Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

129

—¿Qué?

—¡¿Qué mierda está mal contigo, Adrien?! —exclamó en voz alta, claramente irritado, con los labios y las manos temblorosas, la voz un poco quebrada— ¡No deberías internarte!

—Isamu, yo...

—¡No! ¡¿Qué más da si eres un peligro para la sociedad?! ¡¿Qué más da si eres un peligro para ti mismo?! ¡¿No hay acaso peores personas?! ¡No deberías internarte! ¡¿Con qué derecho piensas hacerlo?! ¡¿Piensas dejarme solo luego de todo lo que he dado por ti?! ¡¿Qué esperas que haga si no estas conmigo?! ¡¿A dónde se supone que me voy a ir?! ¡¿Con quién?! ¡Dejé a mi propia madre por ti!

—Tu madre era una mierda...

—¡Tú también lo eres!

Ah.

Bien.

Había molestado a Fyodor con todas esas preguntas, lo había anulado totalmente, si le daba el control del cuerpo acabaría únicamente con un colapso, un ataque de nervios, de pánico. No quería ni intentar algo como eso. Y Adrien estaba furioso, iracundo, colérico, airado, si le daba el control del cuerpo aquello acabaría con Isamu asesinado.

—¡No tienes derecho alguno de...! —hizo una corta pausa, moviendo sus manos a los lados de su cabeza mientras intentaba buscar palabras que expresaran correctamente sus sentimientos— ¡No tienes derecho alguno de simplemente abandonarme luego de todo lo que me has hecho pasar!

Frunció los labios y apretó sus manos en puños, enfrentando con cierto temor su mirada con los intensos y furiosos rubíes.

Dri realmente no sabe manejarse bien por si solo, necesita el apoyo de Adrien para darle valor, o el Fyodor para indicarle tranquilamente qué hacer.

—Pensaba hacerlo porque no quiero lastimarte —masculló, desviando levemente la mirada, sabiendo que avocar a la ayuda de los otros dos sería como poco un suicidio—. No más...

—¡A mí no me molesta ser lastimado por ti, Adrien! ¡Por ninguno de ustedes! ¿No lo entiendes? Lo que he pasado... todo lo que ha pasado a tu lado, por ti, lo hago porque quiero seguir a tu lado... por mucho tiempo... por todo el tiempo que sea posible. ¡No me importa acabar muerto ni nada por el estilo! ¡Asesiné a la doctora Ford para que ya no te hiciera daño!

—¿Qué? —sus ojos se abrieron con sorpresa—. ¿Hiciste qué?

—¡Asesiné a la doctora Ford! —declaró, colocándose una mano en el pecho—. ¡La lancé por las escaleras porque insistía en causarte un colapso y no quería verte sufrir más! ¿Entiendes eso? ¡Haría eso y más por ti, Adrien! ¡No me molestaría!

—Isamu...

Ah.

Daba miedo.

No era aterrador. No al punto de hacerlo temblar. Le daba miedo a lo que había llegado. El daño que habían causado sus propias acciones en la psique del asiático. El punto al que había llegado ese "amor". Esa dependencia emocional. Eso daba miedo.

Realmente daba miedo.

Y la peor parte era saber que era su culpa.

Adrien rió bajito mientras le sujetaba el rostro, sin importarle la aguja que aun colgaba con hilo en el dorso de su mano. Juntó sus frentes y rozó sus narices.

—¿Sabes? Nunca te lo había dicho, pero realmente amo cuando haces aun lado tu actitud como sumiso, entregado —habla melosamente, entrecerrando sus grandes ojos heterocromáticos y arrugando la nariz—. Pero, dímelo, ¿sabes quiénes están detrás de esa puerta, amor? Mi padre, mi abuelo, quizás mis hermanos, quizás tu madre. ¿Qué tal si te oyeron? ¿Qué sucederá si mi padre te escuchó confesar tu crimen? Él amaba a esa señora como si fuera su madre, ¿sabes? No lo parece, pero lo hacía. Si lo sabe te denunciará, te entregará a la policía, y yo simplemente no podría mentir... ¿entiendes la seriedad de lo que acabas de hacer, querido? ¿No te da miedo?

Su suave risa erizó el cada vello en el cuerpo del más bajo.

¿Qué acababa de hacer?

—¿No entiendes lo que ha pasado, querido? —siguió hablando el menor— Ahora estás atrapado. Cuando salgamos estará mi padre con celular en mano a punto de llamar a la policía, quizás llamándolos ya. Y al final el que no regresará a España serás tú. ¿Qué tal?

De sus ojos resbalaron gruesas lágrimas, y desesperado se aferró a las grandes manos de Adrien.

—No puedes hacerme eso, Dri —habló bajito, hipando un poco—. ¿Acaso no me amas? No es justo... no eres justo. ¿Cómo puedes hacerme pasar por tanto y luego deshacerte de mí como si no fuera más que un juguete? 

Oh.

Oh, Dios, como estaba disfrutando aquello.

En serio.

De verdad.

Aunque Adriá o su padre estuvieran afuera era claro que no llamarían a la policía. ¿De qué serviría? Nah. Solo traería problemas a casa, y ni su padre ni su abuelo querían problemas en casa. Y de cualquier forma no estaban ahí, lo sabía.

Pero Isamu se lo estaba creyendo y por ello la estaba pasando bien.

—De haber sabido que me harías sufrir tanto te hubiera suplicado asesinarme cuando nos conocimos —murmuró entre el llanto, sonriendo de lado, aferrando sus largas y fuertes uñas en los brazos del más alto.

—Oh, querido, te mantuve con vida porque mi objetivo era hacerte sufrir. Y mira dónde estamos ahora.

—Creí que me amabas...

—Tienes una enferma definición de amor.

—Adrien... yo te amo... no puedes simplemente dejarme. Abandonarme. Olvidarme... ¿Qué haré yo sin ti? Soy un inútil si no te tengo a mi lado. No sirvo para nada. No soy nadie. Estoy aquí por ti, para ti... Si te alejas de mí, yo... yo no tendría nada por lo que seguir viviendo. No me importa si quieres estar con Catherina también. Yo... no te voy a molestar. Solo... no quiero que te alejes de mí.

Adrien sonrió ampliamente y le besó la nariz.

—¿Sabes que lo más importante en el amor es dejar ir?

Isamu rió bajito y vio de reojo la sangre fluír por las pequeñas heridas que sus uñas habían causado.

—Es magnífico que lo digas, porque yo tengo tantas cosas que dejar ir...

Levantó el rostro y rozó sus labios con su barbilla, sin dejar de sonreír.

—Hermano...

Si él se iba al infierno se aseguraría de arrastrarlo consigo.

。。。

y aquí acaba el maratón pq les amo pero quiero verles sufrir uwu 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro