Jenna le tenía a Ruby la lista de llamadas mucho antes de lo esperado.

La detective y su compañera se encerraron juntas a examinar dicha pista con cierta ansiedad.Ojalá llevase a algún sitio...Jenna observó a Ruby y , con un asentimento, desbloquearon el celular con el programa de la policía.

Se sorprendieron muchísimo al ver que la víctima solo tenía cuatro llamadas. Todas en el rango de las ocho de la noche a las dos de la mañana.

Adrien creía que el homicidio había ocurrido entre las tres y las cuatro.

Ruby leyó la lista de llamadas con el ceño fruncido.

8:23 pm - 8:37 pm Kent...14 minutos.

8: 53 pm- 9:14pm Anya...11 minutos.

10:00 pm - 11 : 17 pm Rhys...1 hora con 17 minutos.

12: 13 m - 12 : 49am Stephanie...36 minutos.

Ruby miró a Jenna con una mueca.

—¿En serio habló con el tal...Rhys por más de una hora?—inquirió. Su amiga se encogió de hombros.

—No podemos juzgar sin saber nada de ella, Rub.

Ella volvió los ojos a la pantalla.

—¿No hallaron nada más?

Jenna soltó un suspiro, negando con la cabeza.

—Nada, todo estaba casi...impoluto. Justo como las otras víctimas.

Ruby se mordió el interior de la mejilla , antes de decir:

—Quiero a estos cuatro individuos en mi sala de interrogatorios a primera hora mañana, Jenna.

Ella asintió.

—Vale, Rub...—antes de voltearse, añadió—: El Capitán Torres...

—A Oliver le pueden dar por culo.—escupió Ruby.

—...nos quiere a todos en una hora en la sala de reuniones para darnos toda la información conocida de la víctima.—terminó Jenna, ignorando las blasfemias de su amiga contra su exmarido—Te veo allí.

Cuando su compañera se marchó, Ruby sacó la jarra de café sellada, y se dio un largo trago.
Parecía que sería otra noche sin dormir.