
Capítulo 6
Dos semanas después
Wisconsin, Estados Unidos 🇺🇲
Hoy comienzo la universidad, me siento emocionada, pero a la vez muy nerviosa, mi madre ha estado conmigo todo este tiempo, además también he pasado tiempo con Olivia, ya que en un año no la veré.
Estoy cerrando la última maleta que me falta.
Toc, Toc ✊🏻
—Adelante —entro Ricardo.
—¿Estás lista?
—Sí, ya terminé de hacer maletas.
—Amelia, quiero que sepas que lo que vayas a necesitar en la universidad no dudes en pedírmelo, sabes que te quiero mucho.
—Muchas gracias Ricardo, cuida mucho a mi mamá.
—Claro, la cuidare con mi vida.
—Te quiero mucho Ricardo.
—Te quiero tanto que en la mesa hay unos regalos para ti.
—¿Regalos?
Él asintió.
—Ve a verlos, yo te ayudo con las maletas —le sonreí y salí, en la sala estaban mi mamá y Olivia.
—Ay mi niña se volvió universitaria —le di un abrazo.
—Te amo muchísimo mamá y ya sabes todos los fines de semana me tendrás aquí contigo.
—Claro que sí hija, échale muchas ganas a tu estudio, sé que serás la mejor.
—Gracias mamá, seré la mejor como tú.
—Bueno, bueno ya mucho romance, yo también me quiero despedir de la universitaria —Olivia me abrazó —te quiero mucho y cuídate mucho, sabes lo que hablamos.
Ella me había dicho que en las universidades se veían las drogas y además las fiestas, me dijo que me cuidará mucho de todo eso.
—Claro que me cuidaré mucho y tú también cuídate porque vas a estar muy lejos y sola.
—Tranquila cariño, yo me cuidare mucho.
Olivia trabaja para Victoria's Secret, pero ahora firmará un contrato con Chanel, o sea que debe estar en Francia por un año.
—¿Cómo que no han abierto los regalos?
Las tres miramos a Ricardo, él ya venía con las maletas.
—Amor es que primero nos despedimos de Amelia.
—Estás mujeres —él dejó las maletas y se nos acercó —Amelia, ven acá —me acerqué.
Me paso un maletín que estaba bastante pesado.
—Ábrelo.
Eso hice y adentro tenía un computador.
—Pero...
—Para que inicies las clases —me dijo Ricardo.
Le di un abrazo demasiado fuerte.
—Gracias, muchas gracias Ricardo.
—No es nada cielo.
—Este es mío —me dijo Olivia pasándome un sobre.
—¿Es una tarjeta de crédito?
—Pues claro, en la universidad se maneja mucho la tarjeta de crédito, así que todo lo que quieras consumir caerá a esta cuenta, no te preocupes que yo la pago.
Le di un abrazo muy fuerte.
—Muchas gracias Olivia, eres la mejor.
—Bueno hija, yo también te tengo un regalo.
Me paso una caja, la destape y era un celular.
—Mami, pero...
—Yo sé que me vas decir que tu celular estaba nuevo, pero igual quise dártelo.
—Mamá, muchísimas gracias, te amo —nos abrazamos.
—Bueno par de cursis vamos que se nos hace tarde —nos dijo Olivia.
Todos salimos del apartamento rumbo a mi nueva vida, la universidad.
....
—Bueno Amelia, ya llegamos —me dijo Ricardo.
Alcé la vista y está universidad de verdad que es demasiado grande, la entrada estaba hecha un despelote, estaba demasiado llena, y me imagino que la mayoría son nuevos como yo.
Mi mamá comenzó a llorar.
—Mamá me cuidaré ya verás y cada fin de semana me tendrás en tu casa.
—¿Segura hija?
—Muy segura mamá, todo va estar bien.
Mi mamá me dio la bendición, me despedí de todos.
—Suerte en tu nueva vida —me dijo Ricardo —paso el sábado por ti —le di un abrazo.
Al despedirme de Olivia llore, ya que en un año no la veré.
—¿Me escribirás? —le dije.
—Todo el tiempo, tendrás ese buzón lleno de cartas mías —asentí y ella me dio un abrazo.
—Bueno familia los amo demasiado —nuevamente abracé a mi mamá y les di una última mirada para entrar a la universidad, ellos desde el auto me agitaban la mano en sinónimo de adiós.
Aquí se acaba una vida y empieza una nueva, quiero ser una gran licenciada en humanidades y sé que lo voy a lograr solo es ponerle mi empeño y de eso tengo de más.
—Te amo hija —fue lo último que me dijo mi mamá, ya que se subieron al auto para irse a llevar a Olivia al aeropuerto.
....
Entre a la universidad, buscaba mi lugar, pero donde estaban las listas de los nuevos estaba lleno de gente, así que decidí esperar un rato, mientras estaba en mi espacio solo veía la gente pasar y pasar, me cansé de esperar así que le pregunté a la señora de la limpieza.
—Buenos días, ¿dónde puedo encontrar el edificio de humanidades?
—Es este, las habitaciones quedan al frente —me señalo.
—Muchas gracias —le dije y me dirigí al lugar, pues no había tanta gente, así que ahora si pude esperar.
Me tocó en la 205, así que tomé mis cosas y me dirigí a mi habitación, al llegar la puerta ya tenía seguro.
Toc, Toc ✊🏻
Me abrió una chica rubia bastante linda.
—Hola, soy Amelia, está es mi habitación.
Ella me sonrió.
—Yo soy Samanta, pero me puedes decir Sammy, pasa —le hice caso.
—¿Por qué le habías puesto seguro?
—Por cuestiones de seguridad, yo soy muy nerviosa así que me gusta sentirme segura.
Le sonreí.
—Ese es el lado tuyo, no me gusta la cama izquierda, me gusta más la derecha —me dijo.
—No te preocupes yo tomo el lugar que tú me digas.
—Amelia, ¿qué vas a estudiar?
—Estudiaré humanidades y tú?
—Diseño, la verdad soy una persona muy creativa.
—Eso veo porque todo lo que tienes es demasiado hermoso.
—Gracias, agradezco tu comentario.
—Y aclaró que tengo muy buen gusto —le dije, ella se rio.
—Ya me caes bien, seamos amigas.
Me puse seria, no creo mucho en las amigas, no les había contado, pero en el instituto me hicieron bullying y mi supuesta mejor amiga no me defendía, antes me atacaba, pero Sammy se ve diferente, hay que darle la oportunidad
—Claro, seamos amigas —le dije sonriendo, pero eso pareció mejor una mueca, ya que ella asintió y siguió con sus cosas, yo me dispuse a organizar lo que traía.
Pasaron un papel por la puerta, lo recibí.
* Gran fiesta de bienvenida a los nuevos, este fin de semana en el salón social de la universidad.
Universidad de Green Bay
Me acerqué a Sammy.
—Mira hay fiesta este fin de semana —le dije.
—Suena genial, me gusta la idea porque tengo muchas cosas de maquillaje que a propósito iré a organizarlas —me dijo yendo al baño.
Yo decidí tomar una siesta.
....
—Amelia, despierta —me dijo Samanta.
—¿Qué pasó?
—Pues que te dormiste sin hablarme de ti.
Yo la mire feo.
—Samanta ¿me estás hablando en serio?
—Si, no me contaste quien eres, quiero saber si no eres una delincuente disfrazada de niña cool.
Yo me reí y me senté en la cama.
—A ver, pregunta.
—¿Dónde vives?
—Aquí en Green Bay y tú?
—Yo vivía en Madison, pero por cuestiones de la universidad decidimos vivir aquí.
—Que bueno.
—¿Con quién vives?
—Con mi mamá y su esposo Ricardo, además de Olivia la hermana de Ricardo, pero ella es modelo y por cuestiones de trabajo está viajando para un desfile de una nueva colección de Chanel.
Sammy sonrió.
—¿Y tu papá?
Se me arrugó el corazón, desde hace más o menos seis años no sé nada de él, y pues yo espero que él esté bien.
—De él no quiero hablar ahora...
—Vale, está bien, discúlpame.
—No te preocupes, y tu ¿con quién vives?
—Con mi papá y mis hermanas gemelas, mi mamá murió más o menos hace tres años.
—Lo siento —le dije tímidamente, ella asintió.
—No te preocupes, dolió mucho al principio, pero después aprendí a vivir con eso, después de todo nunca le importamos como hijas.
Cuando dijo lo último me sentí identificada, pues mi padre era igual, yo no le importaba como hija.
—Mi papá fue mi héroe, pero luego se convirtió en un monstruo.
Ella me miro bastante atenta a mi historia, no sé porque le estoy contando esto, pero Samanta de cierta manera me da confianza.
—¿Por qué? —me pregunto.
—Nos sacó de nuestra casa para darle espacio a su amante.
—¡Uy¡, algo así paso con mi mamá, prefirió a su novio antes que a su familia.
—Tenemos muchas cosas en común.
—Sígueme contando sobre tu vida.
—Será en otro momento ahora me estoy muriendo de sueño —le dije, ella asintió.
—Hasta mañana, hablamos más tarde — me dijo.
—Hasta mañana.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro