"No puedo quitarme la imagen de aquella hermosa joven. Siempre la misma pesadilla. Estoy en medio de un bosque en penumbra. Estoy perdido. Cansado. Sigo caminando hasta visualizar un claro en medio de tres enormes árboles. Al acercarme más y más, me invade una avasallante sensación de angustia. Quiero alejarme. No puedo. Sigo adelante como si guiaran mis pasos... Es cuando la veo, hermosa, desnudas y dormida. Trato de despertarla, la abrazo, pero al tenerla en mi regazo. Un líquido viscoso se hace presente. Me aterrorizo y la dejo ahí. Ella despierta y susurra:

-Tarde o temprano. Vendré por ti.

Me despierto bañado en sudor."

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-Eso se llama estrés, mi amigo -refiere Agustín, al finalizar con mi relato-. Este trabajo requiere de unas merecidas vacaciones ¿Desde cuando no tomas unas?

Suspiro. El comprende de inmediato.

-Tienes razón. Prometo que al terminal el turno. Iré a recursos humanos.

En ese momento.

-Doctores, que bueno que están los dos -expresa el detective Fonseca-. Necesito una revisión rigurosa de esta víctima. Hace como una hora la abandonaron fuera de la morgue.

-¿Cómo es posible? -digo incrédulo-. ¿Y si fue hace una hora, como explicas que no había sido notificado de semejante irregularidad?

-No tengo una respuesta satisfactoria que darle doc, pero haré lo posible por averiguarlo. Lo único que puedo añadir es que estaba envuelta en una sabana blanca, quizá la robaron del depósito, y... Luego la dejaron ahí o fue una broma de mal gusto.

-Imposible -aseguro-. Agustín y yo venimos del depósito y no había nada fuera de lugar, me refiero a los cadáveres. Nada, así que busca por otro lado. Esto algo inaudito, sobre todo en un lugar que esta lleno de policías.

Evidentemente molesto por mi comentario, abandona la sala.

-Espera, Fonseca -lo detiene mi colega y añade-: ¿Al menos dejaron alguna identificación?

-No -reponde secamente-. Les toca a ustedes averiguarlo ¿No lo creen así, doctores?

-¡Qué extraño! -dice-. Parece dormida.

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Al cabo de unas horas.

-¡Increíble! -digo mientras observo en la cartelera toda la información de la desconocida-. Según los análisis, esta chica lleva muerta mucho tiempo, pero a simple es reciente. Pese al rigor morti su piel esta lozana... Y sus órganos están intacto sin mostrar descomposición... Pero...

-¿Qué? Esta mujer me produce escalofríos -interrumpe mi colega. Es cuando caigo en cuenta de su nerviosismo-. Vámonos. Creo que nos topamos con algo siniestro.

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Ocho tazas de café más tardes.

Una nueva evidencia surge. Un lunar, un lunar que habíamos pasado por alto ha alterado mi estado anímico. Ahora era yo el nervioso. Conocía esa seña, pues mi padre me había dicho que lo había heredado de mi madre. Madre que nunca conocí. Madre que según mi papá, nos había abandonado... ¿Que significaba aquello? ¿Me había topado con el enigma de mi origen? Poco a poco las imágenes de mi pesadilla saturan mi mente. Era ella, la chica de mi pesadilla. Una terrible verdad se mostraba ante mí...

Se oyen un tic tac, quizás unos latidos. Ella... Desaparece.

500 palabras.

Nota: Este relato es para el reto noviembre dinámico. "El Cadáver" ha sido difícil, pero creo que lo he conseguido. Espero sea de su agrado.

Atte.
Cristy Love.