Capítulo 31: Evento
–¡I-Ibis! Esto no es lo que parece. –Andrey estaba nervioso.
–¿Qué no es lo que parece? ¿Entonces que parece? Ah...
–Oh Она та маленькая, ¿о которой ты мне рассказывал? (¿Ella es la pequeña de la que me contaste?) –menciona con una aparente alegría la joven misteriosa.
–... –Ibis no estaba sonriendo como lo hacía.
–Она действительно похожа на девушку. Это мило (En verdad se parece a una niña. Eso es lindo)
La chica se inclinó hacia Ibis tratándola como un infante, eso fue algo que molestó a la joven, pero ¿por qué? No era la primera vez que alguien hacia y decía eso.
–Ekaterina, ella entiende lo que dices, habla nuestro idioma. –atina a decir el mediano con nerviosismo.
–Oh, lo siento, pero eres muy tierna siendo tan pequeña como un chihuahua, no... más bien como un ratón. –esto hizo a Ibis levantar una ceja.
–Ekaterina ¿verdad? –Ibis ya no estaba sonriendo, de hecho, se encontraba un poco enojada. –Te agradecería que dejaras de llamarme niña o pequeña, tengo 22. Y deja de poner esa cara burlona conmigo
–Oh, lo siento –la contraria, por su parte, no dejaba de sonreír. –Es que siempre me gusta mostrar mi alegría, tu deberías sonreír un poco, o nadie podría interesarse en ti.
Este último comentario hizo que Ibis frunciera el ceño, realmente estaba molesta.
–Ekaterina... –Andrey iba a hablar, pero fue interrumpido por Ibis.
–Andrey, me retiro a trabajar, en cuanto termines de hablar con la señorita, haz tus deberes.
–Espera, Ibis, tenemos que hablar.
–Será cuando termine mi turno, ahora tenemos trabajo.
Ibis se fue dejando al joven con las palabras en la boca, en el camino se encontró a Gerald, quien notó su molestia.
–¿Qué pasó? ¿Por qué estás molesta?
–Acabo de ver a tu hermano besándose con una tal Ekaterina.
–Ah... ella... vino de visita, han sido amigos desde niños, nuestros padres suelen hablar de negocios, de hecho, se conocieron aquí en la empresa.
–Pues es obvio que ella lo ve más que sólo como amigo.
–Uy~ ¿Acaso tú estás celosa? –Gerald uso un tono burlón para molestarla un poco, cosa que consiguió.
–¡Por supuesto que estoy celosa! ¡Esa chica estaba besando a MI Andrey!
–... –el mayor fue sorprendido por la reacción de ella.
–¿Celosa? ¡¿Mi Andrey?! –Ibis se había puesto tan roja como tomate.
–Ibis, cálmate, oye, está bien...
–Tú no escuchaste eso. –dijo la chica tomando a Gerald por el cuello de su camisa y lo acercó a su cara. –Más te vale que no digas ni una palabra de esto a nadie o te partiré toda tu madre Rusia ¿entendiste?
–S-sí... –Gerald no iba a revelarse contra ese pequeño demonio.
Después de amenazar a Gerald fueron a trabajar, Ibis trataba de no pensar en lo que había pasado, pero la imagen de Andrey besándose con alguien más la estaba irritado más de lo que quisiera, y Andrey quería hablar con ella para aclarar el malentendido. Fue entonces que llegó la hora del almuerzo.
–Ibis, necesitamos hablar. –Andrey se acercó a la menor para arreglar las cosas.
–Eh, sí, es verdad, creo que me exalté con mi comportamiento de la mañana y yo... –pero fueron interrumpidos por Ekaterina, quien abrazó a Andrey del brazo.
–Andrey~ vamos, dijiste que me llevarías a comer en la cafetería de aquí.
–... - Ibis sólo veía como ella se insinuaba.
–Ekaterina, estoy hablando con Ibis.
–Si es sobre el trabajo eso puede esperar ¿o no? –dice volteando a ver a Ibis
–Andrey, ¿terminaste tus deberes? –Ibis preguntó con una cara sería.
–Ah... sí...
–Idiota, debiste decir que no. Entonces no hay problema. –responde volteando a otro lado.
–¿Ves? No hay problema, vamos. –atina a decir la mayor.
–¡Si lo hay! –Ibis se fue rápido dejándolos solos.
–Espera... –Andrey quiso detenerla, pero ella ya se había ido.
En la cafetería del edificio, Andrey y Ekaterina se encontraban en una mesa.
–No vuelvas a hacer eso. –replica Andrey con cara seria.
–¿Qué cosa? Ah... ¿El beso? ¿No te gustó? –menciona sonriendo
–No, no me gustó. Sabes que ya tengo a alguien que me gusta.
–¿La niña?
–Deja de llamarla así, ella no es una niña.
–Está bien, lo siento, pero no pude evitar besarte, estaba tan emocionada de volver a verte y, además, sabes bien que estoy enamorada de ti desde que somos niños.
–Lo sé, por eso jamás te di esperanzas.
–Pero sabes que no me rindo tan fácil, siempre obtengo lo que quiero... y lo que quiero, es a ti.
Mientras tanto, Gerald e Ibis se encontraban en otra mesa alejada.
–¿De qué estarán hablando? –pregunta Ibis.
–De nada importante seguramente, no te preocupes.
–Di nidi impirtinti, tú cállate.
–... Eso fue cruel...
–Ah... no me importa ya.
Ibis volteó la cabeza y cruzó sus brazos, sin embargo, sus ojos no dejaban de ver hacia la otra mesa.
–Parece que tu hermano y Pasha se están divirtiendo. –dice Ekaterina burlonamente.
–¿Pasha?
–Sí, pasha significa pequeño.
–Sé que significa pasha ¿Quién es ese?
–Ibis –ella señala a donde se encontraban
Gerald e Ibis estaban riendo, el mayor hizo que ella se olvidara de su hermano y Ekaterina por un momento contándole anécdotas de Andrey cuando era niño, el mediano estaba celoso al verlos, pensando que su hermano trataba de robarle a Ibis aprovechando la situación, el mediano estaba a punto de levantarse cuando Vladimir se acercó a él y a Ekaterina con el padre de ella.
–Aquí están, estaba buscándolos, ¿Dónde está Gerald? –dice Vladimir.
–Esta allá –Andrey lo señala.
–Oh, también esta Ibis, perfecto, esto nos ahorra tiempo, vamos.
Andrey miraba extrañado, pero igual siguió a su padre. Se acercaron hacia la mesa donde esta la pareja y Vladimir les pide que todos los acompañaran hasta su oficina.
–¿Padre, qué pasa? –pregunta Andrey.
–Hay un evento que debo anunciar, uno que trata sobre nuestra familia y la de Ekaterina.
–Vladimir. –dice Ibis –Si es algo que involucra a sus familias ¿por qué estoy yo?
–Porque tú eres considerada como parte de mi familia.
Escuchar eso le pintó una pequeña sonrisa a Ibis y a los hermanos, Ekaterina no dejaba de sonreír, pero ese comentario le molestaba un poco, pero las autenticas sonrisas fueron borradas cuando Vladimir expuso cual sería el evento.
–El evento que se celebrará será la boda entre Andrey y Ekaterina.
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