Capítulo 1
Nueva York, Estados Unidos 🇺🇲
Cinco años antes
—¡Emma, te quiero en la sala inmediatamente! —Federico llegó bastante alterado —¡Emma, no te quiero volver a llamar!
—Ya voy Federico, es que estoy terminando de hacer el almuerzo —le respondió Emma desde la cocina.
—¡No quiero comida, te quiero es en la sala —le volvió a decir Federico.
—Dime, aquí estoy.
—Seré breve, te quiero fuera de esta casa y a Amelia también.
—¿Qué? —exclamó Emma.
—Lo que escuchaste, no te quiero más aquí ni a tu hija.
—Federico, pero está es nuestra casa, la construimos juntos, además Amelia es tu hija.
—¡Te quiero fuera de aquí! —gritó Federico más alterado que antes.
—Pero ¿por qué?
—Porque quiero hacer una vida con mi nueva mujer.
—¿Nueva mujer?, Federico, pero si yo soy tu esposa, ¿cómo qué tienes otra mujer?
—No te voy a dar explicaciones, solo lárgate de mi casa, yo voy a salir a buscar a mi mujer, cuando vuelva no quiero que estén aquí —se fue dando un portazo.
Emma subió rápidamente a la habitación de Amelia.
—¿Qué te pasa mamá?
—Empaca lo que más puedas de ropa, nos tenemos que ir.
—¿Irnos?, ¿a dónde?
—Tu padre nos acaba de echar, además me dijo que tiene una nueva mujer, Amelia tu padre me engaña —mi madre empezó a llorar.
Yo la abracé.
—Mi papá debió estar tomado, sabes que él a veces abusa del alcohol y cuando lo hace dice muchas estupideces.
—Hija mejor vámonos, empaca tus cosas, que yo haré lo mismo —mi mamá salió de mi habitación, yo tomé un pequeño maletín y empaqué mis cosas, me sonó mi celular, era un mensaje de mi padre.
Papá: Amelia, no quiero que te lleves nada de lo que te he dado, solo te llevas la ropa, si veo que hace falta algo de valor, tu madre pagará las consecuencias.
¡Qué!, pero mi papá está loco, aunque preferí mejor hacerle caso, no quiero que le haga nada a mi mamá.
Toc, Toc ✊🏻
—Adelante —entró mi mamá.
—¿Estás lista?
—Sí mamá, solo me llevaré la ropa —no le dije nada lo del mensaje de mi papá porque ya está bastante mal mi mamá.
—Bueno, entonces vámonos.
Al salir de la casa, le pregunté a mi mamá.
—¿A dónde iremos?
—No lo sé hija, busquemos donde pasar si quiera esta noche.
....
—Podremos quedarnos en este hostal, ya mañana buscaremos con más calma —me dijo mi madre, yo asentí.
—¿Por qué papá hizo esto?
—Lo hizo porque ya tiene otra mujer, quien sabe desde hace cuánto la tendrá, me siento tan engañada —mi mamá empezó a llorar nuevamente.
—Mami, pero no te sientas mal, yo sé lo que se siente un engaño, pero tú eres una persona muy fuerte.
—Hija, pero Simón te engaño y tu supiste con quién, en cambio yo no sabré que mujer acabo con mi hogar.
—Y es mejor que no lo sepas —yo trataba de darle ánimos a mi mamá, pero por dentro me sentía bastante mal, porque mi padre se estaba comportando como un verdadero patán, ya no era el gran héroe que siempre creí que era.
—Hija, buscaré algo de comer, debes tener hambre, aunque sé que es poquito, me alcanzará para algo.
Ella salió, a pesar de que no tenía tanta hambre, quizás mi madre quería estar sola, así que le di su espacio.
Esto está siendo demasiado duro, mi padre acabo nuestra familia, ahora mi madre está demasiado mal, y yo la entiendo, estamos desesperadas, no tenemos a donde ir.
....
—Por favor una cerveza bien fría —pidió Emma.
—Ya se la doy —le dijo la vendedora.
—¿Penas de amor? —ella se volteó y ahí estaba una chica sonriéndole.
—Bastantes problemas, no sé qué hacer con ellos.
—¿Quieres hablar de eso?
—No te conozco.
—¿Y qué?, desahogarse es bueno, además no creas también tengo mis problemas, cuéntame ¿qué te tiene tan agobiada?
La chica se sentó al lado de Emma.
—Tengo una pena de amor.
—¿Qué te pasó?
—Mi esposo me engaño.
—Así son todos los hombres querida, y ¿cómo te enteraste?
—Hoy llego a nuestra casa, me dijo que me tenía que ir con mi hija, que porque iba a llevar a su nueva mujer.
—Vaya, pero mucho patán y ¿cuántos años tiene tu hija?
—Tiene trece años.
—Vaya, pero si es una niña.
—Así es, ahora no tengo a donde ir, ahorita estamos en un hostal.
—Yo de ti lo demando.
—No, él es un prestigioso abogado, sería un caso perdido.
—Pues será muy abogado, pero es un poco hombre.
—No quiero más peleas, él me puede quitar a mi hija y ella es lo más valioso que tengo.
—¿Cómo te va a quitar a tu hija?, si tú misma me dices que te echo de la casa con ella.
—Igual no quiero arriesgarme a perderla.
Ella asintió.
—Ahora cuéntame tu —le dijo Emma.
—Mi novio me salió gay y me engañaba con su primo...
—¿Como te sientes?
—No pues ahora estoy bien, pero los días anteriores me he sentido fatal, pero a la vez tranquila.
—¿Por qué?
—Me siento tranquila porque mi hermano Ricardo está de viaje sino lo hubiera matado.
—Te debe de querer mucho.
—Así es, yo soy la luz de sus ojos.
—Que buen hermano, la luz de mis ojos es mi hija, a propósito, debo ir con ella, así que mejor me voy, se está haciendo tarde.
—Espera no te vayas todavía, te tengo una propuesta.
—¿Cuál?
—Vente conmigo a Wisconsin.
—No, eso es una locura.
—Si, me caíste muy bien, además las personas nos debemos apoyar, ustedes están desamparadas y en mi casa hay espacio para las dos, además mi hermano te puede dar trabajo en su empresa, Emma, por favor di que sí.
—Disculpa, pero es que no te conozco.
—Pues mucho gusto me llamo Olivia Williams.
—Yo soy Emma Brown, pero igual sigue siendo una completa locura, además no quiero incomodar.
—Emma, yo les voy a pagar los pasajes, en mi casa lo tendrán todo.
—Olivia, no sé.
—Mejor vamos a tu habitación y hablamos mejor, señora me regala media de tequila.
—Yo no bebo.
—Tonterías, con alcohol se toman las mejores decisiones.
Emma asintió, pago la cerveza que había tomado y salió en compañía de Oliva a su habitación.
....
Mi mamá ya se ha tardado mucho, ya estoy bastante preocupada, iba a salir a buscarla cuándo sentí unas llaves.
—¿Mamá?
—Si hija soy yo.
Fuí a abrirle, al hacerlo venía con una chica, ella me sonrió.
—Amelia, ella es Olivia.
—Hola —le dije.
—Hola Amelia, que linda estás —me dijo.
—Gracias Olivia —le dije.
—Compramos hamburguesas —me dijo mi mamá, yo sonreí.
—Me gustan mucho —dije sonriente.
—Lo sé hija por eso las compramos.
Las tres empezamos a comer.
—Olivia ¿vives aquí en Nueva York? —le pregunté, ella negó.
—Vivo en Wisconsin, tengo un apartamento, solo vine hoy a un viaje de negocios, pero mañana me estaré regresando a mi casa.
—Oh que bien —le dije.
—Hija, Olivia quiere que nos vayamos con ella.
—¿En serio? —exclamó Amelia.
—Si Amelia, conmigo tendrán techo y comida, pero tu madre tiene miedo.
—¿Qué piensas hija?
—Pues yo opino que deberíamos ir mamá, aquí ya no tenemos nada papá nos quitó todo.
—Olivia entonces nos vamos contigo, pero apenas consiga un trabajo me iré a vivir con mi hija, no quiero incomodarte en tu casa.
Ella asintió.
—Como tú quieras, igual sé que mi hermano te dará trabajo, él mantiene muy ocupado y necesita una secretaria urgente.
—Yo conozco mucho del tema —le dijo mi madre.
—Perfecto, entonces trabajarás con mi hermano, mañana mismo que lleguemos te buscaré una cita con él.
—Muchas gracias por todo Olivia.
—No es nada, ustedes necesitan ayuda y yo se las daré.
—Gracias Olivia —le dije y después le di un abrazo, ella me lo correspondió.
Olivia salió por unas cosas que necesitaba y a comprar nuestros pasajes, nos iremos en avión.
—Que generosa es tu amiga mamá —le dije.
—Bastante, ella es un ángel que nos cayó del cielo.
Ambas nos dimos un abrazo, después de lo que había pasado con mi papá ya nos sentíamos un poco mejor y ya desde mañana gracias a Olivia empezaremos una nueva vida en Wisconsin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro