CHARLES:

¿Cómo una chica puede ser tan hermosa? No puede ser, seguro quede como un idiota frente a ella.

Seguro se estarán preguntando, ¿Charles, de qué estás hablando? Bueno, se los voy a explicar. Lo que sucedió fue que cuando entramos a la cafetería, nos atendió la chica más linda que he visto, era castaña y su cabello era ondulado, sus ojos eran cafés con un toque de miel y cuando sonreía o simplemente hablaba, se le formaban unos hoyuelos alrededor de las mejillas.

Y lo único que hice fue mirarla fijamente como un acosador.

Bien ahí, Charles, seguro pronto cae.

Seguro piensa que soy un raro. Lo bueno fue que Carlos estaba ahí y me ayudó un poco, claro, hasta que ella se fue. Cuando se alejó, Carlos se empezó a reír rápidamente, avergonzándome, y momentos después de mirar a la chica, ella se dio cuneta y yo volteé la mirada, sintiendo como mis orejas se empezaban a poner calientes.

¿Qué te sucede Charles? Te estás comportando como un puberto.

Doy un suspiro aliviado cuando finalmente salimos de la cafetería, después de quedar en ridículo, obviamente, y que Carlos se empezara a burlar de mi, de nuevo.

- Quedaste encantado con la chica, Charles.- Menciona, dándome un codazo mientras se reía fuertemente.

- ¿De qué estás hablando? No inventes, has escuchado muchas canciones de amor y leído libros de románticos que ahora vez cosas donde no las hay.- Digo, negándome, aún sabiendo que quedé encantando de conocerla.

- Por favor, te quedaste mirándola embobado.- Dice, sin dejar el tema a un lado.

- Bueno, si la miré, si no la miré, eso ya no importa, hay que trabajar, deja de decir tonterías.- Terminé de decir mientras me subía con Carlos en el auto, mientras le cambiaba el tema cada que mencionaba a Elizabeth.

Elizabeth, que hermoso nombre..

¡Ya basta, Charles! No pienses en eso.

ELIZABETH:

Best believe I'm still bejeweled
When I walk in the room
I can still make the whole place shimmer

Canto y bailo a la melodía de Bejeweled mientras limpio las últimas mesas antes de irme y cerrar por completo la cafetería, no quiero demorarme tanto para ir a mi apartamento, pero me distraigo con cualquier cosa y tardo más de lo que debería.

Finalmente me pongo mi abrigo, tomo mi bolso y cierro completamente la cafetería, luego empiezo a caminar hacia mi hogar mientras escucho canciones en mis audífonos.

Cuando llego a casa, apenas abro la puerta escucho un maullido y luego veo a una bola de pelos naranja acariciando su cabecita contra mis piernas.

-¡Hola, Mandarina! ¿Me extrañaste?- Digo y solo se deja acariciar un poco antes de salir corriendo hacia la cocina, - Estoy segura de que me extrañaste aunque sea un poco, pero lo que más extrañaste fue la comida, ¿verdad, bonita?-

Y sí, estoy hablando con mi gata que solo se preocupa por comer e invadir mi cama aún cuando la de ella es muy linda.

Le sirvo su atún y voy a mi cuarto, soltando un suspiro, cansada, mientras noto que Mandarina aún tenía alimento en su otra tacita.

Murmuro un pequeño "gata malcriada" porque si la señorita me escucha, seguro y se ofende y maullará toda la noche como venganza.

Así es, mi única relación tóxica es con mi mascota, casi mi hija, genial, ¿no?

Me quito las botas y luego me pongo una pijama, voy a la cocina y me preparo un plato de cereal para luego volver a mi cuarto y sentarme en mi cama mientras pongo una película en la televisión y me envuelvo en las mantas, luego sintiendo como mi gatita naranja se sube y se acomoda en la almohada a mi lado.

Cuando la película se acaba ya estoy casi quedándome dormida, por lo que dejo el plato en la mesita de noche que está al lado de la cama y miro mi celular un rato antes de dejarlo a un lado y acomodarme para dormir, mientras oigo los ronroneos de Mandarina cuando la acarició antes de por fin caer dormida.

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Que les pareció el capítulo? Aquí pudimos ver la perspectiva de Charles cuando vio a Elizabeth y un poco de la vida de nuestra protagonista. No olviden dejar sus votos y comentarios. Nos vemos en el próximo capítulo. Besitos.