Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 66: Su bonito recuerdo

Gerald sospechaba lo que en realidad había pasado en la relación de Ibis y su hermano, él ahora marcaba a Andrey para hacérselo saber.

–¿Qué haces aquí? –la voz de Julia sorprendió al mayor, quien bajó su teléfono.

–… Vine a dejar tus llaves, pero no sabía donde.

–¿Y para eso entraste hasta mi habitación? –Julia notó en ese instante que Gerald tenía el celular de Andrey.

–Quisieras explícame ¿por qué tienes su teléfono perdido?

–… Lo… acababa de encontrar anoche aquí. Yo, –ella fingía demencia mientras se reía bajo. –como puedes ver, tengo un desastre. Pensaba ir a dejárselo a su casa. –intentó tomarlo, pero Gerald lo alejó.

–… Esto es lo que pienso. Tú te aprovechaste de aquella noche con Andrey borracho, grabaste ese vídeo donde ambos se besaban, y por alguna razón tenías un audio donde él dice que no es su novia y que no la quiere, luego lo trajiste aquí, y mandaste eso desde tu teléfono al celular de él, y luego lo reenviaste a Ibis. ¿Estoy en lo correcto?

–… Jajaja, no, claro que no…

–Bien, creo que el qué Ibis y yo hayamos venido aquí justo al día siguiente y los encontráramos en la cama fue una suerte para ti. Y mira cuál es mi problema con el audio, porque ahora que recuerdo, Andrey siempre ha dicho esto, y luego lo completaba diciendo que es su prometida y que la ama. Nunca le mostramos el audio, así que…

–De acuerdo. –dijo con frustración la chica. –Sí, es cierto, yo planeé romper su relación ¿ok? Andrey me gusta desde siempre, es mucho mejor que esté conmigo.

–Él ama a Ibis.

–¡Ay vamos! No sé de qué te quejas, resultó bien para ti ¿no? Ahora eres su novio.

–Lastimaste a Andrey, él confía en ti y tú traicionaste esa confianza.

–No me vengas con esa tonteras. Ya tienes a Ibis en tus manos, aprovéchala y haz lo que quieras con ella.

–¡Julia! Hiciste que todos pensáramos que Andrey engañó a Ibis, por tu culpa nuestra visión de quién era mi hermano se vio manchada y sobre todo, heriste los sentimientos de Andrey. Lo he visto llorar por Ibis.

–¡No me importa si así puedo tenerlo para mí! ¡Yo puedo hacer que él se olvide de esa estúpida! Tú quieres a Ibis, quédate callado y así puedes incluso casarte con ella si es lo que quieres, ten tu familia con ella y muéranse juntos. Guarda el secreto.

–… –Gerald llevó su teléfono a darse pequeños golpecitos a su cabeza. –De acuerdo.

–Sabía que entenderías y…

–¿Escuchaste todo? –Gerald puso el celular en su oído confundiendo a Julia. –Te he puesto en altavoz. ¿Quisieras decir algo?

… Que ninguno se mueva de allí, voy en camino. –la voz de Andrey se escuchó al otro lado de la línea produciendo que Julia se asustara.

–Claro, aquí te esperamos… Colgó. –el mayor rió bajo y burlón mientras guardaba su teléfono. –De acuerdo, voy a sentarme en la sala. ¿Tiene café? Me gusta con crema.

–No, no, no. ¡¿Qué has hecho?! ¡Sólo tenías que quedarte callado! Escucha, aún podemos componer esto, dile que te equivocaste y pensaste mal las cosas…

–¿Crees que te voy encubrir en algo que ya confesaste?

–¡Sí! Podemos decir que yo sólo estaba siendo sarcástica.

–… Tienes zafado muchos tornillos. Afronta las bajezas que hiciste.

–No seas estúpido, vas a perder a Ibis si ella se entera. ¿Eso quieres?

–Quiero que las cosas sean justas, tú te atreviste a meterte entre ellos, y si deciden volver, pues claro que los apoyaré. Yo no soy un desalmado como tú. Es así de simple. El amor no engaña, Julia.

–Ay por favor.

–Sí, suena cursi, lo sé, pero así son las cosas. ¿Por qué crees que nosotros estamos enamorados de Ibis? Porque ella pone su felicidad al lado de los demás, no sobre ellas. Así que sí, estoy dispuesto a dejarla ir con mi hermano porque ambos ¡se aman! Punto. Ahora, –dijo guardando el celular de su hermano y yendo a la sala a sentarse. –Ambos nos vamos a quedar aquí tranquilos a esperar a Andrey como él pidió.

–Maldito idiota.

Pasaron algunos minutos en los que Andrey llegó en taxi hasta el apartamento de Julia. Subía en el ascensor recostado a la pared y con los brazos cruzados mientras marcaba el tiempo con el dedo, salió muy tranquilo y se dirigió a la puerta tocándola.

–Ehp, ya llegó. –mencionó Gerald guasón mientras tenía las piernas cruzadas y un brazo sobre el respaldar del sofá. –¿Vas a abrir tú o lo hago yo? –al ver que no obtenía respuesta de la chica, él se levantó. –Entonces abro yo. –se puso al lado de la puerta y se recostó de la pared, estaba mirándola burlón y así abrió la puerta. –Pasa.

–… –Julia estaba preocupada y asustada, Andrey pasó al frente y cerró la puerta sin siquiera dejar de verla con una mirada gélida. –A-Andrey… No es lo que crees…

–Te escucho. –mencionó tomando una silla y sentándose con los codos sobre las piernas y tomaba sus manos viendo fijamente a la chica.

–… Rayos… –ella tragó, quería pensar en una buena excusa para desacreditar lo que habló cuando estaba siendo grabada por Gerald. –Mira, sabes que yo he estado enamorada de ti desde hace mucho, no quiero perderte y bueno…

–¿Y romper mi compromiso con Ibis te iba a garantizar algo?

–E-Ella no te merece, viste las fotos con Sergei, y también se fue con tu hermano una vez estuvo libre de ti… No sabes si ellos en realidad ya estaban juntos antes de que ustedes terminaran.

–En serio Julia. ¿No tienes un cuento mejor? –Andrey sonó muy cortante, en especial cuando dijo el nombre de la chica.

–Andrey… No, si… si sólo lo intentamos, ya verás que te haré sentir mucho mejor que con… ella… –Julia fue bajando su voz cuando el joven se paró y fue hasta a ella a quedar frente.

–Julia. –habló con desagrado mientras la tomaba del mentón y la alzaba para que le mirara mostrando su descontento. –No quiero volver a verte. No me hables, no me mires y has como que no nos conocemos, porque eso mismo voy a hacer. Si antes no quería una relación amorosa contigo, ahora ni siquiera deseo tenerte como amiga. ¿Entendiste?

–… Por favor…

–Créeme cuando te digo que no te vas a sentir muy cómoda si sigues insistiendo. No quiero tener que seguir viéndote con el odio que ahora te tengo. Así que te lo pregunto de nuevo. ¿Has entendido?

–… –ella tragó con dificultad. –Sí…

–Bien, feliz año nuevo. –él la soltó y se dio la vuelta hacia la puerta, donde Gerald le extendió su teléfono perdido. Ambos salieron del edificio. –¿Puedes llevarme a casa?

–Claro. ¿Pero no quieres ir a ver a Ibis primero?

–No le digas nada, que esto sea un secreto.

–¿Qué? ¿De qué hablas? Ya viste que Ibis tuvo razón todo este tiempo con respecto a July, además, esto puede arreglar las cosas entre ustedes.

–¿Estás dispuesto a dejar que Ibis vuelva conmigo? ¿Qué hay de ti?

–Ustedes fueron separados por el egoísmo de July. No puedo dejar que lo suyo se acabe así…

–Gracias hermano. Es verdad, Ibis siempre tuvo razón sobre Julia, y no le hice caso.

–Eso no es…

–Sigue con ella. Nosotros ya terminamos y yo me iré del país.

–Andrey, no.

–Te lo pido como mi regalo de Navidad ya que no me diste uno. Guarda el secreto y quédate con ella.

–¡¿Qué hay de ti?! –Andrey sonrió mientras veía al cielo y luego miró a su hermano.

–Soy su bonito recuerdo. Ahora vamos, quiero ir a casa a leer mi libro. –dijo alzándolo y entrando al asiento del copiloto.

Gerald miraba con compasión a su hermano quien manteniendo una sonrisa gentil cuando sabía que le dolía eso que le pidió, tragó saliva y rodeó el auto, entrando y viendo a su hermano para luego empezar a conducir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro