Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14: La verdad detrás de todo el caos

De alguna forma, siento que no puedo perder. Todo el miedo y duda que tenía desapareció, dejando en su lugar la confianza y seguridad con la que antes siempre contaba.

Por eso, cuando la mujer se lanzó hacia mí a toda velocidad, ni siquiera lo pensé y reaccioné al instante, no voy a quedarme de brazos cruzados tratando de sobrevivir, ¡voy a ir a ganar! Y, por ende, tengo que actuar, así que también me abalancé hacia ella.

Al estar cerca, moví mi cintura a un lado lo más rápido posible, para así evitar la estocada que viene hacia mi abdomen. Por poco, muy poco, lo logré, su espada pasó por mi lado, recibiendo un corte en mi flanco.

Es un riesgo que tuve que correr, necesito frenarla de algún modo y ahora que su arma se deslizó por mi lado, choque con ella para detener su embestida. Cubrí mi mano izquierda con magia y agarre el filo de su espada, para así impedir que la mueva. La hoja de todas formas me lastimo, pero a pesar del dolor no voy a soltarla.

Con mi mano derecha libre, me prepare y lance un fuerte golpe al rostro de ella. La mujer sigue sorprendida al no poder mover su arma, distraída con ello, no pudo esquivar mi ataque y le di de lleno en la nariz.

Ella dio un paso atrás e intentó una vez retirar su espada, la cual se deslizó un poco de mi agarre e hirió mi mano aún más.

Ahora que está enfocada en no soltar su arma y tiene sus pies separados, aproveche para girarme y posicionarme para arrojarla al suelo, tomando su brazo extendido con fuerza y jalando hacía adelante.

Desde un comienzo de la pelea me di cuenta que ella es mucho más ágil y rápida, por lo que pienso que debe haber usado un potenciador para ello, dejando de lado la fuerza. En cambio, yo si tengo una runa para aumentar mi fuerza física, lo que me da mucha ventaja en esa área. Por eso me arriesgué a sujetarla y así evitar que se siguiera moviendo.

La lancé al suelo y antes de que pudiese levantarse, me tiré por ella, para hacerle una Llave de brazo antes de que sepa cómo reaccionar.

No se queda quieta, por lo que seguí apretando con fuerza, hasta que escuche como la articulación de su codo se rompió y ella dejó escapar un fuerte grito de dolor.

Sin pensarlo, dejé me agarre y me subí encima de la mujer para seguir golpeándola. Aproveché que se está retorciendo por el dolor y me dejo posicionarme con facilidad: puse mis rodillas encima de sus brazos, me senté en su pecho y con mi mano sana, la diestra, empecé a golpearla.

La batalla no se acaba hasta que el rival queda inconsciente, libera sus runas o muere. Es lo que nos repitieron miles de veces en los entrenamientos... Y, aunque en esos momentos me parece exagerado, luego de haber experimentado un combate real, no me queda duda de lo que se debe hacer. Dejar un poco de espacio al enemigo puede ser fatal...

Poco a poco disminuí la intensidad y fuerza de los golpes, ya no me quedan energías. Cuando levante mi brazo de manera pausada, tratando de recuperar un poco el aliento, Airón me detuvo para que no siga.

—Se acabó, Lucy... La mujer está inconsciente —dijo de manera seria.

Suspire aliviada y casi me caigo de espaldas, gracias a la mano de Airón que me sostuvo, pude mantenerme sentada.

Él tomó la espada de la mujer y luego se puso de cuclillas, apoyando su mano en el centro del pecho de ella, para así remover sus runas.

Por mi parte, me hice a un lado y me senté en el piso. Está muy mojado y frío, pero estoy exhausta, no puedo levantarme. Miré hacia mi abdomen y vi que tengo una herida bastante profunda y está sangrando, no me di cuenta por la adrenalina del momento.

Airón al terminar lo suyo, se quitó la remera y vino hacia mí de inmediato, apoyando la tela sobre el corte.

—¿Puedes sostenerlo tú sola? —me pregunto sin quitar la mirada de la herida.

Asentí y con mi mano sana lo hice.

—¿Estás bien, pequeña? —preguntó Garu al acercarse con cuidado.

—No te muevas de donde estás —respondió al instante Airón, mirándolo con enojo—. No te conozco y no te quiero cerca...

—Él... no va a hacernos nada —dije tratando de calmar la situación.

—No lo sabemos. No quiero que se te acerque...

¿Acaso escuche mal? ¿No quiere que "sé nos" acerque?, ¿o solo que no se acerque a mí? Se expresó de una manera extraña...

Garu levantó las palmas de su mano y se quedó quieto.

—¿Puedes levantarte, Lucy? —preguntó Airón al ponerse de pie y me tenderme la mano para ayudarme.

Lo intente, pero estoy muy cansada, por lo que me tambaleé un poco.

—Tenemos que volver a nuestra habitación, ahí tenemos todo para tus heridas —comentó él. Luego, me dio la espalda y sin preguntarme, se agacho y me levantó.

—¿¡Q-que haces!? —reaccione sorprendida cuando me toco—. T-tienes que avisarme que lo harás.

—De seguro te quejarías o me dirías algo como "puedo solo o no te preocupes" —respondió en un tono un tanto... contento—. Es mejor si vamos rápido y no lo haces tan difícil.

Es cierto que me queje, pero lo abrace al instante cuando me levanto. Fue un reflejo, no es que quisiera hacerlo. A decir verdad, estoy muy cansada y me viene bien un lugar para apoyarme.

—¿Qué pasará con la mujer? —pregunte en voz baja.

—Él grandote puede cargarla, ¿o no? —contestó mirándolo de manera desafiante—. ¿Querías ayudar, cierto? Trae a la mujer con nosotros o si quieres puedes mostrar de qué bando estás e intentar huir con ella —agregó con cierto disgusto.

Garu se quedó en silencio por un momento, como si realmente estuviese pensando en qué hacer. Esto me preocupa un poco, ¿y si nos ataca? Es un bendecido después de todo, estoy segura de que es muy fuerte. Vi cómo recibió todos esos latigazos y ni siquiera tiene un rasguño en su piel, solo su ropa está dañada.

—Sí te vas con ella, serás marcado como un criminal... No hagas algo estúpido y deja que nosotros nos encarguemos de esto —agregó mi compañero.

—¿Por qué lo tratas de esa forma, Airón? Se un poco más amable, él está con...

—No confió en él —interrumpió—. Vino aquí en medio de la noche a encontrarse con esa mujer... No entiendo bien qué pasa aquí, pero te estuve siguiendo y vi como saltaste a defenderlo.

»Quería ver si él iba a reaccionar o intentar algo, pero solo se quedó ahí parado. No sé qué trama o qué intenciones tiene, solo sé que todo es muy extraño.

—La mujer intentaba obligarlo a que se los una —le informe.

—Entonces que tome su decisión de una buena vez: O viene conmigo y trae a la mujer, o se va con los criminales y pone en peligro la vida de todos los que se llevaron. No hay mucho que pensar, Smile ya le dijo que él se encargaría...

Tan directo y poco sensible como siempre. Aunque tiene razón, no creo que sea la mejor forma de hacerlo. Pero estoy muy cansada para estar discutiendo y Airón es quien está a cargo.

Solo recosté mi mentón en su hombro y me puse cómoda. Siento que si cierro los ojos puedo dormirme.

—Yo... iré con ustedes —respondió Garu con tristeza y se acercó para cargar a la mujer.

Airón ni siquiera lo miró, solo empezó a caminar en dirección al pueblo.

Tal vez es impresión mía, pero como lo estoy abrazando para sujetarme y tengo las manos apoyadas en el centro de su pecho, puedo escuchar su corazón latir de manera acelerada. No recuerdo haberlo visto corriendo o que llegase a toda velocidad, hasta él dijo que me siguió y estuvo viendo todo...

¿Por qué está tan... exaltado? ¿Un momento, será que estuvo preocupado por mí? No lo parece, actúa como de costumbre. Ahora que lo pienso, ¿por qué no intervino en la pelea antes? Según lo que dijo estuvo viendo todo...

Mientras me carga, muchas preguntas aparecen en mi mente. Casi que no me dejan concentrarme en lo que está pasando en este momento... Airón me está llevando en su espalda y está sin remera. Puedo sentir su piel y la firmeza de sus músculos.

Es bastante agradable, siento que estoy cómoda y el... rodearlo con mis brazos me da cierta alegría que es difícil de explicar. No puedo evitar recordar las palabras de aliento que me dijo y como me transmitió la confianza que tiene en mí... fue tan lindo. O sea, el gesto, no él. A eso me refiero.

Quizás... sea un buen momento para dormir un poco. Los ojos me pesan bastante y quiero descansar. Además, la lluvia ya no cae con tanta fuerza y las pequeñas gotas son algo relajantes...

Airón me despertó cuando llegamos a la habitación, no estoy segura de cuánto tiempo pasó, es como si me hubiese echado una minisiesta.

Al entrar al lugar, él fue directo hacia la cama y me sentó en ella. Luego, la acercó lo más posible a la estufa de leña y prendió el fuego. Buscó su mochila, la puso a mi lado y empezó a sacar diferentes cosas: una toalla, la cual me la dio de inmediato, vendas y ungüentos.

Me ayudó a secarme un poco y me pidió que levantara los brazos, así puede vendarme la herida de mi abdomen. Me subí un poco la remera y traté de estar lo más erguida posible, es algo difícil, me duele mucho el corte y siento todo el cuerpo frío.

Se me escapó uno que otro gemido de dolor, ya que apretó bastante el vendaje con ungüento con el que me cubrió.

—Déjame ver tú mano... —dijo en voz baja.

No podía abrirla por culpa de mi herida. Supongo que ahora que ya no tengo el cuerpo caliente y la adrenalina recorriendo mi sangre, es normal. Despacio y con cuidado, logré mostrarle mi palma. Él se quedó viendo mi mano de una manera muy pensativa y con mucho cuidado, con las yemas de sus dedos, empezó a pasarle el ungüento que tiene.

Casi parece que me estuviera acariciando, es algo... un poco vergonzoso.

—¿S-se ve muy mal? —pregunte para quitarme esta sensación tan extraña.

—Bastante... —respondió al instante, de manera seria.

Luego, levantó la mirada y se cruzó con mis ojos, lo cual hizo que mi corazón se acelerara y con algo de pena desvié mi mirada.

Me sorprendí un poco al ver a Garu parado a un costado, cargando a la mujer en sus brazos. No me di cuenta de que están ahí, estoy muy distraída. Ni siquiera escuché cuando entraron...

Una vez que Airón vendo mi mano, me acerco mi mochila y me dijo que fuese a cambiarme la ropa mojada en el baño. Asentí y aproveché esa oportunidad para escapar y poder relajarme un poco.

Fue un poco complicado sacarme la ropa, pero no voy a pedirle a él que me ayude en esto. Antes de salir, junte toda mi ropa mojada y la deje en un rincón amontonada, tratando de tapar mi brasier y la parte de abajo de mi ropa interior... No quiero que la vean, no es muy linda y está toda sucia. Uno no piensa en que va a estar mostrando ese tipo de cosas cuando sale a una misión, por eso fui por algo más práctico... Supongo que debo empezar a pensar en ello y utilizar lencería más coqueta, por las dudas.

Cuando fui a la sala, pude ver bien a Airón: tiene el pelo un poco mojado, ya se puso una remera y no parece que esté por cambiarse el pantalón mojado.

—Ahora que ya estás lista... dime que es lo que paso —dijo de manera seria.

Le expliqué por encima todo lo que sucedió: como fui a tomar algo de aire afuera y vi a alguien salir del pueblo, por lo que, lo seguí. Le conté sobre lo que escuché y vi durante esa "charla" que tuvieron Garu y la mujer con la que combatí.

Justo cuando termine mi explicación, la mujer que sostiene Garu comenzó a despertarse. Él la bajó y la dejó sentada en el suelo.

—¿Dónde... me trajeron...? —preguntó la mujer, dejando escapar ciertas quejas de dolor.

—Eso no importa —respondió Airón—. Dinos quién eres y qué haces aquí...

—N-no... lo entiendes... —dijo asustada, su expresión cambió de inmediato—. Prometo decirte todo lo que sé... pero, por favor, llévame lejos. ¡No importa a donde, pero lejos de Itrel! —suplico casi con lágrimas en los ojos.

No esperaba esa reacción por su parte. ¿No se supone que el villano no revela sus planes? ¿O que debes amenazarlo e intimidarlo por un tiempo para que hable? Con Airón nos miramos, supongo que a él también lo tomó por sorpresa.

—¿Quién es esa tal Katarina? —preguntó Airón.

Los ojos de la mujer se abrieron bien grandes y su respiración se agitó.

—E-ella... es quien nos obligó a hacer esto... E-es una mujer muy peligrosa.

—¿Los?

—Sí, a mí y a otros... Yo soy de la región Norte, donde están los países bajos... Katarina nos trajo desde allá... —Su miedo no solo se ve fácilmente, también se escucha en el tono de voz.

—¿Cuántos son?

—No lo sé... Ella estuvo cazando bandidos, asesinos y mercenarios... Nos trasladaron a todos y nos dieron diferentes misiones.

Vaya... estoy segura que no debo mostrarme sorprendida, pero es demasiado extraño lo que nos está diciendo. ¿Qué tiene que ver todo con Garu? ¿O para qué haría esas cosas? Incluso Airón se ve confundido.

—¿Qué clases de misiones? —indagó mi compañero, tratando de mantenerse serio.

—No sabría decirte con exactitud..., pero por lo que sé, a varios de los criminales que atrapó les ordenó hacer destrozos por Noriver. Algunos lo vieron como un pase libre para actuar y otros, los que dudaron, los obligaron a hacerlo, de lo contrario los torturaría y mataría en ese momento. ¡Y si se enteraban de que nos escondíamos, ella vendría a cazarnos de nuevo!

»A mí y a otros dos, nos ordenó seguir a Garu y entregarles unas cartas. Ni siquiera sabemos que decían, solo teníamos que mantener observado al grandulón e informar a donde iba.

—Por eso no importaba donde me escondía... siempre me llegaban esas cartas —reaccionó sorprendido Garu.

—¿Qué te escribían? —pregunte, Airón está en silencio pensando.

—Me insistían conque me una a ellos... —respondió cabizbajo—. Mucho tiempo atrás, fui un mercenario. Vivía en las afueras del Reino de Dexus y muchos me buscaban para... que me ocupe de sus asuntos...

»Pero un día, hace un par de años, me crucé con un tipo extraño. Tenía un aura diferente a los demás, su mirada, sus gestos y la forma en que hablaba me daba escalofríos.

Por como lo está contando, su cuerpo refleja el desagrado que tuvo por aquel encuentro. Para que lo describa de esa manera, debió de ser una experiencia muy "traumante" para él. A mí me parece extraño que un sujeto que es mercenario y que supone que está acostumbrado a ese ambiente, hable de esa forma al describir a alguien.

—Luego de eso... me retire. Rechace su oferta, pero nunca dejó de insistir. No importa que tanto viajase, me escondiese o escapase, siempre me llegaban sus cartas. Empecé a tener pesadillas con todo lo malo que hice y la culpa me comía vivo... por lo que busqué consuelo en el alcohol y... en buscar pleitos para que la gente me golpee... Me hacía sentir un poco mejor, como si me lo mereciera.

Él apretó con fuerza sus puños y su voz se quebró, parece que en cualquier momento rompe en llanto.

—Aquí en el pueblo de Itrel, encontré a alguien que me ayudó... que me dio algo de esperanzas —continúo diciendo—. Por lo que empecé a venir más seguido aquí... Y ahora... todos están en problemas por mi culpa. La última carta que me llegó, decía que iban a lastimar a alguien que amaba, por eso vine a toda velocidad hacia aquí... De verdad lo siento...

No sé qué debo hacer ahora. La historia de Garu y el problema en Itrel es una cosa, pero también está lo otro, sobre todos los bandidos, asesinos y mercenarios que "liberaron" en Noriver. Eso explica el caos...

—¿Pero qué tiene que ver Katarina, con ese hombre que mencionas? —siguió preguntando Airón.

—No lo sé... Ni siquiera sabía que ella estaba con él.

—¿La conoces?

—Sí... ella... es una mujer muy peligrosa. Es uno de los criminales más buscados de Dexus. Katarina era un soldado de élite de ese reino, pertenecía a un grupo especial conocido como "El Último Suspiro". Solo los guerreros más fuertes y especializados entran, siendo un grupo reducido para misiones super importantes y que requieren... cierta discreción.

»Ella desertó de su grupo y no solo eso, empezó a cazar a varios de los miembros, matando a más de la mitad de ellos... No sé las razones, los rumores dicen que siempre fue muy problemática y no le gustaba estar bajo las órdenes y condiciones que le ponían los políticos.

—¡Nos va a matar a todos! —grito asustada la mujer rubia—. ¡Nos ordenó llevar a Garu sin importar que, y nos dijeron que usáramos a la gente de rehén de ser necesario...! Por favor, llévenme lejos de aquí o mátenme, no dejen que me atrape...

—¿Sabes dónde está ella?

—¡No! ¡Pero nos avisó que viene en camino para asegurarse personalmente del trabajo!

—Chicos... esto es muy malo, si esa mujer aparece, nos va a matar a todos —dijo con firmeza Garu, hasta ahora nunca lo he escuchado con tanta seguridad en sus palabras.

—Parece que la conoces bien... ¿Cómo sabes tanto de ella? —preguntó Airón, actuando como si nada.

Entiendo que debemos sacarle toda la información posible y no actuar hasta tener en cuenta todas las posibilidades, pero... todo esto es demasiado. ¿En qué momento Airón se volvió tan profesional y serio?

—Como les dije, era un mercenario y vivía cerca de Dexus. Cuando Katarina empezó a tomar trabajos en "el bajo mundo", su reputación era demasiado grande y todos hablaban de ella. Investigue mucho para estar preparado si es que debía enfrentarla en alguna petición o si la mandaba a buscar mí cabeza. Nunca la he visto, pero si escuche mucho de sus hazañas.

En ese momento, escuchamos un sonido proveniente de afuera. Airón absorbió sus runas y se puso en guardia. Garu se alejó de la puerta asustado y la mujer empezó a retorcerse y a gritar desesperada: "¡Es ella, estamos perdidos!".

Mi corazón se detuvo por un momento y también me vi presa del miedo. No puedo creer que nos encontró tan rápido...



Fin del capítulo 14

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro