00 | La llamada.
Aquella llamada lo cambió todo.
Cuando el celular de Ruby sonó, informando el hallazgo de otro cadáver, la detective no tuvo más remedio que subirse en su coche y pisar el acelerador.
La escena estaba rodeada por el característico amarillo de la cinta. La tensión flotaba en el ambiente, tan gruesa y palpable que podría haberse cortado con un cuchillo. Los oficiales la dejaron pasar a la mujer de pelo negro una vez ella mostró su placa.
A pesar de estar solo en abril, ya habían aparecido tres cuerpos. Incluso con la alta reputación de Ruby Evans, respecto a su alta resolución de casos aparentemente imposibles, ya contaban tres sin solución.
La gente hablaba...
La prensa se les vendría encima de nuevo una vez supieran que había aparecido un nuevo cuerpo.
Ella suspiró acercándose a Jenna, su compañera de criminalística, una vez esta la vio a lo lejos. La mujer ,de pelo castaño y rasgos indúes, le comentó que Adrien, el forense, ya había tasladado el cuerpo al laboratorio para la autopsia.
Ruby volvió a soltar otro suspiro, cansada e irritada a partes iguales. Estaba segura de no haber dormido nada la noche anterior. Jenna la miró de reojo, con gesto preocupado que a Ruby no le pasó desapercibido, y siguió fotografeando la escena. La detective miró a su compañera y le preguntó :
—¿Qué sabemos del cuerpo?— sacó una pequeña agenda, últimamente le costaba confiar en su memoria.
La chica se quitó la cámara del rostro y miró a los penetrantes ojos verdes claros de la detective.
—Mujer, veintitantos..., blanca..., no se sabe mucho. Van a revisar el departamento en busca de alguna identificación. Al parecer la vecina la halló en el suelo : tenía la cara destrozada, le dieron una golpiza...Ah, y Adrien cree que también le dieron un par de disparos, no estamos seguros.Nos enteraremos mañana cuando salga el reporte de la autopsia.
Ruby miró a su alrededor en busca de algo que llamara su atención, pero nada.
—¿Dónde está la vecina?—Jenna señaló la acera frente al jardín, donde una mujer cincuentona hablaba gesticulando con los oficiales.—Veré qué le saco.
—Suerte, Rub.
La detective se acercó a la mujer, sus canas adquirían un tono raro bajo la joven luz del sol.
—Buenos días, señora—mostró su placa.—¿Puede decirme su nombre?
—Soy Romina Pafer, oficial.
—Ya, ¿Conocía lo suficiente a la víctima?
Ella se alisó la tela del enorme batón de dormir que llevaba, nerviosa.
—Llevaba casi dos años viviendo aquí, oficial...Una joven noble y preciosa. No tenía maldad en su ser...—ella miró al cielo—Que Dios te tenga en su gloria, Nora.
Ese nombre trajo cierto estremecimiento a la cien de la detective.
—Eh...Bueno, ¿En qué circunstancias halló el cuerpo?¿Qué hacía usted en casa de la víctima a las seis y media de la mañana?
La señora iba a responder cuando Oliver entró y la sostuvo del brazo.
—Ya llevaremos a la señora a la Estación para que declare esos detalles mañana, ¿no es así, Ruby?—preguntó, serio.
Hizo una mueca y se soltó de su brazo.
—Sí, Capitán...Un placer, doña Pafer.—le dijo a la señora, sacando una sonrisa falsa , ignorando al hombre a su lado.—Hablamos mañana en la Estación, le enviaré una citación después.
Ella asintió y se encaminó a la casa de enfrente. Se giró hacia el hombre con el rostro rojo de ira.
—¿Podría dejar de intervenir en mis casos , Capitán ...?—inquirió, con las manos en la cintura.
Oliver la miró, con sus rubias y tupidas cejas fruncidas.
—Estabas haciendo preguntas invasivas a una testigo potencial, preguntas que no podía responder fuera de la Estación. Estabas...Joder, tendrás la reputación que quieras , Ruby, pero sigues siendo una impulsiva imprudente.
Ruby tragó saliva, enojada.
—Se ve que para ti solo soy todo eso hace seis meses, después del divorcio, el cual yo pedí, ¿cierto, Oliver? Creo que eres un ardido de mierda. Me da igual que seas mi superior, yo resuelvo mis casos como me da la gana siempre y cuando se haga justicia.
—Pues ya van tres en los que tus métodos no dan resultados...—escupió con veneno.
Estuvo a nada de darle una cachetada, pero se contuvo. Solo se dio la vuelta y se fue.
Ruby resolvería esos tres casos, aunque fuera solo para darle una patada en el orgullo a su exmarido.
Así que que hizo dos llamadas.
Le pidió a Adrien el reporte de la autopsia lo más pronto posible.
Y luego le dijo a Jenna que le pasara el registro telefónico de la víctima...Algo hallarían allí, Ruby solo debía seguir su instinto.
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