La música comienza.

Las tres clavas están paradas en fila india, corro a toda velocidad hacia ellas coloco mis manos en el suelo y con una pirueta paso por sobre las tres. Me doy media vuelta, con mi pie derribo una para que caiga sobre este, la mantengo en equilibrio mientras coloco mi cuerpo recto, la arrojo hacia arriba calculando que el tapón de la clava quede sobre mi frente. Avanzando con la clava aun sobre la zona frontal de mi cabeza. Con mi pie derribo la segunda para luego arrojarla al aire y atraparla con la mano. Dejo caer la que esta sobre mi frente a mi mano libre. Empiezo a moverme por el espacio balanceando las dos clavas y haciendo piruetas mientras doy la vuelta a la arena. Lanzo las dos clavas al aire mientras tomo la tercera antes de que las que arroje alcancen a descender levanto la tercera, una vez arriba caen las otras dos, las tomo y acto seguido me doy una vuelta entera sin moverme de mi lugar, al acabar la vuelta mantengo el ritmo de las tres clavas, arrojo una luego la otra, para no volverlo rutinario empiezo a colocar una sobre mi frente y al dejarla caer coloco la otra causando el efecto de una cascada. Es momento del acto final, la coloco sobre mi frente mientras arrojo las otras dos al aire, una vez las arrojadas alcanzan su máxima altura dejo caer la de mi frente por mi espalda y la golpeo con el talón de mi pie, mientras se eleva tomo las otras dos, coloco ambas en una mano para atrapar la ultima, encaja perfectamente en medio de las dos. Miro a mis espectadores y les hago una reverencia.

Ellos aplauden mi presentación, entonces Anton se coloca su sombrero, se coloca frente a mi y estira su mano. - Entrégalas.

Le agradezco por la ayuda mientras se las devuelvo.

Coloca las tres sobre su hombro y me mira desde arriba. - ¿Por que viniste a la presentación? siendo que no tenias las clavas.

Sin siquiera pensar respondo. - Por que el publico me estaba esperando. 

- ¿Sabias que iba a haber publico? - Pregunta como si no creyera mi respuesta.

- No tenia la menor idea, pero, si es una audición alguien me debería ver, por lo que ese sera mi publico y ningún espectador merece ser abandonado por su artista, es el mínimo respeto que puedo darle, al fin y al cabo me esta dando algo que mas valioso que su dinero, algo que no podrá recuperar, me esta dando su tiempo. - Coloco mi mano sobre mi pecho. - Y es mi responsabilidad demostrarle que valió la pena que lo gastara aquí.

Se da media vuelta para sentarse en la banca, entrega dos de las clavas a un compañero mientras que la ultima la apoya contra el suelo con sus dos manos, como si fuese un bastón, como su cabeza esta inclinada, no puedo ver su rostro a causa del sombrero. - Cuando te conocí, pensé que eras otro chico engreído con aires de grandeza, pero, quería ver de que eras capaz. Así que te permití entrenar conmigo para ver como aceptabas la critica y que tan rápido progresabas,  luego me asegure de que sufrieras un asalto, para saber como actuarias frente al peligro y de que modo te sobrepondrías, finalmente le pedí a ellos dos. - Cristian y Salvador aparecen en el lugar. - Que intentaran desanimarte y que como ultimo recurso te quitasen tus nuevas clavas, solo para saber como enfrentarías un desastre.

Al mirar a esos dos, me evitan la mirada.

Todo eso. - Continua Anton. - Para saber que clase de artista eras, y debo decir que me agradas.

Mi corazón late acelerado. - Entonces yo...

- Me encantaría tenerte en mi circo, pero no puedo dejar que te presentes.

Mi cara se cae de decepción al escuchar eso.

Sin duda él lo noto. - No puedo dejar que te presentes, pero tampoco puedo permitir que tu talento se desperdicie en casa, de modo que he hallado una solución. Se pone de pie mirándome a los ojos y empieza a caminar lentamente. - Quiero que consigas mas experiencia.

 Debe ser su manera elegante de romper sueños, pienso al escuchar sus palabras.

- De modo que tengo la solución perfecta. - Coloca la mano sobre mi hombre. - Viajaras con nosotros a todos lados, aprenderás el arte de cada uno de los miembros de este circo, ellos te formaran, te mostraran el camino, seras el "hijo de la arena".

Al escucharlo me quedo congelado, solo se repite en mi mente la frase "hijo de la arena, hijo de la arena"

- ¿Que dices niño? - Me pregunta para confirmar mi decisión.

-Si, esta bien. - Contesto aun un poco shockeado.

Toma mi muñeca para levantar mi brazo. - ¡Señoras y señores denle la bienvenida a Mauricio! o quizá debamos llamarle el "hijo de la arena"

Todos gritaron de emoción, mientras mi corazón se maravilla con la escena, mi sueño se ha vuelto realidad. 

Soy un miembro del circo "Arena"