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Capítulo 14 "Declaración de Guerra II"

30 de Marzo del 2016
Calles de la Capital Abismal.
Minutos antes del ataque.

Las calles del abismo eran una serie de calles y callejones entrelazados con las casas y negocios repartidos por toda la capital, haciéndola un gran laberinto de cruces y mas cruces en esa amplia capital. Los habitantes del abismo iban y venían en un constante flujo, todo bajo los ojos de la guardia del abismo, era un día importante ya que ese dia se celebraba una gran feria que cada fin de mes, se asentaba en la plaza principal del abismo, ofreciendo sus diversos juegos, artilugios raros y eventos de feria para el deleite de la población. La vigilancia de dicha feria era delegada a un grupo de Vigilantes del Abismo. Dicha feria era formada por distintos seres mágicos, desde licántropos a vampiros, magos, brujas, hadas etc. Cada grupo que desease entrar al abismo debía de pasar un riguroso chequeo de seguridad, a pesar de todos los contratiempos, participar para dicha feria significaba una buena paga, debido a que los seres de la capital del abismo, solían pagar en oro o en un material del abismo muy codiciado por su valor de intercambio con los magos.

Entre la multitud de personas, avanzaba el joven cazador de forma tranquila, a los ojos del publico, nadie sabia que era el Cazador del Abismo. Portaba un suéter negro, jeans oscuros y unas botas negras. Llevaba su espadón a sus espaldas y la ballesta en su cintura, no había llevado armas humanas ya que, de por si se llevaba una que otra mirada rara con las armas antiguas, imagina con las armas de fuego. Se suponía que debía de estar descansando debido al fuerte entrenamiento que había tenido con Aldrich aquella mañana, pero no podía. Sintió el impulso de ir a la feria, quería ver que clase de objetos raros podría encontrar, se podía decir que era motivado por la más inocente curiosidad.

Otra parte de él, le impulso a ir y conseguir tres obsequios, si, iría a ver que le podía regalar a las tres personas que, dentro de lo que cabía, eran las mas importantes para el. Alexa, Aldrich y el Señor del Abismo. Su mente divagaba entre que cosas podría regalarle a cada uno, llevaba aproximadamente un año, si los cálculos no le fallaban, conociéndolos. Pero no sabia que podría regalarle a cada uno.

-¿Que clase de regalo le podría gustar a una mujer, un engreído y a un líder tan frío?.

Se preguntó. Y mientras se preguntaba aquello, avanzó hacia la feria que se alzaba animada y recibía con gusto a todos los seres del abismo. El se adentró en ella, atravesando el mar de personas allí presente, se abrió paso, cuando la musica de feria y el ambiente animado rodeó todo el lugar de forma abrupta, llevando al joven cazador a sentir un sensación de seguridad, que le hizo bajar la guardia, y concentrarse en las atracciones.

Fue de tienda en tienda, encontrándose con seres cada cual mas peculiar que el anterior. Decidió ir de uno en uno lleno de curiosidad. La primera fue una tienda rústica de madera donde una anciana revisaba con lentitud y tranquilidad un libro que sostenía entre sus manos, la anciana desvío la mirada encontrándose con un par de perlas oscuras mirándole fijamente. Ella esbozó una sonrisa ladina.

-Pero que tenemos aquí.- dijo la anciana con un tono alegre en su voz. Víctor dio un paso atrás dejando que la bruja le mirase mejor.-Un jovencito curioso. Nada menos.

Víctor le miró fijamente, le recordaba vagamente a esas brujas de cuentos de hadas donde llevaban túnicas negras y sombreros grandes, con narices alargadas y su típica verruga o lunar. Al igual que la características escoba voladora, el sonrió ante esa imagen, pero notó que estaba equivocado. Era una anciana común, que solo tenia las ropas negras iguales a su comparación.

-Disculpe señora.-Dijo con voz cordial el cazador. Quería confirmar algo que Aldrich le había dicho.-¿Es cierto que ustedes venden pócimas de amor?

Ella soltó una risa levemente ronca y miró con cierto cariño al joven cazador.

-Jovencito.-Ella volvió a reír.-Esas son simples historias de pobres almas despechadas, que en un vano intento de mantener en equilibrio sus emociones, se aferran a la fantasía de tal cosa. Es más, alguien como tú, no necesita tal cosa.

Victor fruncio el ceño al oír aquella aclaración.

-Jovencito, un marcado como tu, no necesita de pócimas de amor o de alguna fantasía así, tu tienes a tu Soulmate, tu alma gemela, tu compañera de por vida. Aquel ser que, a penas le veas, te volverá loco al instante o puede que te enamore inadvertidamente, sin tu darte de cuenta, tu joven marcado, ese es tu amor verdadero.

Victor ladeó la cabeza levemente, sonriendo.

-Señora, creo que me ha confundido. Yo soy un Cazador del Abismo, pero no tengo marca alguna.

Ella se inclinó sobre el tosco mostrador de madera hacia Víctor el cual no pudo retroceder antes de que le tomase la mano, ella la revisó para luego soltarla y regresar a su posición anterior.

-Extraño, detectó en ti la esencia del poder del abismo, ese que solo existe en los cazadores, los señores del abismo y los ángeles de la muerte. Pero no tienes la marca del abismo.

-¿El que?.

De pronto la bruja giró la cabeza hacia la izquierda, de forma brusca, como si hubiese notado algo demasiado importante, fruncio el ceño mientras sus brazos se tensaban.

-Magia negra...-Susurró antes de mirar al cazador, sus ojos mostraban una clara señal de peligro.¡Corre! Sal de aquí.-Ordenó

-¿Pero que ocurre?.-Victor se giró hacia aquella dirección solo viendo el mar de gente que pasaba junto a ellos sin notarles, el cerró su palma alrededor del mango del espadón, aferrándose a ella.

-¡Solo corre!.-Le gritó.-Busca ayu..

Sin habérselo esperado, una gran explosión tomó lugar en el centro de la plaza, Víctor solo logró ver el destello antes de sentir la onda expansiva arrojarlo con violencia un par de metros, rodando bruscamente contra el duro suelo de piedra. Habia cerrado los ojos por la impresión, al abrirlos, notó la vista borrosa, los oídos tenían un pitido horroroso, trató de ponerse de pié y al hacerlo, se tambaleó, oía gritos y el sonido de las espadas al chocar, lejano, como una pobre ilusión. Cerró lo ojos y al momento en que sus sentidos volvieron en si, vio como se había desatado un caos frente él. Cuerpos, gritos, niños, llamas y destrucción.

Entonces, entre las llamas rojizas y letales, las siluetas altas e imponentes. Victor llevó su mano sobre el hombro, donde palpó el tacto del mango del espadón, suspiró aferrando su mano al mango, su otra mano fue a la cintura donde sintió la ballesta.

-Al menos no perdí mis armas.

Pensó, a lo que las figuras se revelaron surgiendo de las llamas. Era un grupo numeroso de mercenarios merodeadores, algunos licántropos de rango delta y liderándolos, un hombre alto, de ojos rojizos y sonrisa engreída, con manos ensangrentadas, al igual que sus labios. Era un vampiro.

-Perfecto.-Gruñó entre dientes.

Oyó pisadas detrás suya, se giró de perfil viendo a varios guardias del abismo y unos pocos caballeros de la infantería básica del ejército abismal, guerreros fuertes y duros, con pesadas armaduras y escudos, su combate combinando el escudo y la espada los hacia letales. Armaduras de metal, compuestas de placas en distintas partes y los cascos semi rectangulares con dos aperturas para los ojos y la parte bucal llena de múltiples agujeros pequeños. Uno de ellos era un capitán, por la linea negra lateral desde el mentón hasta la frente del casco. El vampiro le miro por un momento antes de sonreír con mas intensidad.

-¡Eliminen al cazador! Sin el nuestro ataque sera sencillo.

Sin duda alguna, los merodeadores se abalanzaron sobre los soldados del abismo, tan rapido como solo ellos, los licántropos impulsados por las ordenes de su líder, atacaron a Víctor. Uno de ellos logro acercarse antes de que siquiera pudiese desenfundar, alzó su garra, Víctor alzo el brazo, pero esta impactó contra el escudo de un caballero que rápido cubrió al cazador, usando la gran fuerza de ellos, desvío la garra y le atacó con su espada, dándole un tajo en el pecho, Víctor saltó a un lado y con espadón en mano, lo decapitó de un solo tajo. Sin perder tiempo se lanzaron contra el otro licántropo que luchaba contra el segundo caballero.

Eran golpes y esquives rápidos, bloqueos y arremetidas, lanzó un zarpaso a lo que el caballero le bloqueó, el caballero le dio una estocada en todo el centro, el lobo retrocedió adolorido, soltó un rugido antes de atacarle bruscamente en el cráneo, arrojando lejos el casco, el caballero respondió lanzando un corte en el ojo del lobo antes de que los dos se apartasen. El caballero, le miró con una seriedad inmutable, a pesar de ser solo una forma etérea de humo negro con dos orbes rojizos, recogió su casco, lo colocó en su lugar y volvió a adoptar una posición defensiva.

El lobo le gruñó, eran dos seres ajenos a la lucha entre los guardias y los mercenarios, pero eso no duró cuando dos flechas impactaron en la pata delantera derecha del lobo, atravesándola, se giró molesto solo para ser embestido por el otro caballero, moviendole solo un poco, el lobo le rugió y alzo la garra, antes de poder hacer algo, la otra pata fue herida por otro flecha, y para cuando reaccionó, el caballero ya le había clavado la espada en el cuello, la saco y luego la clavo de una estocada en el corazón. La retiró dejándole caer muerto en el piso.

Un mercenario surgió detrás de aquel caballero, el capitán alzó la mano para advertirle, pero antes de poder gritar algo el cazador entró en escena atravesando al mercenario por el costado, saliendo la espada por el otro lado. La sacó, el cuerpo del mercenario cayo al piso, sin vida alguna. Victor jadeaba cansado, vio alrededor como los guardias ganaban sobre los mercenarios, pero mas de estos llegaban y peor, mas explosiones se oyeron a lo lejos. El capitán se acercó al joven cazador palmenadole en la espalda, Víctor se puso recto.

-Cazador, en un placer conocerlo, aunque no en esta situación. Soy el Capitán Kirk de la división de caballeros de la infantería básica.-Su voz sonaba, algo aplastada por el casco.-Parece que es un ataque a gran escala.

Un mercenario se acercó a ellos con violencia solo para ser detenido de una estocada en el estomago por el otro caballero, este se giro hacia su superior.

-Capitan ¡Debemos organizarnos!.

-Lo sé, tranquilo soldado, no se desconcentre.

Victor sin perder tiempo corrió hacia un guardia que luchaba contra tres mercenarios a la vez, armado con su espada corta, esquivaba y atacaba como podía, uno de los mercenario le logro herir en el hombro, haciéndolo perder el equilibro, Víctor llegó a tiempo dándole un tajo en el pecho, los otros retrocedieron solo para ser eliminados por los caballeros. Victor ayudo al pobre guardia, a lo que el resto de los mismo se reunían en torno a ellos. Mas mercenarios se acercaban.

-Muy bien guardias, estamos bajo un ataque sorpresa, no sabemos de que proporción, debemos de ir a un punto de control cercano y esperar nuevas ordenes.-Todos le miraban con atención, cual líder ejemplar, excepto Víctor que solo veía a los mercenarios llegar.

-Ahi vienen.-Advirtió tomando su ballesta y apuntándoles.

Jaló del gatillo, la ballesta eyectó las flechas con velocidad y ritmo letales, creando una ráfaga mortal que caería sobre los mercenarios, y eso. Clavándose en ojos, boca, frentes, pecho, las flechas no perdonaban a los pobres mercenarios que sin armas de largo alcance, no podían si no perecer ante los letales proyectiles de madera, los pocos que lograron llegar, fueron recibidos por los guardias, listos para luchar por su hogar.

-¡Adelante!.-Ordenó el capitán, los guardias restantes corrieron al ataque al igual que los dos caballeros.

Víctor se quedó atras, maldiciendo por dentro el no haber traído sus armas modernas, ya solo le quedaba luchar por sobrevivir, juntos serian invencibles.

Y sin mas vacilaciones corrió, impulsado por sus cansadas piernas, corrió hacia los mercenarios que luchaban contra los guardias y caballeros, no solía usar la magia sin ayuda de Aldrich, pero tendría que hacer un esfuerzo, por mas agotado que le dejase usarla sin práctica alguna. Sus ojos se volvieron rojizos mientras apuntaba al frente con su espada cual lanza y atravesaba el cuerpo del primer mercenario sin pensamiento alguno. La retiró mientras un mercenario se acercaba por su espalda, una lanza le atravesó el cráneo, el guardia la sacó y le dio un golpe en seco en el rostro derribando al fallecido. La batalla seguía inclemente mientras los guardias avanzaban sobre los mercenarios, entre espadas y golpes, cortes y heridas, los mercenarios comenzaron a mermar en números.

Victor usando el impulso del peso de la espada, atravesó el pecho de un mercenario y usando la misma energía de movimiento lo logro levantar cortando el brazo y cráneo de otro usando un tajo ascendente. Los guardias y los caballeros remataron a lo pocos que quedaban. Victor jadeo algo alegre al ver como los demás huían, pero el ataque apenas iniciaba. Ellos debían de reunirse con el hombre a cargo de la defensa, si es que había alguien a cargo.

-Avancemos hasta el distrito A, allí debería de haber un punto de control para evitar que entren al castillo ¡vamos!.

Usando la fuerza de sus cuerpos ya un poco agotados, la guardias avanzaron por las calles del abismo, viendo como la gente se refugiaba y otro huían despavoridos, el ataque parecía ser en puntos claves, específicos. Victor en ese momento solo deseaba que Alexa y Aldrich estuviesen bien.

Y sin mas avanzaron hacia el distrito.

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30 de Marzo del 2016
Distrito A

-¡¡Eliminenlos!!

Sobre una improvisada barrera de escombros y sacos de tierra, los Ballesteros formados en linea, apuntaron hacia los enemigos que sin miedo cargaban contra ellos, las flechas salieron eyectadas hacia los mercenarios de forma ordenada y precisa, letal. Impactando en rostro, cuellos, ojos y órganos vitales, eliminándolos. Entre la multitud de mercenarios, emergieron saltando con majestuosidad cuatro licántropos que al tocar suelo salieron disparados contra los soldados abismales.

-¡¡Se acercan Lobos!!.

Avazando con velocidad, a sus cuatro patas, los lobos lograron cortar el trecho entre ellos y la barrera, solo faltaba un poco. De la nada una gran sombra con forma de cuchilla emergió del suelo empalando a uno de los lobos por el pecho, los otros tres avanzaron sin importar la perdida de su compañero. Otros cuatro mas emergieron convirtiéndose en una grave amenaza.

-¡¡Piqueros adelante!!.

Entre los arqueros emergió una linea de seis piqueros del abismo, armados con largas y livianas lanzas, bajaron de la barrera colocándose frente a ella de forma defensiva, esperando la arremetida de los lobos. Uno de los licántropos tomó la delantera, impulsandose con sus patas traseras, saltó listo para caer encima de los débiles soldados del abismo. Pero a mitad de vuelo un potente rayo eléctrico le impactó en el pecho arrojándolo contra el suelo violentamente, solto un ultimo aullido de dolor mientras la herida se mostraba humeante y calcinada.

Alexa la cual estaba junto a los arqueros, empezó a recargar otra descarga en su brazo, a lo que Aldrich paso a su lado saltando la barrera cayendo junto con los piqueros, desenfundó su espada maldita mientras cerraba el visor de su casco. Su armadura de Capitán de Vanguardia de color negro con tres estrellas rojas en el hombro, relucía resplandeciente ante la luz del abismo, sus ojos brillaron bajo el casco, aquel brillo sobresalió entre las divisiones horizontales del visor.

Apuntó su espada hacia los licántropos que, les faltaba muy poco para llegar hacia ellos. Pero él, no lo permitiría. En un segundo a otro desapareció, como rayo, descuartizó en menos de un segundo a tres licántropos, cortándoles patas y cabezas con precisión quirúrgica, uno de ellos le paso por un lado, se giró y le atacó solo para ver como su garra había impactado en el suelo, y como el frío filo de una espada le cortaba el cuello. Los pocos lobos restantes enfrentaron a los piqueros que con fuerza les atravesaron sus pechos soportando el peso de sus embestidas, sin demora ellos sacaron sus lanzas de los cuerpos de los lobos, clavándoselas en craneos, uno de ellos logró esquivar la lanza del piquero, su garra se incrustó en un costado llegando a los órganos internos, la sacó y antes de poder seguir una descarga eléctrica impactó en su rostro. Retrocedió confundido solo para recibir desde arriba el impacto crudo de un mangual, reventando su cráneo, Alexa cayó de pie. Mientras el resto de los piqueros eliminaban a los demás lobos.

Esa había sido apenas la segunda oleada. Mientras el ejercito del abismo se agrupaba y preparaba un contraataque.

-Alexa.-Le llamó Aldrich, ella se giró.-¿Estás bien?.

Ella sonrió de lado algo agitada por la situación.

-Si, solo me preocupa una cosa.-Ella miró hacia la calle de done había emergido el ataque.-Victor, estaba en el distrito E. Donde está la plaza de la capital del abismo.

-Si, me preguntó quien diseñó el abismo de forma tan extraña.-Comentó Aldrich.-Pero por ahora lo importante es mantener la posición. Victor podrá cuidarse solo, confió en el, a pesar de no poder cumplir con mi rol de guardián.

Alexa noto como llevaba un arma en su cintura y otra en su espalda, y al verlas con mejor detalle, notó que eran las armas de Víctor.

-¿Esos son las armas de Victor?

-Correcto.-Sonrió de lado.

Vieron un par de piqueros se llevaban al herido tras la barrera para recibir atención médica. Uno de los piqueros se acercó al Capitán Aldrich.

-Capitán, hemos recibido informes de la situación, el ejército comenzó su despliegue, la Primera División de Infantería básica será la que actuará como la punta de lanza en la defensa, apoyados por tres compañías de magos de combate.

-Perfecto, ¿la vanguardia asumió la protección de nuestro señor tal como ordené.?

-Si, tal como ordenó la Vanguardia esta protegiendo a nuestro señor, además de llevar de escolta a sus dos allegados en los soldados oscuros.

Aldrich desvío la mirada hacia la ciudad que ante ellos se mostraba, el cielo era decorado con el humo de los ataques y las destrucciones, como entre el humo virutas de fuego ascendían para desaparecer. Habían sido atacados cuatro puntos. La plaza central, los almacenes de suministros, el mercado central y varios cuarteles de la guardia. Solo esperaba que los guardián hubiesen logrado resistir.

-Muy bien, espero que esos dos le cuiden bien. ¿Nuestros refuerzos?

-Se enviará un grupo de caballeros la infantería básica del ejército acompañados de lanceros.

-Perfecto, mientras deberemos de aguantar lo necesario.

Oyeron el sonido de múltiples pasos acercándose, se giraron para ver como otra oleada de mercenarios se acercaba.

-¡¡Vienen más mercenarios preparen!!.-Ordenó Aldrich con voz de mando.

Alexa solo pudo dejar de lado la preocupación por el joven cazador mientras los enemigos se acercaban. Por ahora su prioridad seria resistir.

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30 de Marzo del 2016
Calles del Abismo\Mercado Central.

Victor y aquellos dos caballeros junto con el pequeño grupo de guardias abandonaron los alrededores de la plaza, dirigiéndose hacia el distrito A donde quedaba la entrada principal al castillo del abismo. Habían tomado la vía mas directa y corta hacia el distrito, pero apenas a mitad de camino, se toparon con que el camino estaba obstruido por una serie de casas destruidas. Frustrados se desviaron por una de las calles principales, donde se toparon con un gran contingente de guardias montando un perímetro defensivo. Avanzaron entre los distintos hombres, liderados por Kirk se abrieron paso. Hasta que se detuvo y alzó la voz.

-¿¡Donde está vuestro hombre al mando!?

Entre los guardias emergió un ser con forma humana, vestido de oficial, una larga gabardina negra con ropajes de marrón oscuro debajo de ella, con dos estrellas en el cuello de la chaqueta. Era un teniente.

-¿Que se le ofrece capitán?.-Preguntó con voz dura.

-Buscamos una forma rápida de llegar al castillo.

-Vais con mala suerte, la ruta más corta quedo bloqueada por escombros debido a la explosión que hubo cerca de nuestro cuartel, deberán de tomar el camino del mercado central, pero ese lugar es zona de guerra.

-No nos queda de otra.-Dijo Víctor que conociendo el camino avanzó sin esperar a los demás.

-Gracias, Teniente.-Se despidió el capitán antes de seguir al cazador por otro de los callejones.-¡Hey espera por nosotros!.

Víctor avanzaba con a paso rápido por el callejón, debían de reagruparse y planear una forma de alejar a los atacantes, rápidamente le alcanzo el capitán y el resto del grupo. El experimentado caballero miró con un poco de molestia a Víctor.

-Joven cazador, con todo respeto usted esta actuando un poco impulsivo.

Victor siguió caminando, sin siquiera devolverle la mirada.

-La seguridad del abismo y de mi señor es mi principal misión, los guardias y ustedes tienen sus ordenes, yo las mías, solo estamos colaborando. Una vez me reúna con el Capitán de Vanguardia, Aldrich, separaremos nuestros caminos.

El capitán decidió no opinar nada. En cierto punto tenia razón, cada quien tenía sus órdenes, y así avanzaron, hacia el mercado, oyendo a lo lejos el sonido de los combates, los gritos y los choques de las espadas. No sabían si era de otro lugar, o el mercado central se había vuelto un campo de guerra, lo peor era que ellos se acercaban hacia el, sin poder hacer nada mas que abrirse camino por él.

A medida que avanzaban, se empezaron a topar con casas derruidas y chamuscadas, los escombros se veían por toda la calle, y el sonido del combate mas intenso, la batalla estaba cerca, pero, aquellos no era lo único. Entre los escombros surgió un guardia que, por lo repentino de su aparición, acabó con una ballesta, dos espadas y varias lanzas apuntándole al cuello mientras el soltaba la suya y alzaba las manos.

-¡Esperad! Soy de los suyos.

Víctor al notar que solo era un guardia, bajó la ballesta para volverla a colocar en su cintura, los demás retiraron sus armas a lo que el pobre guardia soltaba el aire acumulado, llevó una mano a su pecho asustado, el capitán soltó una risa al ver tales reacciones.

-Por favor muchacho.-Le tomó del hombro.-Sabes muy bien que no deberías de aparecer así tan repentinamente. ¿Y el resto de tu unidad?.

-Probablemente en el mercado, me separé de ellos cuando ayudaba a unos civiles a huir, nos escondimos en aquellos escombros, mientras montaña guardia escondido entre ellos.

El guardia le señaló al guardia el edificio en cuestión, donde entre los escombros, vio como una madre y dos niños se asomaban, mirándoles con un deje de esperanza. Víctor veía todo ello de lejos, impaciente por reunirse con Aldrich y posiblemente Alexa, alerta ante cualquier ataque.

-Llevatelos por donde vinimos, sigue avanzando hasta la calle principal, allí hay un gran contingente de guardias, ellos te podrán indicar la zona segura.

-Gracias mi Capitán.-Agradeció el guardia.-¡Hey podéis salir!.

Temerosos, la madre y los niños salieron entre los escombros, dejando atrás su escondite improvisado. Víctor vio una sombra moverse entre los pocos edificios de pie, llevó su mano instintivamente a la ballesta, no tardó en ver dos orbes amarillos acompañados de una serie de colmillos largos entre la oscuridad, rápido, el licántropos salto del techo de donde estaba, directo hacia la madre y sus hijos.

-¡¡Cuidado!!.-Gritó el capitán colocándose frente a los civiles con el escudo en alto.

Una ráfaga de cuatro virotes surcó el aire como un zumbido impactando todos en el rostro del lobo. El cual herido impactó de lleno su cráneo contra el escudo enterrando aun mas las flechas, cayó hacia atrás y antes de poder levantarse fue acabado por los múltiples guardias y sus lanzas clavadas en su pecho. Victor suspiró y guardó la ballesta.

-Debemos de dejar de perder tiempo.-Dijo serio.-Mientras mas tiempo tardemos en llegar con nuestro señor, mas difícil sera repeler el ataque.

-Ya oyeron al cazador, retirense guardia.-Ordeno el capitán.

Aquel guardia, junto con la madre y los hijos desaparecieron entre los callejones, huyendo de los peligros del ataque, solo deseando llegar a salvo. Mientras, el grupo del cazador siguió avanzado, entraron por una casa semi derruida y desde el segundo piso que daba vista al mercado, apreciaron un campo de batalla. Cráteres por explosiones y un reguero de cuerpos por todos lados, dispersados por el suelo mientras el resto de guardias y mercenarios luchaban en un combate encarnizado, llevando desventaja por los licántropos y algún que otro vampiro.

-Muy bien, ¡Vamos!.

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30 de Marzo del 2016
Almacenes de suministros.
Compañía Lobo de Infantería Pesada

El ataque a los almacenes había sido, rápido, una serie de explosiones bien localizadas que habían acabado con gran parte de los guardias allí acantonados, pero los almacenes permanecieron en su mayoría intactos, era un ataque para robar los suministros, por fortuna el pequeño grupo de los guardias valiéndose de los mismos suministros lograron hacerles frente, pero poco a poco sus números iban menguando.

-¡Vamos aguanten!

Gritó el sargento mientras chocaba espadas con un mercenario, otro guardia llegó a tiempo clavándole la lanza en el rostro, el sargento rápido recibió a otro mercenario eliminándolo de una estocada, pero eran solo cinco guardias, contra al menos cien mercenarios que se acercaban.

-¡Sargento tenemos que huir!

Gritó uno de los guardias atemorizado, el sargento se giró mirándole con rabia.

-Ni hablar, tenemos que resistir ¡Somos la guardia del abismo!.

Todos, sin mas remedio que prepararse para luchar contra la muerte, se formaron en fila listos para recibir al grupo masivo de mercenarios que se acercaban. Pero aquello nunca llegarían, una gran bola de fuego voló por encima de los guardias impactando de lleno en la primera línea de mercenarios, la explosión les hizo volar entre gritos de dolor y miedo. El sargento se giro solo para toparse con sus salvadores.

Desde el final de los almacenes avanzaba un gran contingente de unos 200 caballeros pesados del ejército del abismo, acompañados por diez magos oscuros. En primera fila iban dos magos y el líder de la compañía. Fue cuando vieron los símbolos en sus hombros, que reconocieron a dicha compañía. El símbolo de un lobo.

-¡La compañía lobo!.

El líder, con una pesada armadura de hierro negro, un escudo de torre y un casco que solo dejaba ver una filosa hilera de dientes, alzó su espadón apuntando a los enemigos. Mientras que los mercenarios solo veían la escena con miedo absoluto.

-¡Compañia lobo adelante!

Gritó mientras el y todos los caballeros pesados empezaron a correr hacia los mercenarios soltando un bramido de guerra, todos pasaron junto a los guardias sin inmutarse mientras ellos solo veían ese despliegue de furia sanguinaria. El líder fue el primero en llegar al combate, dándole un fuerte impacto en el cráneo a un mercenario con su escudo para luego decapitar tres hombres de un solo tajo de su espadón. El resto de caballeros eliminaban sin piedad alguna a los mercenarios, los magos lanzaban candentes bolas de fuego hacia los grupos mas alejados mientras otros hacían emerger seres de oscuridad pura que cual caníbales descuartizaban con sus mandíbulas a sus enemigos.

Todo aquel espectáculo sangriento fue presenciado por los guardias que, sin nada que poder hacer, decidieron sentarse en el suelo, descansando. Y luego de unos largos minutos de carnicería pura, cuando el ultimo mercenario soltó su último aliento, el silencio llegó. De aquel inmenso grupo de mercenarios solo quedaba un reguero de cadáveres. El líder de la compania lobo se acercó a los guardias, los cuales le miraron con miedo. Su antes armadura negra ahora yacía con un dantesca capa de color carmesí, al igual que su espadón.

-¿Donde está su oficial al mando?.-Preguntó con voz profunda el líder caballero.

-Muerto.-respondio con simpleza el sargento el cual se puso de pie.-Yo soy el hombre al mando. Sargento Primero Krell, Comando de zona n°13.

El caballero le miró de pies a cabeza, se quitó el casco dejando ver a un hombre de facciones duras, con varias cicatrices en su rostro. Le tendió la mano al sargento.

-Entonces a quien debo de felicitar es a usted, sargento. Ha logrado mantener el lugar hasta nuestra llegada.

El sargento le dio un apretón de manos.

-Si no fuera por ustedes, estaríamos muertos.

-Y aun no acaba esta batalla.

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30 de Marzo del 2016
Mercado central del abismo

El mercado consistía en un laberinto de puestos de comida ya sea carnes, frutas o verduras, además de aderezos, salsas, y mas condimentos. Algo que los seres del abismo habían conseguido de tener lazos con los humanos, era que su gastronomía les acabase encantando.

Las flechas sobrevolaban el cielo cuales ángeles de la muerte, buscando caer sobre algun desdichado que tuviese la mala suerte de estar en su camino. El sonido de las espadas al chocar era, estridente, en todos lados, en todo ese caos dos mercenarios se ensañaban con un pobre guardia que yacía desarmado en el suelo, ambos le clavaron sus espadas en la boca provocándole un dolor inmenso. El mercenario se giro riendo hacia su compañero, pero lo se vio acercarse le hizo abrir los ojos mas de la cuenta, solo alcanzó a ver el filo de un espadón por arriba de ellos y luego ese mismo filo seccionando el cuello de su compañero.

Entonces vio la figura del cazador, como si el tiempo corriese en cámara lenta, vio como su capa raída se agitaba junto con una mirada de odio y dos orbes escarlatas. Detrás de él, emergió un caballero y ahí fue cuando todo corrió de nuevo a su velocidad normal. Fue, demasiado rápido, no logró reaccionar antes de sentir en duro escudo impactar en su rostro y el dolor lascerante en su estómago.

El caballero retiró la espada, dejando caer al mercenario ya dado por muerto. Victor vio como otro grupo avanzaba entre los puestos de comida, sacó su ballesta y disparó hacia el grupo una lluvia de diez flechas que rápidas y letales impactaron en sus cuerpos y otras en los puestos.

-¡Esto es una perdida de tiempo!.

Gritó Víctor mientras otro mercenario salía de la nada, le esquivó y le dio un tajo por la espalda, con mucho esfuerzo ya que fue con una sola mano. Una serie de explosiones reventó una decena de puestos de madera que sin poder resistir volaron por los aires destrozados, entre aquellas explosiones aparecieron tres vampiros que avanzaban engreídos como solo en los.

-Maldición, tenemos a los chupa sangre.-Dijo el capitán caballero el cual alzó el escudo.

-Acabemos con esto.

Víctor sin dudar arremetió contra los vampiros que confiados esperaron a que el cazador llegase a ellos. Dos de ellos salieron corriendo hacia él, se deslizó por el piso esquivando a los vampiros, se puso de pie y atacó de forma vertical descendente. El vampiro esquivó mientras Víctor le miraba con rabia, le soltó una patada arrojándolo contra varios puestos de comida destrozándolos con violencia, se detuvo cuando uno de ellos resistió su impacto, adolorido trató de ponerse de levantarse pero el pié del vampiro le detuvo.

-¿Este es el Cazador del abismo? Que pérdida... ¡Agggh!

Una flecha le había incrustado en el ojo, se apartó del cazador, llevando sus manos a su herida buscando sacarla, Víctor yacía en el mismo lugar con la ballesta en alto y un hilo de sangre descendiendo por su frente. Se levantó tambaleándose, las piernas le dolían, con esfuerzo tomó su espadón, y sin mas se lo clavó en el corazón. El vampiro le miró con una expresión muy marcada de dolor.

-Un simple cazador, más fuerte que tú.

Y se convirtió en polvo. Otro de los vampiros arremetió contra el cazador el cual bloqueó su ataque con su espada, haciendole retroceder, una espada le atravesó el corazón desde la espalda. Convirtiéndose en polvo. El tercer vampiro se enfrentó al caballero el cual apenas le atacó desvío su ataque con el escudo y le dio una estocada en el corazón.

Victor se tambaleó, algo débil. El caballero le tomó por los hombros, era el capitán. Le zarandeó por los hombros.

-¡Sal de aquí! Busca refuerzos.

Le giró y le empujó hacia un callejón apartándolo del combate, él se giro.

-¡Corre y busca refuerzos, nosotros no encargamos!

Y sin mas Víctor corrió adentrándose en el callejón. Alejándose del combate, ahora él solo debia de llegar hasta Aldrich y la vanguardia.

Solo esperaba llegar a tiempo.

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30 de Marzo del 2016
Distrito A.

Era ya la cuarta oleada de mercenarios que repelían, y aun nada de los refuerzos. Aldrich estaba comenzando a sentir la fatiga atacándole, Alexa ya estaba agotada. Y se avecinaba otra oleada mas.

-¡Se acercan mas enemigos!.

Gritó uno de los ballesteros. Aldrich miró, eran demasiados, una larga linea de lobos seguidos de vampiros y los mercenarios. Su expresión se convirtió en una rara mezcla entre ira y fatiga. Sin nada que poder hacer apuntó con su espada hacia el frente, sus ojos se tornaron de un color azul celeste, debido que estaba usando una habilidad que le permitía a su cuerpo recuperarse del cansancio.

-Preparense, ahí vienen.

Alexa se colocó a su lado, aferrándose a su mangual mientras una corriente eléctrica recorria su mano izquierda.

-Vas a necesitar ayuda.

Aldrich sonrió de lado.

-Todos necesitamos ayuda.

Uno de los lobos arremetió contra ellos alejándose de la fila, corrió con todas sus fuerzas, rápido, demasiado rápido. Saltó y mientras estaba en el aire apuntó con sus garras al capitán de vanguardia. Este alzo su espada listo para recibirlo. Pero de repente, la ventana de un edificio junto al lobo estalló en mil pedazos y de ella salió el cazador con su espadón en manos, embistió al lobo haciéndolos caer a los dos al suelo. Victor rugió mientras sacaba el espadón y volvía a clavárselo en el cráneo. Tanto la oleada de enemigos como los mismos guerreros del abismo, miraron asombrados la escena. Victor se puso de pié, se apoyó con su espada clavándola en el suelo. Miro de reojo a los enemigos y avanzó hacia Aldrich. Este se había quitado el casco mirándole asombrado.

-Para la próxima, me traigo el fusil. Me ahorra.-Victor suspiró cansado y miro a los enemigos.-Muchos problemas.

Pasó junto al vanguardia y abrazó a la joven vigilante que sin esperar aquella reacción solo abrió la boca nerviosa mientras un tono carmesí inundaba sus mejillas.

-Me preocupé por ti.-Le dijo bajito. Ella solo sonrió y correspondió su abrazo.

-Vaya, para mi si no hay abrazos.-Dijo Aldrich con burla.

Uno de los lideres mercenario, furioso por haberse detenido solo por la aparición de aquel mocoso, gritó.

-¡Avancen son solo unos pocos guardias!

Todos soltando un grito de guerra avanzaron hacia los defensores, Aldrich al ver aquello tuvo que interrumpir la reunión.

-Lamento interrumpir la linda reunión de ustedes. Pero se acercan de nuevo los enemigos.

Víctor se separó de Alexa y le sonrió de lado, se giro tomando su espadón a lo que Aldrich le tomó del hombro, le entregó sus dos armas.

-Se te hará mas fácil con esto.

Victor se enfundó la pistola en la cintura, colocó su espadón en su espalda y tomó con ambas manos el fusil AK. Victor se giró a lo que Aldrich se convirtió en humo desapareciendo y entrando en el cuerpo de Víctor, volviendo un solo ser. Guardián y protegido. Algo peculiar ocurrió, el ojo derecho de Víctor era de un carmesí intenso, el izquierdo de un azul celeste resplandeciente. Sin darse cuenta una armadura parecida a la de vanguardia cubrió el cuerpo de Víctor, el la miró extrañado.

-Armadura de Cazador.-Se dijo en su mente.-La necesitarás.

-Toma.-Alexa le entregó la media máscara a Victor.-La habías dejado en tu habitación.

El asintió y se la colocó. Mientras esperaban a que los enemigos terminasen de llegar cual ola de mar embravecido. Victor apuntó y disparó hacia la horda, disparó y disparó, sus detonaciones retumbaban por todo el lugar, mas y mas mercenarios caían, victimas de las balas, pero eso no detenía su avance, por igual los ballesteros dispararon sus flechas hacia los enemigos, eliminando a mas de ellos.

Entonces, una gran bola de energía oscura se elevó por encima de los guerreros del abismo, todos le miraron asombrados mientras que esta era arrojada hacia la horda de enemigos, impactó y como si fuese agua de regó por todo el lugar. Derritiendo a todo lo que fuese hostil. Fue algo macabro y sorpresivo. Al final, no quedó ni uno.

-Vaya, eso fue anticlimatico.

Dijo Víctor el cual solo se limitó a cambiar el cargador de su fusil. A su lado Alexa veía todo confundida. Ambos se giraron topándose con el señor del abismo el cual sonreía satisfecho.

-¿Sorprendidos?.

Victor iba a decir algo pero un repentino temblor en el piso le detuvo. El temblor siguió y siguió, todos miraban a los lados confundidos, hasta que una casa fue derribaba de forma violenta, y entre los escombros emergía una pesadilla de seis metros de alto. Completamente hecho de hierro, portando un hacha del mismo material, un pequeño casco y un núcleo en su centro. Aquella maquina avanzaba hacia ellos. Ninguno de los tres podía creer tal cosa hubiese entrado al abismo.

-¡¡Golem de hierro!!.-Gritó uno de los piqueros.

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