De la tienda salieron la mercenario y la bruja ya uniformadas. Victor se giró hacia ellas, cuando su mirada chocó con la de cuervo, la desvío.

-Como sea, necesito mi uniforme y equipo.

10 minutos después, el General Cazador abandonó la tienda de campaña, con su uniforme de camuflaje con las mangas arremangadas. La gorra y su equipo de combate.

Seguido por los Spectres y ambas mujeres, recorrieron el poblado en dirección a la casa del líder. Erika, quien iba junto con el cazador, notó su constante expresión de seriedad, molestia y tensión.

Rosamund y Aldrich los cuáles hablaban con Karumi, dirigieron la mirada hacia el Cazador que se acercaba a ellos. La sonrisa del Vanguardia se hizo presente ante el ceño fruncido del General.

-Debemos irnos, mientras más tarde, más se nos puede escapar el híbrido.-Se dirigió a Karumi-Muchas gracias por su hospitalidad, el Ejército Imperial del Abismo se lo agradece.

Karumi hizo una reverencia ante el general.

-Gracias a usted, que acabó con ese demonio que nos atormentaba.

A una hora del medio día, el batallón retomo su avance inexorable hacia Kolstaft. El convoy blindado una encabezado, como siempre, por el tanque del General Cazador. El mínimo iba acostado entre las piernas del cazador, recibiendo la brisa del día.

El cazador no iba leyendo, en esos momentos estaba con la vista al frente, pensando. Junto con el iba Aldrich y Rosamund, ambos hablaban ajenos a ello. Fue la bruja, Giselle, quien le sacó de sus pensamientos.

-¿Esta molesto por haber dormido con nosotras?

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando los orbes carmesíes del cazador se posaron en ella. Giselle trató de mantenerle la mirada, pero falló.

-No, es por algo diferente, agradezco que ustedes hayan accedido a realizar algo así por alguien que las tomó a la fuerza.

Unos pocos segundos de silencio se interpusieron entre ellos, Victor dió por finalizada la conversación, pero estaba lejos de ser así.

-¿Cómo sigue tu sed de sangre?

-Estoy controlandola, pero en algún momento una de ustedes tendrá que ayudarme con ello.

Victor le dirigió la mirada lo cual hizo que ella la desviase.

-Lo dices como si fuera natural.

-En este punto, ya no me afecta casi nada. Es como si ser alguien sin sentimientos fuese algo que viniese de fabrica conmigo.-Victor tomó a Hitler y lo acercó a Giselle-En fin ¿Quieres acariciarlo?

El gato maullo frente a ella y estiró sus patitas derritiendo el corazón de la joven.

-¡Si!

Continuaron por varías horas, pasaron junto a los restos de Gerfeullem, la ciudad luchaban por reconstruirse, pero para su tamaño, tomaría años. La columna blindada avanzó entre el miedo de los civiles.

Después de todo, ellos fueron los artífices de su desgracia. Continuaron sin descanso por el camino. Estando a unos 5 kilómetros de Kolstaft, el batallón se interno en el bosque de la Ciudad. Teniendo que avanzar con dificultad por el terreno difícil. Hasta que se toparon con su mayor obstáculo.

La gran cantidad de árboles detuvo en seco el batallón. Los tanques no podían maniobrar, quedando todos detenidos allí. Victor se subió a la torreta de su tanque dando órdenes.

-¡Pararemos aquí! ¡Primera compañía armad el campamento! ¡Segunda compañía monten un perímetro de vigilancia! ¡Los Spectres los quiero listos en 20 para un reconocimiento!

Rápidos y disciplinados, los soldados se pusieron manos a la obra. Victor le ordenó a Rosamund dirigir la primera compañía y a Aldrich la segunda. El Cazador estaba a punto de ir a colocarse su uniforme negro cuando el vanguardia lo detuvo.

-¿Te gustó tu despertar?-Preguntó con una sonrisa.

Victor suspiró.

-No, y no es tanto por mi, no me molesta dormir con mujeres, sino por ellas-Dijo señalando a las mujeres que estaban hablando ajenas a todo el movimiento del sitio.-A Giselle no parece importarle mucho, bien, pero Erika tiene cierto complejo con los hombres que la hace ser violenta por todos los abusos sufridos. Me sorprende que no me haya sacado a patadas de ls tienda.

Aldrich desvío la mirada con el rostro sigo serio. Entonces suspiró con molestia.

-Ya veo. Creo que deberías de hablar con ella entonces.

Minutos más tarde, Victor, con su uniforme negro para operaciones nocturnas, busco con la mirada a la joven. La encontró sentada junto con su lobo, comiendo de una escudilla. Se acercó a ella.

-Erika.

Ella casi se atraganta al oír la voz del cazador. Le miró, observando la oscuridad que proyectaba la gorra en su rostro. Su rostro serio ocultaba la incomodidad que le causaba mirarlo luego de que él, la hubiese visto desnuda.

-Te agradezco, por haber echo ese sacrificio de dormir a mi lado solo para que yo me mantuviera caliente y te pido disculpas si te incomode con mi mirada o actitud.

Antes de ella poder hablar, el general se dió la media vuelta dirigiéndose a sus soldados, dejándola con las palabras en la boca. Victor caminó hacia los Spectres, sin importarle el dolor en su cuerpo.

-Aqui están todos, señor.

Informó Heredia. Victor asintió.

-Muchachos, estamos en la decisiva, hoy vamos a hacer un reconocimiento del terreno. Nuestro objetivo es ubicar el poblado y encontrar sus defensas. Eviten contacto a toda costa, no queremos que el enemigo sepa de nuestra posición.-Victor miró a cada uno de los Spectres antes de ponerse su máscara-¿Entendido?

-¡Si señor!

Dividiéndose en cinco grupos de cinco, los comandos se adentraron en el bosque, en busca de la Ciudad de Kolstaft. Los grupos peinaron la zona, lo que no sabían era que estaban a penas un kilómetro en línea recta de Kolstaft, pero el camino de ellos estaba bloqueado por árboles. Solo había un camino tránsitable escondido en el sitio.

No pasó una hora hasta que Victor y su grupo se encontrasen con un muro alto, de madera, habían llegado pero en su dirección estaba directamente un muro. Se mantuvieron escondidos en la maleza mientras la oscuridad comenzaba a aparecer.

-Aqui Spectre 1, hemos encontrado la Ciudad pero nos encontramos por uno de los muros. Corto.

A los minutos, el radio sonó.

-Aqui Spectre 4, hemos encontrado otro muro de frente y una patrulla, corto.

En ese mismo momento, una patrulla se acercaba. Eran cuatro Acechadores acercándose. El grupo de Victor se escondió en la maleza. Los vieron pasar frente a ellos, con un par de linternas de aceite.

-Aqui Spectre 10. Hemos encontrado la entrada, podemos ver a varios guardias custodiando la misma, corto.

El resto de la noche transcurrió entre las sombras. Los Spectre recorrieron los alrededores observando el sitio. No lograron obtener mucho, pues el lugar tenis altos muros de madera, solo pudieron encontrar la entrada a la ciudad.

A las 2300 horas, los Spectre volvieron al campamento. Victor no estaba satisfecho con los resultados obtenidos. Rosamund fue quien les recibió junto con los soldados de guardia.

-Entonces la ciudad tiene muros en todo su alrededor.

-Así es, y con esa poca información no pienso atacar, no voy a arriesgar a mis hombres. Y menos sin el apoyo de tanques.

Dijo Victor mientras tomaba un trago de agua, ambos dentro de la tienda de campaña de mando.

-Aun tenemos artillería y a esos pilotos que nos apoyan.-Señaló Rosamund.

-Lo sé, pero no es suficiente.

-¿Entonces qué?

Victor pensó por unos minutos, antes de sonreír.

-Creo que es hora de dar un paseo con Alwyrm.

**************
20 de Diciembre del 2018.
Alemania. Cielos Nocturnos sobre Kolstaft.

Si no fuera por sus ropajes pesados de cuando era el Espectro, ahora estaría temblando de frío a tales alturas. El gélido viento impactaba sobre el cuerpo de Victor, mientras se sostenía firme en el lomo del colosal Alwyrm.

A una altura muy considerable, desde la cual las escamas negras del dragón lo camuflasen con la noche, ambos volaron sobre Kolstaft. Victor tomó sus prismáticos, observando la Ciudad.

-Aun no comprendo porqué no simplemente, bajamos nosotros dos y calcinamos ese pueblo hasta sus cimientos.

Gruñó en su mente. El cazador observó pero no vio gran cosa. En su mayoría eran chozas, con caminos de tierra y pocos postes con antorchas. No sé veían torres de vigilancia, solo grandes grupos de guardias con algún que otro ser sobrenatural. Victor se quitó los prismáticos consternado.

-Porque eso le quitaría el drama a toda la historia.

-¿Perdón?

-Quiero decir, no los he traído a todos ellos, soldados imperiales, con sed de sangre y venganza, para solo llegar nosotros y destruír lo que ellos desean ver acabado por sus propias manos.

Siguieron sobrevolando en el amparo de la noche. Victor seguía sin creer que aquella Ciudad dónde estaba su mayor enemigo, estuviese tan poco defendida. ¿Acaso nunca pensó que el Abismo llegaría hasta él?

-¿No has pensado que, las personas que vamos a asesinar en nuestro camino sean inocentes?

Victor suspiró acariciando las escamas de enorme ser reptiliano.

-No lo creo, seguramente tenga el apoyo de los pueblerinos. Y si se dejaron militarizar por él, es porque seguramente los haya comprado a su causa.-Victor se limpió la garganta.-Y aún si son inocentes, estos son los horrores de la guerra.

El cazador se dejó caer en el lomo de Alwyrm, agotado.

-Volvamos al campamento.

Obediente como era su fiel dragón. Giró y tomó rumbo al campamento de los Panzergrenadiers.

Sería una larga noche la que tendrían por delante.

*******************
20 de Diciembre del 2018.
Alemania. Ciudad Sobrenatural de Kolstaft.

A las 2200 horas, cuando la gran mayoría en aquella Ciudad estaba descansando, arribó desde los cielos, el anuncio de sus muertes. Era la Aviación Imperial, conformada por un grupo grande de bombarderos Stukas, acompañados por nada más ni nada menos que un grupo de BF-109 de escoltas.

Los bombarderos descendieron en picada sobre la Ciudad, alertando con sus sirenas aéreas el futuro que les esperaba. Fue un bombardeo que se prolongó por 30 minutos, tres pasadas de bombardeos. Todo presenciado por las tropas desde la maleza del Bosque.

Entonces Victor dió la orden de fuego a sus artillerías propulsadas.

Los obuses comenzaron a impactar con letalidad absoluta sobre la ciudad, la tierra tembló ante las enormes columnas de tierra que se elevaban. Los gritos no tardaron en llegar. Para el final de la barrera, solo se oía el pánico en la Ciudad.

-¡Primer Batallón! ¡Dispuestos para el combate! ¡De frente marchen!

Un Acechador salió por la entrada, apoyándose al pilar asustado, solo para ver con horror las múltiples figuras de camuflajeado marrón emerger de los bosques, antes de caer por una ráfaga de subfusil.

Eso alertó a los demás de la presencia de soldados Imperiales. Un grupo corrió hacía la entrada, para su mala suerte, los Panzergrenadiers ya habían tomado posiciones y dispararon contra los Acechadores.

Los soldados incendiarios se abrieron paso y con sus lanzallamas arrojaron lenguas de fuego sobre las estructuras de madera, la cuidad comenzaba a arder. Los civiles, se armaron con lo que podían, más que nada armás blancas. Una primera ola fue hacia los soldados. Las ametralladoras ligeras y resto de armas, acabaron con todos esos civiles. Hombres, mujeres y niños cayeron.

Cayeron bajo el poder de fuego de los Imperiales. Victor incluso disparó contra aquellas personas en su labor de asesino. Aldrich arrojó varios orbes oscuros que sesgaron la vida de muchos. Giselle empleando magia más agresiva, lanzó múltiples lanzas de tierra atravesando a varios desafortunados.

Mientras más avanzaban, más los civiles se rendían huyendo, los Acechadores se acercaban a combatir, causando una que otra baja en los Imperiales. Los misiles de los Panzerfaust impactaba contra grupos de enemigos, arrojandolos por los aires. Las granadas caían y reventaban.

En cierto punto, entre el fuego y los gritos. Victor observó a uno de sus Panzergrenadiers agacharse a recargar para caer muerto por un Acechador, este mismo recibió un golpe con la culata de un Spectre solo para rematarlo en el suelo.

Entonces, recordó su objetivo inicial. El Híbrido.

-¡Aldrich, Rosamund! ¡Terminen con esto! ¡Spectres conmigo!

Obedeciendo a las órdenes, los comandos se agruparon con su líder, y con rapidez rompieron las líneas enemigas, adentrándose. En una rápida carrera. Entonces, frente a ellos se interpuso Erika y lobo, con una sonrisa.

-¿Necesitás un empujón, general?

Victor solo asintió.

Mientras, en la gobernación, el anterior líder del poblado guía de la edificación que se derrumbaba tras él. Salió solo para presenciar con horror el cielo cobrizos de las llamas en su amado pueblo.

Al salir, a su encuentro llegaron varios aldeanos y dos Acechadores. El líder miró con odio a los guerreros especiales como se hacían llamar. No hubo tiempo de cuestionamientos, pues la atención de todos se centro en otro grupo de aldeanos armados que huían hacia ellos.

De la nada se detuvieron en seco, congelados. Una fuerza sobrenatural los elevó por el aire antes de estamparlos con brutalidad contra el suelo destrozando sus huesos.

En escena aparecieron Victor y sus Spectres. Los comandos con precisión eliminaron a los restantes, dejando en el medio a un asustadizo líder del pueblo. Se dejó caer de rodillas ante el acercamiento del General.

En ese instante, una gran agrupación de civiles llegó al lugar. Hombre, mujeres y niños. Se detuvieron al ver a los Spectre. Trataron de huir cuando estos alzaron sus armas ordenandoles que se agachasen. Cuando trataron de huir, una inmensa figura reptiliana salida del mismo infierno se interpuso entre ellos.

A los pocos minutos, el resto del Batallón blindado llegó. Un sanguinario batallón. Tenían una reputación entre aquellas personas por lo ocurrido en Dormenst. Y lo que pasaría esa noche allí, los terminaría de definir.

Todos veían con horror a su amado líder de rodillas frente a su enemigo. Este temblaba de miedo. Victor no mostraba emoción alguna. Dos Spectre se acercaron por detrás del hombre, alzandolo por los hombros.

—¿Dónde está el híbrido?

Ich weiß nicht was du sagst

Victor bufó de molestia. Apartados de ellos dos. Cerca de los civiles que ahora estaban de rodillas, llorando o rogando piedad. Estaban Erika y Giselle. Ambas miraron a Rosamund. Les sorprendió la frialdad de la mujer, a Giselle en dado caso, pues Erika entendía que, si no eras fuerte en ese mundo, te derrumbas. Y Aldrich se lo recalcó a las dos. Como una voz venida del más allá, le susurró en el oído a ambas.

—Aquello que ustedes ven, a los Panzergrenadiers, a los soldados fríos, a Rosamund o incluso a Victor, son los resultados de los actos de a quien vinimos a buscar.—La carcajada de molestia causó escalofríos en ambas—¿Y en dónde está? Escondido o huyendo como la rata que es.

El general siguió presionando al pobre hombre, aunque por lo que podía ver, ese hombre no sabía nada. Solo fué una pieza más para ese asqueroso Híbrido.

¿Wo ist der Hybrid?

— Ich weiß es nicht

Con un gruñido de fastidio, el general dió la orden de colocarlo de rodillas. Uno de los Spectre le propinó un culatazo en el abdomen, haciéndolo caer del dolor. Con ojos inyectados en miedo le miró al sentir los escalofríos del frío metal en su frente. Entonces disparó.

Hombres, mujeres, niños, vieron como amado líder caía muerto en la tierra, con una bala en la cabeza. Muchos de ellos miraban al elegante General, como si fuera el mismísimo demonio.

—Señor. ¿Que hacemos con los civiles?

Victor dirigió la mirada hacia ellos.

—Matenlos a todos.

La última imagen de muchos de ellos, fue la silueta del General Cazador. Victor Pérez. Del Primer Batallón Panzergrenadier, Policía Militar del Abismo. Antes de darse la orden de fuego, y que muchos de ellos cayesen abatidos. Entre los verdugos estuvo el escuadrón de Otto.

Cuando el río de sangre se detuvo. Los soldados estaban callados, observando los resultados de su destrucción. Las llamas, casas derrumbandose, los chillidos y sonidos de destrucción de las llamas.

Y aún así, no había rastro del híbrido. Alwyrm se acercó a su protegido, observando. Tenía sus puños tensos, duros. Respiraba profundamente. Rosamund se acercó colocando sus manos en los hombros del joven y Adrich venía dispuesto a elevar sus ánimos. Erika y Giselle lo observaban de lejos.

—¡Me lleva el coñoela....

Se detuvo al oír el sonido de aplausos, aplausos que provenían de las llamas. Los tres oficiales se pusieron alertas. Aldrich tomando su espada y Rosamund su fusil.

Desde las llamas emergio la figura del Híbrido, acompañado de otras dos. Escondidas bajo largas tunicas. Detuvo sus aplausos cuando los orbes carmesíes y los orbes bicolores se  encontraron.

—¡Vaya! Eso sí que es una demostración de la brutalidad de las tropas Imperiales.

Al instante, todas las miras de los Spectre estaban sobre aquellos tres seres. Victor no tomó ningun arma, aún no. Se mostró sereno, aunque la rabia ardiese como un volcán en su interior.

—No pensaba que pudieras ser tan sanguinario, cazador.

—Solo calla, estás bajo arresto por órdenes del Señor del Abismo. Si te rindes te llevaré vivo.—Victor le apuntó con su pistola—Si te resistes tendré que matarte, así que por favor, resistete al arresto.

El Híbrido le arrojó una mirada confiada. Detrás de él, una de las figuras comenzó a mover su mano, la cual tenía un brillo azulado en esta. Eso no le gustó.

—Lamento decirte que has viajado tanto para nada, nuestro encuentro deberá posponerse, tengo asuntos más importantes en otro lado.

Un enorme círculo azul se desplegó por debajo de los tres presentes. La orden de fuego fue emitida. Las balas volaron hacia sus objetivos, chocando todas contra una pared invisible. Ese exceso de confianza cubría el rostro del híbrido.

—¡Alemania ya no es importante por ahora y menos ustedes! ¡Pero no te preocupes!.—las tres figuras comenzaban a desvanecerse—¡Te he dejado un regalo para que te diviertas!

—¡Cobarde!

Gritó el cazador corriendo hasta su silueta, solo para llegar hasta un lugar vacío. Los tres se habían teletransportado, huyendo a quien sabe dónde. Tanto esfuerzo había sido en vano.

—¡Vuelve maldito cobarde!

Rugió Victor al cielo nocturno. Y en respuesta, sus ojos captaron dos enormes figuras atravesar el cielo. Frunció el ceño siguiendo las sombras. Las mismas giraron, descendiendo, hacia ellos.

Hacia él.

Vió emerger una enorme alabarda de piedra entre las sombras. Logró desplegar su espada solo para que está recibiera el impacto. La fuerza lo arrojó hacia atrás, elevándolo varios metros en el aire antes de caer en una pila de escombros chamuscados.

—¡Victor!

(*)

Gritó Aldrich a punto de correr hacia él. El leve temblor en la tierra lo detuvo, el vanguardia se dió la vuelta para observar su nuevo problema. Ahí, en el claro, estaban dos enormes gargolas de piedra. Las bestias se mostraban poderosas ante los soldados.

Una, portaba armadura y la alabarda, otra, no tenía arma, solo sus garras. Ambas rugieron al cielo, dejando ver un aliento de fuego emerger de la boca de la desarmada.

—Esto va a ser un problema.

Susurró Erika subiendo a su lobo. Giselle las observó, viendo los núcleos mágicos de las estatuas, aquello que les daba vida. Algo que solo ella podía ver. Los Panzergrenadiers apuntaron sus armas, al igual que sus dos generales.

La gargola armada, dió un par pasos dispuesta a atacar. Varios disparos chocaron contra su ser, impactando en su dura corteza rocosa. Alzó la alabarda dispuesta a atacar. Un enorme corte de fuego atravesó el sitio, impactando con tal fuerza en el arma del ser de piedra, que lo hizo retroceder.

En una agresiva carrera, La Armagura del Eclipse emergio de los escombros. Llevando su espadon de fuego en una mano. Con ansias de combate. Aldrich se giró hacia los soldados.

—Bajen las armás, esto ya sabemos cómo va a acabar, con Victor robando el protagonismo.

El espadon impactó con el filo de la alabarda de piedra, agrietandola. Se separaron y al instante la armadura arrojó otro fuerte corte, incrustandose en el brazo de la gargola. Soltando un rugido de ira, la otra gargola tomó a la armadura por los hombros, elevándola para luego impactarla contra el suelo con brutalidad. El cazador dentro de la armadura se resintió y escupió sangre. Una vez allí, la gargola arrojó una poderosa llamarada sobre Victor.

Tomándola por sorpresa, una patada le destrozó la quijada de piedra, liberando al cazador. Al ponerse de pie con velocidad, corrió, impactando un fuerte puñetazo en el rostro de la gargola. Aturdiendola. Al momento regresó la gárgola de la alabarda, arrojó dos ataques a Victor, esquivando ambos, observó la espada incrustada en su brazo, rápido, la tomó. La saco y empuñandola con ambas manos golpeó su filo en el mango, atravesandolo. El filo se incrustó en el cráneo de la misma.

Con múltiples gritos y rugidos, la gárgola se tambaleó hacia atrás. La otra gargola volvió al combate, dispuesta a agarrar al cazador. Esquivó su agarré, la tomó por la nuca y con dos  fuertes rodillazos destrozó el cráneo de esa gárgola. Cayó, congelada.

Listo para terminar el combate, la armadura se acercó hasta la gárgola restante, sacó la espada del cráneo pata luego atravesarlo de una estocada. Acabando así con ella.

Con ambas gargolas derrotadas, la armadura se giró hacia Aldrich y los demás. El Vanguardia y dragón se acercaron a su protegido, el cual lanzó un rugido al cielo. Antes de caer de rodillas. El fuego se apagaba y la armadura desvanecía. Detrás de ellos, se acercaron con cautela, Rosamund, Giselle y Erika.

Victor estaba de rodillas. Escupió sangre, mientras el mundo le daba vueltas. Aldrich llegó a su lado, ofreciéndose como apoyo cuando trató de ponerse de pie, se tambaleó y apoyó su peso en el Vanguardia.

—Hey.. hey con calma.

Usar la armadura aún es mucho para él.

Comentó Alwyrm en la mente de Aldrich. El Vanguardia le hizo señas a Rosamund y entre los dos, lo llevaron entre hombros, a la camilla que sus médicos traían.

Al colocarlo en la camilla, Aldrich se colocó de rodillas, empleando su magia curativa en el. Podía sentir con las manos las costillas rotas, y de pleno se podía ver los nudillos rotos. Al igual que una de las rodillas.

Estaba muy maltratado. Y a pesar de todo ello. Al acercarse, Erika pudo ver cómo su rostro se mostraba apagado, pero sus ojos. Esos pozos negros, tenían ese brillo retador, furioso, con ansias de luchar. Cómo si esto ni fuese.

Cómo si él ya hubiera pasado por castigos parecidos. Cómo si su solo pienso fuese el de luchar hasta ser el mejor, hasta ganar. Hasta que todos caigan ante él. La mano de Giselle en su hombro la sacó de sus pensamientos.

—Es la naturaleza de los cazadores.

Le susurró. En el oído.

Al día siguiente. El batallón blindado se retiró del sitio, que ahora no era más que cenizas y muerte.

Saludos, lectores. Mis Cazadores.

Me tomo este espacio para dedicar este capítulo Jg-jessy
Esta bella señorita, bueno no la he visto en fotos pero todas mis lectoras son bellas, si, hasta tu Jeremy, tu eres beio....

Okno

Retomando la seriedad. Este capítulo va dedicado a esta señorita en agradecimiento a su hermoso dibujo. Si, como lo oyen, hizo un dibujo en honor al libro.



Son nuestro elegante Cazador y Pícara Angel. Si, ellos dos.

Les puedo decir que eso me hizo la noche. Te faltaron ciertos detalles pero aún así lo amo no lo cambies. Y si, quiero ver el anterior xd.

Te reto a que dibujes al General >w>

Nah es broma pero si lo haces me desmayo.

Así que ahí tienen su Instagram para seguirla.

El mío es Assassinflyer1. Por si desean conocerme o ver fotos de los personajes.

Y ahora que Victor y sus Panzergrenadiers vuelven al abismo. Que problemas más vendrán?

Lo sabrán en el próximo capítulo: El Reino de los Angeles.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro