Capitulo 10 "Si Encuentras Enemigos, Vas por el Camino Correcto"
20 de Marzo del 2016
Caracas, Venezuela.
Era un caluroso día en la capital venezolana. Era pleno medio día y las calles estaban, desbordadas de personas. Trabajadores, universitarios, obreros, agentes de policía, vendedores ambulantes entre otros. Los negocios estaban a toda maquina, atendiendo a la gran masa de personas que, hambrientas, abandonaban su trabajo en su respectiva hora de almuerzo. Muchos iban a puestos ambulantes de comida rápida. Otros iban a establecimientos como panaderías o restaurantes pequeños donde los almuerzos eran delicias.
Entre las calles abarrotadas de personas. Un vehículo 4x4 de color negro se detuvo, de ventanas polarizadas e intimidante aspecto. En la calle frente al vehículo estaba un edificio perteneciente a una compañía de productos alimenticios que, de forma muy conveniente, nunca se había opuesto a las políticas del estado y que milagrosamente siempre lograba evitar la quiebra. En la entrada habían guardias armados con pistolas, estos llevaban chalecos anti balas. Frente al edificio de la compañía alimenticia estaba un complejo de apartamentos abandonados, de aspecto decrépito, olvidado.
Dentro de ese edificio, un hombre subía hasta el último piso, vestía completamente de negro, desde sus botas hasta su camisa. Llevaba por encima un chaleco táctico negro, y su rostro era cubierto por un pasamontañas del mismo color. En su mano derecha colgaba un maletín metálico un poco largo. Sus pasos eran ligeros pero que, aun así, lograban hacer rechinar la madera ya gastada. Se detuvo frente a la puerta de metal, cubierta por un poco de tela de arañas, la abrió soltando un crujido y avanzó dentro del pasillo. Tras recorrer cinco habitaciones se detuvo en la sexta, entró. La habitación era un lugar deprimente lleno de polvo y tela de arañas. Las partículas del polvo podían divisarse en el aire.
Se agachó frente a la ventana, colocó con cuidado su maletín en el suelo el cual abrió con un elegante movimiento de dedos. Dentro, estaban las piezas de un fusil de francotirador. Cual rompecabezas, unió las piezas con velocidad y disciplina armándolo en medio minuto. Se giró colocándose de pie y movió lentamente la cortina roja de la ventana. Si alguien llegase a entrar en la habitación, lograría ver con facilidad las letras que indican la unidad del hombre.
-Aquí Águila, ¿me copias Cobra 01?.- Dijo en un suave susurro hacia su radio el Francotirador del SEBIN.
-Aquí Cobra 01, te copiamos fuerte y claro Águila.
El francotirador, detrás del lente de su mira telescópica, revisó la zona, desde la calle hasta las ventanas del edificio, buscando a algún sospechosos o francotirador enemigo. No avistó nada. Regresó la mirada a la calle. Vio como otras tres camionetas negras aparcaban cerca de la primera.
-¿Los guardias son considerados enemigos?.-Preguntó con voz raposa Águila por el radio.
-Hasta donde se nos informó, los guardias son amenaza posible, de todos modos, bajas colaterales son aceptables en esta operación. Puedes disparar Águila.
La mira de Águila se posó sobre la cabeza del primer guardia, su dedo se posó suavemente sobre el gatillo y tras respirar lentamente, disparó. La bala impactó de lleno en el cráneo, derribándolo en seco, el agujero no tardó en liberar el terrible líquido carmesí. El chasquido del cerrojo resonó en habitacion al igual que el repiqueteo de la bala. Fue tan solo unos segundos que tomó para que las personas cercanas comenzaran a huir despavoridas del lugar, entre gritos. Sin tardar, la unidad de comandos del SEBIN en cubierto salieron de sus vehículos en formacion, avanzado hacia el edificio con sus armas listas. El segundo guardia vio como los equipos avanzaban, su mano palpó le revolver antes de ser derribado por la potente bala del fusil de francotirador que le dio de lleno en el pecho. Los comandos a paso rápido subieron los escalones que daban a la entrada del edificio. Dos guardias mas salieron asustados por el estruendo armados con pistolas semiautomáticas, apenas vieron a los comandos alzaron sus pistolas solo para ser eliminados a rafagas por los reflejos de los agentes.
Con rapidez abordaron la recepción donde una secretaria asustada hacia bajo su escritorio. Uno de los agentes se encargó de sacarla mientras los demás seguían peinando la zona. Atravesaron los pasillos. Divididos en distintos equipos. Cobra 01 y 02 se encargaron de la zona derecha del edificio mientras Cobra 03 y 04 se encargaban de la izquierda. Encontrándose con grupos de civiles que huían despavoridos. Serian detenidos en la entrada por los equipos de refuerzo.
Cobra 01 y 02 habían subido a la 3ra planta, atravesando una zona llena de cubículos de trabajo, con rapidez, peinaban la zona. El equipo de Cobra 01 se encontró con un civil que huia, giró en una esquina de los cubículos cual laberinto y de forma violenta una ráfaga de disparos le atravesó el cuerpo arrojándolo contra el suelo, ensuciándolo con su sangre. El líder de Cobra 01 se detuvo y alzó la mano en un puño cerrado ordenando que se detuvieran, dictó otra orden de manos y avanzaron pegados a las paredes de los cubículos. Se detuvieron en la esquina, una rápida seña de manos, se asomaron los dos primeros de la formación uno agachado y otro de pie. Un grupo de 6 mercenarios les esperaban, abrieron fuego obligando a los comandos del SEBIN a cubrirse.
-Cobra 02, Aquí Cobra 01, tenemos mercenarios, necesitamos que les rodeen.
Estos mercenarios eran antiguos miembros de grupos como el FAES, BAE, DAI e incluso Fuerzas Especiales del ejército que, obligados a retirarse por edad y con han misera pensión, fueron obligados a ofrecer sus servicios de forma ilícita como paramilitares o mercenarios privados que, mayormente, cumplían misiones de tipo sicariato.
-Copiado Cobra 01, procedemos.
Los comandos de Cobra 02 avanzaron en divididos en dos tríos, el primer trio se encontró de frente con los mercenarios. Fue rápido, un intercambio de tiros donde las balas letales eliminaron a un operador de Cobra 02, de tres impactos en el pecho. Los mercenarios retrocedieron cruzando una esquina la cual daba a un pasillo con ventanas al exterior donde fueron flanqueados por el segundo trio de Cobra 02 que, precisos y letales, eliminaron a dos mercenarios con disparos en el torax. Los mercenarios regresaron el fuego eliminando a dos comandos mas del SEBIN donde solo uno de ellos alcanzo a cubrirse. Antes de poder retroceder Cobra 01 apareció por la retaguardia, disparando en ráfagas controladas los operadores del SEBIN eliminaron al resto de los mercenarios. Entonces, el silencio llegó.
-¡¡Mierda!!.-sonó por el radio de los operadores restantes.-Tenemos tres bajas.
Uno de los mercenarios, adolorido por los impactos de bala, pero vivo, movió su dedo palpando la textura de su pistola. Su mano había quedado cerca de ella.
-Llamen a un grupo forense del CICPC, ellos se encargarán de trasladar los cuerpos. Por ahora quedense con ellos.- Ordenó le líder de Cobra 01
Con movimientos lentos, los dedos del mercenario se enrollaron en la pistola. Sintió su agarre firme en el arma.
-Cobra 01, aquí Cobra 03, ¿me copian?
-Te recibimos Cobra 03.
-Hemos peinado la zona, pero no hemos hallado el objetivo pero, tenemos a un par de mercenarios bajo custodia.
-¿Bajas?.-preguntó con adelantada decepción.
-Ninguna, Señor.
-Excelente, trasladen a los detenidos al Helicoide.
Soltó el radio y se giró hacia sus hombres, vio como los restantes de Cobra 02 les cerraban los ojos a sus hermanos de armas. Era, frustrante ver eso ya que, eso, nunca debe de pasar, son una unidad táctica, las bajas no están permitidas. Si no hallaban el objetivo, les iba a caer una buena.
-¡¡Señor detras!!.
Apenas oyó el grito de advertencia, el líder de Cobra 01 se giro alzando su rilfe, topándose con la imagen de un mercenario ensangrentado, con rabia en sus ojos. Los comandos alzaron sus armas con gran velocidad a pesar de que todos se veía lento. El líder sintió un sudor frío recorrerle la espalda. Un zumbido tan tenue sonó, luego los vidrios reventaron en mil pedazos mientras que una bala de francotirador le atravesaba el cráneo matándole en seco, el cuerpo del mercenario disparó acertando en el techo, para desplomarse en el suelo.
-Aquí Águila, enemigo abatido.
Los comandos bajaron sus armas, la repentina tensión se esfumó para ser reemplazada por una pequeña paz llena de incertidumbre. El líder miró a sus hombres notando que faltaba uno de ellos. El líder de Cobra 01 notó un parche en el hombro de los mercenarios, era circular, con una calavera roja y detrás, un fondo negro.
-Señor.-Le llamó el hombre faltante. Se giró viendo al joven operador al final de una esquina.-Hay algo que debe de ver.
Regresaron a la zona donde los mercenarios les habían esperado, notando que en realidad ellos custodiaban una puerta metálica. Cerrada con contraseña electrónica. No tardó el líder de Cobra 01 en llamar a su experto en tecnología que hackeo la contraseña. La puerta se abrió con un chasquido electrónico. Entraron a una habitacion oscura con solo una luz de color verdosa proveniente del monitor del ordenador que allí había. Uno de los comandos encendió la luz dejando ver un sencillo despacho que, solo tenia de interesante la computadora.
-Haga su magia.
Con dedos rápidos en hacker entró y desbloqueó la computadora donde,tras unos minutos de búsqueda encontraron lo que buscaban y más, mucho más.
-Informen del hallazgo al Inspector Ortega. Misión cumplida muchachos.
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20 De Marzo del 2016
Alemania. Castillo del Abismo.
La noche gélida del abismo se mantenía impetuosa, ante una hermosa luz blanca artificial cual luna. Víctor observaba desde el balcón de su habitacion del castillo. Sus ordenes habían sido las de reposo al menos por seis días, aunque, en realidad, solo eran para no exponerlo demasiado al peligro que ya había dado la cara. Todos los días había estado recibiendo visitas nocturnas, muy puntuales, de su ya muy amiga, Alexa. Unos días habían compartido anécdotas acompañadas de un poco de café y como no, el pan dulce que ya se había convertido en vicio para la vigilante de cabello azul. El le relataba sus aventuras con el FAES y ella las suyas en la frontera.
Se habían vuelto cercanos, y eso despertaba en el, cierto sentimientos que no conocía. Cada día la veía como alguien más bonita, poco a poco era más difícil dejar de mirarle cuando hablaba o sonreía de lado. Eran sentimientos que él no conocía. Y que por el momento había decidido ignorar.
Una suave brisa acarició su rostro y él, cerró los ojos disfrutando de ello, como la caricia de una madre. Sonrió de lado al percatarse de algo.
-Y en tal vez unos treinta segundos...
El sonido hueco de la madera le hizo abrir los ojos y girarse hacia el interior de la habitación. Habían sido tres toques, los cuales se esperaba y que le alegraron la aburrida noche. Abrió la puerta, rechinando sus bisagras, ella le sonrió para luego mirar las bisagras y hacer una mueca.
-Deberias de pedir un arreglo para esa bisagra.-Soltó ella en tono burlón y jovial. Víctor solo se dedicó a negar con la cabeza antes de hacerle entrar, ella sin duda lo hizo.
Ella se sentó en el borde de la cama. El soltó un suspiro se giró y se acercó a ella. La chica de cabello azul notó cierto artefacto en su cintura.
-¿Ahora siempre llevas una pistola contigo?.- dijo ella con una sonrisita. El llevó su mano a la pistolera en su cintura.
-A veces, la mayoría de veces llevo la ballesta, es más, silenciosa.
-Nunca he oído el sonido de algún arma de esas.-Dijo ella llevando el dedo indice a su labio de forma inocente.-Siempre nos habían advertido, en el adiestramiento, que tuviéramos cuidado con los soldados Alemanes, su entrenamiento y armas los hacían letales en excelencia. Pero, nunca me he encontrado con ninguno.
Una idea abordó la mente de Víctor. Caminó hacia el ropero lo abrió y tras separar la ropa se agachó y sacó un largo fusil negro. Tomo otros cuatro objetos con forma de media luna, los colocó de forma tosca en los bolsillos de su pantalón, se vistió con una camisa negra sencilla. Se giró e hizo una seña con la cabeza hacia la puerta. Ella se levantó extrañada mientras el, mantenía su sonrisa. Atravesaron los pasillos en silencio, y tras unos treinta minutos acabaron en el patio trasero del castillo del abismo. Era una zona con arboles a forma de decoración. Cual parque, con suelo hecho de cemento para pasar entre los mismos. Aquel hermoso lugar era muy, muy solo. Víctor y Alexa se detuvieron frente a un árbol, a unos cuantos metros de el. Alexa le miró con extrañeza.
-Ahora, verás como suena un arma de fuego.-Dijo introduciendo un cargador con su característico click, y luego jalar corredera, introduciendo una bala en la recámara. Los ojos de ella se abrieron asombrados mientras una leves sonrisa aparecía en su rostro.
Victor se colocó en posición de tiro, con los pies firmes y un poco separados. Apuntó apoyando el rifle en su hombro. Lo sostenía por el cañón con su mano izquierda y con la derecha tenía control sobre el gatillo con un movimiento de dedos seleccionó le disparo semiautomático, cerró un ojo, apuntando con precisión. Su dedo, palpó el gatillo varias veces. Entonces disparó, el sonido de la detonación resonó por los árboles mientras el fusil elevaba el cañón un poco, producto del retroceso. Entonces, disparó de nuevo, tres tiros rápidos, entonces bajó el cañón. Alexa sonreia asombrada. En el árbol se veían los agujeros de bala.
-Es, asombroso.
-Cree en mí.- le dijo.-Con el tiempo deja de ser asombroso.
Configuró el arma en ráfagas, entonces, disparó, la ráfaga salió potente. Impactó en el árbol levantando astillas de los lugares de impacto. Ella soltó un "Wow" mientras él, cambiaba el fusil a modo automático. Apuntó y exhaló antes de apretar el gatillo disparando una andanada de las balas restantes, escupidas por el cañón con violencia destructiva. Los estruendos potentes del fusil resonaron por el bosque y el castillo. Hasta que se detuvo, dejando un silencio sepulcral y un cañón humeante. Ella se mantenía atónita. Como si hubiese hecho el mayor de los descubrimientos. Fascinada, soltó una leve exhalación.
-Es asombroso, destructivo, letal. Es, impresionante.-Dijo ella mirando el desastre que habían causado los impactos de bala en el árbol. Victor guardó el cargador y montó otro en el fusil.
-Si, bueno, con el tiempo deja de serlo.-Sonó el chasquido metálico del rifle al recargarse. -Como te dije.
Ambos se sonrieron, luego de ello regresaron a la habitacion de Víctor, con el único inconveniente de que, por el camino, los guardias les hicieron un breve interrogatorio. La noche fue tranquila, muy tranquila, Alexa se retiró horas después y Víctor, sin mas nada que hacer, se inundó en el mundo de los sueños, donde allí. Sumergiéndose en un descanso placentero, que, le serviria de mucho para lo que venia a continuación. No pudo evitar soñar con cierta chica de cabello azul que, a pesar de ignorarlo, despertaba sentimientos muy importantes en el, sentimientos que Aldrich percibió y que, no le gustó.
Mientras Víctor descansaba. El Señor del Abismo veía, desde los grandes ventanales de su sala del trono, la ciudad del abismo. La miraba y sentía orgullo, felicidad, alegría, al ver la ciudad estable, próspera. Sin amenaza alguna. Pero en el fondo, muy muy en el fondo, tenia una espina que le heria en su corazón. Sabia que esa felicidad en fondo era rabia al saber que, en los sectores bajos, la calidad de vida era, nefasta. Muchos le criticaban y recriminaban el ser un mal líder, que a él, no le importaba la vida de aquellos seres presas de la delincuencia y mafias, porque sí, incluso en un lugar como ese, las mafias existían. Ese cáncer que debía de ser extirpado.
-Ilusos.-Soltó con cierra rabia.-Todos unos ilusos, patéticos al tener que recurrir a la delincuencia como método de vida. Todos ustedes, criminales me dan asco.
Se giró, y decidió que beber un poco de agua fría calmaría el fuego de rabia en su interior. Caminó hacia la pequeña mesa donde yacía una copa de vidrio y a su lado una jarra de vidrio llena de agua con hielo. Se sirvió un poco y, mientras bebía del cristalino líquido pensó.
-Victor será una pieza clave, el será mi mejor ficha de ajedrez en esa batalla que pronto libraré con la lacra que habita aquí. Solo necesito que tenga un poco mas de experiencia. Solo un poco más.
Se terminó la copa, el liquido frío le había calmado el ardor en su garganta a causa de esa rabia. Se sirvió otro poco mas de agua pero, esta vez, solo dio un sorbo. Caminaba en círculos por la sala, agitando levemente los hielos en la copa.
-He tratado, ¡lo he echo de verdad!.-Se dijo a lo que, dio otro sorbo.- la guardia, eliminó dio frente a los criminales, mas nunca pudo con la mafia, la vanguardia luchó apoyada por los soldados oscuros y, tampoco.-Apretó sus dientes.-Hice todo los que pude a su tiempo. ¡Lo hice!.
Gritó mientras arrojaba el vaso hacia una de las paredes, destrozándolo y regando el agua por el suelo, respiraba agitado, como un toro colérico. Sus músculos estaban tensos, sus colmillos al aire y sus ojos, con un color escarlata, brillantes, tanto que cualquiera que le viera a los ojos podría quedar encandilado. Gruñó, frustrado.
-La gente.-Se dijo.-Siempre hablará sin saber la realidad, criticarán, sin saber como o por qué pasaron las cosas, ellos solo les importa que todo salga bien. Así que.-Una sonrisa se dibujó en su rsotro. Escondiendo la ira que yacía en el.-Les daré algo que saldrá muy bien.
Se giró hacia el ventanal, se acercó a el y con delicadeza, posó su mano sobre el cristal. La ciudad, desde allí, era hermosa, una vista de lo mas envidiable.
-Ya lo verán, todos ustedes mi gente, ya lo verán. Y tú, Víctor, vas a traer la paz al abismo.
La pregunta, de mayor importancia en ese momento, era la siguiente. ¿A que precio, llegaría la paz en el abismo?.
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21 De Marzo del 2016.
Caracas, Venezuela, Helicoide Sede Del SEBIN.
Adentrado en las instalaciones del SEBIN en el helicoide. Un grupo de hombres pertenecientes a distintos cuerpos de seguridad mantenían una reunión muy importante y que se mantuvo en el mas alto secreto. Ni siquiera el mismo presidente sabia de dicha reunión. El motivo era que, aquellos que se habían reunido, no confiaban en el corrupto presidente. Eran miembros altos de la Policía Nacional, CICPC y del SEBIN. Incluido en ella capitanes de sus grupos especiales. Entre ellos decidían que hacer a continuación.
La sala donde se estaba llevando a cabo la reunión era un pequeño cuarto cuadrado, algo sofocante y que tenia el espacio suficiente para na exacta cantidad de personas presentes. El cuarto se mantenia oscuro, a pesar de contar con buena iluminación, la único luz provenía del proyector de vídeo que, sobre la pared mantenía desplegada una imagen. El lugar era frío gracias al eficiente aire acondicionado.
El inspector Orteaga dio un paso al frente, iba vestido con un traje negro. Se colocó a un lado de la imagen del proyector, entonces, todos los presentes guardaron silencio. Él, se aclaró la garganta.
-Muy bien, caballeros, hoy nos hemos reunido aquí para idear un plan que nos ayude a eliminar una amenaza, una amenaza muy grande.- su mirada se paseaba entre todos los presentes.-Como ya saben, en el ultimo operativo nuestro exterminador se encontró con algo que, aunque la mayoría había sido advertida de su existencia, nadie se había encontrado.
Suspiró, la imagen en el proyector cambió. Un ser de ojos rojos, colmillos alargados, uñas largas y extensas alas negras se veía en ella. La mayoría abrió sus ojos asombrados y los otros, se mantuvieron serenos.
-Un vampiro, al parecer este ser, es el responsable de múltiples crímenes a lo largo del país. Mayormente en tres estados. Caracas, Carabobo y Lara. Su nombre es Émile Lauret. Claro ese es en nombre de su apariencia humana. Ahora.-Orteaga carraspeo aclarando nuevamente su garganta.
La imagen del proyector cambio. En ella se veía la primera plana de un periódico la cual ponía "Comandos del SEBIN allanan edificio de compañia alimenticia" y debajo una foto donde se veía a varios miembros del grupo fuera del edificio.
-Como ya saben, ayer varios equipos de la Dirección de Acciones Inmediatas allanó cierto edificio que, como tapadera, era de una compania de productos alimenticios. Tras una larga investigación se dio con el detalle de que dicha compañía no existía, por ende obtuvimos el permiso para la operación. Durante la operación.-La imagen cambio a un logo de una calavera roja con un fondo negro en el fondo.-El grupo delictivo conocido como Los Calaveras Rojas tenia un grupo de mercenarios allí. No sabemos que tipo de relación tienen en todo esto pero ya se han llevado a cabo labores investigativas. Al final de la operación los equipos se encontraron con un objeto muy valioso, un ordenador donde yacía información crítica para nuestra misión.-la imagen cambió, esta vez a un edificio corporativo, ahora era la sede de una compañía de teléfonos. A su vez varias casas y un par de mansiones en zonas lujosas de distintos estados se mostraron.
Las miradas curiosas de los diferentes hombres presentes no se hicieron esperar. Muchos sonreian satisfechos con lo encontrado, otros se mantenían serios, analizando con cabeza fría la información presentada. Joel, entre ellos, veía con suma atención la foto del edificio.
-La información adquirida a través de correos, nos dio a conocer la localización del vampiro y de varios cómplices, aunque no sabemos si los calaveras rojas seguirán metidos en todo este asunto o, si simplemente les habían pagado para asegurar ese edificio. - Orteaga guardó silencio,entonces Joel se puso de pié.
-¿Y como vamos a proceder? Digo, tenemos toda esa información, deberíamos de usarla para eliminar o arrestar a los implicados en esto.
Orteaga le miró, con sus ojos café claro.
-Usted y un equipo del FAES junto con su exterminador asaltaran el edificio corporativo ya que allí, hasta donde tenemos entendido se encuentra el vampiro. Los demás grupos entre BAE y el FAES asaltaran las otras localizaciones. Tienen órdenes de arrestarlos pero si se resisten pueden usar fuerza letal. Sus comandantes ya tienen las ordenes dictadas. Bueno señores.-Todos los hombres se pusieron de pie.-Pueden retirarse.
Joel abandonó el cuarto de reunión. Y mientras atravesaba los pasillos su mente se imaginó como, en poco tiempo, el avispero iba a alborotarse, esperaba que el cazador estuviera plenamente recuperado porque, por mas estúpidos que parezca, ese joven es la única opción para eliminar a ese vampiro. Y también sabía que, cuando empiecen los asaltos, será un boom a nivel nacional. Lo cual, pondría en alerta a los distintos grupos delictivos.
Todo se complicaría mas adelante.
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23 de Marzo del 2016
Frontera del Abismo. Alemania.
Las flechas impactaron con violencia sobre la roca en la que ella estaba apoyada. A cubierto, con los dientes apretados y los músculos tensos. Alexa aferró su mano a su mangual. Mas flechas impactaron rompiéndose contra la gran roca. Se preguntaba si la estarían rodeando. Miró alrededor, a aquel terreno plano y gris, vacío con un cielo oscuro adornado por unas pocas formaciones rocosas. Alexa salió dispuesta a avistar a sus atacantes, varias flechas le rozaron inclementes y letales. A lo lejos vio a un grupo de varios hombres formados en fila. Detrás estaban otros pocos. Hilos azules eléctricos recorrieron su brazo hasta sus dedos, le dio forma de lanza y la arrojó con fuerza, voló con rapidez e impactó letal en el pecho de un arquero explotando en un destello azul que se encadenó a otros tres y eliminó al resto chasmuscandolos con la explosión. Al final solo quedaron restos carbonizados y humeantes.
Mas flechas volaron hacia ella, otro grupo de merodeadores avanzaba rápido acompañado de guerreros armados con simples espadas y armaduras. Alexa preparada para combatirlos cuerpo a cuerpo, les esperó. Pero no contó con la ayuda de un aliado imprevisto.
Los arqueros dispararon, las flechas iban directas a por Alexa, ella antes de poder correr vio con asombro como una pared de masa negra se formaba frente a ella. Las flechas se rompieron al impactar sobre esta. Miró a su derecha, la figura de Aldrich Vanguardia del Abismo estaba a su lado. Era el quien había levantado aquella pared.
-¿Me extrañaste pequeña?.-Dijo con su característico tono burlón y coqueto que solía usar con todas las féminas. Ella solo sonrió.
Otra descarga de flechas chocó contra la pared. Entonces Aldrich deshizo la pared dejando ver al grupo de mercenarios mas cerca. Ella preparó su mangual mientras él, el se mantenía sereno y sonriente frente a los enemigos. Ella no entendió aquello. Podría ser un vanguardia, muy poderoso y todo pero, nunca se debía de confiar nunca. Fue cuando una serié de detonaciones seguidas, pequeñas explosiones rítmicas que quebraban el ambiente sonoro del abismo. Los mercenarios cayeron al suelo, abatidos mientras la sangre salía de pequeños orificios en sus armaduras. Ella se giró hacia atrás. Victor venia cambiando, llevaba su capa negra raída, la cual era agitada por la brisa, dejando ver parte sus piernas y sus botas negras. Llevaba la capa como capucha en la cabeza y, en su rostro, su media máscara de calavera. Entre sus manos llevaba su fusil AK103. Se detuvo junto a ellos.
-Bueno, parece que los merodeadores no están listo para enfrentar este tipo de armas.-Soltó apuntando a los arqueros.
La mira se posó sobre la silueta de uno de los merodeadores. Palpó el gatillo antes de disparar, eliminándolos con precisión, en ráfagas cortas. Entonces, el silencio de cementerio volvio al lugar. Victor decidió avanzar hacia los cuerpos mientras Aldrich hablaba con Alexa.
-Ya decía yo que habían estado muy calmados.-Soltó Aldrich. El lugar era frío hasta en punto de que vaho salia de sus bocas al hablar.-¿Que pasó?.
Ella suspiró con pesadez.
-Estaba de patrulla. Me posé sobre una roca grande y vi al grupo de merodeadores los cuales me habían visto por igual. Al final acabaron por rodearme, obligándome a cubrirme tras la roca. Salí a enfrentarlos y el resto es historia. Y ustedes, ¿Como supieron que estaba en peligro?
-Casualidad. Víctor quería por lo menos salir a patrullar hoy, así que eso hicimos para matar el tiempo, solo que no esperábamos matar de verdad.-El soltó una risa un tanto malvada.-En fin, Joel, el hombre con el que Victor trabaja en el mundo humano le cedió unos, ¿Como era? Ah, si, binoculares. A lo lejos vio como cierta chica.-Aldrich le miró de pies a cabeza con aquella sonrisa pícara.-Estaba en peligro.
-Que casualidad. ¿podrías dejar de mirarme así?.-Pidió algo cohibida.-Es incómodo.
-Claro.-El desvío la mirada hacia Víctor, el regresaba hacia ellos.
El Cazador se detuvo frente a ellos. Sus ojos rojos brillaban resaltaban entre tanto negro en su cuerpo. Era un contraste bastante único que le hacia resaltar. Retiró el cargador y colocó otro lleno. Entonces habló.
-Sabia que era demasiado bueno para durar. Parece que esta pequeña avanzadilla logró pasar a los vigilantes del exterior. Que suerte que nosotros les detuvimos.-Victor se quitó su capucha y su máscara dejando ver su rostro. Un cabello un poco largo acompañado de un mechón blanco se dejo acariciar por el viento.-Saben, si hiciéramos el esfuerzo de darles este tipo de armas a todo el ejército del abismo, tendríamos una gran ventaja.
Alexa y Aldrich compartieron una mirada. La idea no era mala, pero iba en contra de las tradiciones y el pasado de los guerreros del abismo. Esa, era la razón por la cual el ejército del abismo no se había modernizado ni profesionalizado.
-Es una idea arriesgada y complicada Víctor. Pero, no es mala en absoluto.-Los ojos negros de Aldrich chocaron con los de Víctor.- Pero será no, por el momento.
Una figura negra apareció detrás del cazador, los tres presentes se alarmaron, Víctor se giró apuntándole. Aldrich desenfundó su espada y Alexa se aferró a su mangual. Los tres se mantuvieron tensos, hasta que sus alarmas bajaron al ver que aquella figura no era otro que en mismo Señor del Abismo. Los tres bajaron sus armas.
-Victor, Aldrich, los estaba buscando.-Dijo con voz ronca, entonces, su mirada viajó por el lugar viendo los múltiples merodeadores muertos, entonces esa mirada carmín cayó en Alexa.-Joven Alexa, buen trabajo. Puede descansar por hoy. Ustedes dos.-Su mirada cayó con rapidez en ambos hombres.-Al castillo de inmediato.
El Señor del Abismo desapareció. Aldrich suspiró antes de convertirse en humo, volviéndose uno con Victor. El joven miró a Alexa, le sonrió tímido antes de encogerse de hombros y desaparecer en una espesa nube de humo. Ella suspiró y emprendió su camino hacia el cuartel mas cercano. De verdad quería un descanso.
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23 de Marzo del 2016
Lara. Barquisimeto.
En una pequeña habitacion de un apartamento. Un grupo formado por cuatro hombres y tres mujeres hacían distintas actividades en el pequeño espacio. Eran adolescentes, entre todos de unos 15 años. La líder de ellos era una joven de cabello castaño el cual descendía hasta en degradado hasta ser de un amarillo intenso. Ella, estaba sentada sobre un sillón leyendo la primera plana de las noticias.
-Comandos del SEBIN allanan edificio de compañía alimenticia.-Leyó en voz alta. Todos dejaron de prestarle atención a lo que hacían para darle esa atención a ella. Ella prosiguió.-A las Doce y treinta de la mañana, un grupo de comandos del servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, SEBIN, allanaron un edificio de una presunta compañía alimenticia. Tras enfrentarse a los guardias y un grupo de mercenarios, los cuales se rumorea que pertenecen al grupo delictivo conocido como los calaveras rojas, los comandos encontraron información que involucraban al edificio en hechos delictivos, haciendo de tapadera para el lavado de dinero. Varios trabajadores se encuentran bajo custodia sometidos a interrogatorios. Poco mas se conoce al respecto.- ella tomó aire y sonrió, aquello le parecía un circo muy bien montado. Detrás de todo ello se ocultaba una verdad peor
Francisco, un joven de piel morena y ojos castallaño con cabello negro soltó una risa. Ángel y Roman, otros dos jóvenes de un color de piel casi igual sonrieron.
-Esos tipos si que hacen espectáculos solo para ocultar la verdad.-Dijo con burla.
Loreannis, la líder de cabello de puntas amarillas bajó le periódico y lo arrojó lejos. Suspiró.
-Creo que hemos estado inactivos por demasiado tiempo.
Angélica, una chica de piel blanca, cabello castaño y ojos marrones claro le miró con el ceño fruncido.
-Na'Guará.-Soltó con desgano, usando aquella palabra coloquial del estado.-Solo fueron tres meses.
-Si, solo tres meses y ya tenemos un problema con un vampiro.- Dijo con amargura Ronald, un chico bajo de piel un poco tostada, ojos marrones oscuro y de cabello negro.
-Pero apenas y hemos podido descansar.- Se quejó Yeanliz, una joven con rasgos asiáticos, de piel clara y con un cuerpo atrayente.
-¡Ya!.-Ordenó Loreannis.-No es nuestra culpa tener que seguir la labor de nuestros padres, pero es los que nos ha tocado. Por lo menos contamos con su ayuda en forma de información. Pero eso nada más. Además de eso tenemos el otro problema.
El silencio se envolvió en la sala. Como una serpiente que de enrolla en su víctima inclemente. Todos conocían el problema del cual había sido advertido el padre de Loeannis, ex policía nacional. Problema el cual habían decidido ignorar. Al ver que nadie se animaba a hablar, ella lo hizo.
-El antiguo enemigo de nosotros, Los Protectores. Un Cazador del Abismo. Que este trabajando bajo insignia del FAES no es cosa buena. Si es así. Podemos deducir que el Señor del Abismo ha echo algún trato con el presidente lo cual hace al cazador. Intocable.-Ella cerró los ojos algo molesta por ello.
-Y si el Cazador tiene ayuda del gobierno, ¿Por qué aun no ha intentando nada contra nosotros?.-Preguntó Francisco, cruzándose de brazos. Todos le miraron, su pregunta era un factor muy importante. Ambos bandos era enemigos a muerte y aún así, no habían intentado nada contra el otro.
-Puede que no le hayan informado de nuestra existencia.- respondió poniéndose de pie, estirando sus agarrotados músculos. Ángel, le miraba sombrío y susurró algo que, era una realidad.
-O puede que simplemente no les importe revivir una antigua guerra que al final es estúpida.
-Como sea, es hora de que los protectores vuelvan al ruedo. Con apoyo del gobierno o no.-Sentenció Loreannis con dureza.
Lo que ellos no sabían era que la amenaza era mayor que un simple cazador.
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