Capítulo 20
Uh oh, I'm falling in love
Oh no, I'm falling in love again
Oh, I'm falling in love
I thought the plane was going down
How'd you turn it right around
Labyrinth; Taylor Swift
ELIZABETH:
Me duele el útero.
Dado que mi periodo decidió que era buena idea adelantarse unos días, tuve que pedir permiso en el trabajo para no ir, apenas y podía levantarme de la cama y tenía hambre pero a la vez no.
Quiero llorar.
Me encuentro envuelta como rollito en la cama, hablando con mi mamá por vídeo llamada.
-¿Segura que no quieres que vaya a cuidarte, mi amor? Sabes que no tengo ningún problema, eres mi hija y puedo decirle a tu padre que me acompañe y vamos los dos.- Mi mamá propone sonriendo.
-No mami, estaré bien, solo debo descansar, ¿No?-
-Sí mi niña, descansa y tómate un té y una bolsa de agua caliente donde te duela, ¿De acuerdo?-
-Sí mami.- Respondí dando un suspiro.
Me despido de ella y me quedo mirando a la nada cuando veo a Vane entrar al cuarto.
-Hola, linda, ¿Cómo sigues?- Me pregunta mientras trae una taza de té, creo, en sus manos.
-Ya me tomé la pastilla, me siento un poco mejor.-
-Eso es bueno.- Responde sonriéndome.
-¿Ya te vas?- Pregunto mirando la hora.
-¿A dónde?-
-A tu cita con Carlos, te escuché hablar con él por teléfono anoche.-
-No creo que vaya, es tu primer día, y ya sabes cómo es...- Responde un poco insegura.
Y tiene razón, el primer día siempre me da un malestar horrible y no me puedo ni levantar de la cama.
-Oye, estaré bien, tú ve y diviértete, ¿Sí? Me las sé apañar sola, no voy a hacer nada el resto del día y para la comida me puedo hacer un sándwich o algo.- Eso último es una mentira, probablemente si coma algo será helado.
-¿Estás segura?-
-Sí, sí, no te preocupes por mí.- Digo guiñandole un ojo. -Ahora vamos a escoger un vestuario.-
Pero cuando me voy a levantar me llega un cólico horriblemente fuerte que me hace volver a sentarme con un quejido.
-Creo que mejor me quedo aquí.- Digo asintiendo mientras le doy un sorbo al té.
Ella asiente, apenas sonriendo, y va a buscar que ponerse, caminando lentamente.
No quiero que se pierda una cita por mí, además estaré bien.
¿Se acuerdan que les dije que estaría bien?
Bueno, fue una vil mentira, Vane se fue hace unos 10 minutos y yo estoy que me revuelco del dolor mientras suspiro intentando calmarme.
Decido que es buena idea caminar envuelta en mi manta hacia la sala, pero antes, paso por la cocina y me doy cuenta de que no hay helado.
Qué horrible.
Me acuesto en el sofá mientras me quedo pensando en que estoy haciendo con mi vida y en el por qué no hay helado en la nevera cuando el sonido del timbre me saca de mis pensamientos.
Me quedo mirando la puerta, pensando en si es verdad o si solo es mi imaginación.
Y al oír de nuevo el timbre, me obligo a mi misma a levantarme para ver quién es, al abrir la puerta lo primero que veo es un ramo de lavandas con margaritas, el cual es sostenido por Charles.
-Hola Ellie.- Me habla con una sonrisa pero esta se desvanece un poco al verme. -¿Te encuentras bien?-
Tiene mucha razón en preguntar, seguro y parezco un fantasma de lo pálida que estoy y con ojeras eso no ayuda.
-Hola Charles, sí, sí, estoy bien, pasa.- Respondo mientras lo dejo pasar a la vez que él me da el ramo de flores el cual dejo en la cocina.
-¿Segura que te encuentras bien? No lo parece.- Dice mirándome fijamente cuando me siento junto a él en el sofá.
-Bueno, estoy un poco enferma, ¿Cómo sabías que estaba acá?-
-Bueno, fui a la cafetería y me dijeron que tenías incapacidad o algo así, por lo que decidí venir a ver qué tal estabas.-
Qué lindo que es.
-Eso es muy amable de tu parte.- Respondo sonriéndole sincera.
-¿Quieres helado de chocolate?- Me pregunta.
-¿Ah? Sí, pero se me acabó.-
-Bueno, yo vine preparado.- Dice antes de mostrarme un bote de helado de chocolate y entregármelo.
Lo recibo lentamente mientras lo miró sorprendida, ¿Cómo no me di cuenta de que lo traía?
Él me sonríe y me habla. -¿Tienes cólicos? ¿Es eso?-
-Eh sí.-
-Sabes, mi mamá me enseñó a hacer masajes para que no dolieran tanto.-
-¿En serio?-
-Sí, si quieres, te puedo hacer uno mientras vemos una película y comes helado.-
-Eso suena maravilloso, Charlie.-
-¿Charlie?-
-Sí, ese va a ser tu apodo, ¿Te gusta?-
-Me encanta.-
Luego de poner el Capitán América: El Primer Vengador, me hace subir las piernas a su regazo y empieza a hacer los masajes, haciéndome relajar mientras como helado.
Esto se siente muy bien, me siento como si nada malo pudiera pasar.
¿Qué te está pasando, Elizabeth?
Sigo viendo la película mientras él continúa concentrado en lo que hace, respondiendo mis preguntas sobre la película cómo si no le molestara que yo preguntara.
-¿Entonces ese es el papá de Tony Stark?-
-Sí, es Howard Stark.-
-Y Tony es el de la armadura.-
-Así es, el de la armadura.-
Asiento y sigo viendo la película intentando entender y hago una mueca de disgusto cuando el villano se quita la máscara, quedando con la piel roja.
-Es cómo una especie de Voldemort rojo.- Digo mirando al tal Schmidt haciéndolo soltar una risa grave.
Uf, qué bueno sonó eso.
Bueno, al parecer mi conciencia está un poco alocada por el periodo.
Cuando ya se empieza a acabar la película, mis ojos se encuentran aguados por las lágrimas.
-¿Entonces no pudo bailar con Peggy?- Digo sintiendo mi nariz picar.
-Tal parece que no, belle. (Hermosa)- Responde cómo si no hubiera visto la película.
Al final me encuentro mirando la pantalla con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
-No me gustó que terminara así, tenían que tener su baile.-
Él me mira divertido y me guiña el ojo.
-Tranquila linda, aún quedan más películas y series por ver juntos.-
-¿Nos podemos ver otra?-
-Lo siento, pero no, yo me tenía que ir hace unos diez minutos. -Dice mirando el reloj en su muñeca. -Y además tienes que descansar.-
Asiento mientras lo veo levantarse y acomodarse el traje.
Se ve muy bien en traje.
Él se acerca antes de irse y me acomoda la manta para que me cubra bien y se arrodilla tomando una de mis manos.
-Nos vemos luego, querida Ellie, no quiero irme pero debo.- Dice dándome un beso en cada nudillo, haciéndome sonrojar.
-Está bien, Charlie, nos vemos luego.- Él asiente y me da un beso en la frente antes de irse, haciéndome suspirar.
¿Qué me estás haciendo, Charles Cooper?
¡Hola!
¿Cómo están?
¿Qué les pareció el capítulo?
A propósito, acabo de publicar una nueva historia, se llama Besos Prohibidos, y la pueden encontrar en mi perfil.
Sin más que decir, no olviden dejar sus votos y comentarios.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Besitos, Danna.
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