Bien antes de empezar, seguiré esta historia unos caps más hasta alcanzar un total de 85 capítulos para tomarme un descanso de ella, si bien ahora son 82 con éste, creo que tienen un tiempo bastante para entretenerse para así yo poder concentrarme en otras historias, dado que quiero continuar el Leyendo de Naruto de Leo, asique dejo el aviso. Las pausas como saben, serán indefinidas, asique hasta que una historia no termine, no seguiré con ésta u otras.

Las palabras de Hashirama hicieron que tanto semidioses como los propios dioses se quedaran pensando en ello, para los semidioses, Hashirama hablaba por experiencia, ya que a pesar de todo, vivió y experimentó muchas cosas en carne propia. Los dioses se removieron incómodos en sus asientos, dejando ver que eran los más reacios a aceptar los cambios, Apolo simplemente era de los pocos que asentían a las palabras después de todo, junto a Hefesto, Hermes y Artemisa eran los que más se habrían al cambio con Poseidon, Hestia y Deméter.

Percy por un lado se sitió algo herido por la respuesta de Annabeth a la traición de Luke, pero haciendo Memoria, jamás la culparía por seguir sus caprichos como hacía allí, después de todo, jamás lo haría. Era honesto consigo mismo y le gustaba la chica, aunque sabía que jamás ese amor sería correspondido, asique optó por mantenerse en los brazos amorosos de su nueva amiga, Bianca......... o bueno mejor dicho prima.

Bianca por su parte estaba molesta con la hija de Atenea, dado que pensaba más con la cabeza que con el corazón, dado que habían lugares donde el corazón debe seguirse por la razón. Pero como Percy, tampoco la culpaba al saber su pasado, después de todo Grover se los comentó un poco entre visualización y visualización.

Poseidon vio serio a la hija de su rival pero sintiendo la decisión de Percy no hizo nada, mientras Atenea afirmaba con la cabeza lo que su hija pensaba, a diferencia de un hijo del mar, ella prefería mil veces a un hijo de Hermes como yerno que al hijo del mar.

Damien: bien, deberíamos seguir, no podemos estar horas refleccionando 

Laurel: si, yo quiero ver a Menma

Holly: SI!

Paolo: ustedes sólo quieren ver al rubio 

Adrien: bueno veamos qué sigue

En eso la Pantalla se enciende

Nico: ya quiero que empiece -diría emocionado

Hazel: tranquilo petardo

Rachel: es alguien  único

En la Pantalla:

La luz del amanecer se filtraba entre los árboles del Campamento Mestizo, marcando el inicio de un nuevo día. Como ya era costumbre, Percy se reunió con Naruto y su equipo para su entrenamiento matutino. Sin embargo, esta vez hubo una incorporación inesperada: Gaara, quien había llegado al campamento hace un mes tras aceptar la invitación de Naruto, decidió unirse al grupo.

El pelirrojo de Sunagakure había observado los entrenamientos desde la distancia durante días, pero esa mañana, mientras el sol despuntaba, se presentó con una determinación tranquila y una expresión seria.

Naruto: ¿Estás seguro de querer unirte hoy? —preguntó, cruzando los brazos con una pequeña sonrisa en los labios.

Gaara: No vine hasta aquí para quedarme como un espectador —respondió, con su típica serenidad—. Si voy a permanecer en este campamento, quiero aprender todo lo que pueda, incluso si eso significa comenzar desde lo básico.

La inclusión de Gaara cambió ligeramente la dinámica del entrenamiento. Aunque la sesión era más ligera que de costumbre, los movimientos se ejecutaban con precisión y una clara intención de refinar las habilidades adquiridas. Naruto distribuyó las actividades en circuitos de flexibilidad, resistencia y coordinación. Mientras tanto, Percy intentaba mantenerse al ritmo de Menma y Sai, quienes, aunque no lo decían abiertamente, disfrutaban presionar a Percy para que diera lo mejor de sí.

Gaara, por su parte, demostró una concentración absoluta. Aunque su control de la arena era impecable, se comprometió a seguir las actividades físicas sin depender de sus habilidades shinobi, una señal de respeto hacia el enfoque del entrenamiento.

Naruto: Estás mejorando, Percy —comentó mientras observaba al hijo de Poseidón ejecutar un movimiento que semanas atrás habría fallado—. Pero recuerda, no se trata solo de fuerza o velocidad. Aprende a leer a tu oponente, a entender sus intenciones antes de que actúen.

Percy, sudoroso pero satisfecho, asintió. Sentía que cada día se acercaba más a comprender la filosofía detrás del entrenamiento de Naruto, algo más profundo que la simple preparación para el combate. 

Fuera de la Pantalla:

Percy: no iban a hablar del tema de Luke?

Shisui: conozco a Naruto, ayudará a que despejes tu mente antes y reunirte de forma tranquila con los demás

Annabeth: bueno eso ayuda

Lee: sin dudas

Lou: hacer las cosas en caliente, implica estar con las emociones al rojo vivo, asique es mejor estar calmado

Reyna: jamás lo habría dicho de otra forma

Sally: creo que te sientes a gusto con ellos

Zoe: incluso Sai y Menma lo presionan para superarse y alcanzarlos......

Percy veía su esfuerzo y aunque sentía el impacto de los ejercicios que la pantalla mostraba en su cuerpo, decidió comerse ese dolor y cansancio y estar normal.

Clarisse: él no prepara guerreros? -diría con duda- cómo carajos se explica su entrenamiento?

Tyson: esperemos que las cosas salgan bien

Grover: eso espero yo también grandote

Katie: se ve mejoras

Selena: y parece que Jackson mejora con su tutela

Quirón: sin duda algo que yo no podría hacer por mis dificultades para enseñarles a varios a la vez

En la Pantalla:

Tras el desayuno, Quirón convocó a los capitanes de las cabañas en la Casa Grande. El ambiente estaba tenso, el peso de la traición de Luke aún fresco en la mente de todos. Dionisio, conocido por los campistas como "Señor D", había partido al Olimpo para atender un asunto urgente, dejando a Quirón y a Jiraiya a cargo de liderar la discusión. A la par que Jiraiya estaba presente para dar su opinión al respecto.

En la amplia sala, los capitanes se reunieron alrededor de una mesa de madera robusta. A su alrededor, los mapas y pergaminos que solían adornar las paredes parecían más solemnes que de costumbre. Cada líder ocupó su lugar:

Percy Jackson (Cabaña 3, Poseidón) Katie Gardner (Cabaña 4, Deméter) Clarisse La Rue (Cabaña 5, Ares) Annabeth Chase (Cabaña 6, Atenea) Lee Fletcher (Cabaña 7, Apolo) Naruto Uzumaki (Cabaña 8, Artemisa) Charles Beckendorf (Cabaña 9, Hefesto) Drew Tanaka (Cabaña 10, Afrodita) Travis y Connor Stoll (Cabaña 11, Hermes) Cástor (Cabaña 12, Dionisio).

Quirón decidió abrir la reunión con su voz calmada pero grave.

Quirón: Estamos aquí porque ayer presenciamos un evento que nunca deseamos vivir. Luke Castellan, uno de los nuestros, nos ha traicionado. Esta es una herida que llevará tiempo sanar, pero debemos decidir cómo proceder, tanto para proteger al campamento como para mantener nuestra unidad.

Antes de que pudiera continuar, Clarisse golpeó la mesa con el puño, haciendo retumbar los objetos cercanos.

Clarisse: ¡No hay nada que discutir! —exclamó con furia—. Luke es un traidor, y los traidores no tienen lugar aquí. Si lo veo de nuevo, lo haré pagar por lo que hizo.

Annabeth: ¡Clarisse, basta! —respondió, poniéndose de pie con los ojos llenos de una mezcla de enojo y dolor—. Luke no es un traidor. No completamente. Todos sabemos lo que los dioses pueden hacerle a alguien. Él merece otra oportunidad. Aún puede regresar, lo sé.

El silencio que siguió fue interrumpido por Naruto, quien miró a Annabeth con seriedad y algo de enojo.

Naruto: Annabeth, entiendo lo que sientes, y es admirable que todavía creas en él. Pero confiar en alguien que ya cruzó esa línea puede ser peligroso, no solo para ti, sino para todos los que estás tratando de proteger.

El tono del pelirrojo era firme, enmarcando las obviedades y sonando molesto, pero no carente de empatía.

Naruto: He visto lo que sucede cuando alguien se deja consumir por su ambición. Es difícil aceptarlo, pero algunas personas no pueden ser salvadas. Atesora los recuerdos que tienes de Luke, pero no permitas que eso te nuble el juicio. -diría a modo de regaño

Charles Beckendorf, quien había estado en silencio hasta ese momento, intervino con un tono reflexivo.

Charles: No todos en la cabaña de Hermes están en su contra —dijo con cuidado, mirando a Travis y Connor—. Especialmente los no reclamados. Ellos ven a Luke como alguien que les dio un propósito, alguien que creyó en ellos cuando nadie más lo hizo.

Los hermanos Stoll asintieron lentamente, sus expresiones sombrías.

Charles: Eso no significa que lo que hizo esté bien —continuó—, pero no podemos ignorar lo que representaba para ellos.

Lee Fletcher, de la cabaña de Apolo, tomó la palabra.

Lee: Quizás la mejor opción sea desterrarlo. No permitirle regresar, pero tampoco buscar una confrontación directa. Dejemos que el tiempo nos muestre si se convierte en un enemigo declarado o si hay esperanza para él.

Naruto asintió ligeramente, mientras Jiraiya se inclinaba hacia adelante con una sonrisa melancólica.

Jiraiya: Annabeth, tu lealtad me recuerda a alguien que conocí hace mucho tiempo. Un compañero mío. —diría mientras hizo una pausa, dejando su mirada perdida por un momento—. Se llamaba Orochimaru. Era un genio, brillante y ambicioso, pero su deseo de poder lo consumió.

Los campistas escuchaban con atención, algunos intrigados, otros sorprendidos por la revelación.

Jiraiya: Orochimaru traicionó a nuestra aldea porque no fue elegido líder. Su orgullo herido lo llevó por un camino oscuro. Intentamos salvarlo, pero cada vez que lo intentábamos, él se alejaba más. 

Jiraiya miró a Annabeth con compasión.

Jiraiya: Es difícil aceptar que alguien que valoras puede tomar decisiones irreparables. Pero a veces, la mejor manera de honrar lo que fueron es proteger lo que aún tienes.

Quirón, viendo que las tensiones comenzaban a calmarse, se levantó y habló con su voz tranquilizadora.

Quirón: Hemos escuchado opiniones importantes hoy. Es evidente que este es un tema complicado, y tomará tiempo decidir cuál es el mejor camino. Por ahora, volvamos al comedor para almorzar. Reflexionaremos y continuaremos nuestras discusiones más tarde.

Los capitanes asintieron, aunque el peso de la traición de Luke aún colgaba en el aire. Al menos, habían dado un paso hacia adelante como campamento, enfrentando juntos los desafíos que se avecinaban.

Fuera de la Pantalla:

todos vieron el desarrollo a cómo se esperaban que pase, Clarisse exigiendo muerte y sangre, dejando claro que era digna hija de su padre. Los demás más inseguros y Charles mencionando que algo andaba mal ya que en aquellos días cabaña 11 era muy requerida y casi no había lugar por tantos hijos de dioses sin cabaña y los no reclamados.

Annabeth al ver que Naruto la reprendió se hizo chiquita y Atenea iba a decir algo pero, fue el escuchar las palabras de Jiraiya que nuevamente hizo refleccionar a todos en la sala, mientras la diosa de la "sabiduría" chasqueaba la lengua con molestia, eran dioses podrían tomar las decisiones y hacer lo que quisieran sin rendirle cuentas a nadie.

Zeus por su parte, miraba con preocupación la arrogancia desmedida en la diosa Atenea, después de todo, él tuvo sus épocas, pero tampoco podía decirle algo, después de todo...... era su hija y ella heredaría cosas de él.

Bianca: al menos se resolvió un poco el asunto

Nico: si

Ross: por ahora

Mark: dudo que esa cabaña quede en paz...... en especial Ethan estaba allí todavía asique él será un infiltrado.

Damien: Ethan?

Percy: un medio hermano tuyo, hijo de Némesis, se dejó cegar por la venganza a los dioses y traicionó al Olimpo con Luke, hasta que fue asesinado

Annabeth: Ethan Nakamura

Jason: vaya..... a Jiraiya le resultó familiar

Minato: Luke no es tan retorcido como esa serpiente

Kushina: pero vaya alegoría 

Shisui: no me imagino a un hijo de Hermes, como pedófilo, fetiches de serpientes y una obsesión con la inmortalidad 

Hermes: amén a eso -diría sobandose los huevos para tener suerte de que ningún hijo salga así

En la Pantalla:

La mañana transcurría bajo un sol brillante en el Campamento Mestizo, y el grupo de Naruto se encontraba en pleno entrenamiento. En el claro designado para las prácticas, los movimientos rápidos y precisos de cada integrante resonaban con el eco de golpes y el crujido de ramas bajo los pies.

Naruto había diseñado una rutina que combinaba combate cuerpo a cuerpo, resistencia y estrategia. Menma y Sai se enfrentaban en un duelo de velocidad y reflejos, mientras Konohamaru practicaba con un bastón de madera, perfeccionando su equilibrio y precisión. Sakura entrenaba con Gaara, quien le enseñaba a utilizar su fuerza de manera más eficiente contra oponentes más ágiles.

Naruto: ¡Vamos, Konohamaru! —gritó mientras esquivaba un ataque de Menma con un salto acrobático—. Si te dejas intimidar, nunca aprovecharás tu verdadero potencial.

Konohamaru apretó los dientes, redobló sus esfuerzos y logró bloquear un ataque con una maniobra sorprendentemente rápida. Naruto asintió, satisfecho, mientras observaba los progresos de sus compañeros. 

Naruto: Muy bien, equipo. Descansen un poco antes del almuerzo —dijo, relajando su postura.

Fuera de la Pantalla:

Todos quedaron con la boca abierta de lo que veían, y los que estaban anotados para entrenar con Naruto y todavía no caían en sus manos como Percy empezarona  rezar por sus vidas ya que Naruto era muy exigente y tenía monstruos a los cuales ellos debían alcanzar.

Paolo: espero que mi cuñado me tenga piedad

Ross: Ahí te vamos San Pedro!!!!

Percy: dramáticos -diría ignorando su propio escalofrío

En la Pantalla:

Mientras los campistas se reunían en el pabellón para almorzar, Drew Tanaka, de la cabaña de Afrodita, aprovechó la ocasión para acercarse a Naruto. Vestida de forma estratégica y con una sonrisa seductora, Drew desplegó su habilidad de Embrujahabla, una técnica rara incluso entre los hijos de Afrodita, que le permitía influir en las emociones y pensamientos de los demás con sus palabras.

Drew: Naruto, querido —dijo en un tono meloso mientras se sentaba a su lado, viendo que justamente para esa ocasión estaba vestido con un traje raro a ojos de ella, pero que ante los ojos de la propia semidiosa, lo hacían ver sexy—. He notado cuánto trabajas para mantener a todos seguros. Es admirable... pero no tienes que hacerlo todo solo. Déjame aliviar algo de ese peso.

(Créditos de ésta Imágen a https://x.com/IkemenMasterAI, Gracias por la imágen bro)

La voz de Drew parecía un canto hipnótico que resonaba en la mente, pero Naruto, inmunizado por su férrea voluntad y años de experiencia enfrentando ilusiones y manipulaciones, simplemente alzó una ceja.

Naruto: Gracias por tu preocupación, Drew, pero estoy bien —respondió con naturalidad, como si la magia de sus palabras no tuviera efecto alguno.

La reacción indiferente de Naruto dejó a Drew momentáneamente sin palabras. Antes de que pudiera insistir, Hinata se acercó, con una postura elegante y tranquila, pero con el Byakugan activado.

Hinata: ¿Hay algún problema, Drew? —preguntó con una voz suave, pero cargada de intención.

Drew retrocedió un poco, sintiendo la intensidad de la mirada de Hinata.

Drew: Oh, nada en absoluto. Solo conversábamos, Hinata —respondió con una sonrisa forzada, pero sus ojos mostraban irritación.

Hinata, sin perder la compostura, añadió

Hinata: Me alegra saberlo. Solo quería recordarte que Naruto es mi novio. —Sus ojos se entrecerraron apenas, pero el mensaje era claro.

A su lado, Artoria, con su porte regio y mirada firme, se unió a Hinata. Aunque no dijo una palabra, su sola presencia bastó para reforzar la posición de ambas. Drew, sintiéndose superada, se levantó con dignidad fingida y se retiró, murmurando algo sobre el almuerzo. 

Fuera de la Pantalla:

Drew: oh carajo

Jeanne:  no te precipites, hija del amor -diría con su estandarte en mano mientras salía un fuerte instinto asesino de ella

Artoria: que nadie de los que estemos del lado de Naru-kun

Elaine: te dejaremos que lo robes con tu voz melosa y tu rostro falso

Percy: eso debe doler

Grover: acaba de ser inmune a emrbujahabla

Atenea: bueno tiene un punto -diría con el seño fruncido, ésto limitaba las opciones de contener al semidiós a sus ojos

Katie: sabíamos que eso un día no le ayudaría

Paolo: mi media hermana da miedo...... y tengo dos con los mismos ojos perlados -diría con un nuevo trauma desbloqueado.

Amara: siento pena por él

Thalia: me gusta que esa perra sea dejada de lado

Zoe: fufufufufu eso es divertido

Afrodita: aún queda la opción de un afrodisíaco de mi propiedad

Artemisa: sabes que Eros se lo quitará por ser su mejor amigo/hermano menor verdad?

Apolo: sin mencionar que varias diosas del amor

Hermes: como Freya y Hator que bendijeron al linaje de nuestra hermana

Hefesto: para que tu no hagas de las tuyas

Afrodita simplemente se limitó a gruñir

En la Pantalla:

Poco después, un grupo de campistas se acercó a Naruto. Liderados por Ross Donelly (hijo de Ares), los acompañaban Jacob Fernsby (Deméter), James Clayde (Atenea), Lee Fletcher y Michael Yew (Apolo), Jordan Lee (Afrodita) y Byron Lockwood (Hermes).

Ross: Naruto —dijo con un tono decidido—. Queremos que nos entrenes.

Naruto cruzó los brazos, observándolos con interés. 

Naruto: ¿Entrenarlos? ¿Por qué? -preguntaría queriendo saber más que una simple petición

Jacob, más reservado, tomó la palabra

Jacob: No queremos quedarnos como simples espectadores. Si algo pasa, queremos ser útiles, no un lastre.

Naruto los miró con seriedad, pero también con una pizca de admiración.

Naruto: Si realmente están dispuestos, les daré una rutina que deberán seguir al pie de la letra hasta la próxima vez que nos veamos. Será física y dura. Si la completan sin rendirse, consideraré entrenarlos.

El grupo asintió con determinación, aceptando el desafío. Naruto les entregó la rutina, que incluía ejercicios intensos de resistencia, fuerza y agilidad.

Naruto: No será fácil —advirtió—, pero si lo logran, estarán un paso más cerca de estar preparados.

Fuera de la Pantalla:

Los que aparecieron en pantalla, más allá de sentirse bien y tener el respeto de sus padres y una mirada de preocupación en Deméter, optaron por mirar sus cuerpos y temblar un poquito pero decidieron mirar con la frente en alto, si sufrirían, lo harían como hombres

Zoe: bien varios pares más -diría anotando los nombres en una lista de futura caza masculina

Shisui: te lo tomas muy apecho no?

Zoe: si

En la Pantalla:

Más tarde, Percy propuso un descanso en la playa del campamento, y todos aceptaron con entusiasmo. El clima era perfecto: el cielo despejado, el sol cálido, y una brisa marina refrescante que acariciaba la piel. Las olas rompían suavemente contra la orilla, creando el ambiente ideal para relajarse y divertirse.

Percy decidió enseñar a Konohamaru a remar en un bote pequeño. Mientras le explicaba, su tono era paciente pero firme, como un hermano mayor instruyendo al menor.

Percy: No, no, sujeta el remo así —dijo, demostrando el movimiento con precisión—. Si no lo haces bien, acabarás girando en círculos como un trompo.

Konohamaru bufó, esforzándose por seguir las instrucciones, aunque no sin cierta frustración.

Konohamaru: ¡Lo estoy intentando, Percy! No es tan fácil como parece.

Percy rio y continuó ayudándolo, mientras otros campistas se detenían a observar y ofrecer consejos amistosos.

No muy lejos de ellos, Menma se destacaba sobre el agua, caminando con sorprendente gracia gracias a su control de chakra. A pesar de su juventud, su físico comenzaba a mostrar signos de entrenamiento, con músculos definidos que captaron la atención de varias semidiosas, particularmente hijas de Deméter, Afrodita y Apolo. Desde la orilla, sus miradas curiosas y admirativas no podían ocultarse, y sus risas disimuladas denotaban interés.

En la orilla, Naruto descansaba bajo una sombrilla junto a Artoria y Hinata. Los tres vestían trajes de baño que no pasaron desapercibidos: Naruto, con su torso bien trabajado y bronceado, era una visión que atrajo miradas constantes de ninfas y semidiosas cercanas. Incluso algunas risas nerviosas se escuchaban al pasar. Artoria, con su elegante traje de una sola pieza que resaltaba su porte imponente y musculatura definida, irradiaba una mezcla de fuerza y gracia que dejaba a varios sátiros y semidioses boquiabiertos. Hinata, con su bikini que destacaba su figura curvilínea y tonificada, atrajo miradas de admiración y envidia por igual.

Hinata notó las miradas hacia Naruto y entrelazó su brazo con el de él, sonriendo dulcemente, aunque una chispa de celos brillaba en sus ojos.

Naruto: Creo que es hora de meternos al agua —dijo, intentando no prestar atención a las miradas insistentes.

Artoria: Buena idea —respondió con una pequeña sonrisa, mientras Hinata asentía.

Los tres se levantaron y caminaron hacia el agua,generando una ola de murmullos entre los observadores. Una vez dentro,disfrutaron del frescor y la tranquilidad del mar, sumergiéndose en las olas ydejando atrás la atención no deseada. 

Fuera de la Pantalla:

Muchas de las solteronas de la sala y varias semidiosas se desmayaron en el suelo con un gran sonrojo y sangrados nasales de lo que veían, en especial Bianca al lado de Percy por haberlo visto con la poca musculatura que había ganado con Naruto.

Poseidon: y después se quejan de nosotros

Simplemente los masculinos presentes asentirían mientras Artemisa estaba mirando a Afrodita con dagas dado que por la entrepierna de la diosa del amor, fluía un líquido de dudosa procedencia.

Una vez que todas se levantaron nuevamente con las más interesadas en el nuevo team Naruto con sonrojos era momento de seguir.

En la Pantalla:

Poco después, Lee Fletcher y sus hermanos, Michael Yew incluido, se acercaron con una pelota de vóley.

Lee: ¡Naruto! —llamó, lanzando la pelota al aire y atrapándola con facilidad—. ¿Qué tal un juego de vóley playa? Es divertido, y ya tienes equipo con tus novias.

Naruto miró a sus compañeras, quienes sonrieron, curiosas por la propuesta.

Naruto: No sé jugar, pero si ustedes me enseñan, estoy dentro —respondió con una sonrisa despreocupada.

Los hijos de Apolo rieron con camaradería y comenzaron a explicarle las reglas, demostrando algunos movimientos básicos. Al principio, Naruto cometió varios errores: lanzaba la pelota demasiado lejos, fallaba al recibirla o calculaba mal los saltos. Sin embargo, su rápida adaptación y determinación comenzaron a brillar. Cada intento mostraba una mejora, y pronto, Naruto devolvía saques con fuerza y precisión sorprendentes.

Mientras el partido avanzaba, las risas llenaron el aire. Naruto, a pesar de ser nuevo en el deporte, comenzaba a disfrutar de la competencia amistosa. Sus primos de cabaña 7 lo alentaban, aplaudiendo cada punto bien ejecutado. Artoria y Hinata también se involucraron, mostrando su destreza y provocando aún más admiración de los espectadores cercanos. Las tres figuras, resplandeciendo bajo el sol, parecían encarnar una postal perfecta de armonía y diversión. 

Cuando el partido terminó, Naruto se encontró riendo a carcajadas, su entusiasmo por el juego evidente. Había descubierto un nuevo pasatiempo, pero más importante, había disfrutado de un día lleno de camaradería y momentos inolvidables junto a sus amigos y seres queridos.

Fuera de la Pantalla:

Muchos semidioses sonrieron al ver a Naruto adaptarse bastante rápido a la modernidad, inclusive sumándose al deporte de playa.

Lee: parece que le gusta

Michael: es verdad

Rebecca: al menos se sumaron bien

Artemisa: los veo muy bien aquí, mucho mejor que en las naciones elementales

Minato: en eso te doy la razón amor

Hashirama: digo lo mismo

Shisui: y yo estoy muerto, qué mala onda -diría celoso por ese detalle

Hades: ya revivirás niño no seas tan llorón -diría con burla mientras Shisui daba malas caras algo ridículas

Perséfone simplemente reiría por la actitud de su nuevo empleado.

En la Pantalla:

La tarde caía suavemente sobre el Campamento Mestizo mientras Naruto, Percy y su grupo, junto con Hinata y Hanabi, caminaban hacia la entrada. La barrera creada por el árbol de Thalia brillaba débilmente con la luz del sol, marcando el límite entre el campamento y el mundo exterior. El grupo caminaba en silencio, cargando mochilas ligeras pero con miradas de expectación y curiosidad.

En la entrada, esperaban Artemisa y Sally Jackson. Artemisa, con su porte sereno y su aura etérea, parecía fuera de lugar en un entorno tan mundano, mientras que Sally, con su cálida sonrisa y mirada maternal, daba una sensación de seguridad y confianza.

Artemisa: Me alegra ver que llegaron puntuales —dijo mientras sus ojos plateados recorrían al grupo, evaluándolos.

Sally asintió y saludó con un gesto amable. 

Sally: Hola a todos. Estoy aquí para ayudar a que todo esté en orden —agregó con su voz cálida y tranquilizadora.

Artemisa tomó la palabra, señalando la importancia de lo que había preparado. 

Artemisa: Antes de que se retiren, debo informarles que, dado que técnicamente ninguno de ustedes existe en este mundo, se han creado documentos, registros y todo lo necesario para que puedan moverse con libertad sin levantar sospechas. —Su mirada se posó especialmente en Naruto, quien inclinó ligeramente la cabeza en señal de atención. —En cuanto a ti, Naruto, te he inscrito como si tuvieras 15 años —continuó con calma, aunque un destello de humor cruzó su mirada al notar la leve sorpresa de Hinata y Hanabi—. Sé que estás a punto de cumplir 17, pero ajustar tu edad ayudará a justificar ciertas situaciones, especialmente en las instituciones educativas.

Naruto, siempre práctico, simplemente asintió sin hacer preguntas.

Naruto: Entendido, madre. Si eso facilita las cosas, no tengo problema.

Artemisa esbozó una pequeña sonrisa antes de añadir

Artemisa: Además, Sally será la tutora legal de todos ustedes. Aunque sé que pueden cuidarse perfectamente, las leyes de este país no permiten que un grupo de adolescentes se maneje solo sin levantar sospechas. Así que Sally asumirá ese rol para evitar problemas.

Percy, que había estado escuchando en silencio, frunció ligeramente el ceño antes de preguntar con cierto tono de broma, aunque más broma, era una realidad.

Fuera de la Pantalla:

Todo abrieron los ojos de lo que vieron y escucharon dado que Naruto a pesar de tener casi 17 fue anotado con dos años menos para no haber problemas, mientras que Sally asentiría  a lo que escuchaba, dado que era algo que ella podría haber hablado con Artemisa hacía tiempo atrás.

Percy: y qué hará Gabe? -diría con el seño fruncido

Apolo: y él lo entiende 

Dionisio: demonios, aunque bueno, edad para matar, es edad para beber

Annabeth: Gabe?

Grover: quisiera saber qué le harán a esa morsa

Sally: Grover -regañó- sin palabras malas

Los semidioses que detestaban estudiar miraban la pantalla con pena y dolor al ver que ni ellos se iban a salvar de esa tortura, mientras que los de Atenea estaban sonrientes.

Atenea: el estudio es importante

Percy: me apiado de esas almas -diría con un tono de melancolía

Nico: si estudiar aburre -diría imitando a Percy

Bianca: Nico -diría en tono de regaño

Annabeth: cerebro de algas

Sally: Percy

Poseidon: ESE ES MI HIJO!!! -diría con orgullo

Ares: algo que haces bien Jackson

En la Pantalla:

Percy: ¿Y qué hay de Gabe? ¿Cómo es que mamá puede tomarse esta responsabilidad sin que ese cerdo diga algo?

Sally soltó una risa ligera, pero fue Artemisa quien respondió primero, con un destello travieso en sus ojos.

Artemisa: Oh, no te preocupes por Gabe. Después de nuestra última charla, lo transformé en un burro. Ahora está en una granja donde, estoy segura, es mucho más útil.

El grupo estalló en risas ante la idea, mientras Percy hacía un gesto exagerado de alivio.

Percy: Gracias, mamá, Gracias Lady Artemisa. De verdad, lo necesitaba.

Artemisa levantó la mano, interrumpiendo las risas para dar la última noticia.

Artemisa: El lugar donde vivirán ya está listo. Es un complejo cómodo y cercano al Instituto Meriwether, donde todos estarán inscritos. —Su tono no admitía discusión, y antes de que alguien pudiera hacer preguntas, dio un paso hacia el carro lunar que había traído consigo.

Con un movimiento elegante, Artemisa tocó el vehículo, que comenzó a brillar levemente antes de transformarse en una Toyota Hiace Wagon, lo suficientemente espaciosa para acomodar al grupo de catorce personas. La camioneta era de color blanco perlado, con interiores cómodos y modernos. Sally observó el vehículo con una mezcla de asombro y admiración.

Artemisa: Bien, suban. No quiero perder más tiempo —ordenó mientras se dirigía al asiento del conductor.

El grupo obedeció sin rechistar, acomodándose en los amplios asientos de la camioneta. Percy, sentado junto a su madre, murmuró

Percy: Esto va a ser interesante.

Mientras tanto, Naruto, sentado junto a Hinata y Hanabi, observaba por la ventana con una mezcla de curiosidad y emoción, listo para lo que viniera en esta nueva etapa. La camioneta arrancó suavemente, y el campamento se desvaneció a lo lejos mientras el grupo se dirigía hacia su nueva vida en Nueva York.

Se Apaga la Pantalla:

Percy esbozó una sonrisa alegre y salvaje del fin de Gabe mientras Sally extrañamente se sintió bien, mientras Poseidón simplemente quería haber sido él quién maldecía a ese bastardo

Percy: gracias lady Artemisa

Artemisa: no hay problema

Ares: me pregunto como se verá su nuevo hogar -diría con sarcasmo

Apolo: yo si quiero verla

Lee: aunque la tía Artemisa tiene buen gusto -diría viendo la camioneta

Apolo: Toyota?

Will: un vehículo japonés

Minato: mentiría si no me dan ganas de conducir ese bebé

Percy: oh y ahora vamos al Mar de los Monstruos luego de cuanto tiempo de clases

Annabeth: y me parece que Tántalo va a sufrir algo por como vimos que Naruto no se lleva con él.

Hashirama: sin dudas un gran cambio -diría sonriente

Fin del cap.

Aviso, de los caps que se vienen algunos serán de imágenes así les doy un poco de descanso hasta el inicio cuando regrese del descanso esta historia con El Mar de los Monstruos.