57
Se lanzó de espaldas a la cama, sintiéndose mareado y difuso, con el cuerpo caliente a causa del alcohol.
Se había emborrachado.
Bien.
¡Bien!
Un Isamu borracho era uno que no se cuestionaría por qué Adriá, Urie, Adriana y Adrián habían reaccionado ante él como si hubiera visto un fantasma, un demonio del inframundo con grandes cuernos y ojos rojos como el fuego.
Aunque de toda la vida sus ojos habían presentado una tonalidad rojiza bastante interesante, pero no tan intensa como para decir que eran rojos.
Tomó un fuerte respiro mientras escuchaba la ducha encenderse. Adrien se estaba dando una ducha.
Él también quería darse una ducha con Adrien, pero estaban en una casa llena de personas y no podía arriesgarse a ser descubierto. No eran precisamente los más silenciosos al momento de tener sexo, los iban a descubrir, y no quería ser descubierto. El exhibicionismo no se encontraba en la lista de sus fetiches.
Nah.
O quizás sí y no lo sabía.
Observó los cajones a sus lados y se preguntó qué habría en los cajones de Adrien, los cajones que Adrien no tocaba desde hace tres o cuatro años. Aparte de su ropa interior debería tener algún secreto oscuro.
Como un cuerpo putrefacto cubierto de llagas y moscas.
Arrugó la nariz ante la imagen de la chica y sacudió la cabeza de lado a lado.
Se levantó de la cama y caminó a los cajones a su derecha. Era un escritorio con una lámpara y algunos libros y cuadernos a los que no les tomó importancia. Lo relevante eran los cajones. Los cajones del escritorio eran lo relevante. Sip.
Abrió el primero. Habían papeles. Exámenes y cuadernos. Todos con muy buenas notas... con excelentes notas, dieces y nueves, había un siete por ahí, pero no era relevante. Exámenes de matemática, de biología, química, física, incluso religión. Francés. Todo. Todo eran buenas notas.
En el siguiente cajón habían mangas. No había leído ninguno, por lo que lo ignoró; realmente no estaba muy interesado en ningún tipo de cómic.
En el próximo habían más papeles.
Un papel cuya leyenda en la parte superior rezaba "hospital psiquiátrico", y en la parte inferior una firma de que rezaba "Dra. Ford, psiquiatra".
Frunció el ceño y esperó que su inglés fuera el suficiente para poder entender lo que se decía en las páginas. No era muy bueno para oírlo, hablarlo se le daba regular, pero había leído la saga de Harry Potter en inglés y había logrado entenderla así que no debía ser tan difícil leer una carta médica.
Era un largo diagnóstico que narraba los síntomas de un Adrien de 9 años...: depresión, ansiedad, ataques de pánico y una personalidad borde, distante, indiferencia y leves signos de apatía causados por un problema de estrés post-traumático muy severo. Decía que tendía a la auto-lesión en sus brazos, manos y labios.
La siguiente página era del mismo hospital y la misma doctora.
Decía que los ataques y los síntomas habían empeorado más, y le diagnosticaba depresión y ansiedad clínica.
La siguiente, lo mismo. Esta vez hablaba de los medicamentos y el tratamiento que llevaría.
Nueve años.
Adrien estaba mal desde los nueve años. Medicado severamente desde los nueve años. Con síntomas serios desde los nueve años.
Once años de enfermedad a causa de un evento traumático severo...
Tomó un fuerte respiro mientras cambiaba la página.
Decía que Adrien había desarrollado un repudio hacia su madre luego del evento ocurrido.
¿Qué evento? Ahora estaba curioso.
Pensó en las cicatrices de Adriana y Adrián...
Oh.
Decía que Adrien había desarrollado un "negative Oedipus complex". ¿Qué quería decir eso? No tenía idea. ¿Era alguna enfermedad complicada? Lo siguiente comentaba sobre lo cercano que Adrien con su padre y como poco a poco el repudio hacia su madre iba aumentando.
La siguiente página lo diagnosticaba con trastorno de bipolaridad.
Eso lo sorprendía de cierta forma, pero no del todo pues desde hace mucho sospecha de tal diagnóstico, específicamente desde que le dio un putazo en la mejilla y luego le pidió disculpas casi llorando.
Oh, también estaba el diagnóstico de asma.
En la siguiente página era un poco más de lo mismo. Seguía hablando del "negative Oedipus complex" y como Adrien cada vez parecía negar más y más a su madre y acercarse más y más a su padre. Agregando que como sea este sentimiento solo lo manifestaba estando con ella, pues al parecer reaccionaba positivamente cuando ella llegaba a traerle de las terapias.
Seguía sin entender que era eso del "negative Oedipus complex".
La ducha se cerró, y nervioso metió de nuevo los papeles en el cajón, cerrándolo rápidamente y luego corriendo devuelta a la cama para lanzarse boca-abajo.
Escuchó la puerta abrirse, y seguidamente vio a Adrien salir de la ducha, con el cabello húmedo, el cuerpo húmedo y los tatuajes al descubierto, de la cintura para abajo era cubierto por una toalla.
—Ya casi vamos a almorzar —anuncia, acercándose a su maleta y sacando unas cuantas prendas—. Espero que mis hermanos no te hayan molestado demasiado.
—Ah... no. No, para nada—aseguró, esbozando una pequeña sonrisa—. Todos, tus hermanos, tu padre y tu abuelo, son realmente agradables... Se están portando muy bien conmigo.
—Sí... Al parecer los sorprendió que fueras un hombre —sonríe también, y saca el estuche de sus lentes de contacto. Se pone su ropa interior y deja la toalla sobre el escritorio antes de volver al interior del baño—. Digo, no los culpo... creo que si me hubieran gustado antes los hombres les hubiera dicho al mismo tiempo que Adrián.
—¿Que Adrián? —repitió, sentándose en la cama y estirando su cuerpo.
—Seh. Adrián es gay.
—Oh...
—¿Te molesta o qué? —ríe, sosteniéndose los párpados con los dedos mientras se coloca la lentilla.
—No... no, claro que no. Yo también lo soy. Pero... creí que tu papá tendría algo en contra de nosotros o algo así.
—¿Qué te hizo creer eso?
—Él... lucía un poco incómodo por nosotros en la cocina.
—Debe ser otra cosa —asegura, y se coloca la lentilla restante—. Si papá tuviera algo contra los gays o algo por el estilo, Adrián no pondría pie en esta casa.
—Sí... tienes razón. Debió ser mi imaginación...
Pero Isamu sabía internamente que no era su imaginación, aunque esperaba que fuera solo el alcohol afectándole el sistema nervioso.
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