1 semana más pasó, Ibis acudía puntual a sus citas con el psicólogo y Vladimir la acompañaba. Ella se encontraba más animada y estaba mejorando, en parte porque recordaba las palabras de Andrey.

Mientras tanto Gerald y Andrey hacían lo mejor que podían por mantener el ritmo en el trabajo. La forma en que Ibis quedó atrapada en la bodega seguía siendo un misterio, Gerald no había dicho nada, y Ana le sonreía vilmente cada que lo veía, el mayor sentía remordimiento y oraba porque Ibis regresará, deseaba disculparse con ella, por eso continuaba ahí a pesar de que quería confesarle todo a su padre.

-Ibis realmente es increíble. -atina a decir el mediano.

-¿Qué?

-A nosotros aun nos cuesta seguir el ritmo que ella tenía aquí como secretaria de Louis.

-... Sí... es verdad. -responde Gerald con desanimo.

-¿Qué te ocurre? Has estado actuando extraño.

-Estoy preocupado por Ibis...

-Desde el incidente en la fiesta no la has llamado de otra forma más que por su nombre.

-Claro, no puedo seguir insultando a la persona que salvó a nuestro padre y a nuestra familia.

-... Has cambiado...

-Cierra la boca y ayúdame a terminar o Louis nos regalará de nuevo.

-Búho...

-¿Qué?

-El nombre de Ibis significa Búho en latín.

-¿Y eso qué significa?

-Mamá amaba las aves, sus favoritos eran los búhos...

-Sí... odiaba que las aves estuvieran en las jaulas...

-Son muchas coincidencias...

-¿A qué punto quieres llegar?

-A veces pienso que papá tenía razón.

-...

-Tal vez, después de todo, Ibis si es un ángel guardián que mamá envió para nosotros. -dice Andrey poniendo una sonrisa.

-Sí... tal vez... -Gerald pone una sonrisa también, aunque levemente.

-¿Qué tal si hoy hacemos la cena? -dice el mediano al ver la expresión de su hermano.

-Claro.

Ibis regresaba del psicólogo junto con Vladimir en su auto. El celular del mayor suena, le había llegado un mensaje.

-¿Podrías revisar? El patrón es una M

-¿De Makari? -ella sólo soltó un pequeño suspiro burlón.

-Sólo lee el mensaje.

-Es Andrey, dice que preparará la cena con Gerald.

-Oh... ¿te gustaría ir?

-No, está bien.

-Entonces vamos.

-...

-Makari se alegraría de verte.

-Uhm... está bien. También lo extraño.

-Y Andrey se alegrará de verte también. -esto sonrojó a la joven.

-No quiero ir. -dice volteando a otro lado mientras que Vladimir se ríe.

-Avisa a tú familia.

-Sí...

Los hermanos se encontraban en la cocina, Makari se encontraba cerca de ellos jugando con Pushinka.

-Extraño a Ibis... -dice el menor con notorio desanimo.

-Ella volverá pronto. -atina a decir el mediano con una sonrisa para animar a su hermanito.

-¿Cuándo es pronto?

-... -Andrey no sabía que contestar, fue entonces que escucharon la puerta abrirse. -Papá ha llegado, ¿por qué no lo recibes?

-¡Sí!

El menor fue corriendo mientras Pushinka lo seguía, Gerald y Andrey también fueron a recibirlo.

-¿Cómo te fue? -dice Andrey

-¿Cómo se encuentra ella? -pregunta Gerald

-¿Cuándo volverá? -el pequeño realmente quería una respuesta.

-Bueno... ¿Por qué no le preguntan a ella?

Vladimir se hace a un lado para mostrar a Ibis, quien se encontraba atrás de él.

-¡Ibis! - Makari no lo pensó dos veces y fue directo a abrazarla. -Te extrañé mucho ¿Cómo estás?

-Estoy muy bien ahora que puedo verte. -dice mostrándole una sonrisa.

-Estábamos preocupados por ti, todos, lamentamos que hayas pasado por eso. -atina a decir el mediano.

-Lamento haberlos hecho alarmarse. Estoy mejor, en serio.

-Ibis se quedará a cenar con nosotros esta noche. -dice Vladimir, cosa que alegró a los hermanos.

Gerald se mantenía callado, a pesar de querer disculparse, quería abrazarla, pero sabía que no tenía derecho, no después de lo que le hizo. Ibis volteó a verlo, pero apartó la mirada de él, no tenía el valor de verlo, sentía algo de miedo.

La noche transcurrió tranquila, hablaron y rieron, pero Gerald se encontraba ausente.

-Makari, ¿Por qué no llevas a Puchinka arriba? -dice Gerald para hacer que su hermanito se retirada por un momento -Ya va siendo hora de que ambos duerman.

-¡Pero quiero estar más tiempo con Ibis!

-Entonces sólo deja a Pushinka y regresas.

-¡Sí! -el menor toma con mucho cuidado a su gatita y se retira. Fue entonces que Gerald aprovecha para hablar.

-Ibis... -menciona el mayor de los hermanos, a lo que la chica da un pequeño salto. -Papá nos reveló cómo se conocieron.

-¿Todo? -Ibis volteo a ver a Vladimir y este asintió.

-Queremos disculparnos por nuestras acciones del pasado y darte las gracias. -dice Andrey junto con su hermano manteniendo la cabeza baja.

Acto seguido los hermanos se levantan de sus asientos y se disculpan al mismo tiempo inclinándose ante Ibis.

-No por favor, no tienen que hacer eso.

-Sí tenemos -dice Gerald sin levantar la cabeza -Sí debo.

-¡Ya regrese! -el menor venia casi saltando de felicidad. -¿Qué hacen?

-Nada -dice Ibis -Creo que es hora de irme.

-¿Qué? ¡No! ¡Quiero que te quedes!

-Lo siento, vendré a visitarte más seguido. ¿De acuerdo?

-¿Lo prometes?

-Sí, lo prometo.

-Te llevaré a casa. -dice Andrey acercándose a Ibis.

-No... Tu padre dijo que lo haría.

-Pero... -Andrey comprendía a Ibis, por eso ya no seguía insistiendo, y aunque quería acercarse más, mantenía la distancia para no incomodarla. -Comprendo... cuídate. -dijo dándole una sonrisa mientras acercó su mano a la mejilla de Ibis.

-Gracias. -Ibis le dio un abrazo, lo que sorprendió al mediano. -Por estar conmigo en el ascensor, en la ambulancia y en el hospital. Y por hacer que volviera a tener confianza en mis ojos.

Andrey se encontraba sonrojado, tenía a la persona que le gusta abrazándole, se encontraba nervioso. El chico la abrazó de vuelta y se inclinó para besarla.

-Uy, es tarde, debo irme jajaja. -Ibis se apartó rápido dejando a Andrey sin moverse con cierta decepción. -Hasta luego... jajaja -ella sólo se reía nerviosamente.

-Hasta pronto...

Cuando Ibis y Vladimir se retiraban, los 3 hermanos salían a despedir a Ibis, Gerald estaba dispuesto a decir la verdad esa noche, pero se detuvo porque quería disculparse con la pequeña primero.

-Vaya, fue un avance. -dice Vladimir mientras maneja. -Pero creo que fue cruel para Andrey.

-Cállate... -dice entre dientes la joven. -Pero si... fue un avance. ­-piensa dejando salir una pequeña sonrisa.