Capitulo 16 "Declaración"
7 de Abril del 2016
Sala del trono. Castillo del abismo.
-Capitán Aldrich ¿Sabes que tipo de relación tiene Víctor con aquella vigilante?
Aquella pregunta tan, repentina, descolocó al vanguardia. Sabia que era un tema muy, muy delicado. Algo en donde, si daba un paso en falso, podría comprometer a Víctor y Alexa. Y no se podía permitir eso, aún no. Y, en ese momento se dijo que si salia de esa, tendría que hablar urgente con Víctor. Su señor, aguardaba con paciencia su respuesta, así que su mente trabajo rápido ideando una respuesta que fuese satisfactoria.
-¿Y bien Capitán Aldrich?.
Aldrich se enderezó y con toda la serenidad posible, respondió.
-Mi señor, entiendo que usted haya notado la cercanía entre Victor y Alexa, pero le puedo asegurar que es solo una amistad que se ha desarrollado al punto de ser íntima.-Aldrich hablaba con confianza y seguridad, aquella mentira era muy buena.-Dicha amistad surgió por el echo de la curiosidad.
-¿Curiosidad?.-Volkner se inclinó hacia adelante curioso.
-Si, el echo de que ella se acercó a él, por la curiosidad de conocer al legendario cazador del abismo, el cual resultó ser solo un joven faltó de cariño y de comunicación con otras personas de su edad. Que comprendan como es él. Como ya sabe, aquí Víctor no ha recibido el cariño y calor de una familia. Además dudo que su vínculo siga luego del ascenso de Alexa.
-Cierto, pronto será ascendida a sargento. Tampoco es como si su familia fuese a darle dicho cariño.-Soltó entre dientes Volkner. Se relajó y regreso la mirada al Capitán.-Muy bien Capitán, puede irse.
-Gracias, mi señor.
Adrich hizo una ultima reverencia antes de salir de allí, una vez en el pasillo. Vacío y desolado, solo acompañado de las sombras, su mente solo pensaba en una cosa: Buscar a Víctor. Así que de inmediato partió rumbo a la habitación del Cazador, a toda prisa, sin saber que, entre las sombras. El Primer Teniente de los Soldados Oscuros, Chris, había recibido ordenes de parte de su señor, de espiar tanto a Aldrich como al joven cazador. Una vez Aldrich desapareció del pasillo, Chris alzo su mano donde un orbe negruzco se materializó.
-Aquí Chris, sigo al Capitán de Vanguardia, posiblemente se reúna con el Cazador.
-Copiado, sigue con tu misión.
Sin tardar, a paso silencioso siguió el rastro del vanguardia, siguiéndolo hacia su segundo objetivo.
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7 De Abril del 2016
Campamento de suministros Merodeador.
Había recibido el mensaje de su compañero. El Capitán de Soldado Oscuro Frederick, hizo desaparecer el orbe, para ahora centrarse en su misión. Escondido entre los arbustos y arboles, camuflado por los ropajes verdes con patrones de bosque, el soldado de elite vigilaba el campamento de suministros. Su misión era destruirlo, pero debía de hacerlo limpio ya que estaba él solo. Observó con detalle el lugar. Era un campamento de forma cuadrada, rodeado de una cerca de metal, guardias patrullando en rondas, edificios por aquí y por allá. Uno en el centro que debería de ser el centro de mando. Por la cantidad de guardias, y los que supuso estarían en las barracas descartó por completo un ataque directo. Así que optó por un combate de guerrilla.
Decidió avanzar con sigilo entre los arbustos y arboles, bajó la pequeña colina que le daba la vista privilegiada sobre la base. Pero era lo mejor. Y tras moverse por unos minutos entre la espesura del bosque llegó hasta la cerca del lado norte del campamento. Comprobó que no hubieran guardias cerca y, una vez seguro de ello, se abrió paso con un pequeño truco de magia. Sus manos generaron una llama oscura lo suficientemente caliente como para derretir la cerca de metal. Atravesó el agujero y se adentró en el campamento.
Avanzaba agachado, con sigilo. Se detuvo junto a una tienda de campaña justo en la esquina, se asomó y al ver a los dos guardias se ocultó nuevamente, iban armados con armaduras muy básicas con simples lanzas de combate. Desenfundó su cuchillo de combate y esperó.
-¿Crees que haber entrado en esta guerra fue buena idea?.
Escuchó como uno de los mercenarios le preguntaba al otro, se notaba un muy claro acento alemán en su voz. El otro no tardó en responderle.
-No, pero después de todo es nuestro trabajo. Así que mientras me sigan pagando yo seguiré cumpliendo ordenes.
El otro poseía un acento un poco mas, inglés. Frederick fruncio el ceño. Notando que el poderío de los merodeadores era por la capacidad de poder comprar mercenarios, sin duda tenían mucho dinero. Si lograban cortar su suministro de dinero, les darían un golpe durísimo a su campaña.
-¿Solo por dinero?
-¿Y que mas les puede quedar a nosotros los Sacra, pobres bastardos nacidos fuera de la sociedad humana normal, y obligados a vivir con los humanos del mundo sobrenatural. A veces, solo a veces, desearía poder tener una oportunidad de vivir como aquellas personas.
Un tono de lástima y tristeza se podía percatar en la voz del mercenario. Mientras que Frederick maldecía por dentro al estar tanto tiempo en espera, solo para poder avanzar sin que nadie le descubriese. Solo deseaba que esa charla terminase rápido.
-Ser Sacra nos obliga a llevar una de las formas mas dura de vida, y ahora estando metidos en una guerra de la que posiblemente no saldremos vivos.
-Ya te dije, solo lo hago por el dinero.
-Ya veo.
La conversación de aquellos guardias terminó allí, cuando el guardia de patrulla anunció que seguiría con su ronda, mientras el otro se despidió quedándose allí, vigilando esa zona designada. El guardia que, se notaba afligido por la guerra era quien se acercaba. Frederick preparó su cuerpo para atraparlo y acabarlo, un par de segundos, apenas el guardia cruzó la esquina topándose con Frideric, el cual le derribó de un fuerte agarrón hacia dentro de la esquina donde Víctor aguardaba, el frio metal del cuchillo se notaba letal en el cuello. Frederick logro ver al guardia a los ojos,viendo la expresión del miedo mas puro, como un niño frente a un monstruo. Pero en la guerra no había piedad, y sin otra alternativa acabó con la vida del guardia que agonizó con miedo hasta los últimos momentos. Cuando quedó inerte lo hizo a un lado y avanzó de regreso a su misión.
Cauteloso, se acerco al guardia que incauto vigilaba la zona, se giró, logrando ver al letal soldado oscuro, por un segundo, antes de que este se arrojase hacia el seccionándole el cuello de un solo corte ágil y rápido de su cuchillo. Se su garganta solo emergieron gorgojos ahogados por la sangre antes de caer desplomado sobre el suelo.
-Mas vale que me apresure.
Tardó unos pocos minutos en llegar al almacén de combustible, entró por una de las ventanas y apenas cayó dio un giro de 360° sobre su eje buscando cualquier enemigo empuñando su STG, una vez libre la zona, avanzó siempre con el arma lista. El almacén era un simple edificio cuadrado lleno de barriles y mas barriles apilados en orden, creando casi un laberinto. Se acercó a una gran columna, acercó su mano la cual soltó un brillo verdoso, creando una especie de baba luminosa, que daba el efecto de tener brillantina encima. Sin más que hacer allí se retiró del lugar, saltando por la ventana.
Era un objetivo menos, solo faltaba robar los documentos vitales del centro de comando y colocar otro explosivo en el parque de vehículos. Pero al saltar, cometió el error de no verificar la zona y, cuando cayó, fue muy tarde.
-¡¡Alto ahí!!.
Escuchó venir de su derecha, lentamente giro su rostro topándose con uno de los guardias, armado con una lanza de combate, un simple guardia de bajo rango. Un pobre diablo que en un golpe de suerte para el, le había descubierto. Frederick se mantuvo con la mirada fija en él, le miraba a los ojos, algo que el guardia también hacia y sin dejarse intimidar por los orbes negro del soldado, se acerco apuntándole con su lanza.
-¡Suelta tu arma y levanta las manos, lentamente!.
Podía dispararle, claro, tenia la ventaja, pero eso ocasionaria que todo el campamento supiese que les estaban atacando y eso, por la desventaja numérica, no le convenía. Así que con lentitud dejó el fusil en el suelo, alzó las manos arriba de su cabeza y se puso de pie, girándose hacia el guardia. Este sonrió al ver a su enemigo desarmado.
-Me sorprende que no hayas disparado, tenias la ventaja.
Sintió el filo metálico en su cuello, como la punta de la lanza hacia presión. Su mente trabaja buscando una forma de eliminar al guardia.
-Claro, quieres mantenerte escondido.
Podía tomar la lanza por el mango y forcejear con el, podía desviarla de un golpe y matarle con el cuchillo, había distintos caminos, debía de elegir.
-Seria una pena que alertase a los demás.
Y rápido como un destello pateó la lanza del guardia arrojándola lejos de sus manos, un potente puño impacto en el rostro del guardia seguido de una patada en la rodilla, aturdido no pudo responder a los ataques, el soldado oscuro no vaciló y se arrojó arriba de el, cayendo los dos con estrépito, una vez en el suelo tomo su cuchillo clavándoselo en el corazón, mientras le tapaba la boca. Sacó el cuchillo limpiándolo con el uniforme del guardia muerto.
Se puso de pie, observando en derredor, era cuestión de tiempo que alguien encontrase algún cuerpo. Sin perder tiempo tomó el fusil STG y siguió con su misión, debía de acabarla de una vez por todas. Continuó, esquivando guardias, evitando mas combates incensarios, dando el esquinazo a cuantos pudiese, hasta que tras dar tantas vueltas, llego a su destino, el centro de comando. En la entrada principal habían un par de guardias, y otros cuantos que vigilaban el área, era una cuestión difícil el como entrar.
Entonces... Optó por cambiar la estrategia...
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7 De Abril del 2016
Castillo del Abismo, aposentos del cazador.
En el pequeño y sencillo cuarto perteneciente al cazador del abismo, el mismo, Victor, trataba de aprender como levantar objetos con la magia telekinetica de los cazadores. Sabia que era una magia básica en casi todos los guerreros de nivel superior del abismo, pero el por algún motivo no podía dominarla. Había escuchado de dicha habilidad días atrás, en la conversación de dos vanguardias, el como buen curioso se acercó a preguntar y los vanguardias le atendieron con bastante diligencia.
Según le habían dicho, todo era cuestión de enfocarse. Cuando se es principiante, debes de sentir todo aquello que te rodea, relajarte, dejar que tu mente se conecte con tu entorno. Enfocarte en el objeto que quieres elevar y hacerlo, con tu mente, con tu magia. Es hacerlo o no hacerlo.
Ahora Victor estaba allí, sentado en medio de la habitación, con las piernas cruzadas cual indio. Ojos cerrados. Era sólo él y aquello que le rodeaba. Su respiración era, lenta, acompasada, con un ritmo tranquilo. Nada agitado. Se podía decir que estaba en paz. Despejar su mente fue algo mas complicado pero que al lograrse, empezó a dar ciertos resultados.
Poco a poco, como si una fuerza, algo mas allá de lo que podía apreciarse visiblemente, estuviese elevando los objetos del lugar. Poco a poco, los distintos objetos de la habitacion iniciaban a elevarse. La cama, armario, peinadora, mesa de noche. Primero temblaban ligeramente para luego elevarse unos pocos centímetros, y mientras eso ocurría, Víctor sentía como si todo ese peso cayera sobre él pero, que de cierto modo, podía con él. Fruncio el ceño, concentrándose, elevando aun mas los dichos objetos, más y más alto. Y con ello, mas peso recaía sobre el Cazador.
Entonces, con suavidad debido a que posiblemente Víctor estuviese descansado, pero no. La imagen con la que entonces, Aldrich, se topó fue con la de un Víctor sentado en medio de la habitación meditando con todo lo del lugar flotando, una imagen surrealista que, a cualquier otro hubiese dejado descolocado, pero era Aldrich, un ser ya con mas de 100 años, aquella imagen, para él, no era mas que un paseo. Aunque honestamente aquello le impresionó. Nunca pensó que Víctor haría algo así por su cuenta, y entonces supo que el joven tenia mas talento que el simple propósito de ser solo un arma a las ordenes de Volkner.
-Tal vez tu si le reemplaces.
Pensó, entonces decidió ir y hacer a lo que iba desde un principio.
-Victor.
Le llamó a lo que él joven dio un respingo, abriendo los ojos bruscamente, inhalando como si hubiese mantenido la respiración durante todo ese tiempo. Entonces todos los objetos cayeron de golpe creando un estrépito bastante grande. Por suerte nada se rompió excepto el silencio que allí había pero que no tardó en volver luego del pequeño susto. Ambos se miraron, Aldrich asombrado por el logro de Victor y él agitado por tal abrupta interrupción, su ritmo cardíaco estaba alto.
-Impresionante.-Dijo llevando su mano a su mentón, en la típica pose pensativa.-Perdona por la interrupción.
Aldrich entró cerrando la puerta, caminó hacia la cama y se sentó en el borde de ella. Victor se sentó de regreso al piso, estaba agitado, como si hubiese trotado una larga distancia, entonces bostezo. Aquello le extrañó. Aldrich al ver su rostro rió.
-Es un efecto de usar magia de ese nivel, al ser la primera vez te produce agotamiento y sueño, pero mientras mas la practiques.-Aldrich atrajo de la peinadora un papel que allí andaba. Casi como si ese papel volase, pero siguiendo la orden de Aldrich.-Mas fácil será.
Victor observó con maravilla aquello. Le causaba cierto entusiasmo la idea de poder lograr un dominio como ese. Después de todo, seguía siendo un niño. Aldrich le miró fijamente, decidiendose si abordar el tema, y como hacerlo. Pues ya había echo una decisión, ya no habían mas posibilidades de echar para atrás. Eso, le pasaba por hablar de ese tema con Víctor antes.
-Victor, necesitó que hablemos de tu relación con Alexa, de guardián a protegido, es un tema muy delicado el que tenemos aquí.-Dijo con esa seriedad tan extraña de él.-Debes de evitar seguir encariñandote con ella.
Fue como una rápida ráfaga de rápidos impactos secos que dejaron a Víctor sin palabra alguna, fue tan repentino que le dejó confundido, en una especie de shock. ¿Dejar de tratar a Alexa? ¿Por qué?. Si ella no había cometido nada malo, ni el había cometido ningún error ¿cierto?.
-Un momento, no hemos echo nada malo.-Dijo Victor aún confundido de todo ello.
-No, técnicamente, pero podría llevarte a cometer un error que ambos pagaríamos muy caro.-Aldrich se mantuvo sereno y en el mismo punto toda la conversación.
-No entiendo.
Aldrich desvío la mirada por un momento tomando paciencia, recordando que Víctor no era alguien muy experimentado en el mundo sobrenatural.
-¿Sabes que es un soulmate?.
Victor recordó las palabras de aquella bruja en la feria. Así que respondió en base a ello.
-Hasta donde sé, son las personas designadas como nuestro compañero, según el destino, aquella persona que será nuestra alma gemela.
Dijo con la mirada en el suelo, y, por su mente, pasó la imagen fugaz de Alexa. Pero tan rápido como apareció se esfumó. Aldrich asintió, en parte conforme con lo que Víctor sabía del tema hasta el momento.
-Bueno, es hora de que te revele más sobre lo que es un soulmate.
Víctor, algo ansioso por que al fin, la curiosidad de saber que era lo que hacia especial a los soulmates y las dichosas almas gemelas. Así que solo guardó silencio, esperando que Aldrich iniciase.
-Muy bien. En este mundo, el mundo que nos rodea.-Dijo haciendo círculos con su dedo sobre su propio eje.-Cada ser tiene un alma gemela, hasta los humanos comunes, todos creados por una deidad, dios o como desees llamarle. Cuando los dioses crean a un ser vivo y a su alma gemela, pasa a manos del Destino y la Casualidad el cómo, cuando y donde se encontrarán.-Aldrich suspiró y desvío la mirada.-Cada ser tiene para sus almas gemelas un nombre.
«Para los licántropos, es Mate. Para los Vampiros, son conocidas como Tua's Cantantes. Y así, sucesivamente, para nosotros, los seres del abismo son conocidas como Soulmates. Nuestros compañeros del alma. Al momento de encontrarlos, cada uno tiene formas distintas para reconocerlo, un olor, una melodía, un sentimiento.. »
Aldrich miró a la nada, dejando salir un suspiro, cargado de anhelo, después de todo, el jamas conoció a su soulmate. Y duda de que siga viva después de tantos años, debido a ello, él se dedicó a la guerra. Obtuvo el rango de oficial superior de vanguardia, capitán, y ahora se dedicaba a cuidar a la mejor arma del abismo. Pero para él, en el poco tiempo que llevaba conociendo a Víctor, terminó siendo mas que un arma.
-¿Y me cuentas todo eso por qué?.-Soltó Víctor con cierta inocencia.
-Porque, si mis sospechas son ciertas, tu te estás enamorando de Alexa, Víctor.-Los ojos de Víctor se abrieron a mas no poder, aquella afirmación le había dejado descolocado.
-¿Enamorarme?.-Pensó confundido.
No supo que responder a lo que desvió la mirada, sin no dejar que un tenue rubor rojizo cubriera sus mejillas, haciendo que Aldrich sonriera, después de todo, era solo un niño con mala suerte.
-Y enamorarse de otra persona que, no sea tu soulmate, puede traer consecuencias muy, muy malas.
Aquello captó la atención de Víctor, lo suficiente como para que dirigiese la mirada de nuevo a su guardián.
-¿Como cuales?.-Preguntó
-Primero y principal, todo poder mágico o sobrenatural de cualquier criatura viene fuertemente impulsado por los sentimientos. Si tú, te enamoras de otro ser sobrenatural y este encuentra su soulmate, el rechazo que sentiras te hará perder el control de una porción de tus sentimientos. La ira, el rechazo, el odio, eso descontrola muy fácil los poderes mágicos de cualquiera.
«Tú al estarte enamorando de Alexa, algo que posiblemente no hayas notado pero que es una realidad inefable, es algo muy peliroso. ¿Que harás cuando ella encuentre su alma gemela? No lo sabes, pero el rechazo te hará inestable, y un cazador inestable es malo, muy malo. Los pocos casos que se han visto de cazadores fuera de control, han sido grandes masacres, muy sanguinarias. El único caso donde se usó tal poder para una batalla a alta escala fue hace cientos de años atrás, y superado en número, ganó.»
Aldrich tomó un respiro, sonrió de lado y agregó.
-Nuestro señor piensa alejarte de ella.
El rostro de Víctor cambio súbitamente, de la fascinación por oír aquella historia tan increíble y llena de pasión, a esa noticia tan desagradable. Le miró con la expresión unas pura de confusión.
-Mira, no debería de decirte esto, pero nuestro señor considera que tu relación con Alexa se esta estrechando, demasiado como para que te enamores de ella. Y eso lo considera como un riesgo que no va a tomar.-Dijo mirando fijo a los ojos de Víctor.
-No puede, digo, ¿Por qué? Yo no estoy enamorado de ella, y ella no lo está de mi.
-¿Seguro?.-Le retó Aldrich.
Victor se detuvo un momento, pensando ¿Estoy seguro? ¿Como sé si ella me gusta? ¿Que se supone que debo de sentir para saberlo?.
-Ni siquiera se como se siente estar enamorado de alguien.-Confesó con molestia.
Nuevamente, el silencio se instauró en ellos.
-Si esa persona ocupa tu mente todo el tiempo.-Inció Aldrich poniéndose de pie.-Si pensar en esa persona te causa sonrisas inconscientes, si cuando estas cerca de ella sientes ese hormigueo, en todo tu cuerpo, si te gusta como es en todos los aspectos, entonces.-Dijo acercándose a Víctor y dándole un par de toques en el pecho, justo sobre el corazón.-Estás enamorado.
Pasó junto a Víctor hacia la puerta, se acercó y la abrió, pero antes de retirarse,se giró.
-Solo te pido que pienses lo que te he dicho, no te obligare a cumplir las ordenes de nuestro señor, pero te pido que pienses en las consecuencias de ello.
Y sin más, se retiró. Dejando un silencio seguido de un sentimiento de vacío. Victor no sabia que hacer, ni en que pensar. Dejando salir un largo suspiro, en done liberó todo aquello que le pesaba. Sin objetivo alguno se dirigió al balcón, saliendo, dejando que la fría brisa del abismo le acariciara la piel, relajandolo, dándole cierta paz. El estrés que había dejado atrás días antes, había regresado duplicado. Victor suspiró dejando que su mirada se perdiese en la oscuridad del abismo.
Lo que nunca supieron fue que alguien había espiado toda la conversación.
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7 de Abril del 2016
Campamento de suministros merodeador.
Corrió lleno de nervios, el pobre guardia había descubierto los cadáveres y corría hacia la oficina de su comandante, tenían que dar la alarma. Entró en el edificio central y subió escaleras con rapidez notoria, hasta que se topó con la puerta de la oficina, la cual abrió abruptamente. Su jefe, que estaba allí leyendo unos papeles, alzó la mirada de los documentos y alzó una ceja.
-¿Necesita algo?.
El guardia respiraba agitado, y a pasos rápidos se acercó a su jefe.
-Tenemos un infiltrado, ya ha matado a dos de los nuestros.
Los ojos del comandante se abrieron a mas no poder.
-¡¿Y se puede saber por qué demonios no diste la alarma grandisimo...
Una súbita explosión sacudió el lugar hasta los cimientos, ambos se tambalearon ante el temblor, cortando en seco el insulto que le iba a propinar. Cuando se estabilizaron, ambos se miraron, el jefe tomó un micrófono de su escritorio.
-¡¡Atención a todos los guardias, estamos bajo ataque!!.
Gritó a lo que la puerta de su despacho explotó saliendo disparada con tal fuerza que acabó con la vida del guardia novato al recibir el impacto. El comandante abrió un cajón de su escritorio tomando una pistola, pero cuando alzó la mirada una ráfaga de balas de fusil impactaron en su pecho derribandolo. Las detonaciones del fusil STG eran fuertes, pesadas. Entre el humo, emergió Frederick.
Se abrió paso entre los escombros y destrozos en el suelo, avanzó sin prestarle atención a los cadáveres, mucho menos a todo el ajetreo que había afuera, había detonado los explosivos del almacén, para la huida solo debía detonar los explosivos donde guardaban los vehículos. Se detuvo detrás del escritorio y comenzó a buscar rápidamente entre los papeles. Algo, un mapa, coordenadas, información, lo que sea.
Mientras revisaba, un trio de guardias básicos entraron por el agujero de la puerta, a lo que él, sin siquiera levantar la mirada, alzó el fusil y disparó eliminándolos a los tres de múltiples disparos. Continuó con su búsqueda sabiendo que más guardiás llegarían si no se apresuraba.
Entonces, lo encontró.
Una documentos donde figuraban nombres, coordenadas, lugares y futuros movimientos de otras bases cercanas, esto era lo importante de verdad. Tomó los documentos y los guardó en uno de los bolsillos de su uniforme. Recargó su fusil, y una vez listo, se aventuró al pasillo. Saliendo y girando hacia las escaleras. Aunque un grupo de guardias se atravesó en su camino, eran cinco armados con esas simples lanzas, mas atrás, vio que otro más subió blandiendo una espada.
Frente a frente, el grupo contra el soldado especial. Disparó una ráfaga eliminando un guardia, mientras esquivó la estocada de una de otro. En su mano se formó una bola de energía oscura que arrojo hacia otro de los guardias, derritiendo su rostro. Otro de los guardias trato de atacarle siendo esquivado para recibir una ráfaga de disparos, otro mas intentó atacarle, a lo que Frederick tomó la lanza con fuerza, sosteniéndola firme, fulminó al guardia a tiros arrancándole la lanza al muerto, la giró y arrojó sobre el último guardia básico. Clavándosela en el cráneo.
El guardia con espada, se arrojó sobre Frederick, listo para clavarle el filo entre ceja y ceja, a lo que Frederick bloqueó el ataque usando su fusil como escudo, con rapidez, tomó el cuchillo de su funda y se lo clavó en el cuello, alejándolo de una patada. Se acercó y le disparó en la cabeza, acabando con él. Retiró su cuchillo. Cuando alzó la mirada se topó con la sorpresa de que mas guardias venían a por él.
-No tengo el tiempo ni las balas para esto.
Se giro buscando una salida, y la halló, al final del pasillo había una ventana. Corrió hacia ella, ordenándole a sus piernas que se movieran con toda la fuerza posible, y una vez estuvo a unos pocos metros, saltó. El exterior le recibió con destellos de luz entre los cristales destrozados que volaban a su alrededor, casi todo en cámara lenta, y en cuestión de segundos ya estaba rodando por el suelo amortiguando la caída. No tardó en ponerse de rodillas, observando como varios guardias corrían hacia él buscando encerrarlo.
Pero eso no sucedería.
Sus ojos brillaron de un color verdoso, a lo que chasqueaba los dedos. Una gran explosión surgió en el almacén de vehículos, creando un estruendo aun mayor, todos se giraron para ver la gran explosión que surgia como un ser malévolo hacia el cielo. Y para cuando se giraron. El soldado oscuro ya no estaba allí. Se le buscó por todos lados del campamento y por un perímetro de cinco kilómetros a la redonda.
Había desaparecido.
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8 de Abril del 2016
Castillo del abismo. Aposentos del cazador.
Ese día le habían informado en la mañana de que, El Señor del Abismo, deseaba hablar con él, junto con Aldrich y Alexa. El mismo capitán que se había encargado de avisarle cuando le llevó el desayuno aconsejó que tanto él como Alexa fueran equipados a la reunión.
No dijo por qué.
-Recuerda ponerte el chaleco bien ajustado a tu comodidad.-Dijo casi igual a como le Joel le había dicho a el tiempo atrás.
Ella asintió, había ido a la habitación de Víctor por ordenes de Aldrich. Victor estaba ya completamente preparado, solo revisaba que sus cargadores tuvieran las balas y de colocarlos bien en el chaleco. Y en todo ese momento, no pudo dejar de mirar a Alexa. Incluso sin quererlo se hallaba a si mismo mirándola finamente, incluso en una ocasión ella desvío la mirada algo sonrojada. Y mientras la miraba se preguntaba. ¿Me gustas? ¿Te gusto?.
Terminó de acomodar sus cargadores en el chaleco. Ambos se miraron, Víctor se acerco a Alexa, tomo de entre sus manos el fusil M16a2. Revisó el arma, y tras comprobar que estuviera bien cargada y con el seguro listo, se la regresó, una corriente recorrió a ambos cuando sus manos rozaron.
-Pronto me ascenderán a sargento.-Dijo ella de repente. Víctor le miró algo confundido. Notó la tristeza en su voz, mas no sabía por qué.
-Pero si es bueno, un ascenso no es malo hasta donde sé.-La voz de Víctor en ese instante era calmada, relajada aunque estaba inquieto por dentro.
-Me asignarán un pelotón a mi mando y tendré mejor puesto y otros pocos beneficios, pero entonces no podremos vernos casi.-Dijo ella lo que acabó por hacer desaparecer la leve sonrisa del cazador.
-Pero, en tus tiempos libres...
-Si llegó a tener alguno, al tener un pelotón entraré mas en combate continuó.-Ella suspiró.-Estupida guerra. No, no quiero perderte Víctor.-Dijo ella soltando un leve sollozo.-Eres la persona mas importante que he conocido.
Victor avistó una pequeña lágrima bajar por la mejilla de Alexa. Con suavidad, Víctor retiró aquella lágrima, sintió la suavidad de la piel de la chica, era, cálida, no apartó la mano, acercándose a ella, su cálido aliento se mezcló con el del cazador, estaban tan cerca, sus labios se rozaron.
-¿Esto está ocurriendo?.
El sonido de la puerta al abrirse sacó a los dos de su burbuja, rápidamente se separaron. Aldrich entró a lo que fruncio el ceño cuando notó que ambos se veían algo perturbados.
-Los esperó en la sala del trono.-Avisó.-Me adelantaré y atendere a nuestro señor mientras ustedes se terminan de alistar.
Cerró la puerta. Y como si el oxigeno hubiese regresado, ambos se permitieron respirar, para luego soltar una larga exhalación. Como si un peso se les hubiese quitado de la espalda. Ahora ninguno se atrevía a hablar.
-Estuvimos a punto...
-Si.
Víctor suspiró, ya tenía la respuesta, se le había manifestado de forma muy directa. Así que decidió hacer las cosas como el cazador que era y afrontarlas de frente. Se giró hacia Alexa, al mismo tiempo que ella se había girado. Ambos se miraron a los ojos.
-Me gustas.-Dijeron al unisono, dejando cada uno sorprendido al otro. Ambos se miraron y sonrieron.
-Vaya.-Solto ella, no creía que todo saldría así.
-Yo.. Bueno, creo que debemos de hablar de ello.
-Si, pero con mas tiempo, se ve que es un tema largo y nuestro señor no es muy paciente.
Victor miró hacia la puerta, sonrió y asintió.
-Solo tengo una pregunta.
-¿Cual?.-Dijo ella mirándole.
-¿De verdad te gusto?.-Preguntó
-Tengo ese sentimiento por ti, muy leve, pero ahí está.
Victor sonrió a lo que Alexa tomó su mano. El tacto cálido de ella le hizo sentirse cómodo.
-Debemos de ir.
Él asintió.
-Vamos allá.
BOOOOMMMM!!!!!
corto pero intenso. El prox será mas largo.
Hasta la próxima!
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