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38

Justo después de que Marcello se fue, apareció Alessio con un llamativo atuendo de colores, que, al parecer, era su ropa de calle. Marion sonrió al verlo sentarse a su lado y regalarle una botella de vidrio con diseños divertidos que por cierto, no era un inocente refresco.

—Soy un peso ligero con el alcohol —comentó, tomando la botella y soltando un ligero suspiro de alivio al sentir el fresco sobre su piel. A pesar de que el día anterior hizo un frío del demonio esa mañana estaba golpeándolos con un sol infernal.

—No tiene casi nada —dijo, tomándole un trago a su propia botella, para después sonreírle con una mueca divertida, cómo si dijese: mírame, no estoy borracho.

—Cuando digo peso ligero, en serio es peso ligero —comentó, viendo la etiqueta que anunciaba un delicioso sabor a durazno. El olor era bueno, pero no estaba seguro de que le gustase.

—Ábrela —insistió, para después señalar una máquina expendedora—. Si no te gusta te compraré una de esas y podrás darme esa —Alessio se inclinó hacia él, como si le dijera "dame una excusa para tomarme otra"—. Ten invitaré un refresco entonces  —agregó, guiñándole un ojo, consiguiendo que Marion soltara una carcajada. El tipo era raro, pero le agradaba.

—Está bien, hagamos la prueba, pero que conste que si no me gusta la devolveré —amenazó antes de tomarle un trago y fruncir el ceño. Después de varios segundos disfrutando del sabor dulce y el ligero toque de alcohol que dejaba un regusto amargo, su expresión cambió—. Vale, esto sabe divertido, burbujea en tu boca —comentó, sin dar una opinión específica sobre si le gustaba o no el producto.

—Supongo que no te ha gustado del todo —dijo, fingiendo que estaba decepcionado, al tiempo que tomaba la punta de la botella para tirar de ella, sin embargo, Marion la sostuvo, negándose a dejarla ir.

—Bueno, te puedo asegurar que no es mi bebida favorita, pero puedo hacer el sacrificio de tomármela toda —espetó, tratando de hacer que Alessio la soltara, pero este insistió en quitársela.

—No, no, no. Yo nunca podría obligarte a tomártelo si no te gusta, lo cambiaré por un refresco —Insistió, aunque había una sonrisa distraída en su rostro.

—Bueno, entonces cámbiamela por otras dos cómo estas —Su expresión tenía un toque de inocencia que Alessio no supo distinguir si se trataba de una treta o era real, pero de todas formas le recordó demasiado a los niños cuando estaban tratando de obtener algún beneficio. Casi pudo jurar que era la clase de chico al que sus padres había mimado toda la vida.

—No seas tramposo —espetó, soltando una carcajada—. Acábate esa y después pensaré si darte otra —él se miró las uñas con una mueca engreída en el rostro—. Quizás saque algo de mi reserva especial para ti, pero todo depende —agregó, haciéndose el interesante.

—¿Depende de qué? —preguntó Marion levantando una ceja, para después tomar un trago que le supo a gloria.

—De si no te pones borracho con esa, odiaría ser el causante de un coma etílico por baja tolerancia —bromeó, haciéndolo reír otra vez. Luego la sonrisa desapareció de su rostro, tratando de adivinar si Marion tenía edad para beber, desde luego la altura no aseguraba nada y Giordano era menor de edad. Cuando abrió la boca para preguntarle, el chico le empinó la botella en la boca, haciendo que casi se atragantara en el proceso.

—¡Cómprame otra!




Giordano tenía las manos llenas dentro del salón. Tuvo que salir por Marcello para que esperara su turno ahora que se ensayarían el programa completo una vez más. Julian se estaba poniendo muy quisquilloso con el tema, esperaba que todo saliera perfecto, había observado cada detalle en el escenario, refunfuñando cuando lo mandaron fuera porque los chicos querían que sus números fueran una sorpresa.

Mientras Giordano trataba de luchar contra un montón de gente que llegaba tarde, se distraía fácil y no sabía obedecer indicaciones, estaba sintiéndose un poco desesperado, pero también había comenzado a desarrollar una mayor tolerancia a las estupideces. La gente que estaba preparándose para subir al escenario no era mala, pero vaya que era del tipo que estaba acostumbrada a recibir un trato especial, sobre todo cierto viejo jodido que se creía un gurú en el amor.

Él debía admitir que sus consejos eran buenos, pero la manera en que actuaba todo superior mientras esperaba su turno estaba colmándole la paciencia. Lo peor de todo era que la gente giraba a su alrededor tratando de conseguir una charla con él, era cómo si aquel grupo estuviese siendo tirado en dos direcciones diferentes, la de Giordano y la de Marcello.

Al parecer Marcello estaba ganando.

Soltando un suspiro tuvo que programar un descanso para beber algo de agua y que todo el mundo se despejara la cabeza. Ese trabajo podía ser divertido y también un tostón, esperaba que al menos Julian quedara satisfecho con el asunto, porque si no... Bueno, no había nada que hacer, era Julian después de todo, él tipo también era de los que hacia lo que quería cuando se le pegaba la gana.

—Pareces estresado ¿Necesitas apapachos? —comentó Marcello, sentándose a su lado y ofreciéndole una botella de agua, Giordano casi se la arrancó de la mano, bebiéndosela de un trago y dedicarle una mirada de desafío al hombre.

—No de usted, eso es seguro —respondió, recargando las manos en sus rodillas, mientras soltaba un suspiro. Antes de siquiera darse cuenta ya estaba mirando alrededor para ver si encontraba a Marion cerca, pero no lo encontró por ningún lado. Sí, él le había pedido que saliera, su presencia le ponía nervioso desde esa mañana, temía hacer el estúpido frente a él, lo cual era ridículo teniendo en cuenta que la había cagado de todas las maneras posibles a lo largo de su vida cuando estaba con Marion. Sin embargo, ahora era diferente, esperaba comenzar de cero y olvidar las inseguridades que lo atormentaban constantemente, quería ser más que un suficiente en su vida, pero se estaba comportando más estúpido que de costumbre.

Marcello ocultó la expresión resignada en sus ojos ante el comentario de Giordano y se sentó a su lado, adoptando su mejor sonrisa de ganador.

—No, me imagino que los prefieres del tipo de cierto cervatillo de ojos azules —comentó, recuperando de inmediato su humor—. El cual, por cierto, no veo por aquí ¿Seguirá afuera? —comentó, tirando un anzuelo sobre el chico, quien de inmediato cayó en su trampa al aclararse la garganta y enderezarse en su sitio.

—Tal vez ¿Debería ir a verlo? —preguntó, aunque aquella cuestión era más para si mismo que para Marcello. Le preocupaba no querer regresar al escenario si lo veía en ese momento.

—No lo sé ¿Funcionaron mis consejos? —inquirió, levantando una ceja—. Por lo que vi hace un rato parece que siguen peleados —agregó fingiendo que estaba pensativo.

—No estamos peleados, de hecho, todo el asunto salió muy bien —comentó, cómo echándoselo en cara.

—Mis consejos son los mejores —se jactó, adoptando una divertida pose de superioridad—. Pero pensé que ahora estarías saltando de felicidad —agregó frunciendo el ceño—. Supongo que algunas cosas funcionan mejor en la fantasía ¿No cumplió con tus expectativas? —picó, tratando de sacar algo de aquella escueta conversación.

Giordano levantó la mirada, observándolo como si quisiera matarlo y alargó la pierna, dándole una patada en el tobillo a Marcello.

—Mira viejo —dijo, sin temor a sonar grosero—. Si alguien no da la talla aquí, te aseguro que no es él, así que no opines sobre lo que no sabes —sin darse cuenta lo había tuteado y su voz sonó un poco infantil, pero le daba igual.

—Vaya —Marcello no parecía ofendido—. ¿Tan rápido y ya hay problemas de pareja? —agregó—. Por si te interesa, todos mis consejos funcionan después de la conquista también —él se levantó de su sitio antes de que Giordano comenzara a quejarse y se marchó de ahí, dejándolo con un sentimiento desagradable en el estómago.

Un suspiro salió de sus labios mientras pensaba en las palabras del hombre, la verdad es que, aunque le desagradaba y siempre aparecía cuando su humor estaba en su peor momento, sus consejos le habían funcionado hasta ahora, así que comenzó a trazar un plan en su cabeza.

"Sin mentiras, sin fingir y, sobre todo, sin miedo"



¡Hola a todos! Espero que estén disfrutando de la historia, ya estamos en los últimos capítulos (bueno, en realidad faltan como diez, pero x, vayan preparándose xD)

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