Los ojos grises iluminados por el amanecer se dejan ver entre las malezas observándolo todo silenciosamente. Aullidos y rugidos de huargos y orcos se escuchan a lo lejos, los catorce enanos y Gandalf esperan escondidos la señal positiva del mediano, pero nada.

—Porqué durará tanto? —pregunta Ori con desesperación.

—Calma, ya vendrá —dice Thorin apoyado en el tronco de un árbol sin ramas.

—Lo busco? —pregunta Aûstryth, pero Thorin niega.

Al instante Bilbo aparece corriendo, un poco asustado. Se detiene apoyando sus manos en las rodillas tratando de calmar su respiración agitada por el susto.

—Qué viste? —pregunta Nori.

—Te vieron? —dice Thorin. Bilbo niega y todos botan el aire que contenían relajándose.

—Se dan cuenta? —habla Gandalf— silencioso como un ratón! —dice mientras los demás le felicitaban.

—Escuchen... —dice Bilbo tratando de respirar.

—Un buen saqueador a fin de cuentas!! —exclama Fili.

—¡¿Me pueden escuchar?!!

—No hay nada como un buen saqueador! —exclama Gloin.

—Oigan!!! —grita Aûstryth, todos la miran silenciosamente —ahora sí pequeño... habla...

—Los huargos y orcos se han desviado del camino... —dice Bilbo sin dejar de mirar a la enana ofendido por lo de "pequeño".

—Eso es un alivio! —exclama Kili.

—Pero hay algo peor... es un animal... enorme! —dice el mediano. Gandalf mira con atención lo que dice el hobbit.

—Qué forma tiene? ¿Como un oso? —pregunta curiosamente el mago. Bilbo lo mira expectante asintiendo.

—Es más grande... mucho más...

En ese momento se escucha un rugido tan fuerte que los enanos se tensan agarrando con más fuerza sus armas.

—Qué hacemos? —pregunta Kili mirando a su tío.

—No tan lejos de aquí, hay una pequeña cabaña... —dice Gandalf.

—De quién? —habla Thorin —. ¿Amigo o enemigo?

—No lo sé... puede estar de nuestro lado...

—Eso no me llena de seguridad... —dice Dwalin.

—Qué opción tenemos? —pregunta Thorin.

—Ninguna...

Los aullidos y rugidos se escuchan con mas intensidad conforme ellos avanzan con rapidez hacia la cabaña, llegando a las planicies; tierra de ese gigantesco animal. Bilbo corre mientras mira de vez en cuando hacia atrás esperando que no aparezca el animal.

—Bilbo sigue corriendo!! —exclama Aûstryth preparando su arco por simple precaución.

De repente, entre la maleza y arboles aparece un enorme animal el cual sus patas demostraba que podía triturar a cualquier ser con solo un zarpazo.

Los enanos corren a gran velocidad en especial Bombur que extrañamente sus pies esta vez no flaquean y se ven firmes y atletas comparadas a los demás enanos. Los gritos de "CORRAN" de Aûstryth aturdían más a los enanos desesperándose en llegar.

Cuando llegan la cabaña se encuentra cerrada, o eso es lo que Kili gritaba. Pero un refunfuñado tío apartó a todos quitando la aldaba de la puerta entrando todos como una manada. El último en llegar fue Gandalf que al entrar los enanos reaccionaron en cerrar la puerta trabándola con un fuerte madero. Los aruñazos y los gruñidos del gigantesco animal retumbaban en toda la cabaña haciendo que todos los enanos quedasen en silencio esperando a que se fuera o se calmase.

—Parece que se ha ido... —dice Nori escuchando entre la puerta algún movimiento de la mole, pero no, no se escuchó nada.

—Apártate de ahí Nori!! —exclama Ori— todo esto no me da una buena espina... parece como si él estuviera encantado... con un hechizo muy poderoso y oscuro...

—Cálmate Ori... —habla Gandalf— él solamente esta bajo su propio encanto...

—Él... ha nacido así? —pregunta la pelirroja, Gandalf asiente.

—Se llama Beor... el cambia pieles... y esta, es su cabaña y él su anfitrión...

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Aûstryth despierta un poco sobresaltada mirando a sus alrededores para luego respirar hondo llegando a entender dónde se encuentra.

—Aûstryth... despierta... —susurra Bilbo. La enana le mira mientras se levanta de la paja donde se encontraba acostada.

—Ya todos se despertaron?

—Sí... están pensando en cómo presentarse ante Beorn... ya que él no le agrada mucho los enanos...

—Entiendo... —dice caminando junto al mediano hacia la sala llevándose la sorpresa de que dos caballos blancos como la nieve se encontraban caminando en dos patas sirviéndoles bebidas a los enanos.

—Es hermoso no lo crees? —habla Fili admirado. La enana asiente lentamente y con miedo al ver a esos caballos caminando de esa forma.

—Primero iré yo junto a Bilbo... —dice Gandalf a Thorin —, luego Fili y Kili, siguiéndole Nori y Ori, Bofur y Bifur, Gloin y Bombur... aunque Bombur vale por dos... así que irá solo... Gloin irá con Óin, Dori con Balin, Dwalin irá con Aûstryth y por último tú Thorin... Salen después de mi señal...

—Bien... —dice Thorin. Gandalf sale junto a Bilbo acercándose lentamente a Beorn el cual picaba madera, pero no antes de una pronunciada reverencia.

—Pero... cuanto tiempo esperamos? ¿Y cuál señal hablaba Gandalf? —pregunta Bofur pero nadie le contesta, nadie tiene la respuesta.

—Salimos ya? —pregunta Kili. Bifur asiente y salen los enanos haciendo una reverencia a Beorn mientras él los miraba con un poco de furia.

—Nori y Ori... —dice el enano, los aludidos salen de la cabaña haciendo lo mismo posicionándose atrás de los príncipes.

La cara de Gandalf era épica, no podía creer que los enanos no entendieran sus pautas ahora rezaba con que Beorn no los destrozara a todos por la imprudencia.

—Bifur! ¡Vamos nosotros! —exclama caminando en compañía del enano hacia afuera. Seguidos por Gloin, Óin, Bombur, Balin, Dwalin y Austryth.

—Ellos... son de los que te hablaba... —dice un acongojado mago gris.

—Son enanos... —expresa Beorn. Al instante Thorin aparece, imponente como todo un rey. Hace una reverencia corta para luego posicionarse al frente de sus sobrinos —. Thorin... hijo de Thrain... —dice Beorn mirándole seriamente.

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Caballos caminando en dos patas sirven comida a los enanos mientras Gandalf, Thorin y Beorn hablan sobre la misión, pidiéndole ayuda para poder avanzar mas rápido en la travesía. Aunque anteriormente Beorn estaba muy reacio optó por ayudarles dándoles quince ponys y un caballo.

Antes de partir, Gandalf hablaba a solas con Beorn de las noticias del Norte cuando una cabellera roja interrumpió.

—Disculpen... —habla Aûstryth— es que... necesito un río para bañarme...

—Mis caballos pueden traerte agua y te puedes bañar en una tina... —dice Beorn, pero la chica se sonroja provocando en Gandalf una pequeña sonrisa.

—No... no quiero estar cerca de muchos enanos... los conozco! —después de una pausa Beorn asiente.

—Cerca de aquí hay un enorme río que sus aguas son acaudaladas pero tranquilas, si quieres puedes llevarte uno de mis caballos para que te guíe y te cuide mientras tomas el baño... —ella asiente. Beorn habla con uno de sus caballos en otra lengua y este asiente caminando junto a la enana guiándola hacia el río.

—Crees que necesitemos tropas... y el llamado de las seis casas restantes? —pregunta Gandalf después de que Aûstryth partió. Beorn le mira sin decir nada, pensativo.

—Un mal se acerca... no cabe duda... pero quien sabe hasta cuando ocurrirá... posiblemente cien años después o mil... aun no lo sabemos Gandalf... —El mago asiente mientras fuma su pipa.

—Has visto a la enana? —pregunta Thorin, ambos le miran sin contestarle.

—Me temo... Thorin... —habla Gandalf— que ella se ha ido a asear un poco, no muy lejos de aquí, según mi amigo Beorn...

—En qué lugar esta? ¡Tenemos que irnos! —exclama un mal humorado enano, provocando en Beorn un poco de enojo.

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La pelirroja juega con el agua mientras cada gota entra en contacto con su desnuda piel, sus risos rojos rosan su busto tímidamente. Los ojos celestes de la joven enana demuestran tranquilidad y felicidad mientras se zambullía con elegancia ante el caballo el cual miraba vigilante cada lugar.

Un extraño ruido se escucha desde atrás del animal, reaccionando en mirar hacia donde se originó el ruido, pero no veía nada, así que empezó a relinchar para llamar la atención de la enana. Aûstryth rápidamente sale del agua agarrando su arco estirando la cuerda mientras una flecha se tensa en ella.

—Quien anda ahí? —pregunta, pero no escucha nada. Poco a poco baja el arco —. Parece que solo fue un ruido de algún animal... —le dice al caballo.

En la cabaña Fili y Kili arman una pelea amistosa mientras su tío vuelve.

—Sigues dándome ventaja Kili! —dice Fili con una sonrisa ladeada.

—Fili! Kili!! —exclama Thorin llegando como un miura —. ¡Nos vamos!! ¡Ahora!! —exclama ante todos los demás.

—Qué le pasa ahora? —pregunta Kili, Fili se encoge de hombros.

—Qué pasa Thorin? —pregunta Dwalin mientras ve que su amigo prepara sus cosas para partir —. ¿Encontraste a Aûstryth? —dice después de que su primera pregunta no fue contestada, Thorin asiente sin mirarle —. ¿Te dijo algo?

—No Dwalin!! —contesta exasperado.

—Thorin... ya volvió Aûstryth... —habla Balin llegando hacia él — se encontraba bañándose en el río...

Dwalin lo mira con las cejas alzadas, lo que ha pensado no es nada decoroso.

—Qué ocurrió en el río Thorin? —pregunta un insistente Dwalin.

—La vi desnuda... —susurra, Balin le escucha llevándose una gran sorpresa.

—Sé que hace muchos años no ves un cuerpo desnudo... pero no es para tanto Thorin! —exclama Dwalin aguantándose la risa ya que su amigo comienza a ruborizarse.

—Creo que es algo mas lo que vió... y sintió... —dice Balin.

—No digas estupideces! —exclama Thorin.

—Hijo... es algo muy normal que quieras buscar a alguien nuevamente... y la chica no es fea... —dice Balin. Thorin le mira sin decirle nada.

—Ella es una mujer hermosa... pero yo estoy roto por dentro... —dice el rey enano caminando hacia los ponys los cuales se encuentran listos.

—Crees que podrá... seguir... sin que ese dolor lo hiera cada vez que quiera amar? —pregunta Dwalin a su hermano.

—La pregunta es... ¿será que él podrá olvidar el dolor que le provocó la pérdida?

—Por el bien de Erebor... espero que sí...

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Han llegado a un gigantesco, misterioso y marchitado boscaje que del cual salía energías y vibras extrañas alterando a los ponys.

—Suelten a los ponys! —habla Gandalf— lo hemos prometido... —agrega, dos enanos comienzan a soltarlos mientras él penetra la entrada del bosque que se encuentra ahí.

—Aûstryth! —le llama Kili —. ¿Porque no me avisaste que te ibas a bañar? Te hubiera acompañado para que nada te ocurriera... — agrega coqueteándole a la joven mientras todos los demás ríen.

—Gracias... pero estaba acompañada... —contesta la enana con una sonrisa de medio lado. Thorin se detiene en seco, pensando en que posiblemente sí le haya visto.

—Así? ¿Quien?

—Un caballo de los especiales de Beorn... —dice la enana, produciendo en Thorin un alivio.

Una mano pesada cae en el hombro de Thorin provocándole un respingo. Dwalin le mira con una sonrisa sardónica.

—Tranquilo Thorin... vas a entrar en obviedad sino te controlas... —le susurra, Thorin suspira avergonzado.

—Mi caballo no lo suelten!! —exclama Gandalf saliendo del bosque un poco aturdido e intranquilo.

—Otra vez te vas? —pregunta Bilbo.

—No me iría si no fuera necesario... —contesta mirándole con admiración— Bilbo Bolsón... has cambiado mucho desde que salimos de la caverna de los trasgos...

—De hecho... te quería decir algo... que encontré ahí...

—Así? ¿Qué? —pregunta el mago con una extraña curiosidad.

—Mi valentía... —suelta el mediano provocando en el mago un gesto de decepción pero que pronto ocultó con una seriedad.

—Qué bueno amigo mío... porque la necesitarás! —dice para luego dirigirse al caballo no antes en darle instrucciones a Thorin —. Sigan el camino de piedra... si lo pierden se perderán en el encanto del Bosque Negro... y sí Ori, este encanto es oscuro y malicioso —agrega mirando a todos los enanos— tengan cuidado con el paso de un río... que a como he dicho, el bosque ha caído en una extraña enfermedad hace mucho tiempo ya...

—Este bosque se le conocía como Bosque Verde... —habla Balin.

—Así es...

—Te volveremos a ver? —pregunta Thorin.

—Me verán en la colina de la entrada a Erebor... espérenme ahí... no entren a la montaña solos! —contesta el mago gris comenzando a caminar hacia el caballo para luego desaparecer entre las planicies.

—Tenemos los días contados... movámonos ya! —dice Thorin, los demás asienten adentrándose al bosque.