
38. Un año de aquel verano
📅 PRINCIPIOS DE JULIO
📅 6 MESES DESPUÉS
- ¿Y porqué no puedo ir yo también? jo, nunca me dejáis hacer nada - el pequeño Izan cruzó sus brazos protestando airadamente, muy en desacuerdo con la decisión de su hermano.
- Izán. Deja que Brahim vaya solo a recoger a su novia, ¿no querrás estar delante cuando se la coma a besos? -Olga intentó convencerlo para que el pequeño no se enfadara.
- Uy, no mamá Olga, que asquito -Olga sintió un pinchazo en su corazón al escuchar al pequeño Izán llamarla así.
Llevaba haciéndolo un par de meses y no se acostumbraba. Levantó sus ojos para encontrarse con la de Brahim que la miraba divertido.
- ¿De qué te ríes petardo? -le dijo ella poniendo sus brazos en jarra, pues sabía perfectamente lo que él chico le quería decir.
- Ya lo sabes. Bueno, pues aquí mi glotoncilla ya ha terminado -Brahim se puso a Belinda en el hombro y la pequeña emitió un sonoro eructo haciéndolo reir. Adoraba a esta niña. Desde que la había visto nacer se había convertido en su persona favorita del mundo, y le encantaba cuidar de ella.
- Anda, dame -le pidió Olga, señalando a la pequeña de la casa-Voy a ver si se duerme antes de que venga Lu.
Brahim le tendió la niña a Olga y se levantó de su silla mirando la hora.
-Me voy ya. No quiero encontrarme caravana -le dijo él dándole un beso en la mejilla a Olga y otro a su hermano- pórtate bien que si no le digo a Lu que no te dé tu regalo.
- ¿Lu me ha traído un regalo? .-le preguntó Izan mirandolo con emoción
- Siempre te trae algo, ya lo sabes. Bueno, ahora nos vemos -dejó un beso en la mejilla de su hermano y se dispuso a salir de la cocina.
- Ten cuidado, Brahim -le dijo Olga meciendo a la pequeña Belinda.
Brahim asintió con su cabeza y salió de la casa. El coche de Olga estaba aparcado justo en la puerta. Lo rodeó y lo abrió sentándose en el asiento del copiloto. Arrancó y se puso rumbo al aeropuerto de Málaga.
Lucia terminó hace dos días los exámenes. Íba a pasar todo el verano en Arroyo Laurel, aunque Brahim le tenía preparada una sorpresa. Bueno, el regalo era de Fran y Olga. El chico había tenido una nota muy buena en la EBAU y ellos le habían regalado unos días de vacaciones, para que se fuera con Lucía a San José, en Almería. Estaba emocionado. Era la primera vez que se iba fuera y tenía muchas ganas de poder compartir esos días con ella.
Brahim llegó según lo previsto al aeropuerto. Después de dejar el coche en el parking, entró buscando la terminal por donde aparecería su novia. Tenía muchas ganas de verla. Llevaban más de un mes sin verse. Los dos tenían exámenes y Brahim la prueba de acceso a la Universidad. Desde Navidad, habían intentado verse por lo menos un par de veces al mes, incluso Lucía había pasado las vacaciones de Semana Santa en Arroyo Laurel. Así que ahora después de tantas semanas, se íban a coger los dos con muchas ganas.
Se sentó en un asiento esperando que anunciaran el aterrizaje del vuelo de Lucía. No tuvo que aguardar mucho. Un cuarto de hora después, Brahim esperaba impaciente en la puerta por donde ella tendría que salir. Lucía se hizo de rogar un poco. Pero cuando la vio sintió que todos sus sentimientos por ella se habían multiplicado de nuevo por mil.
Lucía arrastró su maleta buscando a su novio. En cuanto lo vió salió corriendo y se arrojó a sus brazos mientras los labios de ambos se buscaban desesperados.
- Joder, Lu. Te he echado tanto de menos -sentirla de nuevo entre sus brazos, esa sensación de que ella le pertenecía, de que él también era suyo, hizo que todo su corazón latiera muy deprisa.
- Yo también te he echado de menos -le dijo ella sin soltarse de su cuello- este mes se me ha hecho eterno, Brahim.
Él la separó de sus brazos y recorrió con sus dedos sus mejillas sonrosadas. Rozó sus labios unos segundos y se perdió en su mirada. Le dió una sonrisa y la atrajo de nuevo a su cuello respirando su aroma a cítricos.
- Ya estás conmigo, Lu. No pienso dejar que te separes de mi en todo el verano -le aseguró él perdiéndose entre la curva de su cuello.
Lucía abrazó a su novio y no lo pudo evitar. Empezó a sollozar desconsolada. Sus pequeños hombros se agitaban al compás de sus lágrimas, desconcertando a Brahim. Él la separó de su cuello bastante preocupado por su chica.
- Lu, ¿qué pasa?¿porqué lloras mi amor? -Brahim no entendía porqué de pronto ella lloraba. Estaba aquí. Juntos. Tenía que ser por otra cosa.
- Mi padre...mi padre...
- ¿Le pasa algo a tu padre, cariño? -sus ojos canela estaban anegados de lágrimas. Ella casi no podía hablar de la tristeza tan grande que tenía. Lucía guardaba un secreto desde hacía unas semanas y con tal de no preocupar a sus tíos ni a Brahim, había callado todo este tiempo. Hasta que ya no pudo más
- No, no le pasa nada -le aseguró ella intentando controlar unas lágrimas que llevaba mucho tiempo conteniendo.
- ¿Entonces? ¿qué es Lu?
- Mi padre. Se va a vivir a Florida...y... quiere que me vaya con él...
📅 MÁS TARDE
- No puede obligarte a irte, Lu -su tío Fran apretó los puños mirando la cara desencajada de su sobrina. Si ahora mismo tuviera delante a su cuñado, le diría aun par de cosas.
Acababa de contarle los "planes" de su padre y de Marcela. Al parecer la empresa donde trabajaba, tenía una vacante en Florida y su novia le había convencido para aceptarla. Y ya estaban preparando la mudanza. La casa donde vivía Lucía estaba a la venta y al parecer ya tenían hasta un comprador y todo.
- No, no puede. Pero si no lo hago, no me paga la carrera y me quedo en la calle. Si es que ni casa voy a tener -Lucía empezó a llorar mientras Brahim la sujetaba por los hombros. Le dolía muchísimo verla sufrir a causa del egoísmo de su padre.
- Si tienes casa, Lu -le dijo su tía categórica- ésta es la tuya, cariño,
- Gracias...lo sé...pero... -ella dudó antes de hablar, presa aún de los nervios- jolines, que no quiero que me paguéis la carrera también, que bastante tenéis aquí con 3 hijos.
- Cariño, donde comen 5 comen 6 -le dijo su tía acariciando su pelo. Fran miró a su sobrina y apretó su mandíbula cabreado, muy cabreado.
- Lu ,cariño -le dijo su tío poniéndose enfrente de ella- ¿tu padre no te ha dado tu fondo fiduciario?
- ¿Mi qué? -le preguntó ella muy sorprendida. Era la primera vez que escuchaba hablar de un fondo.
- ¡Joder! Me cago en la puta madre de tu padre -dijo Fran dando un puñetazo en la mesa que los sorprendió a todos.
- Fran, no digas palabrotas jolines -le dijo Olga mirando como Izán veía los dibujos en la televisión, ajeno al drama.
- Lo siento, lo siento -dijo él pasando su mano por su pelo, intentando tranquilizarse cuando no podía hacerlo.
- ¿Me explicas eso del fondo? Porque me estoy quedando un poco alucinada -le preguntó Lucía cada vez más confundida.
- Mis abuelos tenían tierras cerca de la zona de Villanueva del Rosario y de Antequera, cuando ellos murieron mis padres las fueron vendiendo y pusieron el dinero en una cuenta, la mitad para mi y la otra mitad para tu madre, y la parte de tu madre es tuya , Lucia. Cuando ella murió dejó en su testamento que tú podrías recibir ese dinero al cumplir los 18 -las palabras de tío Fran causaron mella en todos los presentes, sobre todo en Brahim, que temía por como se lo tomaría su novia.
- Espera -le pidió una enfadada Lucía llevándose las manos a la cabeza- tengo dinero y no lo sabía...
- Tu padre si lo sabe. De hecho nos peleamos porque tu madre dejó en su testamento que yo fuera el albacea de esa cuenta y él quería serlo también -con cada palabra de Fran, Lucía sentía que su padre la engañaba cada vez mas.
- Y de paso quitarte la pasta -le dijo Brahim con ironía.
- ¿Y porqué no me lo dijiste, tío? -le preguntó Lucía bastante molesta con toda la situación.
- Porque pensaba que al cumplir los 18 tu padre te lo diría. De hecho él sabe en que banco está la cuenta y todo. Joder, Lu, que pensé que estabas cogiendo dinero ya para la carrera.
- Ay, dios -Lucía se levantó llevándose las manos a la cara- joder, que me ha dicho que cuando nos vayamos a Florida tengo que firmarle unos papeles de no se qué,
- ¡Ni se te ocurra! -le dijo Fran alzando la voz,
- Desde luego que no -dijo Lucía resoplando. Miro a Brahim y él le sonrío intentando tranquilizarla- pues nada, a Florida se va a ir, con perdón, su puta madre.
📅 POR LA NOCHE
Lucía salió al jardín buscando a Brahim. Lo encontró sentado en el césped mirando hacia las estrellas. Ella llegó y se sentó entre sus piernas mientras él la abrazaba. Sentir sus brazos que la rodeaban era la calma que necesitaba en estos momentos.
- ¿Todo bien? -le preguntó él mientras besaba una de sus mejillas.
- Todo bien. He abierto una cuenta en otro banco y he hecho un traspaso de todo el dinero a esa -Lucía acababa de llegar con su tío desde Málaga, pues esa tarde abrían ahí los bancos y por suerte, pudo hacer todo el proceso para disponer de su dinero.
- Ves como al final eres una "niña pija" -Lucía le dió un codazo a Brahim y reposó su cuerpo en su pecho. La respiración de su novio le cosquilleaba en la mejilla mientras ambos miraban hacia el cielo.
- Lu -llamó él su atención mirándola de una forma algo nerviosa, pues quería decirle algo y se le alteraba el corazón solo de pensarlo.
- Dime, amor.
- He estado pensando...y... bueno, sólo si tú quieres, me podría ir a estudiar a Madrid y así estaba más cerca tuya -Lucía sintió que la garganta se le secaba y que le faltaba el aire. Se le aceleró el pulso y el corazón le empezó a latir muy deprisa. Se dió la vuelta mirando a Brahim mientras tragaba saliva con fuerza.
- Si, si que quiero -le dijo ella sin tener que pensarse absolutamente nada.
- ¿De verdad? -le preguntó él sin poder creerse que ella aceptara tan rápido.
- Oh, si Brahim. Joder, que yo no me quiero separar más de ti. Que te echo de menos a cada minuto de mi vida. Quiero que estés conmigo, amor.
- Yo también quiero estar contigo,
Brahim levantó su mano y acarició muy despacio la mejilla de su novia. Se acercó lentamente y dejó un beso en la comisura de sus labios mientras volvía a deslizar sus manos por su cintura y la atraía hacia su pecho.
- Ya hace un año que nos conocemos -le dijo Brahim susurrando en su oído- un año ya que me cambiaste la vida Lucía María,
Ella se apartó un poco de él para mirarlo a los ojos. La poca luz que había le dejaron ver como sus ojos brillaban mientras le hablaba.
Lucía era la persona más importante de su vida.
Era su todo.
La que empezó siendo su amor de verano para acabar convirtiéndose en el amor de su vida.
- Te quierom Brahim -le dijo ella besándolo de nuevo. Sus labios acariciaron los suyos muy despacio saboreando su lengua y perdida en las caricias de sus manos en su espalda- te quiero desde la noche que saltaste por la ventana de mi cuarto,
- Al final te enamoraste de mi, Lu -le dijo él con una traviesa sonrisa.
- Al final nos enamoramos los dos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro