Tras la barra
Holis~ ^_^
Ink esquivo rapidamente a la gente, simplemente chasqueando los dedos al escuchar que gritaban su nombre o le silbaban. Se acerco a la barra, ignorando a quienes estaban sentados ahí tomando y pasando al otro lado, sentándose en la silla más cercana. Suspiro, masajeandose ligeramente las orejas caídas.
-¿Cuantos tragos vas entregando?- un gato negro se le acerco. Vestía pantalones negros, una camisa blanca con los primeros botones sin abotonar y un chaleco negro. -Yo perdí la cuenta-
-Ni idea- murmuro, mirándolo de reojo. -¿Cuantos días seguidos hemos trabajado ya?-
-Dos semanas...¿o tres?- el gato se rasco la nuca.
-¿Tres semanas?- el conejo se les acerco, pasando del otro lado de la barra y apoyando su espalda contra uno de las paredes. -¿No son cuatro ya?-
-No sé...- ella se encogió de hombros. -...pero no veo la hora de dormir aunque sea una hora-
-¿Aunque ya no lo necesites?- el gato enarco una ceja.
-¡No me importa si lo necesito o no, Felix!- Ink bufo, cruzándose de brazos. -¡No me importa si el jefe nos puso un hechizo, encantamiento o como quieran llamarlo para no necesitar dormir durante muchas horas, pero eso no significa que no extrañe hacerlo!- se cruzo de brazos, pero termino por dar un suspiro y dejar caer los brazos a los costados. -Lo siento...-
-Esta bien- el gato, o mejor dicho Felix, se encogió de hombros y le palmeo la cabeza con una sonrisa. -No te preocupes, te entiendo-
-No he estado tanto tiempo aquí como ustedes...no puedo imaginar como se sienten- se abrazo a si misma.
-Nha, no te preocupes- Oswald se le acerco, apoyando su brazo sobre la cabeza de la coneja y mirándola desde arriba con una sonrisa divertida. -A pesar de que es horrible, te acostumbras después de un par de años- Ink rodó los ojos. -Adeeeeeeemás...- ella lo miro como pudo desde su posición. -...tenemos un día de descanso cerca-
-¿Qué tan cerca?- entrecerró lo ojos, mientras que el gato empezaba a reírse ligeramente.
-Unos...dos o tres meses si no me equivoco- el conejo se rasco la mejilla, fingiendo pensar.
-¡Maldigo el momento en el que el jefe nos dio solo cinco días al año para descansar!- gruño con un puchero, al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.
-Tranquila, es mentira- rió Oswald. -El día de descanso es dentro de dos semanas más-
-Dos semanas...- suspiro. -Tan cerca y a la vez, tan lejos~-
-No seas exagerada- rió Felix, sirviendo a un par de toon y empezando limpiar un vaso recién desocupado. -Oigan, ¿como creen que le este yendo a Mickey? No lo he visto en unas horas-
-Ni idea- negaron ambos conejos.
-No muy bien- se voltearon, viendo a un tembloroso ratón acercarse con la vista baja. Vestía pantalones negros, zapatos del mismo colo y camisa blanca con las mangas arremangadas, una cinta roja de un moño desarmado colgando de su cuello.
-¡Mickey!- Oswald se le acerco rapidamente, sujetando al ratón y ayudándolo a caminar. Ink se levanto rapidamente, viendo con preocupación al ratón que se dejaba caer con cansancio en la silla pero sin levantar la vista.
-Cielos hermano...- murmuro el conejo, suspirando y arrodillándose frente al ratón.
-Agh...- gruño Mickey levantando la vista, todos sus amigos toons jadeando de sorpresa: había múltiples moretones en las mejillas del ratón y con un buen arañazo que pasaba sobre su ojo derecho, un poco de liquido negro saliendo de la herida.
-Maldición, ¿qué te paso?- gruño el conejo con el ceño fruncido.
-Creo que...a la gente de mi mesa no le gusta perder- sonrío Mickey con desanimo.
-¿Estás bien?- el gato se le acerco, mirándolo con preocupación.
-He estado mejor- murmuro con un suspiro.
-Ink...- el conejo gruño.
-¡En eso estoy!- asintió rapidamente, empezando rebuscar en los estantes bajo la barra de bebidas. -Lo encontré~- sonrío, agarrando un frasco mediano, con tapa en forma de cristal y un liquido azul. Se lo dio a Oswald, quien lo tomo y lo destapo. Inclino ligeramente el frasco, dejando que un poco de aquel liquido llegara a sus dedos.
-Te ayudo- Felix tomo el frasco entre sus manos, quedándose al lado del conejo. Ink simplemente sonrío, dándose vuelta y chasqueando los dedos, los vasos frente a los toons que estaban en la barra llenándose rapidamente.
-Quédate quieto- gruño Oswald al ver que Mickey intentaba alejarse de él.
-No, no, no, no, no, no necesito...- negó rapidamente. -¡Oye!- se callo al sentir la mano del conejo en su barbilla, obligandolo a quedarse quieto.
-Eres un bebe...- murmuro empezando a pasar el liquido azulado por los moretones y el arañazo en el rostro ajeno.
-Odio esto- murmuro Mickey cuando el otro lo soltó. El liquido azul, junto a sus heridas recientes, desapareciendo lentamente de su rostro. -¿Por qué vienen a jugar si no se van a tomar bien cuando pierdan?- gruño de mal humor.
-¿Quieres cambiar conmigo?- pregunto Felix después de tapar el frasco y devolverlo a su lugar.
-Nha, estaré bien- se encogió de hombros. -Me haré a un lado tan pronto termine la partida-
-Eso espero- Oswald apoyo su mano sobre la cabeza ajena, mirándolo con diversión. -También puedes llamarme a mi, lo echare a todos de una patada-
-Lo tendré en mente~- rió el ratón. -Cambiando de tema, ¿han visto a Bendy?-
-Nop- negó Felix.
-Yo menos- negó el conejo.
-¿Ink?- miraron a la mencionado.
-Mesa Especial- murmuro ella.
-¿Qué?- ellos la miraron con miedo. -Eso significa...-
-Nuevos clientes- asintió con tristeza. -Cuphead y Mugman- miro hacia donde estaban las mesas con toons jugando y gruñendo, bebiendo el contenido de sus vasos con rapidez. -Ellos están en la Mesa Especial ahora-
-Eso no puede ser bueno- hablo Felix con tristeza. Se empezaron a escuchar gritos, un fuerte brillo empezándose a notar. Venia...venia del centro.
-¡Y eso menos!- señalo Mickey, levantando rapidamente.
-Ho no...- se miraron entre ellos con miedo. No dudaron ni un momento y empezaron a correr, esperando llegar a tiempo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro