Capitulo 18
CHARLES:
Esto feliz y a la vez, estoy molesto, raro, ¿No?
Estoy feliz porque Elizabeth me dio un beso en la mejilla y anoche me llamó mi tío y me informó que los italianos habían aceptado mi propuesta.
Lo que me indispone es el tipo ese, Alexander Davies, es un grosero y es obvio que le gusta Elizabeth lo cual arruina mi plan, porque él no tenía que aparecer en ningún momento.
Carlos me dijo que podíamos buscar información en Internet acerca de él y claramente acepté.
De todos modos, no es alguien tan importante, simplemente es alguien de 26 años y trabaja en un lugar lejos de Elizabeth, así que no tengo ningún problema con él.
Además, soy alguien encantador y amable, incluso, guapo, de esta manera, él no afecta en mi plan de “Conquista a la Swiftie.”
Salí de la sala de juntas después de haber firmado el contrato y luego me dirigí felizmente hacia la cafetería de mi Elizabeth.
Espera, ¡¿Dije MI Elizabeth?! Claramente quise decir Elizabeth, sí.
Al entrar a la cafetería con una sonrisa, escucho la familiar campanilla que avisa la entrada de una persona pero mi sonrisa se desvanece al ver al tal Alexander detrás de la barra con un uniforme que tiene el logo de la cafetería.
Eso no estaba planeado, él no tenía que estar aquí, repito, ¡No estaba planeado!
Él observa hacia la puerta, dónde estoy parado mirándolo con el ceño fruncido y me observa con una mueca antes de rodar los ojos e ir a atender a alguien.
Ya estoy estresado.
Doy un largo suspiro y me dirigí hacia la familiar silueta de Elizabeth, quien estaba volteada de espaldas anotando cosas en una pequeña libreta, sin darse cuenta de mi presencia, lo cual aprovecho para poner mis manos en su cintura y darle un pequeño susto, al cual ella responde volteando asustada pero su mueca se volvió en una suave sonrisa al ver que era yo.
-Hola Charles.- Me mira con una sonrisa mientras se suelta de mi agarre y camina hacia la barra.
Que triste, la verdad.
-Hola Elizabeth, ¿Cómo estás?- Le digo mientras me apoyo en la barra.
-Bien, ¿Y tú cómo has estado?- Ella dice, sonriéndome.
-Mucho mejor al verte, querida Elizabeth.- Digo haciéndola sonreír.
-Entonces… ¿Él trabaja acá?- Pregunto refiriéndome a Alex.
-Oh, empezó a trabajar hoy, al parecer teníamos una vacante abierta y no lo sabía.- Exclama, encogiéndose de hombros.
Frunzo el ceño y me aclaro la garganta antes de cambiar de tema.
-¿A qué hora vas a almorzar?-
-Como en hora y media, ¿Por?-
-Te invito a almorzar, Ellie, ¿Puedo llamarte así, ¿Verdad?-
-Sí, sí, llámame así.- Ella dice sonriendo. -Así que, ¿Iremos a almorzar?
-Así es, así que prepárate.- Murmuró dándole un guiño y sentándome en una de las mesas.
Después de media hora me levanto junto a Ellie y salimos de la cafetería, mientras aguanto la necesidad de tomarla de la mano.
Sin embargo, al ver que tiembla un poco por el frío, decido quitarme el saco de mi traje y se lo pongo en sus hombros.
-¿No trajiste tu chaqueta?-
-Se me olvidó.- Responde un poco avergonzada.
Me río un poco pero esa sonrisa se desvanece al ver cámaras frente a nosotros y tomo a Elizabeth para ponerla contra mi pecho, sin dejar que las cámaras capturen su cara.
-No te muevas, por favor.- Le susurro mientras intento alejar a los paparazzis y a la vez caminar hacia atrás.
Seguro la noticia de la empresa ya se esparció y ahora quieren información sobre eso.
No puedo dejar que la vean las cámaras, no quiero forzar nada con ella.
Camino hacia mi auto y le abro la puerta.
-Ponte el saco, no dejes que te vean la cara, por favor.- Digo a lo que ella cumple, poniéndose el saco en la cara y sentándose en el auto, tapándose de las cámaras.
Cierro la puerta y doy la vuelta, evitando las cámaras y empiezo a conducir, mientras suspiro nervioso y a la vez, un poco estresado.
-... ¿Ya me puedo quitar el saco?- Escucho a Ellie preguntar suavemente.
-¿Ah? Oh, sí, sí, claro.-
Ella se lo quita y me observa.
-¿Está todo bien?-
Doy un suspiro y no le contesto mientras estaciono el carro en una esquina alejada.
-¿Charles?- Pregunta cuando me ve poner mi frente contra el volante.
-... Lo siento, Ellie.-
-¿Por qué? No ha pasado nada.-
Levanto la mirada y volteo a mirarla, sus ojos dándome una mirada tranquila.
-Soy Charles Cooper, y dirijo, la mayor parte de “Empresas Cooper”, nombre tonto, lo sé… Acabo de cerrar un contrato con unos italianos para construir un centro comercial que use energía limpia y al parecer ya se hizo viral..- Respondo casi sin respirar.
-... Por eso había muchas cámaras.-
-Sí… Mira, Ellie, te voy a decir la verdad,- Hago una pausa y ella me mira con atención. -Me gustas, en serio, quiero salir contigo, tomarte de la mano, besarte… pero no quiero que te sientas forzada.-
-¿Forzada?-
-Sí, por eso oculte tu cara de las cámaras, no quería que salieras en las noticias y sientas que por eso, obligatoriamente tengamos que sentir algo el uno por el otro, Ellie. No tenemos que estar juntos porque debemos, debemos estar juntos porque queremos.-
-Charles…-
-Entiendo que después de esto tal vez no quieras hablar conmigo pero realmente tenía que decirlo.- Digo mirándola.
-Charles.-
-Aunque eso me dolería, respetaría tu decisión, en serio.-
-¡Charles!-
Me sobresalto por su tono de voz y la miró confundido. -¿Qué sucede?-
-¿Ya vamos a almorzar?-
-¿Qué?-
-Okey, no me exprese de la mejor manera, quiero decir, Charles, no me importa que seas un empresario, un chef, un Lord o lo que sea, lo que importa es lo que tienes acá.- Dice tocando con su dedo mi corazón. -Por lo que he visto eres alguien amable y honesto, y me gustaría que en un futuro tengamos algo, siento que tenemos una conexión, ¿Sabes? Pero por ahora solo salgamos, tengamos citas o lo que sea, cómo dos personas normales, las personas siempre hablarán así sea tarde o temprano.-
Ella tiene razón, mucha razón, las personas siempre hablarán así hagas algo bueno o algo malo, y la vida es sólo una, ¿Por qué no disfrutarla y hacer locuras?
-Entonces, ¿Te gustaría que en un futuro tengamos algo?- Digo haciendo referencia a lo que ella dijo.
Sus mejillas se ponen rápidamente de un color carmesí y me da un pequeño golpe en el hombro. -¿Eso fue lo único que escuchaste?- Me reclama.
-No, pero es lo que más me gustó escuchar.- Respondo con una sonrisa. -¿Vamos a almorzar?-
-¿En dónde, señor famoso? Además pronto tengo que volver a trabajar.-
-... ¿Y si te pides el día libre? Ahora hay alguien más trabajando.-
-Charles…-
-Vamos, ¿hace cuánto no te tomas un día libre?- Digo intentando convencerla.
-... Desde que empecé a trabajar, no tenía tiempo ni con quién salir.-
-Pero ahora sí, por favor. Ya estoy planeando que podemos hacer.-
-¿Es una cita?-
-La primera de muchas de las que faltan.- Aseguro y noto como ella sonríe por lo bajo.
-De acuerdo, me convenciste.- Responde escribiendo un mensaje en su teléfono.
Buena, Charles, la convenciste y no tienes ni idea de qué vas a hacer.
-Bien, ahora tápate los ojos.-
-¿Qué?-
-No quiero que se arruine la sorpresa.-
-Sí, bueno, yo arruine tu camisa.- Dice mirando mi pecho.
Volteo a ver hacia mi camisa y entiendo a qué se refiere, en uno de los pectorales hay una marca de labial rojo, que fue donde ella tuvo su cara.
-No la arruinaste, ahora me queda mejor.- Digo con un guiño, haciéndola sonreír. -Bueno, ya, no me cambies el tema, ponte el saco.- Hablo fingiendo seriedad.
-Eres un mandón.- Dice pero tomo el saco antes de que se lo ponga en su cara.
-Espera.- Digo dejándola confundida pero simplemente uso mi pulgar para pasarlo alrededor de su labio. -Se te corrió un poco el labial.-
-Oh…-
Dejo de hacerlo cuando ya estaba bien y sonrío. -Ahora sí, ponte el saco.-
Ella asiente y se pone el saco, ocultando su cara. -Al menos pon música.-
-Pon lo que quieras.- Digo dejándola manejar la radio mientras empiezo a conducir.
Y así fue como empezamos el camino hacia nuestra primera cita, con ella poniendo canciones de Taylor Swift y de vez en cuando, ella cantando, mientras yo intentaba seguirle el ritmo.
Lo único de lo que sirvieron los paparazzis fue para que yo terminara en una cita con la chica que me gusta.
Hola!
Cómo están?
Qué les pareció el capítulo?
No olviden dejar sus votos y comentarios.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Besitos.
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