🖊PREFACIO🖊
Debe ser maravilloso morir sin haber sabido disparar. Quisiera ver por última vez a Ann; mis pies estaban a punto de estallar con un solo hincón para fluir con sangre los kilómetros que recorrí. Una vez escuché en una misa de la iglesia lo siguiente: "La frase más dolorosa en la vida es ¿Qué hubiera pasado si...?" Me preguntaba constantemente sobre Alessia y mi vida no tan común que tenía antes de Ann. De vez en cuando tengo pesadillas sobre los grupos de las artes ocultas de ese pueblo antes de Pistoya-Italia, observando algún rincón donde podía ignorar lo que sucedía frente a mis ojos; brujería o Masonería, nunca lo supe.
Hubiera pasado mi juventud comiendo pizza y pasta como cualquier italiano, tal vez con el ignorante de Santino pero algo es algo.
Hubiera encontrado las respuestas a mi examen de 4to semestre en la biblioteca y aprobado, alguna chica se enamoraría de mi por mis buenas notas o la forma en la que domino el balón de futbol, tendríamos hijos con el cabello de color rojo como los de Alessia, perros Pastor Alemán y vería el ocaso del cielo con mis nietos sentado en mis piernas hasta descansar. ¡Va! ¡Qué exagerado! A penas puedo bajar la cadena del inodoro a tiempo cuando nadie me escucha lo que hago en una casa ajena.
Tengo un fetiche al frotar mis rodillas la una contra la otra, pero eso no me detenía de tener conciencia de libido de un muchacho. Supongo que todo comenzó con la muerte de la sirvienta amada de Ann, el punto y quiebre de inflexión que detonó una serie de acontecimientos; mi carácter firme en seguir a lo amado sumado a mi fe ciega me hizo carnada sencilla de Ann, pero ¡Yo amaba a Alessia!, sería mi mujer, aunque ella no lo sabía, aún. Me aborda el recuerdo de mi mascota preferida, una gata Persa que siempre estaba recostada en las canastas de la tienda a lado de mi casa, a un costado estaba la pintura de Andrea Bocelli, no era fan de la ópera pero me conmovía el hecho que era ciego.
Los Euros que siempre cargaba en el bolsillo eran por mi madre en las mañanas y alguno que otro dibujo que cobraba como pasatiempo; sentía un poco de morbo cuando pasaba una chica como la apariencia de Ann. La creciente pasión era eminente, los fármacos psiquiátricos influiría en pensar correctamente sobre las relaciones heterosexuales. Parece que no se puede ir hasta el final sin la resiliencia necesaria, los corazones más firmes son destinados a las operaciones más complejas de la vida.
Los besos en el cuello eran como roces de una pluma de algodón, a veces tengo la sensación de ignorar el "bip-bip" que escucho a menudo mientras escribo.
A veces pienso que voy a despertar.
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