Plutón, base militar de la Armada. Sistema Solar.

La noche pasaba muy lenta. Rowss estaba muy preocupada por mi, no se quiere ir a la habitación y dejarme solo. Sveta no aparece, no se si fue real lo que soñé con ella hace unos momentos. Tengo la mirada perdida y para acabarla sigo sudando frío. Necesito un baño urgentemente ni me había dado cuenta que estaba solo en bóxer, Rowss solo apartaba la mirada de mi toda sonrojada. Voy a la ducha, ella pone música para no sentirse sola en la sala mientras espera a que yo salga y calienta agua para un café, la noche será larga pero de menos hay que acompañarla con una bebida caliente.

— Joel apurate que quiero entrar al baño.

— Ya salgo solo que no hay toalla aquí — le contesté gritando — me traerías una por favor.

Con un semblante de fastidio la trae, entra en el baño y hace sus necesidades mientras me secaba con la cortina corrida para no verla.

— De verdad te urgía — murmuro — me dices cuando pueda salir de aquí.

— Ya bobo — dice cuando se está lavando las manos — puedes salir ya.

Salgo con la toalla enrollada en mi cintura, ella no voltea a verme y yo ni en cuenta que se puso roja. Salgo a donde esta mi ropa y busco otro bóxer, ella sale después de mi pero al llevar su vista a la sala me ve sin toalla y con la ropa interior en mi mano.

— ¡¡¡BABOSO!!! — grita — cubre tus miserias pedazo de animal.

La ignoré y lo hice a mi paso, ella fue a ver el agua caliente y servirse en una taza para preparar su café. Me pongo una camiseta y un pants para no incomodar mas a la pobre, ya estaba mas roja que un tomate. Voy a la nevera po una soda de cola ya que aun estoy con calor por el sueño tan extraño.

— ¿Recuerdas algún momento así entre tu y yo? — pregunto si querer.

Ella se sorprende, no lo esperaba.

— Me refiero a solo como amigos, sin que haya coqueteo u otra cosa.

— No, nunca estuvimos así Joel. Aunque aun me gustas y siento algo por ti no es momento ni el lugar.

— Estoy igual que tu ahora mismo — suspire — es triste lo que ahora vivimos.

— ¿A que te refires? — preguntó Rowss.

— Lo sabes, el estar aquí y ahora juntos y sentirnos en la soledad.

El silencio inunda el lugar, los dos nos quedamos viendo a la nada. Las cosas aquí son muy raras entre los dos, a pesar de que solo has unos centímetros de distancia nos sentimos a años luz uno del otro. Que noche y apenas son las 2 am, en mi cabeza llegan recuerdos de cuando besé por primera vez a Rowss.

— Rowss — tomo una pausa — aun recuerdo nuestro primer beso.

Ella se pone roja — Baboso ¿a qué viene al caso? — me da un sape duro.

— No se, de repente vino a mi ese recuerdo.

— Pero en fin — suelta un suspiro Rowss — si, si lo recuerdo y muy bien.

— Recuerdo hasta el aroma de tu perfume — dije mientras tomaba la botella de vodka para darle un buen trago — pasé por ti a tu barraca, era la tarde en un otoño en marte. La luz roja hacia ver un brillo en tu piel muy especial que jamás vi.

— Eres un baboso Joel — soltó una carcajada Rowss ya que no es lo suyo expresar sus sentimientos.

— Ya pues — también reí — pase por ti en un vehículo prestado por un amigo que le tocó guardia nocturna y no lo ocupaba, teníamos una "cena" alitas y cerveza en un bar que encontré en el centro de la ciudad del este. Al verte salir era todo un espectáculo, los soldados marchando te veían casi con la boca abierta y la baba escurriendo.

— ¡JAJAJAJA! — ahora si que le dio gracia — si, recuerdo eso y mas el que te vieran tan tranquilo esperándome en el vehículo.

— Oh si, era la envidia de la bola de patanes que querían algo contigo. En el bar no se diga, que a pesar que habían chicas hermosas no tenían tu carisma y aunque tenías como siempre el perfil bajo llamabas mas la atención que las "brujas" como las llamas, se pavoneaban. Entre jarras de cerveza y las alitas que pedimos de todos los condimentos y estilos.

— Ay si, que delicia — esboza una sonrisa muy linda — espero volver a comer así algún día.

— Al terminar llevamos el vehículo a la base y decidimos caminar un rato para terminar de digerir la comida que fue mucha.

— Ay si Joel, esa caminata fue muy linda.

— Nos tocó ver ambas lunas pasar en el cielo nocturno. Llevamos una botella de tequila pequeña para tomarla en una banca cerca de la laguna que estaba al terminar la arboleda que rodea la base.

— Llevaba una linterna y algo para encender una fogata — Rowss suspira al recordar — nos sentamos a la orilla sobre la manta que llevaste contigo. Juntaste leña para la fogata, mientras yo puse un poco de música muy bajo para poder hablar tranquilamente cuando regresaras con ella.

— Cierto, no veía ya nada y la música como tu perfume con aroma a cítricos me guió en la oscuridad porque tu te quedaste con la lámpara. Con la fogata ya hecha me senté a tu lado mirando el firmamento. Hablando de cualquier cosa y riéndonos de la nada, tal vez de los nervios por dar el primer paso.

— Yo no me reía de nervios, me reía de tu cara de baboso — y de nuevo su manera de ser tan brusca — tu sudabas aunque hiciera frío.

— ¡Ja si! De verdad estaba nervioso ya era la cuarta cita y no me animaba a besarte. Pero tu diste el primer paso al acercarte a mi, yo me puse rojo de solo sentir el calor de tu cuerpo cuando te abrazaste a mi brazo. Me quise mover y se resbaló la mano donde estaba apoyado y caíste sobre mi.

— Te di un buen sape, recuerdo, por torpe — a Rowss se le dibujó una sonrisa — me jalaste a ti para besarme y te correspondí ese beso. La verdad desde la primer cita quería que me besaras pero te daba miedo pedazo de bobo.

— Intimidas a cualquiera y tu rango no lo hacía mas fácil — reí al saber eso — nunca me di cuenta que querías besarme desde nuestra primer cita.

— Joel eres un babas — dijo negando con la cabeza y riendo por lo bajo — estabas mas nervioso y querías que todo fuera bien cada vez que salíamos que se te olvidaba lo importante, prestar atención a los detalles y señales que te daba.

Los dos reímos por un buen rato, bebimos el resto de la botella y sacamos otra. Esta vez yo saqué una de tequila ya que de vodka no había mas, también una bolsa de frituras que ya hacía hambre y no quería cocinar ni ella ni yo. Hablando de cualquier cosa como aquella noche de ese beso, pero ésta vez, sin que pasara nada mas que las risas ocasionales y uno que otro sape por mis ocurrencias para hacer ligero el ambiente entre nosotros que era muy tenso desde su llegada al Buitre. Entre tragos y recuerdos, entre risas y miradas alegres pasaron las horas hasta el amanecer. Ella va a la habitación y yo recojo todo el desorden antes de recostarme a dormir en el sofá.

Unas horas después recibo una llamada por mi comunicador pero no era de nadie de mi equipo o de la base militar.

— Joel maldita sea responde carajo.

— ¿Qué pasa Victor? — respondo alarmado por la urgencia que se le escucha en la voz.

— Necesito que vengas a las siguientes coordenadas cuanto antes puedas.

— Dime de menos la situación para ir preparado — le respondí algo preocupado — no quiero llevarme una sorpresa.

— Solo te puedo decir es que vengas con todo lo que tengas y trae a tus muchachos contigo.

— Dame un par de días para juntarlos a todos y llegar a contigo.

— Bien Joel, no tardes mas de eso que aquí estaremos ocultos mientras llegas, ah si también trae lo acostumbrado en nuestros encuentros.

La comunicación se cortó, llamo a los muchachos para que se reporten de inmediato, no preguntan solo confirman la orden. Hablo con Djani que venga a la barraca para hablar con él de la situación. Dejo dormir un rato mas, ya mas tarde que despierte le explico al cabo tenemos que esperar al resto del equipo mientras tanto las modificaciones en las naves estarán listas y cuando se levante iremos al pueblo por el licor que acostumbra Victor llevarse.