Era difícil de aceptar, de comprender él por qué lo ocurrido entre los dos, Atena sólo podría mirarlo con total desilusión que Manigoldo y Albafica hayan destrozado gran parte del coliseo de entrenamiento.

Anteriormente.

El caballero de Piscis día tras día procuraba no solo vigilar su templo sino que también cuidaba en todo momento a Minos de Griffo e incluso del mismo Manigoldo que en varías ocasiones discutían por lo mismo.

Todos los caballeros, el patriarca y Sasha descansaban durante días sin ninguna señal de Hades aún pero no era motivo para bajar la guardia. Cada quien entrenaba con su compañero pero nadie ni la misma Atena podría creer que dos de sus guerreros se estén atacando hasta tener heridas graves, Shion y Aldebarán detuvieron a Manigoldo por más que esté se intentará liberar.

- Es suficiente, ustedes dos se irán ya mismo a recibir su castigo y no me importará sus excusas.

- Pero maestro, la culpa la tiene ese infeliz que no tuvo mejor idea que traer al enemigo y poner en riesgo la vida de Atena.

- Eso no es asunto tuyo, no te metas en dónde no te llaman Cancer y no te voy a permitir que le vuelvas a poner una mano encima.

- Oh vaya, Un caballero dorado enamorado de una cucaracha.

Manigoldo reía ante lo que escuchaba, su sangre empezó a hervir antes de que Albafica dijera algo de lo que talvez se arrepienta después, el caballero de Cancer logró liberarse para volver a pelear pero fue llevado a la fuerza por su maestro Hakurei al recinto del patriarca junto a Sasha.

Minos y Aiacos se fueron al templo de Piscis para curar las heridas de su cuerpo mientras tendría que aguantar las bromas de su compañero.

- ¿Por qué no dejas de molestar y ve a traer vendas?

- ¿Porque no admites que también te gusta Albafica?

Minos suspiro con gran pesadez, quizás su amigo tenga razón, desde ese día se enamoro del caballero de las rosas sin importar que fuese a desobedecer a su señor Hades del cuál ahora sólo deseaba acabar con el y principalmente a Thanatos por todo el daño. Una vez que se recupere por completo planeaba ir al Inframundo y eliminar a quien se le atraviese en el camino.

En el recinto, Hakurei castigo severamente a Manigoldo por atacar a uno de sus compañeros y no respetar las órdenes de su Diosa, aquel hombre de cabellos plateados desde que trajo Manigoldo al santuario para ser un caballero, esté mismo nunca se separaba de Albafica por más que se consideraba un peligro a causa de su sangre siempre estuvo a su lado. El saber que no era correspondido era un verdadero dolor que tarde o temprano tendría que superar.

El caballero de Cancer fue custodiado por Kardia y Degel antes de que se le ocurriera seguir peleando con el Pisciano quien aún era curado por Minos.

Los demás días parecían de los más tranquilos, Sasha pensaba una y otra vez que planes tendría su hermano Alone, por más que ahora Hades controlaba su cuerpo de una forma u otra lograría salvar a su pequeño hermano.