27. El círculo de la muerte
Nahid no ha querido quedar conmigo todavía, aunque he ido a buscarla un par de veces. La primera vez me dijo su madre que había salido y la segunda fue su primo quien abrió. Me dieron ganas de darle un puñetazo, pero sabía que tenía que hacer las cosas bien y esperar a que ella viniera a mí.
—Reese, ¡el amarillo no es un color!
—Ah, ¿no? ¿Y qué es entonces? —me rio mientras tiro del cable del teléfono para alejarme más de la cocina.
—Es el evento del año, Reese —insiste Laura—. No puedes ir de amarillo.
Suelto una carcajada y la escucho resoplar.
—Exageras demasiado.
—Solo dime si va a ser el negro.
—El negro... No va a ser —continúo bromeando, lo que consigue sacarla de sus casillas, pues me cuelga.
Unos minutos después vuelve a llamar, arrepentida, y le cuento al final que me pondré el vestido azul marino para la fiesta de esta noche.
Adam hace una fiesta en su casa porque sus padres no están. No nos quedaba otra opción. Era eso o quedarnos por la calle deambulando. Hasta a Laura le ha parecido buena idea.
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Cuando llegamos Riley y yo, Kai ya está esperándonos. Está muy guapo con su camisa y pajarita. Laura llega unos minutos después. Casi no puede andar por culpa de los taconazos que se ha puesto. Al final de la noche acabará descalza. De Jeremy no hay ni rastro.
—Si no viene en cinco minutos nos vamos sin él —replica Laura, que está de los nervios.
Todos los años quedamos en casa de alguno para celebrar el año nuevo después de comer con nuestros familiares. Este año nos ha tocado cenar solos a mis padres y a mí porque el hermano de mi padre lo pasaba con la familia de su mujer.
—Ten paciencia, mujer —añade Kai.
—Ahí están —habla Riley señalando a nuestra derecha.
¿Ha dicho están? Me giro para verle y me doy cuenta de que no viene solo. ¿Qué hace Mason con él? Mierda, joder.
—¡Vamos, muermos! —espeta Mason dando un golpe en el brazo a Kai. Jeremy pone los ojos en blanco y camina hacia mí.
—Me ha obligado mi madre —me dice en un susurro, excusándose, mientras ponemos rumbo a la fiesta.
No me hace especial ilusión que esté Mason con nosotros, solo deseo que en cuanto lleguemos le perdamos de vista.
Jeremy también se ha puesto traje, lo cual me sorprende dado su estilo de camisas anchas y estampadas.
—¿Tu madre también te ha obligado a venir así?
—¿Voy mal? —añade, y se detiene para mirarse a la vez que se estira la chaqueta gris. Él no lleva pajarita.
—¿Pretendes reconquistar a Olivia Kennedy? —bromeo y le cojo de la mano para tirar de él. Se encoge de hombros y no responde. Ahora soy yo la que se detiene.
—Vino el otro día al entrenamiento.
—¿Por qué no me lo contaste?
—No lo vi importante. —Se vuelve a encoger de hombros y sonríe—. Me dijo que se pasaría por la fiesta.
—Interesante.
—¡Vamos, lentos! —grita Laura, que va unos metros por delante de nosotros.
Empezamos a caminar en silencio. Noto un malestar en el estómago. Cuando alcanzamos a nuestros amigos, me agarro al brazo de Riley. Siento la necesidad de alejarme de Jeremy, pero al mismo tiempo soy consciente de su cercanía y me siento muy extraña.
Tras hacer la prueba del palito, le toca a Jeremy ser el cuidador de todos y no tardo en ir a la cocina y servirme un vaso hasta arriba de un coctel rosa que han preparado. Aunque tiene buena pinta, prefiero no preguntar qué lleva. Laura me acompaña y nos bebemos el primer trago juntas.
No quiero acabar mal esta noche, solo quiero sentirme mejor de lo que me siento ahora mismo.
En la casa hay un montón de gente. Cabe decir que es gigantesca y que seguro que ni conoce a la mitad de los que están aquí. Por suerte encontramos un sofá libre y nos sentamos los cinco como podemos.
—¿Jugamos? —dice Riley animada. Ella no bebe, se ha servido un poco de refresco. La veo de bastante mejor humor y eso me alegra mucho.
—¡El círculo de la muerte! —exclama Laura con emoción y se levanta enseguida—. Jeremy y Reese, buscad conmigo las cartas. Vosotros custodiad el sofá.
Nada más acabar la frase, se pierde entre la gente. Yo me voy por un lado y Jeremy por otro. Por más cajones que abro no encuentro nada parecido a una baraja de cartas.
—¿Adónde vas, preciosa?
—¿Estás bien servido? —espeto con desgana y me alejo de él.
—Es un refresco —añade, mostrándome el contenido. Me sorprende bastante.
—Adiós, Mason.
El hecho de que no esté bebiendo alcohol no quita que no lo haya hecho antes de venir. Apesta. Me marcho porque todo es más sencillo cuando está lejos de mí. A pesar de eso me sigue, y yo finjo que no le he visto sirviéndome otro vaso.
Cuando regreso con mis amigos, Laura ya ha encontrado las cartas. Sin embargo, me doy cuenta de que somos más que antes.
—Hola, Reese —sonríe Olivia, que está sentada entre Jeremy y Kai. Le devuelvo la sonrisa y me siento al lado de Laura.
—¿Quién te ha invitado? —gruñe mi amiga mientras revuelve las cartas, mirando por encima de mi hombro. Entonces noto cómo alguien se sienta a mi lado y cuando me giro veo que se trata de Mason.
Paseo la mirada por todos mis amigos y es en Olivia en la última en la que me fijo.
—Yo —respondo sin pensarlo, y doy un sorbo a mi bebida. Soy idiota.
Tras un largo silencio, Laura y Riley explican las normas del juego. Hace tanto que no jugamos que se me ha olvidado por completo, es difícil centrarse con tanta gente alrededor.
—El rey crea una regla, y con la reina todos nos preguntamos.
—El ocho son categorías, y el siete compañeros de bebida —añade Riley.
—Vale, ya se me ha olvidado lo primero que has dicho, ¿empezamos ya?
Laura resopla y le da una ligera patada a Kai. Luego pone las cartas en el suelo y es ella la que levanta la primera.
—¿Tenéis listas las bebidas?
Todos alzamos nuestro vaso y ella levanta una carta nueva.
—Con el seis, todas las chicas beben.
Asentimos y bebemos las cuatro, brindando primero. Tras un pequeño trago, Kai levanta la siguiente carta: un cuatro.
—A la de tres, todos tenemos que tocar una superficie. El último bebe —habla Riley, ya preparada con las manos alzadas.
Cuando cuenta, cada uno toca un lugar. Mason es el último porque no se ha enterado muy bien de lo que había que hacer. Todos nos reímos al ver la cara que pone.
Levantamos unas cartas más hasta que la baraja se queda por la mitad y entonces decidimos hacer una pausa para ir al baño por turnos y rellenar las bebidas.
*****
Un día de estos subiré una lista con todas las reglas explicadas :P
Espero que hayáis disfrutado de la doble actualización jiji
¡Nos leemosss! ❤
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