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Quédate conmigo

Pareciera que a veces, la vida te odia. De verdad te odia, y no un odio de "me caes mal", sino el odio de "voy a hacer todo para que mueras". Quizás así era...

El matrimonio Min lo había sabido de primera mano... pero eso nunca los detuvo.

Eran dos adolescentes cuando se conocieron, quizás caprichosos, porque parecían no entender razones. JiMin provenía de una familia con linaje puro, pero que se vio en bancarrota luego de malas inversiones. JiMin tuvo que trabajar para pagar la mitad del instituto y su universidad...

YoonGi provenía de una familia acomodada y con posibilidades, cuando conoció a JiMin, quedó encantado con su belleza y forma de ser, tan increíble su personalidad, con la gracilidad de todo un Omega. Su lobo aulló emocionado al conocerlo...

El Omega no se lanzó a sus brazos, YoonGi creía firmemente que debía haber respeto y sobre todo confianza en una relación, y si deseaba que su Omega aceptara el cortejo, debía ser respetuoso con él. Al principio, le llevaba pequeñps detalles, desde pastelitos hasta notitas hechas a mano, JiMin estaba un poco sorprendido porque YoonGi estaba saliendo de lo convencional, no le entregaba flores cortadas, YoonGi podía aparecer corriendo con una maceta pequeña y dentro de ésta una bonita flor amarilla. Regalos que recibía con una sonrisa y un tímido agradecimiento.

El primer obstaculo sucedió solo dos días luego de que JiMin aceptara a YoonGi como su Alfa, y que de la emoción YoonGi lo haya abrazado y dado vueltas hasta caer al suelo. Los familiares de JiMin, habían llegado a un acuerdo con la familia Seo, JiMin al ser Omega se casaría con el hijo mayor, quien era Alfa y el vicepresidente de la empresa Seo.

La noticia descolocó a JiMin por completo, ni siquiera le preguntaron si quería o estaba de acuerdo. Molesto e indignado, se negó a acceder. Su familia también se molestó y las discusiones empezaron, tachandolo de mal agradecido, de indigno, de Omega fácil e irrespetuoso... esa noche, JiMin huyó hasta la casa de su Alfa, sintiendose herido por su propia familia.

Estar dentro de la familia Min, era diferente, sobre todo el abuelo Min, un Alfa de edad avanzada y risueño, algo que al Omega le encantaba. Para su sorpresa, YoonGi era hijo de dos Alfas, ellos lo trataron con cariño y le dieron la bienvenida bajo su techo. Sus padres lo buscaron para formalizar el compromiso y le daba miedo salir, su familia talvez era capaz de todo con tal de volver a tener el dinero que no supieron manejar. Y el golpe vino después, el dichoso Alfa con quien lo comprometieron, estudiaba una especialización en la misma universidad que él, los señores Min estaba al tanto y se habían turnado para recogerlo y hacerle compañía cuando salía. YoonGi también había tenido algunas peleas con el Alfa que intentaba sobrepasarse con su Omega, lo cual también generaba ciertos reproches de JiMin porque no le gustaba que YoonGi se metiera en problemas por su culpa.

La universidad fue agotadora para ambos, el abuelo Min a veces los veía tan cansados que habló con ellos, diciendo que quizás estaban siendo obstinados en esa relación, porque los problemas entre ellos también aumentaban con los días.

JiMin se disculpó con la familia Min por todos los problemas causados, y sintiendo dolor dijo que lo mejor sería irse, YoonGi se asustó, y negó, pidiendole perdón por ser tan impulsivo, por no escucharlo y más... el Alfa no estaba dispuesto a perderlo.

Esa noche, JiMin lloró, dejando ir todo el malestar y la presión que sentía. Siendo consolado por YoonGi, fue la primera vez donde ambos se sentían vulnerables e inestables.

Las cosas mejoraron, hasta la llegada de ese Omega, su Alfa parecía no darse cuenta, pero JiMin sí. Ese Omega que andaba detrás de su novio, le molestaba, sobre todo cuando YoonGi lo invitó a la casa por un trabajo, el chico llevaba regalos para todos, el abuelo Min se mostró incómodo y la madre de YoonGi observó a JiMin, quien tampoco estaba muy feliz. Vio al Omega irse y encerrarse, con YoonGi pidiendole que bajara para merendar con su amigo... el Alfa parecía no entenderlo... bueno, el humano bobo, mejor dicho.

YoonGi reclamó cuando vio a JiMin salir, solo recibió un "voy con mis amigos", JiMin se sentía dolido, porque de alguna forma, la casa Min era como su nido y su territorio, y un extraño dentro le daba cierta tristeza y enojo. Caminó hasta la casa de una pareja de amigos suyos y pidió que lo dejaran descansar, se sentía emocionalmente devastado, sus amigos tampoco le contestaron a YoonGi, quien estaba preocupado por JiMin.

YoonGi trató de hablar con él, y los amigos de JiMin se preguntaron si era idiota o se hacía.

Su madre habló cuando regresó luego que JiMin no contestara las llamadas y tampoco quisiera verlo, le explicó que para JiMin no era agradable la presencia del Omega, porque incluso ella se percataba del interés de éste. Y aunque no le prohibia que fueran amigos, lo puso por encima de su pareja y eso era algo que no debía hacer, reaccionó hasta que JiMin decidió salir, YoonGi sintió a su lobo reprocharle.

YoonGi se mantuvo un poco apartado del Omega, esperaba que JiMin y su amigo pudieran congeniar, y pensandolo, JiMin nunca le había dado razones para desconfiar, mantenía distancia con los Alfas o imponía respeto y dejaba clara su relación. No podía ser así... encaró al Omega y se decepcionó al saber que su madre tenía razón... cortó cualquier interacción con él. Le pidió disculpas a JiMin, su Omega se veía desánimado, pero no terminaron...

Y fue como regresar al principio, YoonGi volvió a cortejar a JiMin, volvieron a  dormir juntos, a tomar sus manos, y a seguir siendo esa pareja tierna y amorosa. Los aniversarios se volvieron más especiales.

JiMin se enteró de su embarazo un mes antes de la graduación en la universidad, un cachorro, un bebé suyo y de YoonGi. Su Alfa, tomó la noticia muy gratamente, YoonGi estaba emocionado. Un bebé con su Omega...

El abuelo Min, los miraba con cariño, habían superado mucho para llegar hasta ese momento.

Se casaron en una ceremonia sencilla y pequeña. Eran oficialmente esposos, noticia que a los padres de JiMin no les agradó en absoluto, pues resulta que los Seo no querían a un Omega manchado, o que no fuera virgen. Cortaron lazos de manera definitiva...

JiMin recibió el apoyo de los padres de su esposo, YoonGi con sus ahorros emprendió en una pequeña compañía de producción, junto a un amigo de la carrera, fue emocionante para la pareja, pues estaban en una etapa completamente diferente.

Pero la siguiente prueba fue la más dificil, JiMin no tenía fuerzas luego del quinto mes de embarazo, los doctores les dieron la opción de interrumpir el embarazo por la gravedad de salud de JiMin, porque si no, su cachorro o él perderían la vida, YoonGi estaba aterrado pero ninguno tenía el corazón de cortar la vida de su cachorro. JiMin amenazó a YoonGi a base de lágrimas que si a su cachorro le pasaba algo, terminarían. YoonGi vivía con la angustia diaria de velar y cuidar a su Omega y bebé. Los siguientes dos meses, nadie molestó en absoluto al gestante, prpcuraban tener un ambiente de paz para que JiMin no se estresara y eso afectara al bebé.

El día temido llegó, su cachorro nació prematuro, y tuvieron que cuidarlo dentro de una incubadora, JiMin pasaba día y noche al lado de su bebé dentro del hospitak, sobre todo porque el Omega dejó de respirar al dar a luz, YoonGi trataba de mantenerse calmado aunque por instantes no sentía ni a su Omega ni a su cachorro. Un mes donde padre Omega e hijo tuvieron que permanecer en observación constante, YoonGi se quedaba al lado de su Omega cada noche y salía de la habitación solo para ir a ver a su cachorro y hablarle.
Su pequeño que apenas podía respirar, daba señales cada vez que sus padres le hablaban... estaba vivo, era ma adoración de JiMin y YoonGi.

¿Podían descansar un poco?

El camino había sido dificil, los problemas, las discusiones, las inseguridades, el dolor, la desconfianza... ambos eran necios...

JiMin, salió del hospital con su pequeño en brazos luego de dos meses completos en una incubadora, su pequeño estaba con ellos... ambos se miraron y lloraron de felicidad en la entrada del hospital. JiMin aun no podía hacer esfuerzos pero estaban en casa... en su hogar...

- Yoonie...- JiMin llama a su Alfa, el mencionado le mira curioso y se acerca lentamente, le mira con cariño y se sienta a su lado.

- ¿Qué sucede cariño?- pregunta ansioso por verlo tan concentrado y silencioso.

- Gracias... por todos estos años, Yoonie...- JiMin le sonríe y el corazón del Alfa se presiona.

- ¿La doctora dijo algo?- pregunta de inmediato. Toca el vientre de su Omega, luego de varios años, JiMin quería otro cachorro, sin embargo fueron más cuidadosos, JiMin llevaba una dieta de proteínas para fortalecerlo y poder atender a su cachorrito de seis años.

- No... pero, pensaba... ha sido dificil...- le sonríe y YoonGi se calma, pero su lobo se siente tranquilo hasta que JungKook llega junto a ellos en pijama y su frazada favorita.- Nosotros... mis padres, la empresa, el embarazo... todo... fuimos puesto a prueba muchas veces y estamos aquí, prontos a tener a nuestro segundo bebé...- cuando JiMin lo enumeraba de esa forma, habían pasado por mucho, realmente era mucho. Incluso el abuelo Min mencionó que aunque se amaran, el destino les advertía que no debían estar juntos.

Pero rogaron a la Luna, pidiendo por paz y tranquilidad, por un respiro...

Y fueron escuchados, YoonGi llevaba un buen ritmo en la empresa, había equilibrado su vida para estar con su Omega y cachorros y ahora estaba más alerta a cualquier insinuación que le hicieran fuera de lugar.

JiMin se sentía mejor de salud, incluso su Kookie era un cachorro fuerte, había luchado junto a ellos, ahora no habían advertencias rojas sobre su segundo embarazo, recibirían a su cachorra en un ambiente diferente y sano... bueno solo él sabía que sería niña.

- Papi...- JungKook les llama dormido. JiMin sonríe y arropa a su bebé. YoonGi apaga las luces y se acuesta, abrazando a su hijo y Omega.

- Te amo... Yoonie...- JiMin le susurra.

- Y yo, te amo demasiado... los amo demasiado...- acaricia la mejilla de su Omega dormido. Y llora de felicidad, como aquella mañana que les dieron el alta, como aquella vez en que les dijeron que el bebé estaba bien.

El destino los puso a prueba, pero fueron fuertes para enfrentarse, aun cuando a veces el amor parecía no ser suficiente. Pero ambos eran tercos, y de no haberlo sido, quizás no estarían contando su historia...
Sin embargo, lo lograron... después de todos, los lazos de destinados eran fuertes, más de lo que ellos mismos podían imaginar...

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