¡Empezamos!
Espero que les guste~
-Le dije, específicamente, que no debían meterse al bosque- frunció el ceño Elder Kettle al terminar de escuchar la historia de sus nietos.
-Lo sentimos, abuelo- murmuraron ambos con la cabeza baja. El mayor los miro y termino por simplemente suspirar, para después mirar a sus invitados. La coneja y el demonio estaban sentados uno al lado del otro en un sillón, terminando de poner la tinta mágica en sus quemaduras, sonriéndose entre ellos cuando se curaban.
-¿Como están?- pregunto, llamando sus atención.
-¡Muy bien~!- sonrío Ink, luciendo más animada.
-Gracias por la tinta- sonrío Bendy, dejando el frasco que tenía en sus manos a un lado.
-Me alegra poder ayudar- le sonrío ligeramente, caminando a la cocina para dejar a sus nietos y a los invitados solos. Los cuatro se quedaron en silencio, hasta que Mug golpeo el costado con el codo y le hacia una mueca, el de pantalón rojo gruñendo ligeramente.
-Lamento...- miro al par con timidez. -Lamento mucho haberlos metido en problema-
-No fue tu culpa- ambos le sonrieron con tranquilidad.
-SI te hace sentir mejor, esto iba a suceder tarde o temprano- agrego ella al ver que el otro aun se veía culpable.
-¿A que te refieres?- pregunto el de azul con curiosidad.
-Llevamos un tiempo haciendo trampa en ese lugar para ningún toon quede atrapado, era cuestión de tiempo de que el jefe se enterara y...- Bendy hizo una mueca al recordar los gritos y la expresión de enojo del demonio. -...nos castigara-
-¿Qué deben hacer?- Cup enarco una ceja.
-Recolectar las firmas de sus deudores- respondieron ambos al mismo tiempo.
-¿Deudores?- los hermanos simplemente se veían confundido. Ink asintió, haciendo aparecer la lista y extendiendo el papel hacia ellos, quienes lo agarraron para mirar.
-¡Eso es mucho gente!- se sorprendieron al ver la cantidad de nombres de la lista.
-Sip- asintió ella con un suspiro de tristeza.
-Tardaremos mucho en recorrer las islas- gruño el demonio.
-¿Qué islas?- pregunto el de rojo, devolviendo la lista. La coneja lo agarro y lo hizo desaparecer.
-Son tres islas y están más allá del bosque- respondió Bendy. Los hermanos se miraron entre ellos, como si estuvieran conversando en silencio, asintiendo después de unos segundos.
-¡Ayudaremos!- dijeron con una gran sonrisa.
-¿Están seguros?- Ink los miro con preocupación. Dos pares de manos extra ayudaría mucho pero no quería obligarlos a nada.
-¡Por supuesto!- asintieron rápidamente.
-Gracias- sonrío Bendy ligeramente. Antes de que alguno pudiera decir algo más, el par vio con los ojos bien abiertos como sus pulseras brillaban intensamente y con un destello, ambos tenían ropa diferente. -El jefe tiene una obsesión por la cartas...- murmuro el demonio al verse a si mismo. Tenía una remera manga corta con diseño de castas, con sus mismo zapatos y un pantalón negro que se sentía mucho más cómodo que el que suele usar para trabajar.
-...y por el color rojo- agrego Ink al verse. Tenía un short color rojo, chatitas rojas y remera con diseño de cartas pero sin mangas. -¡Al menos tengo pantalones!- sonrío enormemente, levantando las manos para sacar la cinta que ataba sus orejas y suspirando de alivio, levantando las orejas con alegría. Justo en eso, Elder Kattle se les acerco con algo en mano.
-Creo que esto podría ayudarlos en su aventura- les extendió a sus nietos una botella con un liquido transparente que parecía tener brillos
-¿Qué es?- preguntaron con curiosidad, el de rojo aceptando la botella.
-Una poción- sonrío con tranquilidad. Cup destapo la botella y, confiando por completo en su abuelo, vacío la mitad dentro de su cabeza y luego le paso la botella a su hermano, quien hizo lo mismo.
-¿He?- ambos sintieron un ligero escalofrió, viendo con gran sorpresa como la punta de sus dedos índices brillaban intensamente y de repente, un disparo salió de sus dedos y choco contra el techo. -Ups...- miraron con pena al mayor, quien simplemente negó con una sonrisa divertida.
-No te preocupes por eso- los miro con cariño. -Cuídense mucho-
-¡Lo haremos!- asintieron con decisión, acercándose para darle un abrazo que Elder correspondió al instante. -¡Adiós abuelo!- se despidieron con una gran sonrisa,
-¡Adiós Señor Kattle!- se despidieron el demonio y la coneja, siguiendo a los hermanos. El mayor los miro irse, deseándoles lo mejor.
... ... ... ...
-¿El Casino ya no esta?- pregunto Mug con curiosidad mientras caminaban por el bosque.
-Algo así- Ink hizo un ligero gesto con la mano. -Es...básicamente mágico, aparece cuando quiere y con ciertas personas-
-¿Ciertas personas?- Cup enarco una ceja.
-Yo tampoco lo entiendo muy bien- Bendy se encogió de hombros. Caminaron hasta salir del bosque, pudiendo ver el puente que los llevaría a la isla. Se detuvieron por unos segundos, mirándose entre si, sonriendo ligeramente. Respiraron profundo y volvieron a caminar, subiendo al puente y, al llegar al otro lado, viendo el pequeño cartel que estaba ahí que decía "Inkwell One". Este era el comienzo.
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