Capítulo 27: Fiesta (2/2)
La princesa Estrella me guió por toda la mesa de bocadillos, incluso me dio un pequeño plato para ir llevando algunas comidas. He probado de todo un poco y puedo afirmar con seguridad que estoy en el cielo.
A mi lado está un ángel, rubio de ojos azules y con una personalidad muy... entusiasta. En el único momento que la princesa no habla, es cuando tiene comida en la boca. De lo contrario me trata como si fuese una amiga de confianza.
Según lo que me dice, no tiene amigos de su edad, solo se la pasa encerrada en el palacio. Le gustaría ir a la escuela como alguien normal, pero todas sus clases son por profesores particulares y está todo el día ocupada con todas estas.
Por eso se acercó a mí, "parezco de su edad y bastante amigable". Ella quería tener a alguien cerca con quien hablar y poder sentir como si tuviese una amiga de verdad... Es algo tierno y triste, no me imagino lo que debe ser pasarse todo el tiempo encerrada...
La reina debe protegerla mucho, no solo es la princesa, es una bendecida, suele haber mucha gente detrás de ellos.
—No es por asustarte, Lucy, pero voy a pedirte que por nada del mundo voltees —murmuró la princesa, sin quitar la vista de la mesa de bocadillos.
Me pareció una petición muy extraña, pero a pesar de que ella me trate con mucha confianza y sea muy amigable, es la princesa de Galassia, tengo que mantener el respeto y obedecer lo que diga sin preguntar.
—Entendido, princesa.
—¡Oh! —refunfuño y me miró frunciendo el ceño—. Olvídate de la etiqueta o de tratarme con tanto respeto, quiero poder hablar con alguien de manera normal...
—L-lo intentare —respondí algo nerviosa, no es tan fácil como ella cree—. Es algo difícil, como ust... tú eres alguien muy importante, me sienta mal no ha...
—Entonces te lo ordeno, guardián de Noriver. A partir de ahora me trataras igual a como si fuéramos amigas —dijo sonriendo.
Nadie podría resistirse a ese gesto y a una mirada tan tierna.
—Esta bien, Estrella —conteste, armándome de valor.
—Mucho mejor...
—¿Puedo preguntarle algo?
—Claro, lo que quieras, Lucy.
—¿Por qué no quiere que me voltee?
—¡Ah! —exclamó con una sonrisa traviesa—. Es para poder seguir perdiendo el tiempo juntas.
Levanté una ceja en señal de que no entiendo a que se refiere, ¿qué tiene que ver eso? No sé si puedo seguir haciendo preguntas, no quiero pasarme con la confianza que me dio.
—Es por mi madre... —agregó la princesa—. Ella debe estar mirándonos con enojo en este momento, esperando cruzarse con mi mirada... De seguro quiere que siga moviéndome y saludando gente, pero mientras esté comiendo y hablando con un guardián, las demás personas no se van a acercar a nosotras —explicó dejando escapar una sonrisa ganadora.
—¿¡Está ignorando a la reina Sylvanas!? —reaccione sorprendida.
—Resumiendo... sí. Mientras no la miremos, es "como si no supiese que estoy haciendo algo mal" y puedo tener algo de tiempo para mí.
En ese momento tuve miedo, no quiero que la reina se moleste conmigo, quien sabe de lo que es capaz. ¿Y si generó un odio hacia Noriver? ¿O si pierdo mi trabajo? ¿O si me castiga y me encierra de por vida en una celda en Galassia?
—No te preocupes, no te hará nada, puedes desligarte diciendo que te obligue o estabas bajo mis ordenes —comentó la princesa, tratando de calmarme, de seguro vio mi preocupación en mi cara.
—Ah... S-si tu lo dices, me quedo tranquila.
—Lo primero que va a hacer mi madre es mandar a algún guardia o encantador a llamar mi atención, luego, al ver que la sigo ignorando va a venir por mi... —empezó a explicar su plan, como si fuese algo normal en su día a día evitar a su madre—. Como no puede gritarme en este lugar, podremos escapar si nos acercamos a la gente de Argaluz, la detendrán para hablar con ella y nosotros nos alejaremos en ese momento...
Mientras habla se ríe, le parece divertido. Se nota que se lleva bien con ella o que disfruta de este tipo de "actividades" que comparten. Parece como si fuese un juego, supongo que entre algunas familias es normal ese tipo de relaciones...
Tal como predijo, unos minutos después, uno de los que se encargan de repartir las bebidas se acercó hasta la princesa para avisarle que su madre quiere hablar con ella. La respuesta de Estrella fue "en un rato voy". Luego me miró y me guiñó un ojo.
«¡Es tan bonita!», fue lo primero que pensé y empecé a reírme junto con ella.
Pasamos unos minutos más hablando y de un momento a otro, me tomó del brazo para guiarme, es hora del escape. Me repitió que no me voltee y caminamos hacia donde hay personas vestidas con ropas blancas y azules, son del reino de Argaluz.
No sé cómo se habrá dado cuenta que la reina viene por ella, pero no voy a cuestionar su actuar, esto es divertido... o por lo menos por ahora, si nos atrapa espero que no me regañen.
—Aquí está bien —murmuró, parándose cerca de un ventanal.
Evitamos mirar para el lado del centro del salón, por el momento solo estuvimos viendo las mesas de bocadillo o las paredes. Ahora tenemos una ventana, es una excusa perfecta para seguir evitando la mirada de las demás personas y de la reina.
Sentí muchos deseos de ver el cielo, siempre me distraigo mirando las estrellas, es algo que me gusta y me ayuda mucho.
Cuando me acerqué un poco más al vidrio, justo antes de levantar la mirada hacia arriba, una voz llamó por nuestra atención. Nos volteamos al instante y nos topamos con un hombre de mediana edad de la nación de Dexus.
Lo sé por los emblemas que lleva en su pecho: uno es un cuervo, el símbolo de su nación y el otro, una espada, representa la facción a la que pertenece.
El reino de Dexus está organizado de esa manera extraña. Tienen diferentes facciones y estas son tan importantes para ellos que al presentarse las mencionas.
La princesa dejó de sonreír de manera tan entusiasta y empezó a hablar de manera calmada con el hombre.
Fue por unos pocos minutos, luego él se despidió y al instante llegó otro, pero de una facción diferente y más joven.
Y luego otra persona más vino y otra, y otra...
En el momento que dejaba de hablar con uno, otro tomaba su lugar. No solo de Dexus, de Argaluz y Baiffrel.
Ahora que presto atención, no hay nadie de Noriver, salvo por los tres guardianes que somos y nuestro representante. No estamos en una buena situación para poder mover mucha gente, espero que podamos conseguir algo de ayuda y no se lo tomen a mal.
No llevo mucho tiempo al lado de la princesa Estrella, pero estoy completamente segura de porque evita hablar con toda esta gente. Todos repiten el mismo discurso: se presentan, le hacen cumplidos por su apariencia, le remarcan el hecho de que "es la joya de Galassia", algo que hace que ponga los ojos en blanco, y luego mencionan el apoyo de su grupo político/facción o familia.
Incluso yo me cansé de escuchar todo eso... Ser de clase alta tiene muchos más inconvenientes de los que pensé, las etiquetas y las charlas son mucho más duras de lo que esperaba.
—Parece que todos se pelean por pasar un poco de tiempo con usted, princesa Estrella De Galassía —dijo un hombre al acercarse.
Cuando me gire para verlo, al instante agache la cabeza para hacer una reverencia, es el rey Leonari de Argaluz.
—Casi parece que de verdad les importó —respondió de manera sarcástica la princesa—. ¿Tú también quieres un poco de mi atención, rey Leonari Bolrian Elihadri?
—Por favor, estuve haciendo fila un buen rato, creo que ya es mi turno.
Los dos están frente a frente, quiero gritar de emoción. Tengo delante de mí a las personas mas hermosas que existen y con mayor importancia en todo el continente, no lo puedo creer.
El rey dejó de ver a la princesa y se enfocó en mí, clavándome sus hermosos ojos celestes. Me quedé en blanco, no sé qué espera, ¿quiere que me vaya? ¿Va a pedirme algo? ¿Tengo que decir algo? Hay tantas cosas en mi cabeza...
—Pareces una escolta cercana a la princesa.
—Y-yo n-no lo soy... E-ella me pidió que la ac-acompañe —respondí demasiado nerviosa, que vergüenza, estoy tartamudeando.
—Le estás poniendo mucha presión, rey Leonari. —Salto en mi defensa la princesa.
—Lo siento, no es mi intención. Solo que me parecía correcto pedirle que se presente.
—Ah... Soy Lucy Romnow, de Noriver. ¡Encantada de conocerlo rey Leonari Bolrian Elihadri! —Una vez más, hice una reverencia.
—Un gusto, Lucy —Me saludó con una encantadora sonrisa y volvió a mirar a la princesa—. ¿Le parece si nos saltamos algunas etiquetas y cumplidos sobre... su apariencia o la fiesta y vamos a lo importante, princesa Estrella?
—Por favor y gracias, rey Leonari —contestó ella con una gran sonrisa.
—Vine personalmente a Galassia por dos razones: la primera, conocer de cerca a una de las personas que más admiro y envidio —dijo viendo de manera directa a los ojos de la princesa.
—Son... unas palabras muy fuertes viniendo de usted. —Levantó una ceja confundida—. No sabía que pensaba de esa forma de mi madre...
—Me refiero a ti, princesa Estrella.
—¿A mí?
A pesar de que estoy a un lado y parezco invisible, estoy disfrutando mucho de la charla. Estoy en primera fila, muy emocionada, expectante a cada reacción de la princesa. Hasta ahora, la vi sonreír con entusiasmo y sorprenderse por las declaraciones del rey. Con todas las demás personas que hablo ni siquiera cambió sus muecas.
—Sí, a ti —confirmó el rey—. He escuchado mucho de tus "travesuras" y otras cosas que has hecho. Por eso quería aprovechar está oportunidad para venir y decirte que, espero que nunca dejes ese lado aventurero tuyo —le pidió con una amable sonrisa—. No hay nada más hermoso, que una persona que desea la libertad y busca con entusiasmo relacionarse con los demás.
¡Bien hecho rey, dejaste sin palabras a la princesa! Ella lo mira con los ojos bien abiertos, no se esperaba algo así. Es la primera persona que viene y no está hablando solo de él y del físico de la princesa. Sin duda sabe como tratar a una mujer...
—Y no soy el único que lo piensa, las personas de tu reino también. Por eso, a pesar de que destruiste campos de cultivos con tu magia por intentar ayudar, o que hayas destrozado varias partes de tu ciudad intentando escapar de tus escoltas, la gente siempre está de tu lado.
El rey lo dice como si fuese un cumplido, pero para Estrella no lo parece, se ve algo avergonzada, incluso parece que sus mejillas están un poco más rojas.
—Incluso escuche que te ayudan a esconderte o te reciben siempre con las manos abiertas —continúo diciendo el rey—. Y no es para menos, tienes algo especial que motiva a la gente. Eres la "joya de Galassia", pero no por tu belleza física, sino por la de tú corazón. Tienes una llama que se contagia y motiva a los que te ven, incluyéndome...
»Por eso vine desde tan lejos, para pedirle que nunca pierdas ese entusiasmo, ni ese deseo de aventura que tiene... Entiendo que crecer en la realeza es duro: las clases de política, historia, economía, baile y muchas otras más son agotadoras... Y qué decir del tener que crecer bajo la sombra de un gran gobernante... —La mirada del rey se veía compasiva al hablar—. Muchas veces quise escaparme, correr, ir por ahí y perder el tiempo... pero nunca tuve el valor para hacerlo —dijo bajando la mirada por primera vez—. Por eso la admiro y envidio, princesa. Tienes el valor para actuar como realmente quieres...
—Tú eres el único que piensa de esa forma, rey Leonari —respondió ella riéndose—. Créeme que me metí en muchos problemas por todo lo que mencionas, no te lo recomendaría.
—¿Pero valió la pena? —preguntó con entusiasmo.
—Sí, lo valió —afirmó con seguridad ella—. Yo no me imagino siendo como mi madre o como tú... No me veo en un trono, sentada dando órdenes. No es lo que quiero...
—Y no tienes porque ser como nosotros, puedes gobernar como quieras, cuando llegue tu momento.
—Bueno... A decir verdad, no lo sé —Estrella miró hacia la ventana, como si deseara salir volando por ella—. Quizás gobernar no sea lo mío.
—Desde afuera, el trono luce muy intimidante —dijo él y se puso delante de ella, buscando encontrarse con sus ojos—, se siente demasiado grande y no importa cuanto tiempo pase, siempre pensarás que puede haber alguien mejor... ¿Pero sabes cual es el secreto de un buen líder?
Él se quedó en silencio, esperando a que responda la princesa. Ella solo movió la cabeza en señal de no.
—Qué sabe rodearse de gente de confianza, con la cual compartir la carga y con la cual pueda llenar el trono. Tal como lo hizo la fundadora de tu reino, Pianeta De Galassia.
Es la pequeña de la "obra mágica" que hicieron al comenzar la fiesta.
—Ella solo era una niña, buscando cortar una flor... y mira lo que construyó... —dijo el rey haciéndose a un lado y señalando por la ventana.
Los dos se quedaron viendo en esa dirección por varios segundos y por supuesto, yo no aparté mi vista de ellos. Hacen una linda pareja. Aunque ahora que lo pienso, su relación es algo imposible...
En Argaluz los gobernantes siempre fueron hombres. Además de que, se dice que su familia está maldita, ningún rey llegó a vivir más de los 40 años. Y una vez que el gobernante muere, su pareja a los pocos días también lo hace.
Por más que son reyes que se les conoce por su gran poder y conocimiento, siempre acaban muriendo en algún combate. Tal como pasó con el padre del rey Leonari hace un poco más de 4 años.
Pero el hombre que lo mató, fue cazado por Leonari y según dicen, él solo fue quien lo venció. Lo hizo de esa forma para mostrar a su reino que había superado a su padre, solo tardó dos años en hacer tal hazaña. No solo eso, él es quien va al frente cuando hay algún conflicto, capturando y venciendo a cualquier criminal con el que se cruce, de ahí su título de "invencible".
Por otra parte, el reino de Galassia siempre fue gobernado por una reina. La mujer tiene mayor autoridad que el hombre y como si fuese una bendición, todas las gobernantes de Galassia dieron siempre a luz a una mujer.
Aquí son muchos más conservadores con sus tradiciones y no suelen querer cambiar nada de sus antiguas reglas...
Pero eso lo hace más interesante, ¿no? Es un amor imposible... Quien sabe lo que podría salir de aquí o... si por juntarse en pareja dejan de lado sus posiciones... ¡Hay tantas posibilidades! Y todo es más romántico de esa forma... Siempre y cuando no acabe en una guerra...
—La segunda razón por la que vine es para aprender sobre sus sellos mágicos y su barrera protectora —agregó el rey, interrumpiendo mis fantasías y el silencio entre ellos—. Me muero de ganas de poder copiar este tipo de magias y usarlas en mi reino —comentó riéndose.
—¡A-ah! —reaccionó Estrella, volviendo en sí, parece que sigue sin palabras—. No creo que deberías decirme ese tipo de cosas...
—¿Por? Creo que es bastante obvio que todos quieren tener ese avance mágico... Además, me gusta ser sincero con mis intenciones, mi padre siempre dijo "Los secretos impiden que las sociedades avancen".
—Si... creo que es bueno compartir algunas ideas o proyectos, pero... revelar la manera de hacer ciertas cosas también significa mostrar sus debilidades...
—¿No sería increíble qué no hubiese que preocuparse por eso? —preguntó el rey, mirándola—. Espero que algún día logremos llegar a eso, princesa Estrella. Argaluz siempre los recibirá con las manos abiertas y con gusto compartiré lo que sea para ayudarlos.
En ese momento, uno de los escoltas del rey Leonari se acercó.
—Mi rey, el representante de Baiffrel lo espera —le indicó.
—Ya veo... supongo que se me acabo el tiempo —exclamó con pena—. Fue un gusto poder conocerla, princesa Estrella.
—Igualmente, rey Leonari, no resultó ser como lo esperaba...
—Lo tomaré como un cumplido.
—Me parece bien, de verdad lo fue.
—Antes de irme, como señal de agradecimiento, ¿qué te parece si hacemos un pequeño juego?
—¿Un juego? —Ambas lo miramos con curiosidad e intriga.
—Sí. Si ganas, te conseguiré... que puedas ser libre de toda responsabilidad y puedas hacer casi todo lo que quieras por... hmmm... un mínimo de dos semanas y como máximo tal vez un mes...
Los ojos de la princesa brillaron y una gran sonrisa apareció en su rostro. Aunque fue por tan solo un segundo, luego puso una expresión de duda.
—No creo que puedas hacer eso... Ni siquiera alguien como usted, rey Leonari, puede pasar la autoridad de mi madre.
—Auch —exclamó el rey, llevándose la mano al pecho—, pensé que mi palabra tenía algo de valor, durante generaciones mi familia se esforzó por cumplir cada promesa o declaración que hacemos para que no duden de nosotros...
—Lo siento —contestó ella encogiéndose de hombros—. Es solo que...
—No te preocupes por los detalles —interrumpió él—. Voy a convencer a tu madre para que puedas saltarte las clases de etiqueta, vestimenta, geografía, genealogía y todas las otras que haces durante el día... Solo tienes que ganarme.
—Hmmm, ¿y de qué trata este "juego"?
—Antes que nada, si yo gano, deberás pasar un día entero conmigo.
—¿Una cita? —reaccionó levantando una ceja.
—"Una cita de juego..." No se confunda, no tengo intenciones románticas —aclaró el al instante—. De verdad me gustaría ser su amigo.
La princesa al escuchar eso sonrió de inmediato, estoy segura de que no quiso demostrar su agrado ante la propuesta, pero no pudo contenerse. Rápido volvió a una expresión más neutral, tratando de pensar... pero creo que va a ser obvia su respuesta.
—Déjame escuchar de qué trata el juego y te daré mi respuesta.
—Me parece bien. Es algo sencillo, ya que has estado evitando hablar con varios de los presentes y estás escapando de la mirada de tú madre, te propongo a permanecer el poco tiempo que falta para que termine la fiesta, con los ojos cerrados.
Sé que el rey es alguien muy inteligente y seguro muy observador, aun así, me sorprende que haya descubierto lo que hacía la princesa Estrella, yo estuve a su lado y no me di cuenta de eso, a no ser porque ella me lo dijo, no iba a percatarme que evitaba a hablar y ver a su madre...
Es alguien... entretenido. No sabes con lo que va a hacer y cada cosa que dice te atrapa. Además, con lo lindo que es, da gusto tenerlo al frente. Por mí puede hablar todo lo que quiera...
—Es un poco raro... —dijo la princesa Estrella.
—Eso es lo que lo hace divertido... ¿O acaso no crees poder seguir evitando hablar con la gente y esquivar a tu madre? —pregunto de manera irónica—. Sí lo consigues podrás salir de la ciudad de Inizio... —agregó para provocarla.
—Para tu mala suerte, no me gusta perder —declaró con confianza—. Vete preparando el discurso que le darás a mi madre, suplicando por mi libertad.
—Esa es la actitud —comentó con una sonrisa—. Él es mi escolta, Sainami Fell Goat, se encargará de estar a su lado y controlar que no habrá los ojos.
El paladín de armadura blanca y hombreras azules hizo una referencia al ser presentado. Es un hombre mayor, debe tener cerca de unos cuarenta años, parece bastante serio.
—Entonces Lucy se encargará de controlarte a ti.
«¡¡Eh!?, ¿me acaba de meter en su juego?», pensé al instante. Ambos gobernantes me miraron y asintieron.
—Confió en ti, Lucy —dijo la princesa y luego se acercó a mi oído—. Sí puedes engañarlo o hacerle algo para que abra los ojos te lo recompensare luego —susurró con una sonrisa traviesa.
Sin dejarme responder, se alejó, cerró los ojos y empezaron su "juego".
—Antes de separarnos, me gustaría aconsejarte algo, princesa —dijo el rey en un tono animado—. Recuerda que, por nuestras posiciones, cada gesto, acción, o forma de expresarnos es un acto político. Ten cuidado con quien interactúas ahora y como lo haces, podrían tomárselo a mal.
—Lo sé, por eso me dijiste que siga evitando a la gente y a mi madre, ¿no?
—Solo pensé que era buena idea recalcarlo... Yo también debo tener cuidado.
Con esto último, ambos se despidieron y la princesa se fue acompañada por el paladín.
—Eres mi guía, Lucy Romnow —dijo de manera dulce—, por favor, serias tan amable de llevarme hasta el representante de Baiffrel —me pidió amablemente, poniendo su brazo para que lo agarre.
No sé si puedo tocarlo. ¿Cómo acabé metida en esto? Estoy apunto de sujetar a la persona más importante del continente... Y... al hombre más hermoso que he visto en mi vida... Es una oportunidad única, creo que debo armarme de valor y solo disfrutar del momento.
Aunque no me siento digna, tengo la impresión que incluso tocándolo puedo ensuciarlo y ya sería un pecado imperdonable... Esta fiesta está llena de momentos tan agradables... como peligrosos...
Con mucho cuidado y delicadeza, tomé su brazo y empecé a caminar con él. Mi corazón late a mil, tengo que concentrarme en mis pasos, de lo contrario tengo la impresión de que me voy a caer por lo nerviosa que estoy.
Primero escolta de la princesa Estrella y ahora del Rey Leonari... Vaya primera fiesta de clase alta que tengo.
Solo espero no estropearlo...
Fin del capítulo 27
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