bueno, mis querido lectores, pues ya que les digo, sinceramente se que debo disculparme por tardar tanto en actualizar pero lo siento aveces me siento de la mi!"#4 y no puedo hacerlo o tras veces el trabajo me supera, aun asi agradezco lo que me siguen pidiendo actualizaciones, neta ustedes hacen mi dia un poco mejor... en verdad muchas gracias

Y bueno  también me alegra informarle que también esta listo el cap nuevo de

"EL CAMINO QUE ME GUÍA A TI"

Y

" INCLUSO LA ROSA MAS BELLA TIENE ESPINAS" (este lo subo mañana hoy ya no tengo tiempo) 

E incluso, estoy a punto de terminar un oneshot Kanon X Milo, Minos x Lune (este sera un +18 tipo mi querido demonio mas que nada, me frustro buscar material de ellos y no encontrar mucho)y mi primer yuri Marin x Shaina.

Estos tardaran tal vez 15 dias en que los suba pero ya están casi listos, espero de antemano sean de su agrado...

Pero bueno sin mas, espero les guste el cap y como siempre espero sus lindos comentarios que siempre logran hacerme el dia :D

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-Ángelo, maldición termina con esto, el patriarca aún no lo sabe pero no puedes ocultarlo mucho tiempo, además comienza a notarse en tu cuerpo, luces cansado, demacrado, Ángelo estoy preocupando por ti.

Le decía Shura acercándose a aquel alfa que le enamoró desde la primera vez que le vio, aquel que ahora estaba sentado en su cama, mirando hacia al piso, sintiendo como su cuerpo le dolía, como el cansancio le dominaba poco a poco, más aun así soportaba todo aquello sin querer mostrarse más débil.

-¿alguna vez has sentido el verdadero sufrimientos Shura?¿ Sabes lo que es llorar, suplicar a alguien por piedad? ¿ Sabes los he es que la gente a tu alrededor haya logrado que te odies a ti mismo?

-¿tu si?

contesto con molestia y rapidez, viendo cómo Ángelo negaba con la cabeza.

-entonces,¿ por qué tanta empatía con el? ¿Por qué te permites este sufrimiento solo por el?¿Por qué crees que es tu omega?

Ángelo suspiró con fuerza, masajeando un poco su cuello alzando la mirada a Shura.

-el necesita a alguien, ha estado solo toda su vida, ha sufrido bastante, tanto que lo que yo siento ahora no es nada, el me dijo lo que paso antes de llegar aquí, hasta incluso del como fue engendrado, shura, no voy a dejarlo solo nunca más...

-¿aun que eso sea tu destrucción?

-saga prometió ayudarme, el digo que me apoyara para poder controlar este cosmos maligno que ahora está en mi cuerpo.

El pelinegro guardo silencio algunos segundos sorprendido que saga, un candidato a patriarca supiera sobre lo que ocurría con Ángelo.

-por favor Shura, entiéndeme, yo sé que tú harías lo mismo por una persona que amaras o que creyeras que es tu omega o ¿No?

Le brindó una sonrisa a Shura, quien desviando la mirada no le respondió, suspirando con cansancio y un poco de dolor.

"Claramente yo lo haría por ti, en eso tienes razón"

Pensó regresando la mirada a Ángelo, guardando silencio aceptando toda aquella situación.

-al menor indicio de que está es una mala idea actuaré Ángelo, no dejaré que nada malo te pase, eres mi compañero, mi amigo y no voy a dejarte caer, lo juro, tu también mereces alguien que cuide de ti, solo recuerda que el amor no debe de ser unilateral y no creo que estés contemplando los sentimientos de Afrodita.

Esta vez fue Ángelo quien guardo silencio, pensante ante aquellas palabras, contestando después de algunos segundos.

-si el no muestra interés por mi después de esto, no le obligaré me resignare y entenderé que me equivoqué, que pensé que era mi omega cuando no era así, aún que aún si no le dejaré solo, pero entenderé que solo seremos amigos, aún que creo que me dolerá mucho verlo como tal... no puedo siquiera imaginar ese sentimiento.

Los labios de Shura aún guardaban silencio, prefiriendo largarse de ahí, ir de camino a su templo, ya no tenía ganas de nada más, le dolía lo que pasaba con Ángelo y aún que no quisiera admitirlo sentía celos y un poco de coraje por Afrodita, pero de que servía quejarse, Ángelo era un alfa al igual que el, y eso en especial en el santuario, un lugar un tanto conservador era inaudito, algo extraño y muy mal visto, era una amor unilateral y aún más triste, un amor muerto desde su nacimiento.

-Angelo, por favor cuídate mucho, yo lo haré desde la oscuridad, pero te juro que lo haré.

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Estaba sentado en la cama de su templo, mirando por la ventana, sintiendo sus piernas temblar con desesperó, estaba nervioso, confuso, más intento controlar su malestar al sentir a saga dirigirse a su habitación.

-creo que últimamente te estás tomando este templo como propio, ¿No? Entras cuando quieres y sin permiso mío.

Le dijo con burla, al tenerlo sentado a su lado, inquietándose un poco al recibir solo silencio de parte del mayor, el cual lucía un tanto ido, sus ojos tenían tonos rojizos, haciéndole ver un tanto peligroso.

-saga ¿Estás bien?

Cuestionó preocupado, acercándose un poco a su lado, viendo a saga en un conflicto consigo mismo.

-saga...

Alzó un poco la voz, teniendo por fin la atención del mayor quien con una ligera sonrisa lo miro, acariciando su mejilla de una manera un tanto incómoda para el menor.

-eres un omega muy lindo Afrodita, quién diría que los demonios que habitan en ti son tan grandes.

No se atrevió a moverse, sabía que el cambio de color de ojos de saga era algo de lo que cuidarse, algo que aún no sabía si sería algo bueno o malo para el.

-¿y que hay de tus propios demonios?

Cuestionó sintiendo la mano de saga moverse un poco obligándolo a no bajar la mirada y verlo fijamente.

-mis demonios no son tan malos, no puedo imaginar lo tanto que has sufrido pequeño, el odio, el dolor, todo lo malo, pero tranquilo, te protegeré juro que lo haré, pero necesito de tu ayuda, el patriarca, hay algo malo en el, lo sé, últimamente ha estado muy atento a Aioros, no sé qué es lo que sucede pero sé que ambos esconden algo, la rebelión es esta cada vez más cerca, pero si no ganamos yo estaré fuera, no podré cuidarte, ni Ángelo , cuando el patriarca descubra lo que ha hecho y el por qué de las máscaras de su templo lo matara.

-¿lo matara? ¿Por qué solo uso una técnica más que los descendientes a caballeros de cáncer pueden usar? ¿Por qué lo haría?

-por que es una técnica prohibida, solo los dioses pueden decidir el castigo de un alma en pena, no los mortales, sin importar que sean caballeros dorados, por eso sí yo no estoy a su lado se que ustedes lo pasarán muy mal, tengo que protegerlos, por eso he venido aquí Afrodita, para advertirte sobre esto, en cualquier momento te llamare y tendrás que actuar.

-claro.

Respondió sintiendo que por fin saga lo soltaba, levantándose dispuesto a marcharse.

-¿saga?

-si -detuvo su andar volteando a ver a Afrodita-

-¿por que Ángelo sigue haciendo estas cosas por mi?

Saga se acercó de nuevo al menor, colocando una mano en su hombro, sintiéndose un tanto victorioso al ver que ya no era necesario tomar el rostro de Afrodita para que esté lo viera a los ojos sin bajar la mirada.

-no lo sé, pero sé que si el patriarca y Aioros siguen vivos, no podrás averiguarlo pues puede que el termine expulsado peor muerto

-está bien saga.

El mayor sonrió deteniendo nuevamente su andar, sacando una alargada caja de su bolso, abriéndola, mostrándole algunas jeringas al menor junto con cosas que este conocía muy bien, pues solían usarlo para drogarlo y tenerlo sumiso en aquel burdel.

-casi olvidó darte esto, ten es para ti, no lo uses aún, te daré más si lo usas solamente después de que todo esto pase

El menor se apartó un poco de saga, negando con la cabezas.

-¿po... por qué me das eso? -su nerviosismo aumentaba sin más- sus efectos se sentían muy bien, pero me aterra usarlo, eso usaban conmigo sabes para qué...

-tranquilo, en aquel entonces era para algo malo, esta vez es para que puedas controlarte, para que ese malestar tuyo disminuya, para poder tener un poco de paz y evasión de lo que ha sido tu miserable vida... confía en mí Afrodita, no te daría nada que fuera a hacerte daño.

Los labios de saga brindaban una sonrisa, una tierna y un tanto protectora, una que le hiso tomar aquella caja, si decir nada dejando que saga se marchara sin más.

-mi hermano me dijo que esto no era la realidad, pero solía sentirse tan bien, no sentía nada cuando lo inyectaba en mi...

Se dijo con nerviosismo, sin atreverse a abrir la caja por miedo a flaquear en ese mismo momento, sintiendo una gran necesidad de estar con Angelo, así que solo espero un poco más para que saga fuera a su propio templo.

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-Aioros, todo parece marchar muy bien, pero hay algo que tengo que decirte, algo que es una buena noticia pero temo que podría ponerte en algún conflicto sobre las emociones con tu alfa.

El castaño, quien miraba desde el templo del patriarca como saga baja las escaleras de Piscis, solo suspiró tocando su vientre con un poco de preocupación.

-¿que es mi señor?

-la buena noticia es que el bebé que hemos logrado esconder de la vista de todos con un cosmos de ilusión nacerá en pocos días, más no solo eso, es un bebé nacido de dos cabellos dorados y uno que las profecías han dicho será la reencarnación de la misma Atenea....

Aioros volteó a ver al patriarca, mirando casi de inmediato su vientre con gran Felicidad, más aún así algo de miedo.

-¿por eso me ha hecho esconder esto de saga?

Asintió con la cabeza, mirando a la dirección que Aioros observaba minutos atrás, divisando igualmente al caballero de géminis bajar por las escaleras.

-hay algo malo en el, algo que por mi edad y mi fuerza me costará enfrentar , pero tienes que cuidarte de el, se que si algo malo pasa sabrás tomar la mejor decisión y no solo salvarás a la niña, si no a nuestra diosa, está noche partirás, no te despidas de saga, solo vete y tendrás la niña lejos de aquí, se que puede ser difícil pero saga nunca tendrá que saber que esa niña es suya, en la mañana daré la noticia que nuestra diosa está de nuevo en la tierra y que has ido por ella.

Aioros suspiró con fuerza, asintiendo con la cabeza, tomando así una de las decisiones más importantes de su vida, pero eso no quitaba que se sintiera destrozado, temeroso y triste, en su vientre tenía la vida que había engendrado con el hombre que amaba, su alfa, el amor de su vida y tenía que esconderlo por qué era una orden, era lo correcto, pues aún que le dolía admitirlo saga actuaba muy extraño, llevaba meses actuando así, era celoso, posesivo y un tanto agresivo, no se parecía al hombre que conocí al recién llegar al santuario.

-tranquilo hijo todo estará bien.

Le dijo aquel anciano hombre, tocándolo por los hombros, sintiendo como el menor le abrazaba buscando un poco de consuelo.

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-saga, por favor ¿me permitiría hablar contigo.?

Escuchar aquellas palabras le lleno de dicha y felicidad, pues aquella voz era de Shura, el otro caballero dorado que había por el momento en el santuario.

-claro Shura,¿ que pasa?

Vio la mirada preocupada del pelo negro, el como se acercaba a su lado como si le suplica por ayuda.

-por favor, es Ángelo, el dice que tú le ayudarás sobre lo de las máscaras de muerte, pero¿ cómo? , Cada vez está más débil, su piel pierde color, se nota que esa técnica le está haciendo sufrir, por favor dile que la retire, el no es ningún juez y no vale este sufrimiento por culpa de a.....

Guardo silencio ante aquellas últimas palabras, viendo cómo el mayor solo se acercaba a su lado, escuchando sus palabras.

-el es un caballero fuerte y noble, podrá con eso y más.

-¿Por cuanto tiempo? Hasta que su propia armadura lo rechace por todo el odio y el mal que su cuerpo guarda, tal vez en uno días podrá estar "normal" pero sabes las consecuencias y no lo vale saga, además si el patriarca se entera.

El mayor solo sonrió, suspirando , negando con la cabeza con lentitud.

-el patriarca será a mucho el mayor problema para Ángelo, si es verdad, Shura tal vez ahora no lo entiendas pero Ángelo hace esto por una buena causa, Afrodita necesita un amigo, alguien en quien confiar, alguien que le traiga paz.

-claro que él tenga paz y Ángelo sufra las consecuencias ¿eso te parece correcto?

Le interrumpió cruzándose de brazos, mostrando su molestia, haciendo sonreír un poco más al mayor.

-déjame preguntarte algo ¿Tu Shura, siendo un alfa no harías eso mismo por el Omega del cual te has enamorado?

El menor guardo silencio, aún cruzado de brazos continuando escuchando a saga.

-no respondes, eso es raro, nosotros los alfas haríamos lo que fuera por nuestro omega, mataríamos o moriríamos por el, e incluso enloqueceríamos al sentir que lo perdemos de nuestro lado, ellos son todo lo que necesitamos para estar bien, pero parece que no lo vez así...parece.

-nada -le interrumpió- asegura que Afrodita sea el Omega de Ángelo, es un chico atractivo, muy hermoso en realidad y Ángelo es muy bueno, siempre quiere ayudar a los demás, el mismo puede confundirse, apenas lo conoce para decir que es amor, Afrodita es un hombre autodestructivo, es un pozo sin fondo que arrastrara a Ángelo hasta llevarlo a la oscuridad, ni siquiera entiendo cómo logro ser Caballero, el no merece seguir la luz de Ángelo.

-¿no será que el enamorado es otro Shura?

Nuevamente guardo silencio, cayendo poco a poco en la palabras de saga.

-por la tonalidad de tus palabras, parece que le tienes rencor a Afrodita, ¿Por qué estás tan molesto con el? tú lo dijiste no tiene tanto tiempo aquí para dar una idea de el, ¿Como es posible que tú la tengas?

Espero una respuesta que no llego, pues Shura guardaba silencio, desviando la mirada, intentando inútilmente de ocultar su molestia.

-como te dije,-continuó Saga con una voz tranquila- nosotros los alfas podemos hacer todo por nuestros omegas, o el ser que amamos, nuestro problema es todo aquello que como alfas guardamos, los celos, la ira asesina, un fuerte deseó sexual, todo eso vienen incluido en nosotros, pero alado de nuestro omega las cosas pueden calmarse, pues solo tú omega puede darte felicidad y Ángelo quiere luchar por su propia felicidad, deberías de estar feliz por el.

La molestia de Shura poco a poco comenzaba a convertirse en tristeza, lo reflejaba en sus ojos negros que aún que no lo quisiera comenzaban a verse ligeramente cristalinos.

-tranquilo Shura, puedes ser honesto conmigo conozco tu dolor, he visto como miras a Ángelo, en tus ojos pude ver el amor que le tienes aún que también he visto la tristeza en estos por culpa de ser un amor frustrado, un amor imposible, pues eres un alfa y el también, sabes que eso no florecerá, que el no te eligiera, sabes que te tocará sufrir viendo cómo la persona que amas está con alguien más, la vida no es justa ¿verdad?

Shura aún guardo silencio, sintiéndose incómodo ante al conversación, comenzando a acariciar uno de sus brazos casi como si se abrazara a si mismo, sintiendo aún más tristeza y el cómo poco a poco su corazón dolía al solo escuchar las palabras de su mayor.

-tienes razón me gusta, lo amo y sólo quiero protegerlo eso es todo, no quiero que sufra, no quiero que lo dañen, me encantaría ser yo quien pudiera protegerlo.... Pero como dices -su voz comenzó a quebrarse- yo.... Yo no seré a quien el elegía.

Saga se acercó aún más a su lado, abrazándolo como un padre intentando consolar a su pequeño.

-tranquilo, sin en verdad quieres hacerlo solo confía en mi, no te preocupes yo podre darte camino libre con el, solo tienes que confiar en mi y ayudarme a protegerlo.

se sentía confundido, nervioso ante aquella parte de la conversación, sin entender a qué se refería con camino libre.

-¿como es que tengo que confiar en ti?¿protegerlo de quien? siento que no es de afrodita.

la sonrisa de saga se hizo un poco más notoria, mientras fingiendo un poco de preocupación en su mirada y su voz le contesto.

-del patriarca, si el se entera lo que Ángelo ha hecho no solo lo expulsara, ¿sabes como se paga el pecado que Ángelo ha cometido verdad?

Shura bajo la cabeza, soltándose de aquel abrazo mirando los ojos de saga, asintiendo preocupado contestando con una voz tan baja que apenas saga pudo escucharlo.

-lo matara...

-exacto Shura, lo matara, pero - se acercó un poco a el tocando su hombro- yo puedo protegerlo, con tu ayuda.

-hare lo que sea por protegerlo.

respondió firme sin rechistar, sin siquiera pensar la fuerza que había en sus palabras.

- ¿que es lo que tengo que hacer?

su voz y su actitud eran totalmente firmes, causándole gran placer al mayor.

-ayudarme a matar ala patriarca.

sus ojos se abrieron de par en par, no creía lo que escuchaba.

-saga.. tu..

-escúchame primero - le interrumpió-

-el ya es un hombre viejo, lamentablemente su edad le ha hecho senil, ya no sabe distinguir las cosas, su mente ya no es la de antes, como sabes los próximos posibles patriarcas seremos Aioros y yo, pero ante su muerte yo puedo posesionarme con tal poder, así defenderé a Ángelo, incluso a ti, recuerda que en el santuario el amor entre alfas no es algo permitido, se paga con exilio, pero tranquilo apóyame y aseguro que nadie va ha tocarlos, de otra forma, las estúpidas leyes antiguas del patriarca le harán que cumpla con la pena de muerte contra Ángelo, tu viste lo poco racional que es, el como lo castigo a ese pobre chico con tantos latigazos, sabes que Ángelo no se lo merecía, el no se tentara el corazón para matarlo, lo sabes, ¿eso es lo que quieres?

negó con la cabeza, sintiéndose confundido y asustado.

- ¿y Aioros?

-tranquilo, de eso me encargo yo, pero si necesito tu ayuda tendrás que dármela, así el tampoco lastimara a Ángelo.

el pelinegro, cerro sus ojos con fuerza, visualizando la imagen de Ángelo en su mente, su cabello blanco y el rojo de sus ojos lo hermosa que era su sonrisa, su todo, recordó el cómo paro su corazón la primera vez que lo vio, el cómo se enamoró de el con solo verlo, sin importarle si era un alfa, un omega o un beta.... así que simplemente suspiro tomando su decisión.

-esta bien, hare lo que sea necesario para protegerlo, de igual manera, el patriarca ya no iba a seguir rigiendo y tu serás un buen prospecto, eres bueno, se nota que a ti si te preocupamos nosotros.

saga sonrió, mirando a los ojos a Shura.

-claro Shura, es así, ustedes me preocupan bastante.

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Miraba el santuario a lo lejos, colocando la mano en su vientre, sintiendo como las lágrimas rodaban por sus ojos, aquello era difícil, más difícil de lo que creía, tenía miedo, necesitaba a su alfa, pero sabía que este no debía de enterarse sobre lo ocurrido, no debía saber que el bebé en su vientre era la misma reencarnación de su diosa Atenea.

-saga....

Susurro al viento antes de seguir su camino deseando que pronto terminará eso y que al regresar pudiera ver a su amado una vez más....

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Varios días habían pasado desde aquel momento, Aioros había regresado con la pequeña diosa en sus brazos, causando la alegría del todo el santuario, todos menos del caballero de Géminis quien sin siquiera mirar a sagitario se marchó al tener la oportunidad, entrando a su templo, notando que a los pocos minutos Aioros estaba a su lado.

-pensé que te emocionarías al verme volver con nuestra diosa, saga; pero veo que no te ha importado.

Le dijo por la espalda, haciendo que el otro le ignorara caminando hasta su habitación dejando la puerta abierta de esta, recostándose en su cama, observando el techo, en silencio.

-por favor saga, no tenemos 5 años para que actúes así.

Le dolía la actitud de su alfa, le quemaba el pecho el solo verlo tan frío e indiferencia, más la gota que derramó el vaso, fue el verlo levantarse de la cama, para caminar a su lado con rapidez mirándolo fijamente mientras sin previo aviso golpeó la pared a su lado, acorralándolo en esta, siguiendo con la mirada el puño de saga que no abandonaba el lugar golpeado, llegando así a su ojos, viendo odio en estos, irá, decepción.

-¿ahora quieres atención ?, después de abandonarme por meses, regresar y ni siquiera dejarme tocarte, apenas si te acercaba a mi, pero ja! ahora si quieres atención,¿ que el patriarca ya no te da lo que buscas? o ¿ simplemente te cansaste de abrirle las piernas.?

Aquellas palabras le cayeron por sorpresa, tanto como su actitud tan descarada, nunca le había hablado así

-¿que estupidez dijiste? saga retráctate ahora mismo, ¿de donde has sacado tremenda estupidez?

sintió su sangre arder, aquello era una ofensa terrible y no solo para el, si no también para aquel hombre que se encargaba de protegerlos desde niños.

-saga contéstame,¿ de donde has sacado esa estupidez?

no hubo respuesta, solo una pequeña risa burlona, mientras se apartaba de su lado, viendo fijamente y de manera un tanto peligrosa a aquel omega que había amado toda su vida, aquel que tenia su mordida y aun si saberlo aquel omega que en ese momento se encontraba débil por haber dado lado a luz a su sangre.

-ya no importa Aioros, ya he encontrado tu sustito, ya he movido las piezas en mi tablero no importa que quieras hacer, todos tendrán su merecido.

el miedo, el coraje y la ira se mezclaban en su cuerpo, haciéndose preguntar que demonios pasaba con saga.

-¿remplazo?

Susurro, viendo fijamente las acciones de saga, notando por fin aquello malo que decía el patriarca que se reflejaba en los ojos de su alfa, encontrando un ligero color rojizo en ellos.

--saga, ¿a que te refieres con eso..?

no hubo respuesta, más el ambiente comenzaba a sentirse pesado, las feromonas de alfa dominaban el lugar, intimidando aun más Aioros, quien en un intento desesperado por comprender que pasaba con el hombre que amaba intento acercársele, recibiendo un golpe tan fuerte que le hiso retroceder, hinchándole el labio y logrando hacerlo sangrar.

-no vuelvas ha acercarte, que la próxima te matare.

no supo que contestar, no supo cómo actuar, aquel hombre que tenía frente suyo no podía ser su alfa, lucia como su alfa, más no era su alfa, su alfa nunca lo lastimaría, nunca lo insultaría, aquel que tenia enfrente era alguien totalmente distinto, alguien cuya existencia ya conocía más se negaba a aceptarla por miedo a que algo le pasara a su alfa, solo se presento una vez cuando eran niños, todo aquel tiempo se había obligado a pensar que aquello nunca había pasado o había sido un mal sueño, pero ahora se enfrentaba a la realidad.

-déjame hablar con saga, arles...

escucho la risa de aquella persona, viendo por fin su verdadero rostro, sus ojos y su cabello cambando de color a un tono plateado únicamente lograron hacer que su estómago se revolviera, que todos los sentimientos anteriores que había sentido no fueran nada comparado con la cual que sentía, por no haber podido proteger a su alfa de aquella maldad que habitaba en su interior.

-ja, no eres tan estúpido como pensé, aunque aun así no entiendo que fue lo que vio saga de ti, eres patético y un pésimo omega, si no hubieras dejado solo a saga yo no hubiera aparecido.

-saga, escúchame por favor, regresa, se que estas ahí, te necesito, necesito hablar contigo, las cosas no son como lo crees, por favor, no dejes que el gane.

nuevamente se intentó acercar a saga, esperando que pudiera escucharlo, que reaccionara a sus palabras, más solo recibió otro golpe, más no le importo, volvió a acercarse, recibiendo el mismo resultado, dejando su cuerpo totalmente herido.

-saga, por favor, escúchame, saga.

Intento gritarle, más la debilidad de su cuerpo al haber dado a luz junto con los golpes recibidos se lo impidió, en su lugar solo fue presente de como aquel alter ego de su alfa, tiraba al suelo, tomándole del cabello para hacerle verlo a los ojos.

-quería esperar unos días para que afrodita estuviera acorralado para tomar tu lugar sin rechistar, pero supongo ya no tengo opción, moveré mi ultima pieza hoy, matare al patriarca, a aquella niña que has traído también ella solo me estorbara en mi camino, después serás tu, y cuando me desahoga de todos ustedes, tomare el lugar del viejo y nadie me lo impedirá.

intento pelear con todas sus fuerzas para detener a saga, para salvar a su pequeña , a su diosa, más fue un fuerte golpe de su cabeza chocando contra el piso lo que le hiso desmayarse perdiendo el conocimiento.