13
A su parecer pasó una eternidad para que los hermanos fueran.
Luego del pequeño enfrentamiento, todo había estado tranquilo. Pudo oír claramente como Adrien y Adriana jugaban a lanzar una palomita a Adrián cada vez que se quejara por algo que se dijera en los programas que estaban viendo. Como estaba aburrido, él también se unió, dando un sorbo a su bebida gaseosa cada vez que los hermanos gritaban, ya sea para pelearse levemente o reír.
No le sorprendió acabársela en menos de dos horas, pero luego de eso ya no tuvo nada más que hacer. Se iba a morir del aburrimiento ahí encerrado.
Y al cabo de un rato quedó dormido. Con las piernas abrazadas al pecho y el rostro escondido entre las rodillas.
—Hey, ya acabamos —anunció la voz de Adrien, abriendo la trampilla y bajando las escaleras. Isamu abrió poco a poco los ojos—. ¿Te aburriste demasiado sin mí, o disfrutaste tus momentos de paz?
—No... yo... me aburrí un poco —susurró. A pesar de todo, su lado racional aun le impedía hablar alto o con el ánimo suficiente, recordándole que a quien tenía enfrente era un asesino que había matado dos chicas presuntamente inocentes de formas seguramente brutales—. Pero no es la gran cosa...
—Ah, mira este labio —gruñó, acariciándole el rostro, rozando la parte mencionada con mucho cuidado—, ¿te duele mucho? Se ve fatal.
—Estoy bien...
—Iré por crema para esa fea inflamación, ¿sí?
—Vale...
En su cabeza llegaban y se iban un montón de preguntas, cada una más consternante que la anterior. “No quiero recordar la cabeza de mi madre llena de gusanos” recordó oírle gritar, claramente alterado. Eso quería decir que su madre estaba muerta pero, ¿por qué había visto eso? Un montón de teorías se amontonaban una sobre otra. Cada una daba más miedo que la anterior.
¿Adrien había asesinado a su madre?
¿Los trillizos habían asesinado a su madre?
Un escalofrío le recorrió el cuerpo.
Solo pudo imaginarse a su propia madre tirada en el piso, con la cabeza siendo devorada por pequeños gusanos...
Le dieron ganas de llorar solo con pensar al respecto.
—Bien, volví —avisó por segunda vez, volviendo a bajar hasta Isamu.
En sus manos llevaba una comprensa fría y un pequeño envase de humectante labial.
Le sujetó la barbilla con mucho cuidado y aplicó el labial suavemente, observando atentamente aquellos rojizos labios.
Amaba como todos los asiáticos compartían de cierta forma esos rasgos: labios muy colorados, que lucían eternamente bien humectados. ¿Cómo era posible? Aun con una fea hinchazón, le provocaba besarlo. El sabor de su sangre no había sido tan excitante como esperaba, pero había estado bastante bien.
Siempre era bueno probar algo nuevo.
Sujetó la compresa helada sobre aquellos deseables labios, esperando que esta lo aliviara un poco más.
—Eso debería ser suficiente por ahora —suspira, golpeando suavemente su mejilla, ofreciéndole una sonrisa tan cálida que parece una mala broma.
¿Cómo siempre puede lucir tan calmado?
—¿Quieres cenar algo en especial? Te prepararé cualquier cosa para compensarte por el mal rato que te hicieron pasar esos dos idiotas.
—Cualquier cosa está bien —aseguró, intentando no embobarse por la belleza del muchacho frente a él. Debía centrarse. Dejar que su lado racional tomara todo el control de la situación. Sí, eso haría.
—Hey, no te sientas mal por ser un poco exigente, ¿vale? Anda, cualquier cosa, pídela y te la prepararé. O quizás quieres algo un poco menos formal, ¿una pizza? La que tú quieras.
Debía ser mentira. Algo definitivamente estaba mal con él. ¿Era ese el llamado síndrome de Stackholm? Le parecía que sí.
—Pídeme lo que quieras.
Pero no tenía apetito alguno.
—Una hamburguesa —sentenció, siempre bajito y con la voz temblorosa—. Yo... quiero una hamburguesa... con queso extra y... esas papas rizadas que saben bien... y una soda grande.
Adrien sonrió ante la inseguridad con la que decía cada pequeña cosa.
Debía estarlo haciendo a propósito. Le había dejado ya bien claro que esa clase de cosas solo lo prendían más.
De verdad lo estaba seduciendo, no dejaba de pensar al respecto.
Hasta ahora se había contenido por follarlo, pero de verdad parecía querer poner a prueba su autocontrol de una forma brutal.
Realmente empezó a preguntarse si lo hacía a propósito.
Que asco.
—Bien, entonces te la pediré para ti —aseguró gentilmente, dándole un pequeño beso en la mejilla.
Y volvió a desaparecer escaleras arriba.
Isamu frunció el ceño una vez volvió a estar solo. ¿Qué era todo ese poder de seducción? Tanto a manos de un solo hombre no podía ser bueno, mucho menos si se trataba de un hombre psicópata. Desequilibrado mental, se atrevería a decir si él estuviera en una mejor situación; el mismo Adrien se lo dijo, una persona normal estaría llorando y suplicando por auxilio, pero él no estaba haciendo nada de eso...
Hasta lo estaba disfrutando.
Ya podía oír los reclamos de su madre en su mente si lograba salir de eso. ¿Alivio? Oh, no, lo que esa señora tendría sería la furia de mil demonios. Iba a tener que tragarse un sermón de una o dos horas, para luego ser sujetado del cabello y arrastrado a la bodega, donde lo aislaría hasta que él suplicara por salir. Y cuando los clientes de la florería preguntaran dónde estaba les diría que mejorando del mal momento que había pasado, o descansando, o una mentira que nadie le pudiera refutar. Ya podía oírla discutiendo al respecto con su hermana mayor, quien le diría a su padre para que este lo llamara y le gritara en japones lo asqueroso y patético que era por haberse permitido secuestrar...
Y él simplemente iba a permitir todo eso mientras se mordía el labio y se arañaba las manos.
Como esa flor, que al ser tocada se cerraba. Asustada, frágil, buscando auxilio de ella misma. Como si aquello le pudiera evitar ser arrancada del suelo, pisoteada, la abrirían de todas formas y arrancarían sus pétalos como si nada. Y ella no podría hacer nada al respecto...
Se hundió una mano en el cabello, sin dejar de sostener el hielo sobre su lastimado labio.
Quizás estar con Adrien no era tan malo...
。。。
maratón bc navidad
espero que su día esté yendo mejor que el mío. Y si no, espero que al menos mis actualizaciones les ayuden a pasarlo un poco mejor 💕
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