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Capítulo 3 "El Misterioso Oficial"

La oscuridad reinaba en las calles del abismo, inhóspitas a esa hora la cual seria el Homólogo a la noche en el mundo normal. Las calles vacías, tan solo recorridas por la guardia del abismo o unos pocos seres abismales. Entre esos pocos seres. Dos figuras oscuras avanzaban imponentes por las calles. Una tenia apariencia de hombre alto, elegante con su armadura negra y espada enfundada en la cintura. Una pequeña barba se asomaba en su rostro. Aldrich, capitán de la Vanguardia. La otra era mas pequeña, llevaba una capa raída en su parte baja, la capucha de esta cubría su rostro y la media mascara de calavera terminaba de taparlo. Víctor, Cazador del abismo con su espadón y su ballesta avanzaba listo hacia la base de los vigilantes del abismo. Listo por si tenia que ejecutar a alguien.

De detuvieron en su entrada, una muralla de piedra, con una gran puerta custodiada por dos vigilantes iniciados. Ambos miraron con sorpresa a la pareja frente a ellos.

La base de Los Vigilantes del Abismo era una gran edificación hecha de ladrillos y divida en tres plantas, esa era la sede principal aunque contaban con destacamentos en las entradas al Abismo y otros pocos de apoyo en las entradas de la ciudad del abismo. La seguridad, es bastante fuerte, con vigilantes de distintos rangos en distintos cargos. Los de rango Iniciado se encargaban de vigilar las entradas y patrullar los alrededores. Los de rango experimentado se encargan de custodiar el interior del edificio. Los de rango Alma oscura se encargan de coordinar la defensas y los destacamentos. Solo hay un gran maestro vigilante el cual ejerce poder sobre los demás. Este era conocido como Nischer.

Para Víctor y Aldrich no fue difícil entrar. Al ser un Vanguardia de la elite personal del Señor del Abismo, tenía acceso a casi cualquier lugar y Victor al ser el cazador del abismo tiene por igual el mismo acceso, al ser una de sus obligaciones acabar con cualquier traidor o saboteador. Obligación compartida con los vanguardias y Soldados Oscuros.

Victor y Aldrich se dirigieron a los dos vigilantes que custodiaban aquella entrada. Aldrich se mantuvo al frente mientras que Víctor se mantenía unos pocos centímetros de el, con su mano en la funda de su ballesta. Listo por si alguna novedad y al mismo tiempo viéndose amenazante. Víctor conocía historias, historias de la fuerza y agilidad de los vigilantes armados con espadones. Luchar con ellos sería una muy mala idea. Aldrich con paso firme y postura recta de posó frente a ellos. Ambos llevaban una armadura, mas ligera que la de Aldrich por no mencionar que en algunas partes no tenían. Pero mas flexibles. Éste notó como ambos eran muy jóvenes, al verlos acercarse.

Los jóvenes se acercaron. Lento, con sus manos en el mango del espadón. Ellos tenían ordenes de desconfiar en la vanguardia mas no sabían como reaccionar ante un cazador. La verdad era que, Víctor debía de actuar mas como una unidad fantasma que hacer apariciones en público.

Apenas se acercaron uno de los vigilantes los detuvo.

-Alto, esta es una zona restringida, no se permite la entrada sin autorización mayor.- el Joven vigilante se mostraba duro, pero no era nada comparado con el experimentado Vanguardia y su Cazador. - Idéntifiquense.

-Capitan del 4to regimiento de Infantería del Abismo, Vanguardia de la Legión 501del ejército abismal. Aldrich.- Aldrich fulminaba con sus ojos carmesí al joven vigilante. El siempre desconfió de ellos.-El que me acompaña es Victor Perez. Cazador del abismo.

Los ojos del joven se salieron de órbita al ver lo joven que era el Cazador mientras que Víctor, le miró con aburrimiento.

-Tenemos órdenes directas del Señor del Abismo de hablar con su líder.- Prosiguió Aldrich.- Así que te ordeno que nos dejes entrar.

El vigilante no tuvo mas opción que bajar la cabeza en muestra de sumisión y hacerse a un lado, dejando pasar a Victor y a Aldrich. Se adentraron en el edificio, pasando por la entrada principal. Y tomando uno de los pasillo hacia las escaleras. Mientras lo atravesaban, Víctor sentía las miradas de los vigilantes sobre ellos, le incomodaba. Tomaron las escaleras y subieron al tercer piso. Donde Aldrich sabia que se encontraba el despacho de Nischer. Apenas llegaron al tercer piso, no fue muy difícil localizarlo. La puerta al final del pasillo. Una vez frente a ella, ambos se detuvieron.

-¿Y ahora qué?.- preguntó Víctor.

-Deberiamos de tocar.- Dijo Aldrich. Pero esa conversación se vio interrumpida por unos sonoros ronquidos que venían desde el interior del despacho. Victor sonrió de lado.

-Maldito flojo, deberíamos de derribar la puerta. Así le damos un buen despertar.- propuso con una sonrisa.

-Estoy de acuerdo.

Aldrich se colocó frente a la puerta y de una potente patada la derribó, causando un gran estruendo, ambos entraron sin prisa alguna, encontrándose con el líder de los vigilantes en el piso, el cual los miraba, algo atontado.

-Nischer, tenemos que hablar.- la voz de Aldrich retumbó por el lugar.

Nischer era un ser abismal de unos 60 años, con gran experiencia en combate, por ello logró escalar hasta el puesto de líder de los vigilantes del abismo, tras haber derrotado a un ogro el cual había asesinado al antiguo líder. Su aspecto era el de un ser, alto, de ojos avellana y apariencia humana, cabello negro y piel clara. Claro siendo ese su aspecto humano, si fuera su apariencia abismal seria un ser humanoide negro y de ojos rojos o un ser de aspecto humanoide hecho de humo. Todo dependía del ser.

Nischer se levantó, limpió el polvo en su ropa, y con total calma, se dirigió al vanguardia.

-Espero tenga una buena razón para estar aquí, Capitán Aldrich.

Aldrich sonrió con burla.

-Si no la tuviera, no estaría aquí. No tolero a los de tu clase.

-Ni yo a los de la tuya.- respondió Nischer fulminando al Vanguardia.

Ambos se retaban con la mirada. Eran, rivalidades del pasado. Hasta que Víctor dio un paso al frente.

-Suficiente. Nischer venimos por ordenes directas del Señor del Abismo, estamos investigando como miembros de los Merodeadores han logrado colarse en el abismo.- dijo con total seguridad en sus palabras. Nischer le miró con arrogancia.

-¿Y quien te crees para hablarme así pequeño mocoso?.- preguntó retando a Victor con la mirada.

Victor le miró fijamente a los ojos, los ojos del cazador se tornaron rojos, esto sorprendió a Nischer. Sin previo aviso el líder de los vigilantes salió volando contra la pared, impactando duramente contra ella. Victor lo había arrojado con telekinesis. Habilidad básica de un ser abismal de alto rango como la vanguardia, vigilantes de alto rango, guardias de alto rango, soldados oscuros y cazadores. Los miembros de la infantería básica no poseían esta habilidad. Víctor se acercó a paso lento hacia el, se agachó frente a el y le sonrió.

-Soy El Cazador del Abismo y como tu superior, te exijo respeto.- le dijo de forma calmada. Se levantó y se giro encontrándose con la sonrisa burlona de Aldrich la cual se borró al instante. Víctor se colocó al lado de Aldrich y miró a Nischer el cual ya estaba de pie, este le sonrió.

-Asombroso. Si no fuera por que en esta ocasión estamos en una situación muy compleja, te retaría a un duelo.

-Cuando quieras.- le respondió Víctor con sus manos en sus bolsillos.

-¿Podriamos por favor comenzar el interrogatorio? Esto se está alargando para el lector. - pidió Aldrich.

-Cual lector?

-¡Pero claro, tomen asiento!.- dijo Nischer cortando la pregunta de Víctor.

Ambos se sentaron en los sillones de cuero marrón frente al escritorio de Nishcer, el se sentó en su gran sillón de cuero marrón. Victor se mantuvo cruzado de brazos y miraba con seriedad al líder mientras que Aldrich mantenía una postura relajada. Sin mas suspiró y decidió hablar.

-Nischer, como ya te dijo mi compañero aquí presente, hemos detectado presencia bastante preocupante de Merodeadores en el abismo. Victor se enfrentó a uno el cual llevaba Polvorium con el..

-¡¿Polvorium!?.- Nischer se hizo hacia adelante sorprendido.- Pero esa magia es de Grado Militar, ¿Como demonios la obtuvieron?

Aldrich alzó la mano, evocando a la calma, Nischer volvió a la comodidad de su asiento, aun manteniendo su mirada perturbada. Ahí fue cuando Víctor supo que, el no tenia nada que ver con los Merodeadores infiltrados.

-Si,polvorium. Ahora eso no es lo importante, lo importante aquí es el hecho de que lograron entrar al Abismo. Cosa que tus Vigilantes debieron de evitar. Nischer..- Aldrich se tomó su tiempo, y suspiró.- Necesito una explicación, El Señor del Abismo, desea una explicación, eso debe de decirte que esto, es muy serio.

Nischer, apoyado en el respaldo del sillón, llevó su mano a su mentón y pensó por un momento el estado de la situación, complicada y de alta importancia para la seguridad del abismo. Y tras analizar todas las alternativas, llegó a las desagradable de todas, no quería creerla pero, era un muy posible. "Por qué" fue su pensamiento.

-Tenemos traidores en los vigilantes.- soltó mirando al techo. Su mandíbula se tensó.- ¿Por qué?.- Dijo en un susurró que tanto Aldrich como Víctor lograron oír.

Víctor carraspeo su garganta. Atrayendo la atención de ambos.

-Nosotros también nos preguntamos el por qué de las acciones de aquellos traidores a nuestro señor, por eso deseamos capturar al menos a uno de los traidores. Ahora, Nischer, ¿tiene alguna sospecha, alguna forma de ayudarnos o prefiere que hagamos nosotros todo el trabajo?.- preguntó Víctor con una ceja levantada.

Nischer se inclinó sobre el escritorio y entrelazó los dedos de sus manos, sonrió.

- Podría enviar a varios de mis Vigilantes mas leales a las entradas del Abismo, a monitorear la zona. Ellos podrían ofrecer información útil en ello. Aparte de ello, no creo poder hacer gran cosa.

Víctor miró a Aldrich, ambos compartieron miradas y asintieron.

-Bien, esperamos obtener buenas noticias sobre esta complicada situación.- dijo Aldrich, ambos se levantaron de sus asientos.- Nos volveremos a ver Nischer.

-Lo mismo digo, Aldrich.

-¿Podriamos irnos?

Ambos se retiraron del despacho. Apenas salieron por la puerta Aldrich recordó algo.

-Lo siento por la puerta!!.- gritó con una sonrisa.

Ambos avanzaron por los pasillos, en silencio, hasta que Víctor habló.

-¿Crees que eso sea suficiente?.- preguntó mirando a Aldrich.

-Tal vez sea de ayuda. Aun así trataré de movilizar a unos cuantos Soldados Oscuros a las entradas. Por los momentos creo que no es necesario usar a la guardia real.- dijo con una sonrisa de medio lado.

-¿Pero si a un Cazador?.- cuestionó Victor.

-Victor.- Aldrich soltó una risa. Recordando que mas que compañeros eran Guardián y Protegido, por ende el debía de aconsejar a Víctor de la mejor manera.-Recuerda que, a diferencia de los Vigilantes de Abismo, La Vanguardia, La guardia, Los soldados oscuros o la Guardia real, eres un solo hombre mientras nosotros sólo grupos complejos. El echó de que somos mas requiere mayor coordinación y que la jerarquía y cadena de mando sepa de todos nuestros movimientos. En tu caso eres mas Flexible ya que solo respondes ante nuestro señor y posees una autoridad casi que ilimitada en el abismo.- Aldrich le sonrió al joven.-Por ello asignarte a tareas complicadas o variadas es mas fácil.

Víctor suspiró.

-Vale, entiendo.- Susurró mientras miraba al frente. Le pesaban los ojos y solo quería descansar un poco.

Tanto asi que no notó a la chica de cabello azul que iba hacia la oficina de Nischer, chocó contra el, un leve tropiezo que hizo que ambos se voltearan a verse. Era una Chica joven, de unos 15 años, un año mayor que el, era humana, de cabello azul y ojos marrones, portaba una versión ligera de la armadura de los vigilantes y en lugar del Espadón portaba un Mangual. Víctor fruncio el ceño al ver como ella le sonrió por un momento, tal vez apenada, y seguía con su camino.

Víctor decidió no darle importancia, y sin mas interrupciones. Ambos se dirigieron al castillo.

*************

Tras una relajadora ducha, victor se encontraba rápidamente bajo las sabanas y cerrando los ojos, cayendo en manos de morfeo.

Despertó. Pero no en el castillo, si no en el claro de un bosque. Era un día soleado, los pájaros cantaban, las flores florecían, los arboles se movían por la suave brisa. Víctor algo confundido se puso de pié, sin saber donde estaba o que hacia ahí, solo, sin armas, y con tan solo una camisa blanca, pantalones negros y botas del mismo color. Vio como un camino en el bosque se abría, y el decidió tomarlo. Caminó, por un corto tramo oyendo la dulce melodía de los pajaros al cantar. Poco a poco el sonido de las olas y las gaviotas comenzaba a notarse en el lugar, Víctor, confundido por ello, pensó que se acercaba a una playa. Sus sorpresa fue mayor al encontrarse con un risco. Donde la brisa impactaba de frente, pero eso no era lo importante.

Allí habían tres personas.

Dos se mantenían en la linea del bosque. Portaban armaduras negras, muy modernas para ser del actual ejército del abismo. Ambos portaban rifles, su postura era firme, rígida. Victor se impresiono por la armadura de lo que supuso eran soldados. Su atención se desvío a la tercera persona, el cual se mantenía rígido, recto al borde del risco.

Llevaba un uniforme militar negro, desde las botas, hasta los pantalones, la camisa y el Kepir. Victor notó como el uniforme parecía el de un oficial de alto rango. El se acerco, a paso lento y seguro. Apenas estuvo a unos metros de el, el hombre se giró. Muy poco se podía ver en su rostro, ya que el capirote de la gorra creaba una sombra que cubría parte de el rostro. Lo que si logro ver fue una larga cicatriz que iba desde el lado izquierdo de la frente, atravesando el ojo izquierdo el cual mantenía cerrado, atravesando sus labios hasta la mandíbula. Tenía otra cicatriz en su nariz, y otra en las cornisuras de sus labios, las cuales aún mantenían los hilos de sutura. El hombre llevo su mano a su bolsillo, sacó un cigarro y un encendedor. Lo encendió, guardó el encendedor, tomo una profunda calada a su cigarro antes de soltar el humo, el cual salio de su boca y entre las suturas de sus cornisuras.

-Dime chico, ¿has amado a otra persona?.- Preguntó de forma seria.

Víctor fruncio el ceño.

-La verdad no, señor.

El hombre le dio otra profunda calada a su cigarro, dejando salir el humo, Víctor notó como esas marcas de suturas parecían formar una sonrisa, aun estando serio.

-La felicidad es un tesoro que solo pocos logran encontrar.- susurró, mirando a Víctor. -¿Sabes lo que es un Soulmate?.-pregunto.

-No, no se que es un, soulmate.- respondió Víctor extrañado, esa palabra era nueva para el. El hombre rió.

-Para nosotros los marcados, un Soulmate es nuestra pareja de Vida, la única persona que amaremos hasta la muerte, la única con la que desearemos tener hijos, nuestra alma gemela.- dice serio.- Claro que esa unión trae, ciertas consecuencias cuando uno de los involucrados rechaza al otro.-Explica, mas Víctor no entendía el mensaje.

-Señor, ¿que haré yo con esta información?.- preguntó Víctor, aquel hombre se dio la vuelta y miró hacia el horizonte.

-Tantas cosas que explicar y tan poco tiempo.- susurró para si mismo. Se acercó a Víctor y se agachó frente a el.-Mira, asegurate de no confiar Jamás en que tu soulmate hará lo correcto, si llegas al punto de depender de ese ser, estarás perdido.

El mundo se desvanecía alrededor de ellos, mientras el hombre se mantenía tranquilo

-Victor, no olvides mis palabras.- dijo antes de que el mundo se desvaneciera, en completa oscuridad.

Lo ultimo que oyó fue el grito desgarrador de un hombre. Luego.. Silencio.

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