Percy Jackson
Todos los semidioses en la sala estaban preocupados por Percy dado que una cosa fue enfrentar a Ares poseído, pero otra cosa era enfrentar a Heracles, que en un sentido de fuerza bruta, es más fuerte que el Dios de la Guerra, después de todo, es el Dios de la Fortaleza, tras ascender al cielo cuando dejó su vida de semidiós.
Sally: Percy -diría con preocupación
Poseidon: maldita sean!!!! malditas sean malditas leyes antiguas!!!
Percy: espero ganar
Ares: por esta vez te diré esto Jackson, más te vale ganarle a ese idiota
Zeus: espero que lo despierten -diría preocupado por su hijo favorito
Hera: pros, recibirá una paliza, contras no lo van a matar -diría mirando al semidiós que más odia
Katie: esperemos que Percy, Annabeth y Grover estén bien
Annabeth: gracias por el apoyo -diría con Sarcasmo
Grover: qué Pan nos Proteja.
Sherman: al menos sabemos que ustedes salieron bien
Billie: si pudieron contar el cuento
Malcom: aunque su pelea haya sido contra Lord Ares poseído.
Leo: bueno...... posiblemente saquen al titán a base de putazos......
Lee: como Ikki sacó al Hades de Saint Seiya de Shun de Andrómeda
Michael: nuestro hermano se lució al crear ese manga
Apolo: me hizo quedar como un gran Dios -diría con orgullo.
Ives: mmmmm deberíamos crear algo similar
Neil: cuenta conmigo
Astrid: y conmigo
Cástor: bueno, mientras papá se vea bien
Pólux: papá tiene sus defectos, pero lo compensa por ser un gran padre
Dionisio: esos son mis hijos -diría orgulloso, quizá el castigo de no beber vino sea malo, pero estar cuidando a los semidioses le daban pie a ignorar las leyes antiguas.
Antes de que alguien dijera algo más, la Pantalla se encendió.
Minato: veamos que sigue
Quirón: siento que algo bueno va a pasar
En la Pantalla:
El aire seguía cargado de tensión en el Olimpo. Naruto observó detenidamente a Poseidón, quien ahora se apoyaba en su tridente, sus hombros tensos y su mirada perdida en el horizonte. Pero no era la mirada de un dios todopoderoso; era la de un padre desesperado, temeroso por el destino de su hijo. Narutoavanzó un paso, su voz resonando con calma pero con firmeza.
Naruto: No voy a quedarme de brazos cruzados mientrasPercy enfrenta esto solo. -diría determinado.
Antes de que pudiera dar otro paso, Zeus levantó una mano, deteniéndolo.
Zeus: Detente, Naruto, —ordenó, su voz grave. —Sabes que no puedes interferir directamente. Desde hace años, las búsquedas dictadas por las profecías están protegidas de la intervención de dioses, semidioses o héroes que no sean designados por el destino mismo.
Naruto giró hacia él, sus ojos reflejando tanto frustración como determinación.
Naruto: ¿Y si falla? ¿Qué pasa si tu sobrino no regresa? ¿recuerdas que por tu ceguera lo enviaste sin preparación ni nada a una posible muerte? ¿Qué pasa si pierdes a alguien que no debería cargar con este peso?
Zeus cruzó los brazos, aunque su postura no era de desafío, sino de resignación.
Zeus: Las profecías son inquebrantables, Naruto. Este es el camino que debe seguir. Sé que la cagué en enviarlo por mi orgullo y necedad, pero..... ya a estas alturas no puedo interferir.
Naruto apretó los dientes, su mirada desviándose hacia Apolo, quien observaba el intercambio con un brillo de inquietud en sus ojos.
Fuera de la Pantalla:
Percy se sintió sorprendido, él quería ayudarle pero Zeus estaba siendo como el que conoce, un hipócrita en cuanto a se trata de las reglas.
Tyson: él te ayudará hermano
Percy: gracias grandote
Poseidon: eso es bueno, aunque, podrías dejar de ser tú por 5 minutos?
Zeus: pe pero t tengo que ma mantener las reglas -diría nervioso
Minato: si ya las has roto antes, por qué te importa ahora, si así fuera, tío, estarías siendo igual al abuelo o a mi medio hermano, en cambio si maduraras, y usaras esto para mejorar, los problemas se irían.
Zeus simplemente se quedó callado, debatiéndose en su mente esas palabras.
Hashirama: a veces dar un paso es difícil, pero cuando lo das, todo puede volverse más fácil.
Quirón: yo no diría las cosas de esa forma -diría nervioso aunque estaba completamente de acuerdo, la misión del rayo fue apresurada y Percy llevó nada más una semana en el campamento.
Kushina: enviaste a un semidiós de misión sin preparación sólo por orgullo y por tu juguete? -diría con duda, era como le pasó al equipo 7, una misión clase C pasando a rango A.
James: en cierto sentido, creo que nos movemos en torno a ellas, aunque no sea necesario, nos dirían que pasará pero no cuando, asique que pocos lo sepan sería lo mismo
Gracie: si, y sin ofender Rachel, pero aún si no fuéramos por el oráculo, podríamos ir de misión sin importar si la recibimos o no.
Rachel: en sí....... tienen razón.
En la Pantalla.
Naruto: Tío, tú manejas las profecías, —dijo acercándose. —¿Qué es exactamente lo que dicenlas Moiras sobre Percy?
Apolo suspiró, pasando una mano por su cabello dorado.
Apolo: Es una carga pesada incluso para mí, pero siquieres saberlo, sobrino... la profecía dice: "Irás al oeste y te enfrentarás al dios quese ha rebelado. Encontrarás lo robado y lo devolverás. Serás traicionado porquien dice ser tu amigo, y al final no conseguirás salvar lo másimportante."
La voz de Apolo se apagó, y un silencio sepulcral cayó sobre el Olimpo. Naruto cerró los ojos por un momento, procesando las palabras. Cuando los abrió, sus orbes brillaban con una resolución inquebrantable. Apretó su puño alrededor de la empuñadura de Tsumukari Muramasa y, con un movimiento fluido, enfundó la espada. El sonido metálico resonó en el aire como una declaración de que había tomado una decisión.
Naruto: Si no puedo interferir directamente, —murmuró, con una chispa de desafío en su voz, —entonces lo haré de manera indirecta.
https://youtu.be/8mK_0up-LMc
Fuera de la Pantalla:
Apolo: y se lo dije
Percy: y eso lo hizo pensar..... pero por qué sospecho que me van a ayudar igual
Atenea: podría causar un caos, si interfiere.......
Hashirama: o puede no pasar nada, dejar la mente abierta a posibles casos tanto bueno o malo
Shisui: sabes no suelo opinar para no dejarte mal parada señora Athena -diría causando un tick en la diosa por directamente llamándola vieja- pero su pensamiento se asemeja al de Danzo, tendiendo a controlar todo y tenerlo regido por su voluntad sin contemplar a las demás
Eso causó un shock en la diosa de la sabiduría que estaba empezándose a enojar, dado que no podía maldecir a nadie de la familia Artemisa, dado que así como Afrodita, Hera consiguió que ella tampoco pudiera maldecir a esa familia.
Poseidon: Artemisa, me agrada más tu hijo, sobrina
Artemisa: gracias tío
Austin: es genial
Haley: sin dudas, posiblemente la mayoría de las misiones puedan mejorar.
En la Pantalla:
Se giró hacia Artemisa, quien asintió en silencio. De su manto sacó un pequeño vial de cristal que contenía sangre de diversos animales de caza. Sin decir una palabra, Naruto comenzó a trazar un círculo en el suelo con la sangre, cada línea, símbolo y runa rebosando con una energía antigua y poderosa.
Los dioses lo observaban con mezcla de curiosidad y alarma. Atenea, siempre analítica y precavida, frunció el ceño, dando un paso al frente.
Atenea: ¿Qué planeas hacer, Naruto? —preguntó, su tono controlado pero cargado de sospecha.
Naruto ni siquiera la miró, sus manos continuando con la elaboración del círculo.
Naruto: Si no puedo ir yo mismo, enviaré ayuda.
La diosa de la sabiduría lo estudió con atención, sus ojos moviéndose entre el círculo y el pelirrojo. Había algo en él que no terminaba de descifrar, algo que la mantenía en alerta.
Atenea: ¿Qué tipo de ayuda? —insistió, su tono tornándose más agudo.
Naruto alzó la vista brevemente, una chispa de desafío en su mirada.
Naruto: Una ayuda que la profecía no puede prever.
Sin decir más, Naruto se preparó para recitar el cántico de invocación, mientras todos los presentes lo observaban con expectación y una creciente sensación de incertidumbre. Gracias a Proyección recreó dos juegos de armas que nadie salvando Ares reconoció, quedando sorprendido, dado que una era una espada conocida, y el otro grupo, varios Kunais con forma simple a ojos de muchos.
Naruto:
Hierro y Plata como base.
Piedras y el Archiduque de Pactos como cimientos.
Mi maestro Schweinorg como ancestro.
Las puertas cardinales se cierran.
Comienza desde la corona y sigue el camino bifurcado que te lleva al reino.
Llena, llena, llena, llena, llena.
Repítelo cinco veces.
Pero cuando cada uno este lleno, destrúyelo.
Preparado.
Te lo ordeno, ven a mí.
Tu espada controlará mi destino.
Siguiendo las normas del Santo Grial, responde si aceptas mi voluntad y razón.
Juro aquí que seré todo lo bueno del mundo eterno.
Que expondré todo el mal del mundo eterno.
Por los siete cielos que acogen tres poderosas palabras, ven a mi desde el círculo del balance.
¡Protector Del Equilibrio!
El cántico terminó, y el Olimpo se estremeció. La sala brillaba intensamente, un resplandor tan cegador que incluso los dioses tuvieron que apartar la mirada. El suelo temblaba levemente, y el aire se llenó de una energía desconocida para muchos presentes. Los dioses observaban con mezcla de intriga y cautela. Cuando el resplandor comenzó a desvanecerse, dos figuras emergieron del círculo de invocación.
Fuera de la Pantalla:
Hermes: va a invocar?
Annabeth: bueno, no puede interferir directamente......
Percy: enviará a un Servant para ayudar
Artoria: pero a quién invocará?
Elaine: esperemos que sea alguien que pueda ayudar
Jeanne: sin dudas
Atenea al ver que su contraparte miraba esto con cautela dado que incluso el pelirrojo estaba desconfiando de ella, viéndola como una mujer paranoica en lugar de una diosa, lo que la estaba ofendiendo.
Dionisio: bueno, si es un tipo de ayuda que las parcas no prevén en la profecía
Zoe: es verdad
Leo: a quién creen que invoque?
Jake: no lo sé
Charles: esperemos que sea alguien fuerte
Piper: lo necesitan contra Herácles
En la Pantalla:
La primera figura era una mujer joven, cuya presencia imponía a pesar de su apariencia. Su cabello dorado caía con una textura fina y un brillo similar al polvo de oro, enmarcando un rostro que combinaba una elegancia serena con un aire de inocencia. Vestía una armadura brillante que parecía salida de una época gloriosa, combinada con un vestido azul antiguo que añadía un toque de delicadeza.
La segunda figura era un joven pelirrojo, cuya postura delataba un entrenamiento riguroso. Vestía ropas típicas de un ninja y su expresión transmitía una calma calculadora, como si analizara la situación desde el momento en que llegó.
Ambos miraron a Naruto, y al unísono, se inclinaron.
Ambos: Estamos a tu servicio, Master
Fuera de la Pantalla:
Artoria: esa soy yo?! -diría sorprendida
Jeanne: suertuda
Artemisa: y el otro chico
Minato: ahora que lo veo, parece ser un shinobi
Ares: alguien shinobi, un ninja, que haya sido registrado en la historia de la humanidad
Butch: creo suponerlo, Fuuma Kotarou
Artoria: mi versión Saber y un Assassin...... interesante
Jeanne: si
Apolo: asique un clase asesino..... bueno es un ninja en si
Jeanne: aunque ahora que lo recuerdo, es Kazama, dado que 5 junto a él llevaron ese título.
Clovis: ya recuerdo, fue un shinobi empleado durante el periodo Sengoku, de los estados en guerra por los Houjou, Daimyo que gobernaba la región de Kanto, había ayudado a cimentar el dominio de los Houjou con esas terroríficas técnicas suyas. Entre los demás, el quinto es una existencia legendaria, ganando fama como ladrón incluso después de la era establecida de los Tokugawa
Atenea: es cierto -diría interesada
Damien: vaya, no es cualquiera
Jeane: (al menos no es la pequeña Jack) -pensó sabiendo lo que esa pequeña podría causar en la sala, sin siquiera estar presente
Drew: no voy a negarlo, el ninja se ve sexy
Lacy: no eres la única hermana
Valentina: opino lo mismo
Reyna: esperemos que ésto no pase a mayores
Jason: no eres la única.
En la Pantalla:
Naruto sonrió al ver a la joven rubia y dio un paso hacia ella.
Naruto: Artoria... Saber.
Artoria reaccionó de inmediato. Dio un paso hacia él, con sus ojos brillando de emoción contenida, y lo abrazó con fuerza. Naruto, aunque sorprendido, le devolvió el gesto sin dudar. La calidez entre ellos era palpable, lo suficiente como para que los demás en la sala lo notaran.
Artemisa, al ver la escena, sintió un nudo de incomodidad en su interior. Aunque no lo expresaba abiertamente, la relación madre-hijo con Naruto la hacía protegerlo con todo su ser. Verlo abrazar a alguien más, y con tal cercanía, despertó en ella algo similar a los celos de una madre viendo a su hijo crecer y volverse independiente. Frunció el ceño, cruzando los brazos, pero no dijo nada.
Después de unos momentos, Naruto se apartó y se dirigió al pelirrojo.
Naruto: Fuuma, necesito tu ayuda. Percy Jackson está en peligro.
El ninja asintió con seriedad. A la par que Naruto explicaba la situación al shinobi.
Fuuma: Entendido, Master. Protegeré al hijo de Poseidón y a sus aliados.
Con un movimiento ágil, Fuuma desapareció en un destello, dejando el Olimpo para cumplir su misión.
Fuera de la Pantalla:
Artoria al ver eso se sonrojaría y empezaría a balbucear cosas inentendibles, mientra Artemisa suspiró, era sabido que su contraparte empezaría con los celos por su hijo unigénito.
Apolo: n o evitarás que crezca hermana
Minato: lo que dijo mi cuñado es verdad Arty, él desplegará sus alas..... es natural
Artemisa: lo sé, pero es que....
Kushina: lo experimentaré en su momento, asique no estás sóla amiga
Artemisa: gracias
Sally: mandó al chico a ayudar a Percy
Poseidon: gracias chico
Percy: genial un ninja
Hashirama: si sabes que estamos aquí?
Connor: pero ya vimos a los de su mundo
Travis: si, ahora les toca al resto
Chris: tengo curiosidad por sus habilidades.
En la Pantalla:
Playa de Santa Mónica:
Percy Jackson, acompañado de Annabeth Chase y Grover Underwood, acababan de salir del Inframundo. Hades había acusado injustamente a Percy de robar su Yelmo de Oscuridad, pero los tres sabían que no tenían tiempo para lamentaciones. Su misión no estaba completa, y cada paso los acercaba más al peligro.
Cuando llegaron a la Playa de Santa Mónica, la atmósfera cambió de inmediato. Una presencia maligna los envolvió, y frente a ellos apareció "Ares", pero había algo terriblemente fuera de lugar. Sus movimientos eran extrañamente forzados, y su sonrisa era más cruel de lo habitual.
"Ares": Ah, los héroes. -diría haciendo retumbar su voz como un trueno. —Hoy seréis el combustible de una guerra épica.
Percy frunció el ceño, poniéndose frente a sus amigos.
Percy: a qué te refieres? -preguntaría con el seño fruncido y dudas
El dios soltó una risa sarcástica.
"Ares": Tu muerte será el catalizador. Poseidón culpará a Hades, Zeus culpará a Hades, y Hades atacará a todos. ¿Qué mejor forma de iniciar una guerra que con un poco de traición familiar? —diría mientras dejó escapar un brillo de arrogancia en sus ojos, como si disfrutara del caos que estaba a punto de desatar.
Annabeth: Esto no lo hace Ares... —murmuró, mientras Grover temblaba detrás de ellos.
Pero antes de que "Ares" pudiera avanzar, Fuuma apareció detrás del grupo, moviéndose con velocidad increíble.
Fuuma: ¡Aléjense! —ordenó el ninja, poniéndose entre Percy y el dios poseído, logrando conectar un sello en el Dios.
"Herácles", liberado momentáneamente de la influencia de alguien gracias a Fuuma, trató de razonar disipando la imágen de Ares, pero la presencia se negó a soltar a su títere, rugió de rabia y se lanzó al ataque. Percy, a pesar del miedo, sabía que no podía quedarse quieto. Con el agua de la playa a su disposición, comenzó a luchar, utilizando su habilidad natural para manipularla.
Fuuma, mientras tanto, se encargó de mantener a salvo a Annabeth y Grover. Con un jutsu de liberación de agua (Suiton), gracias a que master y servant comparten cierto acceso a las memorias del otro obteniendo algo de información de Naruto, creó una barrera acuática que protegió al grupo de los ataques devastadores de Herácles.
Fuuma: ¡Percy! ¡Aprovecha las distracciones! —gritó, lanzando un ataque coordinado.
En un momento clave, mientras Herácles se enfocaba en esquivar un proyectil de agua lanzado por Fuuma, Percy utilizó su control sobre el agua para formar un gigantesco remolino que envolvió al semidiós vuelto dios controlado.
Fuuma: exclamó, usando un Suiton: Suiryūdan no Jutsu (Técnica del Dragón de Agua). Un dragón de agua emergió, impactando directamente contra Herácles y debilitándolo lo suficiente como para que Percy pudiera dar el golpe final.
Finalmente, "Herácles" cayó de rodillas, y la influencia del sujeto desapareció de su cuerpo. Antes de desvanecerse, dejó caer el Rayo Maestro y el Yelmo de Oscuridad, mientras Fuuma asegurándose de que Percy cumpliera su misión, desapareció de la escena.
Fuera de la Pantalla:
Todos vieron con anticipación la pelea, mientras Percy estaba anonadado de lo que pasó allí, dejando la suya como un acto de simple suerte, y si lo pensaba bien lo era, después de todo, la misión salió literalmente a una semana de haber llegado por primera vez al Campamento Mestizo. Percy sabía que a Ares le ganó estando en el elemento que recibe por su padre, pero si fuera en otras circunstancias, los resultados habrían sido distintos.
Hera: es padre.... -diría al notar las palabras de "Ares" o mejor dicho "Heracles"
Hestia: no hay duda
Zeus: imposible, está en el Tártaro -diría negándose como siempre a creer en ese hecho.
Poseidon: estás ciego o qué?!
Percy: igual que como nos pasó la primera vez -susurró a Annabeth y ésta asintió, Zeus aunque lo viera se negaría a creer el regreso de los Titanes.
Hashirama: asique Master y Servant comparten memoria
Artoria: si, así de esa forma, podemos aprender cosas del otro, y ver si servimos correctamente, aunque eso último poco importa con los sellos de comando.
Holly: interesante pelea
Laurel: al menos ganaron
Paolo: sin dudas
Percy: esas técnicas fueron geniales, espero poder aprenderlas...... -diría como niño pequeño.
Nico: yo también, pero con oscuridad -diría sonriendo
Bianca: esperemos que si -diría no queriendole quitar el sueño a él
En la Pantalla:
Percy recogió el Yelmo y se lo entregó a las Furias, quienes prometieron devolvérselo a Hades. En agradecimiento, y aunque no admita que juzgó mal y actuó por orgullo y ego, Hades liberó a Sally Jackson, la madre de Percy, cumpliendo su palabra.
Naruto observó los eventos desde la distancia, de pie en uno de los balcones del Olimpo, con una mezcla de alivio y orgullo reflejándose en sus ojos. Había seguido cada momento de la batalla de Percy con atención, desde la aparición de "Herácles" hasta el instante en que el hijo de Poseidón utilizó su control sobre el agua para derrotarlo. Aunque Percy aún era joven e inexperto, había demostrado un coraje y una tenacidad dignos de admiración, por lo que simplemente le esbozó una sonrisa.
A su lado, Artemisa también observaba, aunque su mirada iba alternando entre los sucesos y el propio Naruto. Verlo analizar cada detalle con tal madurez despertaba en ella una sensación extraña: un orgullo maternal tan intenso que, por un momento, olvidó las tensiones entre los dioses. Era un recordatorio constante de cuánto había crecido Naruto desde que había llegado a su vida.
Poseidón, por su parte, permanecía en silencio. A pesar de su habitual altivez, el dios del mar no podía ocultar la mezcla de emociones que lo embargaba: alivio por la victoria de su hijo, pero también preocupación por lo que aquello significaba. Percy había enfrentado un desafío que, a pesar de su triunfo, podría haberle costado la vida.
Naruto percibió el conflicto interno de Poseidón y, como era su costumbre, habló con franqueza.
Naruto: Ese chico tiene potencial, pero necesita guía.
La voz de Naruto, aunque tranquila, resonó con una autoridad inesperada, captando la atención del dios del mar. Poseidón levantó la mirada, visiblemente sorprendido.
Poseidon: ¿Qué estás sugiriendo? —preguntó, sus ojos entrecerrados en un intento por leer las intenciones del semidiós.
Naruto cruzó los brazos, su postura firme y decidida.
Naruto: Deja que yo sea su mentor. Lo entrenaré y lo prepararé para lo que venga. Pero a cambio, quiero saber si hay otra profecía que lo incluya. No puedo protegerlo si no sé lo que enfrenta.
El aire se llenó de una tensión palpable mientras Poseidón meditaba la propuesta. Era evidente que Naruto hablaba en serio, y la lógica detrás de sus palabras era innegable. Después de todo, el hijo de Artemisa había demostrado una y otra vez que era alguien en quien se podía confiar.
Finalmente, Poseidón suspiró, dejando entrever un atisbo de vulnerabilidad poco común en él.
Poseidon: Esperaremos a que Percy regrese. Entonces, aclararemos todo.
Naruto asintió, satisfecho con la respuesta, y volvió su atención hacia el horizonte, donde el sol comenzaba a teñir el cielo con tonos dorados y rosados. A su lado, Artemisa permanecía en silencio, aunque la tensión en su postura era evidente.
Fuera de la Pantalla:
Hashirama: señor Hades, aunque esté agradecido por la nueva vida, creo que debo reprocharle el accionar con el Joven Percy
Hades: tsk, lo sé -diría reconociendo que actuó más por celos que por razón, en sí el chico no sabía nada, ni de su padre, ni del Olimpo, simplemente dejó que su furia por un juramento sin valor lo cegaran, cómo es que fue tan ciego ya que con el nacimiento de Thalia Grace, ese juramento perdió valor.
Poseidon: me parece que mi hijo se merece algo
Hades: no tientes tu suerte hermano, después de todo ya me disculpé con tu hijo y tu amante
Percy: de hecho podrías compensarlo
Hades: como? -diría seriamente
Percy: deja que Bianca y Nico vivan con mi madre y yo, lejos de ese Hotel.
Hades: lo pensaré y confórmate con eso.
Poseidon: bueno, al menos Naruto ve a mi hijo
Sally: analiza su potencial
Al oír lo que quería hacer Naruto con Percy, hizo que muchos jadearan por la sorpresa, mientras Percy simplemente no pudo con el shock, desmayándose con una sonrisa de que alguien ve su potencial.
Quirón: no habría mejor opción de maestro para Percy
Apolo: si
Zeus: no podrías entrenarlo tu?
Quirón: piénselo de esta forma, -habló el centauro mirando a su medio hermano, después de todo comparten padre- yo con tantos semidioses apenas si puedo darles la atención que requieren y si no fuera por los más experimentados en combate y demás, yo no daría a basto con todos ellos. La mejor opción de maestro para Percy es claramente Naruto.
Muchos semidioses masculinos simplemente murmuraron por lo bajo suertudo, aunque Shisui simplemente les sonrió como apiadándose de ellos, dado que el propio Azabache recordaba una misión donde tuvieron que cuidar niños, y ellos pidieron entrenamiento........ Naruto los traumó con ese tema. Los semidioses vieron esa sonrisa e internamente se colocaron nerviosos mientras Percy gracias al Khaos creador, estaba despertando de su desmayo.
Atenea: es peligroso decirle la gran profecía -diría seriamente no gustándole esa petición del semidiós.
Apolo: pero tiene un punto, de no decirlo, Naruto toma como que simplemente es usado para salvar el pellejo del consejo, lo cual a él no le parece prudente
Byron: y viene la charla entre madre e hijo
Alice: si
Adrien: nunca nada bueno sale de eso, ya que siempre termina en discusión y la frase típica
Cecil: "me estás contestando?" cuando el hijo va claramente ganando la charla
Los semidioses asentirían ante eso, inconscientemente Apolo, Hefesto, Ares y un muy escondido Tritón asentirían mientras los demás no supieron que decir.
En la Pantalla.
Naruto: ¿Algo que quieras decirme, mamá? —preguntó, sin mirarla, pero sabiendo perfectamente que lo observaba.
Artemisa frunció ligeramente el ceño, cruzando los brazos con un gesto que intentaba ocultar sus emociones.
Artemisa: Sólo estoy... sorprendida. Estás asumiendo responsabilidades más allá de lo que esperaba. —diría, su tono era firme, pero había un toque de calidez en sus palabras.
Naruto giró la cabeza, sonriendo con suavidad, mientras se sentaba y sacaba un paraguas logrando evitar los flashes de una cámara de Apolo para inmortalizar el momento madre e Hijo.
Naruto: Supongo que lo aprendí de ti. Has cargado con responsabilidades mucho mayores que las de cualquiera. Si puedo ayudar, lo haré. Después de todo, soy el hijo de la diosa más hábil del Olimpo
Las palabras de Naruto parecieron desarmar cualquier respuesta que Artemisa hubiera planeado. Ella suspiró, dejando caer un poco la rigidez de sus hombros, y miró a su hijo con una mezcla de orgullo y melancolía.
Artemisa: A veces olvido que has crecido tanto. —Su voz bajó de volumen, volviéndose más personal, casi como si hablara consigo misma.
Naruto soltó una leve risa y le dio un pequeño golpe amistoso en el brazo.
Naruto: No te preocupes, mamá. Siempre seré tu hijo, incluso cuando haga cosas como estas.
Artemisa no respondió de inmediato. Simplemente lo miró, fijándose en cada detalle de su rostro, y finalmente le dedicó una sonrisa pequeña, pero genuina.
Mientras ambos volvían su atención hacia el panorama del Olimpo, Artemisa no podía evitar sentirse algo protectora al ver a su hijo adentrarse cada vez más en las complejidades del mundo divino y mortal. Pero también sabía que Naruto estaba forjando su propio camino, y como madre, sólo podía apoyarlo, incluso si eso significaba compartirlo con causas más grandes que ellos mismos.
Fuera de la Pantalla:
La charla de madre e hijo fue algo muy conmovedor, por lo que mientras algunas mujeres sollozaban, incluída Artemisa, siendo abrazadas por un ser amado, Percy y Nico sintieron que su admiración por el pelirrojo aumentaba más y otros semidioses, masculinos en general, lo veían como el mejor modelo a seguir.
Apolo: aguafiestas -se quejó cuando vio lo del paraguas.
Minato: nos perdimos mucho de él por culpa de otra persona, no debes martirizarte así
Artemisa: lo sé, pero duele no haber podido verlo crecer -diría cabizbaja.
Sally: siempre duele
Hestia: lo entendemos mejor que nadie
Muchas diosas y semidiosas afirmaron ante esas palabras, dado que era verdad.
En la Pantalla:
El Olimpo estaba sumido en una calma expectante mientras aguardaban el regreso de Percy con el Rayo Maestro. Las horas transcurrían lentamente, y aunque muchos de los presentes intentaban mantener la compostura, la tensión era evidente en el ambiente.
Hestia, que permanecía en su habitual rincón del Consejo Olímpico junto al fuego eterno, notó la inquietud en el grupo de Naruto. Con su habitual calidez, se acercó al joven semidiós y su equipo.
Hestia: Naruto —dijo con una sonrisa tranquila—, hay algo que podemos hacer mientras esperamos. Ven conmigo.
Naruto, siempre dispuesto a confiar en Hestia, asintió y gesticuló para que su equipo lo siguiera. Juntos atravesaron los intrincados pasillos del Olimpo hasta llegar al Templo de Apolo. El dios del Sol los esperaba, reclinado con elegancia en su trono dorado, con una expresión despreocupada pero amable.
Apolo: Hestia me ha contado que necesitan un cambio de vestimenta —dijo con una sonrisa que parecía iluminar el recinto—. El territorio mortal, después de todo, no está preparado para ver a individuos como ustedes.
Aunque ninguno de los presentes discutió la necesidad de la actualización, el grupo intercambió miradas. Con discreción y sin más palabras, recibieron las prendas que Apolo les ofreció y se cambiaron. Nadie comentó nada sobre la apariencia final, pero el aire fresco que traía consigo el cambio era palpable.
Fuera de la Pantalla.
nadie dijo nada dado que lo que iban a hacer era algo necesario, dado que lo shinobi aparte de no ser conocido, los haría ver raros en su mundo. Aunque al ver los nuevos Outfits de los recién llegados, los sonrojos no tardaron en llegar.
Paolo: hermosa -diría viendo a Sakura
Robin: sexy -diría viendo a Sai
Chiara: Konohamaru ya estaba vestido -diría dándose cuenta del detalle
Laurel y Holly: Menma se ve extremadamente hermoso
Lou: supongo que Gaara se ve bien
Artoria: y Naruto si que cambió
Jeanne: si
Elaine: se ve guapo
En la Pantalla.
Una vez listos, Hestia los guió de vuelta al salón del Consejo Olímpico, donde la espera continuó. La sala era vasta, con columnas que parecían tocar el cielo y un ambiente solemne que reflejaba la grandeza de los dioses. El grupo de Naruto se acomodó, pero no pasó mucho tiempo antes de que el sonido de pasos ligeros interrumpiera la tranquilidad.
Hebe, la diosa de la juventud, entró al recinto, seguida de dos figuras femeninas que captaron de inmediato la atención del grupo. Naruto parpadeó sorprendido al reconocerlas: Hinata y Hanabi Hyuga.
Hinata, con su habitual determinación, avanzó hacia Naruto, mientras Hanabi mantenía una expresión más tranquila y observadora. Fue Hebe quien rompió el silencio, dirigiéndose a Naruto con una sonrisa.
Hebe: Te presento a mis hijas, Naruto.
La revelación fue sorpresiva, pero Naruto, acostumbrado a adaptarse rápidamente, no mostró más que un leve levantamiento de cejas. Luego, enfocó su atención en Hinata, que ahora estaba frente a él.
Hinata, con su habitual determinación, avanzó hacia Naruto, mientras Hanabi mantenía una expresión más tranquila y observadora. Fue Hebe quien rompió el silencio, dirigiéndose a Naruto con una sonrisa.
Hebe: hija ve
Naruto: Hina... -diría viendo a la chica que estaba ocupando un lugar en su corazón, sin mencionar con quién ya había intimado, mientras tomaba la mano de ella.
La joven levantó la mirada hacia él, sus mejillas teñidas de un leve rubor. Naruto respondió de la única manera que consideraba apropiada: inclinándose hacia ella y besándola en los labios, un gesto lleno de cariño y sinceridad.
El gesto no pasó desapercibido, especialmente para Artemisa, que estaba sentada unos pasos más allá. Sus ojos se entrecerraron ligeramente, y sus labios formaron una línea tensa. No dijo nada, manteniendo su expresión en calma, pero su postura rígida delataba sus sentimientos. Era un tipo de celos que no había experimentado antes, una mezcla de protectora frustración y el deseo instintivo de mantener a su único hijo cerca.
Apolo, que siempre había tenido un ojo agudo para las emociones de su hermana, captó el cambio de inmediato. Alzó una ceja, divertido, pero no comentó nada, prefiriendo guardar el momento para sí mismo.
Otros dioses también notaron la reacción de Artemisa. Deméter y Afrodita intercambiaron sonrisas de complicidad, mientras Hera observaba con una expresión que oscilaba entre la diversión y la desaprobación. Hermes, siempre el bromista, reprimió una carcajada, aunque su sonrisa era evidente.
Atenea, en cambio, suspiró con impaciencia.
Atenea: Toda esta escena es una pérdida de tiempo —murmuró para sí misma, aunque su voz resonó ligeramente en el salón.
Naruto, ajeno a las miradas de los dioses, simplemente abrazó a Hinata con calidez, murmurándole palabras tranquilizadoras. Para él, aquel momento no era más que un reencuentro con la mujer que amaba, aunque el impacto en el Olimpo fuera mucho mayor de lo que imaginaba.
Se Apaga la Pantalla:
Todos miraron esto con atención, sorprendiéndose de ver a las hermanas Hyuga que hasta ahora se acordaban que las hermanas también habían huido de la aldea de la Hoja, pero con Jiraiya y en el País del Hierro, no las habían visto.
Sin embargo al ver el beso de Naruto y la Hyuga, Artemisa empezó a sentir celos de madre, mientras que Paolo quería estrangular al pelirrojo.
Paolo: aléjate de mi hermana!!!
Artemisa: me había olvidado que son pareja y ya intimaron -diría con un tic en el ojo.
Afrodita: fufufufu esto no tiene precio -diría encontrando un motivo para burlarse
Atenea: no le veo el sentido a esto
Hashirama: la gente más lógica nunca le ve el sentido a las cosas que consideran simples.
Atenea simplemente bufó, demostrando que habla y actúa por orgullo, y no por sabiduría
Zeus: me siento orgulloso de mi nieto.
Los dioses de la sala simplemente murmuraron que vaya escena hizo dado que bueno llamó la atención, aunque a varios les hizo gracia, viendo a Artemisa actuando como madre sobreprotectora, sólo esperaban que llegado el caso que Naruto sea padre, la diosa no encierre a sus nietos en una torre y ponga a un dragón a custodiarles la entrada con tal de proteger su castidad.
Fin del Cap.
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