Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 54: Recuerda

Ibis comió un pedazo de su flan mientras el mayor la veía confuso por estar en ese establecimiento frente a ella.

–¿Seguro no quieres un pedazo? –Ibis preguntó con una sonrisa.

–¿Qué hacemos aquí? ¿Qué quieres decirme? ¿Acaso quieres usar esto a tu favor? ¿Quieres extorsionarme con algo?

–Muchas preguntas. No quiero tomar ventaja de nada de esto, sólo hablar contigo sobre lo que pasó.

–No hay nada que hablar. –desvió la mirada con preocupación.

–Te ayudará hablar, créeme. Entiendo lo que sientes. –dijo comiendo otro pedazo del postre.

–¡¿Qué puedes entender tú?! –la miró con enojo al voltear a verla, luego notó las pocas miradas que había en el establecimiento.

–Todo está bien, lamentamos las molestias. –dijo la joven con una sonrisa, a lo que hubo unos cuantos murmullos, pero volvieron a sus cosas, los trabajadores del local no apartaban la mirada siendo discretos. –Tranquilo, en verdad te entiendo, yo tuve una mala experiencia de niña, crecí con un trauma y tengo miedo a los lugares cerrados y a la oscuridad. Una mala combinación.

–¿Qué…? Pero allí arriba no parecías alterada o aterrada.

–Lo estaba, pero recordé a alguien que me ha ayudado con eso.

–¿Recordaste a alguien?

–Sí, a Andrey. –la joven contó al mayor el incidente del ascensor dónde el joven le ayudó, y también sobre el de cuando fue encerrada en la bodega, omitiendo las partes que involucraban a Gerald. –Y eso pasó. –terminó bebiendo su malteada.

–Debo decir que me sorprende… –mencionó calmado. –Discúlpame por mi reacción, tanto la que tuve aquí como la que tuve en la empresa.

–Está bien. También he reaccionado así, sé que es incómodo cuando alguien te ve de esa manera.

–… Señorita… ¿Por qué está con el joven Andrey? ¿Cuál es su objetivo?

–Objetivo ¿eh? Supongo que sólo ser capaz de demostrarle lo mucho que le quiero.

–¿Demostrar?

–Yo no estoy con él por su dinero, pueden estar seguros de eso. Para mí, él es alguien muy importante… Siendo sinceros, jamás creí que tendría algo con Andrey, pero veme aquí. –dijo recostándose sobre su mano con su brazo apoyado en la mesa.

–… Ella en verdad está enamorada. –piensa el mayor sorprendido al verla con una sonrisa mientras tenía la mirada perdida como si recordara algo agradable. –Mi esposa y mi hija se llevarían bien contigo.

–¿Tu esposa y tu hija?

–Sí, mi hija tiene 14, aunque creo que es más alta que tú.

–… ¿Era necesario recalcar mi estatura? –dijo haciendo reír al mayor. –Señor, ¿puedo preguntar cómo es que tiene esa ansiedad en el ascensor?

–… –el mayor apretó su puño a la vez que bajaba su mirada.

–Tranquilo. –Ibis no dejaba de ofrecer una sonrisa mientras ponía su mano sobre el puño de Sergei. –Todo está bien. –añadió con el hombre respirando profundo, esperó unos segundos en los que estuvo preparado para volver a hablar.

–Cuando era niño, tenía 5, mis padres pidieron a mi primo que en ese entonces tenía 17, que cuidara de mí mientras ellos salían un momento, era de noche, y él llamó a su grupo de amigos. Se les hizo divertido dejarme encerrado en el sótano con las luces apagadas, incluso taparon la ventanilla qué permitía un poco el paso de la luz. Sólo estuve ahí dentro por 3 horas, pero fue lo suficiente para afectarme de esta manera.

–Ya veo. –el celular de la joven sonó, ella lo levantó para mirar quién llamaba, era Andrey, sin embargo, ella apagó el teléfono y lo puso a un lado.

–¿No vas a contestar?

–Devolveré la llamada luego, ahora mismo estoy contigo, no te preocupes. ¿Tus padres se enteraron de lo que pasó?

–No hasta 1 año después que decidí hablar con el psicólogo. Recriminaron mucho a mi primo, incluso mis tíos le reprocharon eso, al final él se disculpó por eso, pero aún así… quedé afectado…

–¿Tu esposa lo sabe?

–Sí… creo que podrías decir que hizo lo mismo conmigo que Andrey contigo. Me ha ayudado mucho.

–Pues bien. Me alegro, también puedes contar conmigo para cualquier cosa. Y dime, ¿puedo llamarte por tu nombre?

–Claro, ¿está bien si le llamo por el suyo?

–¡Por supuesto Sergei! Y no seas formal, ahora somos amigos. –ambos rieron convirtiendo el momento en uno relajado y pacífico.

Luego de eso, la joven recibió una llamada de Erika preguntando dónde estaba, pues la esperaban para regresar juntas a casa, Ibis volvió con el mayor a la empresa y ahí se despidieron con un abrazo para luego Ibis ir con sus amigas. Mientras tanto, Andrey estaba sentado en la cama de su habitación, viendo su celular con el ceño fruncido a la vez que le apretaba, miraba una foto que le habían mandado dónde se veía a Ibis junto con Sergei, con ella tomándole la mano, luego recibió otro mensaje con otra foto.

Espero en verdad no tener razón. –fue todo lo que el mensaje decía junto a la foto de Ibis abrazando al mayor.

–… Ibis… –Andrey intentó marcar de nuevo al celular de su novia, pero este le mandó directo al buzón.

–Ahg… –mencionó Ibis con el ceño fruncido mientras volvía en auto con sus amigas. –Carajo…

–¿Qué ocurre? –preguntó Vicky.

–Mi teléfono se quedó sin carga. Andrey me marcó hace rato, pero no pude contestarle. Y ahora se me muere, perfecto. –cruzó los brazos mientras se encogía de hombros. –Bueno, ya le marcaré cuando esté en casa y recargue la batería.

Mientras tanto, Julia, estaba acostada en su cama viendo la conversación que había tenido con Andrey hace unos momentos.

**Julia y Andrey en el chat**

Julia: Andrey, yo lo siento, es que mientras pasaba por la empresa vi algo que me impactó… Yo en verdad espero estar equivocada.

Andrey: ¿De qué hablas? ¿Estás bien?

Julia: Sí, yo estoy bien, pero…

Andrey: ¿Pero qué? July, me estás asustando.

Julia: –Envió una foto–
Julia: No quiero causar problemas, pero no creo que esto esté bien.
Julia: Espero en verdad no tener razón. –Envió una foto–

**Fin de la conversación**



La chica sonreía enormemente al leerla, pues estaba segura que había empezado a sembrar dudas. Andrey se vestió para salir a buscar a Ibis, en el camino se encontró a Gerald quien subía las escaleras.

–¿A dónde vas?

–Voy a buscar a Ibis, dile a papá que regresaré pronto.

–Espero que sea para discúlpate con ella. –mencionó haciendo que su hermano se detuviera y le mirara confuso. –¿Aún no te acuerdas?

–¿De qué?

–No sé, tú dímelo. Tú fuiste quien le recordabas a Ibis todo el tiempo sobre esa fecha, y la olvidaste.

–¿Esa fecha?

–Andrey, no la hagas llorar.

–Gerald, se directo y dime de lo que estás hablando.

–¿Qué día fue ayer?

–¿Día? Domingo.

–Sí, idiota, fue domingo, pero me refiero a la fecha, ¿qué ocurrió ese día?

–… –el mediano no comprendía a lo que su hermano se refería, empezó a rebuscar en su mente. –Ay no… –mencionó tomando su cabeza con una mano, pues recordó la fecha y lo que haría ese día. –El día en que la conocimos…

–Así es, olvidaste la cita que tanto le pedías a Ibis hacer, ella te esperaba en el parque con un regalo para ti, ¿y sabes qué es lo que me sorprende? Que a ella no le importa que lo hayas olvidado, lo que le duele es que trates de ocultarle las cosas.

–¿Ocultarle?

–Andrey, si confías en ella no trates de ocultar que vas a algún lado con July. Eso sólo te hace ver culpable de algo y además, le vas a provocar inseguridad a Ibis cuando antes no las tenía. Es así de fácil. –mencionó dirigiéndose a su habitación. –Y una cosa más, si no eres capaz de entender algo simple y la pierdes por eso, ten por seguro que me voy a aprovechar de eso. –sentenció entrando al dormitorio y cerrando la puerta.

–Idiota. –dijo entre dientes mientras fruncía el entrecejo del enojo.

Mientras tanto, Ibis había llegado a casa, Vicky haría la cena esa noche, así que la menor fue a su habitación para recargar su teléfono, lo dejó conectado en la mesa y ella fue a darse una ducha, cuando salió y encendió su celular vio como tenía varias llamadas de Andrey, algo que la sorprendió e incluso la preocupó, así que intentó regresar la llamada, sin embargo, Erika llamó a la puerta avisando que el joven había llegado a la casa y se veía cansado.

–Andrey ¿qué pasó? –preguntó después de bajar las escaleras y verlo en la sala, las otras chicas subieron a una habitación para dejarlos solos. –Vi que tenía muchas llamadas tuyas, me preocupé.

–Ibis… –el chico la abrazó fuerte, confundiendo a la joven. –Te amo. En verdad, te amo mucho.

–… ¿Andrey? ¿Qué…? ¿Qué pasa? No comprendo… ¿Por qué viniste? Explícame está reacción… –sin embargo, el ruso no la soltaba. –Andrey… –ella le abrazó con fuerza. –¿Qué le pasa?

–Perdóname. Olvidé por completo nuestra cita y no fui capaz de recordarlo por mi cuenta, y más encima te cause inseguridad por estar con July y no decírtelo.

–Andrey… Está bien, no hay necesidad de que te pongas así…

–No, no está bien, casi no tengo tiempo para estar contigo, pero tú siempre buscas una oportunidad para ir a verme, no te voy a ocultar nada más. –el joven la tomó del rostro y la besó con pasión. –Te amo. –dijo abrazándola de nuevo.

–Yo también… ¿Qué haces…? –dijo en cuanto el chico bajó a su cuello y allí permaneció besándolo en un lugar.

–Si te tapas la marca mañana, saldré de mis clases e iré a buscarte y hacerte más chupetones.

–… –la joven lo miró a los ojos sonrojada, luego comenzó a carcajearse por la forma de ser del chico y él río también. –De acuerdo. – ella subió a darle un beso con ternura.

–Te compensaré la cita, en verdad.

–Nop. Está bien, ¡ah! Espera. –dijo yendo a su habitación y regresar con su regalo. –Toma, es para ti.

–¿Para mí? –dijo tomándolo. –Incluso tenías un obsequio, en verdad te lo compensaré.

–Dije que está bien, ahora ábrelo. –añadió estando ansiosa por ver su reacción.

–Ibis, wow, está genial. –dijo al sacar y colocarse una bufanda roja, él sonreía de oreja a oreja, algo que a la joven le hizo feliz.

–Gracias, y bueno… –ella comenzó a jugar con sus manos. –lo hice yo. –se sonrojó, decir eso hizo que la sonrisa de Andrey se pronunciará más.

–¡Te amo! –él gritó con la intención de ser escuchado, quedaron unos minutos mirándose sin decir algo. –Tengo que irme… pero no quiero.

–¡Puedes quedarte en su cuarto! –Vicky gritó para hacerse oír, provocando que el sonrojo de su amiga subiera.

–¡Vi-Vicky!

–Jajaja, ¡Gracias Vicky, lo tomaré en cuenta! –dijo Andrey besando la frente de su novia. –Me voy antes de que acepte la invitación de Vicky.

–S-Sí… –ambos fueron a la puerta. –Te quiero Andrey.

–Buenas noches. –besando su cabeza se retiraba sonriente, pero antes de hacerlo Ibis le tomó de la camisa y le jaló hacia ella, rozando sus labios sin besarlo, lo siguiente fue algo que al euroasiático sorprendió. –I-Ibis… –la chica atacó a su cuello.

–Buenas noches. –dijo burlona después de separarse de su cuello y darle un beso en la mejilla, le dio un pequeño empujón y cerró la puerta.

Ibis se recostó de espaldas con una gran sonrisa nerviosa y muy roja, luego cubrió su rostro aún sonriendo y sabiendo que ahora tendría que dejar su marca al descubierto, pues Andrey llevaría la suya con orgullo. El joven se quedó unos instantes sorprendido frente a la puerta, luego sonrió dichoso y se dirigió muy feliz a casa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro