Mi nombre es Edgar, tengo 21 años y estoy escribiendo la historia de Joseph, mi amigo y compañero de taller donde reparamos bicicletas.

Él es conocido generalmente por ser muy inteligente e ingenioso en encontrar respuestas a enigmas e investigar casos sencillos como también complejos.es una joya.

Yo no tengo mucho protagonismo en ésta historia, solo decir que tengo una buena memoria y que él me lleva para acompañarlo siempre a sus cuestiones y para recordarle a detalle de las cosas.

Joseph tiene 18 años y vive en la ciudad de Milagro oriundo de ésta misma ciudad polvorienta en las calles 10 de agosto y Chile, en una casa humilde que se levanta a la salidas del pueblo, eso es al norte de la ciudad.

La historia comienza en el taller donde nos encontrábamos trabajando un día martes en la tarde del 1992, Joseph se encontraba terminando sus tareas de la Universidad, eran sus primeras semanas después de la graduación en su colegio Velado Ibarra. Mientras teníamos tiempo libre aquel día sin clientes, entonces un hombre tocó la puerta del taller.

Escuché la voz de un hombre decir,

- "Joven Joseph". Mi nombre es Dr. Castro. Necesito su ayuda.

Vestía muy formal y un poco elegante, sus zapatos brillaban y denotaba clase en su forma de hablar. Podría jurar que tenía su propio modista o sastre que le confeccionaba su atuendo de abogado.

-Entre (dijo Joseph) - ¿Cómo puedo ayudarle?

Entró furtivamente quitándose el sombrero café que tenía y sentandose en una silla cerca de Joseph, dijo:

-Tengo una historia muy extraña que contarle joven Joseph. Mi historia es muy rara, talvez no me lo creerá.

Movía con inquietud los dedos de sus manos en el sombrero buscando atención en Joseph como su respuesta.

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Nota del autor

Éste primer capítulo es un abreboca, la antesala de lo que va a ocurrir más adelante.

Les agradezco por todo su apoyo y sus comentarios. 🤗
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