Capítulo 11: Héroe
–¡Devuélvelo!
Era la voz enojada de un niño a quien le arrebataron algo muy preciado para él. Makari estaba furioso, quería de regreso su tan amado collar que colgaba del cuello de uno de los tres niños que estaban presentes. Se encontraban en una sección apartada de la escuela, la cual era un instituto que abarcaba preescolar y primaria.
Era el típico grupo que se creía dueño de la escuela, los tres niños mayores tenían 12 años, Kevin era el "líder" del grupo.
–¿No aprendiste nada ayer? –dijo Kevin con todo aire de superioridad.
–¡Es mío, regrésamelo!
–Que molesto eres. José, Oscar, denle otra lección para que aprenda.
–¡Sí! – Los otros dos niños asintieron ante la orden.
Uno los niños inmovilizó a Makari golpeándolo en el estómago y luego sujetándolo por la espalda, el otro niño se acercó al menor y levantó el puño para golpearlo en el rostro. Justo al lanzar el golpe su muñeca fue sujetada por una persona que llevaba una sudadera oscura con una capucha, el sujeto jaló al niño del brazo hacia él y sin aplicar demasiada fuerza, le dio un puñetazo en el estómago haciéndolo caer al suelo, los dos niños parados se asustaron, pero Kevin le gritó al otro que peleara contra el extraño, a lo cual este accedió tomando un tubo que estaba por ahí para golpearlo. El sujeto misterioso lo esquivó, le quitó el tubo lanzándolo lejos y al niño lo tomó del cabello y lo estrelló contra la pared sin mucha fuerza.
Ahora sólo quedaba Kevin, él tenía tanto miedo que no podía correr, el extraño se acercó al niño y sus piernas cedieron haciéndole caer al suelo, el encapuchado se agachó y se puso a la altura de su cara dándole una mirada penetrante que le causo más miedo al infante. Con sus ojos color ámbar miró directo a los ojos de Kevin mientras alzanba la mano como si pidiera algo.
–Dámelo. –dice el extraño con total calma.
–¿Q-qué? –el niño estaba tan aterrado que su voz temblaba.
–El collar.
Al chico no le queda de otra que hacer lo que el extraño exigía. Le dio el collar, los otros niños comenzaban a moverse mostrando también miedo, la persona se acercó más a Kevin y dijo:
–Si me entero de que ese niño está siendo molestado de nuevo, volveré por ustedes... –se aproximó a su oído y prosiguió con voz suave, pero lo suficientemente alto y claro para los otros niños lo escucharan también –y les daré un pequeño paseo al infierno.
Después de eso el extraño se levantó y les ordenó que se marcharan, ellos salieron corriendo con justa razón.
Se aproximó al niño y extendió su mano entregándole el collar, Makari estaba confundido ¿Quién era esta persona? ¿Por qué lo ayudó? ¿Acaso lo conocía? Mientras esas preguntas rondaban su mente, no podía dejar de ver esos ojos de color inusual tan hipnóticos.
–¿Estás bien? –dice el extraño con una sonrisa amable.
–Estoy bien... gracias... –responde Makari muy confuso no sólo porque la extraña persona que le ayudó, sino porque su voz sonaba igual a la de ella.
El sujeto misterioso sacó de su bolsillo una pequeña caja, el cual era un estuche para guardar lentes de contacto. La persona los abrió, sacó y se colocó las lentillas, luego retiró su capucha dejando dilucidar quién era el "extraño".
–¡I-IBIS! –con justa razón el pequeño estaba muy sorprendido. –Tus ojos eran...
–Shhh... Vas a descubrirme. –Ibis mostró una sonrisa. –Fuiste muy valiente al enfrentarte a tres niños mayores que tú. –la mayor acarició la cabeza de Makari. –Debe ser un collar muy importante para que te pelees por él.
–... –Makari se quedó unos segundos en silencio. –Era de Mamá, nunca la conocí, ella murió cuando era un bebe. Andrey dijo que siempre iba a cuidarme.
–Ya veo... Bueno, es verdad, tu mami siempre va a cuidarte. –Ibis le mostró una gran sonrisa haciendo que Makari también sonriera. –Bueno, debo irme o podrían atraparme. Cuídate, y si tienes problemas. Vendré a ayudarte.
–¿Cómo un superhéroe?
–Jajaja, sí, como un superhéroe. Y Makari, que quede entre nosotros. –Ibis le da un fuerte abrazo al pequeño y se marcha antes de que alguien pueda descubrirla.
**De regreso en la oficina**
–Oh, Ibis, –dice Louis al ver que ella había vuelto. –¿Pudiste resolver tus asuntos personales?
–Sí, todo está resulto.
**Mientras tanto en las clases de Makari**
–¿Qué dibujas? –preguntó una profesora
–¡A mi héroe!
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