Román (10 horas antes de la desaparición de Misha)

Misha: Ey, Román! Qué tal?

Yo: Misha?

Yo: Hola!

Misha: Oye quería hacerte una pregunta

Yo: Dime

Misha: Es que creo que tienes una cosa mía

Misha: La estaba buscando porque no la he necesitado hasta ahora y no hay forma de encontrarla

Yo: No creo tener nada tuyo

Misha: Es una pulserita muy mona de florecillas pequeñitas plateadas con bolitas negras en el centro de la flor

Misha: Seguro que algún día la metí en alguna chaqueta tuya o algo

Yo: Lo dudo mucho, Misha

Yo: Si lo que quieres es volver a ligar conmigo dilo así, pero no inventes tonterías de esas que nadie se las cree jajajaja. Quieres volver conmigo, es eso, no?

Misha: Para qué voy a querer ligar contigo? No hijo, no. Y mucho menos volver!

Yo: Tú te lo pierdes

Yo: o bueno, mejor no jajajaja

Yo: Porque ya no tengo interés en ti, fíjate tú

Yo: Así que da igual lo que intentes conmigo, que no vas a conseguir nada ajajaja

Yo: Búscate a otro que se crea el cuento de la pulsera, así puedes añadirlo a tu colección de novios

Yo: Y seguro que se cansa de ti pronto, porque eres demasiado aburrida

Misha: Todo esto porque te escribo porque busco mi pulsera y no con otras intenciones? Vaya, vaya Román...

Yo: ajajaja

Yo: Ya quisieras tú que fuera así, pero me das igual

Yo: Solo me da pena los nuevos novios que caigan en tus redes

Misha: y dice que no...

Misha: Ay, Román, menos mal que te calé a tiempo

Yo: Ay sí, lo que tú digas, que te crees que estás buena y tienes a todos comiendo de tu mano y en realidad eres lo que eres. Y no lo digo porque soy un caballero

Yo: Sabes? A tu edad no es normal ser una estrecha como lo eres, así que todos tus siguientes novios van a huir de ti, y no me extrañaría! Amargada, que eres una amargada

Misha: Vete a freír espárragos, Román

Misha: Eres repugnante

Yo: Pues bien que durante dos semanas te gustó este repugnante

Misha: una equivocación la tiene cualquiera

Yo: No, si los equivocados éramos los que estuvimos contigo, no al revés

Misha: Si quieres creerte tus mentiras, allá tú

Misha: Pero vaya, que solo te he escrito por mi pulsera

Misha: No te cuesta nada mirar a ver si la tienes. Es mi pulsera de la suerte...

Yo: Que no tengo tu estúpida pulsera, tía!

Yo: Y que te he pillado. Me has hablado con esa excusa, y al ver que no te doy bola ya continúas con la pulserita estúpida

Misha: No tergiverses, chaval

Yo: Ay, chica, eres insoportable! Métete a monjita o algo así

Misha: Tú lees las tonterías que dices?

Yo: Hablas de ti?

Misha: Busca lo de mi pulsera. Si la encuentras escríbeme. Por lo demás no tengo más que hablar contigo. Adiós, Román!
Yo: Púdrete, payasa!