LOS RAGE
Plutón, base militar de la Armada. Sistema Solar.
Ya todos reunidos y con las provisiones del licor para Victor cargadas en ambas naves ya casi listos para partir. Recibo las nuevas órdenes de Jhon para el siguiente objetivo, las instrucciones y la inteligencia otorgada es muy ambigua, pero eso no importa mucho ya que mis muchachos y yo sabemos muy bien como recabar información. Lo desconcertante es la ubicación del objetivo, es el mismo punto que el que me envió Victor para vernos urgentemente. Ya estoy imaginando todo lo que pasará ahí.
— Alex, listos todos que saldremos de ya.
— Si hermano, cuando des la señal partiremos.
- Bien, te envío las coordenadas, para en cuanto estemos en órbita de ésta roca salgamos por el agujero de gusano - apunté - hay que llegar ahí pronto.
— Espero no se hayan adelantado esos cabrones — bufa Alex, el fastidio se le escucha en su hablar — bueno Joel ya nos llegó la información, vámonos.
Al terminar la comunicación salimos de Plutón, todo está listo para el hiperespacio una vez estando fuera de la órbita. En mi equipo solo se agregó Djani, Angel toma los controles una vez que entramos en el agujero de gusano con las coordenadas establecidas junto con Rowss. Voy con Djani para hablar bien del asunto, se que es de confianza sino no lo hubiese pedido para mi tripulación. Quiero contarle acerca de los seres que veremos ahí ya que él no sabe nada de ellos, solo Jhon y Eduardo, fuera de nuestro equipo. A Rowss le conté todo de ellos mientras íbamos por las cien cajas de licor para ellos. Nunca le miento de nada, entre ella y yo la sinceridad es la base de la gran confianza que nos tenemos.
Djani toma todo muy bien, era de esperarse, en nuestro antiguo Escuadrón nos enseñaron a ver mas allá de lo que nuestro razonamiento y entrenamiento. Lo asimila de inmediato.
— Joel, dime como tratarlos, no quiero entrar en conflictos incensarios — dice desde la cabina Rowss.
— Ven para acá — le repliqué — no quiero gritar aquí en la nave.
Se acerca Rowss y se sienta a un lado de Djani, esa pregunta fue buena, ya que olvidé decirle cuando le conté sobre ellos.
— Miren, Victor es algo...mejor dicho muy explosivo — agaché la cabeza y negué — últimamente desde hace casi cinco años su carácter es inestable, Kaio el mas grande de ellos es mas consciente creo por su edad.
— Sin tantas vueltas babas — se lleva al rostro una mano haciendo un ademán de perder la paciencia.
Djani solo la mira con preocupación, pensando que el era el único mentalmente inestable pero ve con sorpresa que los Buitres es una sucursal de una clínica mental.
— Bien, ya voy a eso — solo cerré los ojos esperando recibir un golpe con algo que lanzara desde su asiento — bueno, Victor creo que es un oficial de rango alto, es el único que he conocido que es un estratega nato y líder. A pesar de su baja estatura tiene la fuerza de todos nosotros y mas, no se diga de su velocidad que si parpadeas puedes conciderarte muerto.
— Ya veo — se escuchó con algo de temor a Djani hablar.
— Los demás con excepción de Kaio son unas bestias salvajes cuando entran en combate — dije sin dudar y enfatizando — no vayan a cometer el error de provocarlos y mas a Victor. Yo tengo respeto por el y creo que él por mi igual. Rowss, te pido que controles tu boca, tu me das miedo pero él — refiriéndome a Victor — no quiero que te lastime Rowss.
— Estaré bien tu tranquilo bobo — contesta con fastidio — trataré de controlarme, trataré — demonios, su rostro, una sonrisa macabra y su mirada hizo que mi cuerpo temblara.
— Espero que solo sean Victor y Kaio, no más — resoplo — no sé que es lo que busquen en ese sistema...
Ya una vez dado un poco de información de las personalidades de ese par de Rage, voy a revisar el armamento y los trajes de combate. Sveta se aparece de la nada y me mira desafiante, no le digo nada, al ver mi rostro de apuro entra en mi mente y ve todo el caos que hay con solo poner su mano en mi frente. Yo estaba en cuclillas viendo unos cartuchos en un cajón. Me mira de nuevo y su semblante cambia a otro y éste es de premura, vio la razón del viaje al sistema y lo peor los Rage que diablos hacen ahí donde un objetivo se encuentra escondido.
Sistema Tau Ceti.
Entrando al sistema Tau, comienzo la comunicación con Victor, hay que ser cautelosos por si hay patrullaje de los mercenarios por el camino al planeta. Por lo que dijo en la conversación no hay mas que una base provisional pero muy grande y la cantidad de mercenarios es inmensa. El trae solo una docena de sus guerreros de confianza, no se por qué razón está dándonos esa información y el por qué está ahí. Ya lo sabremos al llegar a donde se encuentra su campamento. Al estar cerca del planeta vimos lo enorme que es, no se ve un planeta normal donde acostumbramos a ver verde y azul. Éste es sombrío, una atmósfera rara se ve de un tono purpura y negro. No son tormentas sino un espectro oscuro. Los sensores del Buitre no detectan algún contaminante y de hecho el oxígeno es óptimo para poder respirarlo. No hay gases venenosos, lo extraño es la característica de su visual. Es como si fuera un planeta fantasma.
Entramos a la atmósfera, aunque entramos por la cara que da a su estrella todo es tan oscuro como el espacio, con forme avanzamos luces neón se ven en los follajes. Un espectáculo muy poco visto en otros planetas que hemos estado, enormes plantas y arboles gigantescos que hacen ver a los Buitres como colibrís. Busco la señal del localizador que le di a Victor para cuando nos vemos sepa bien su ubicación. Solo lo enciende cuando él ya se encuentra ahí por obvias razones, encuentro la señal muy tenue por el follaje inmenso que hace interferencia. Ya veo porque escogió este lugar para encontrarnos así será muy difícil que vean las naves. Una vez visualizado su campamento descendimos las naves en el claro donde la de los Rage. Les pido a todos que esperen a que yo hable y les de la señal de bajar.
— Victor, que gusto de verte.
— Joel, pedazo de hojalata ya era hora que apareciera tu trasero — escupe con sarna — no es un viaje corto lo sé pero tengo algo que mostrarte.
— Bien, vamos a ver — dije para no hacerle perder la poca paciencia que le quedaba — solo toma esto — le lanzo la mejor botella de coñac.
— Bien, muy bien, diles a tus hombres que ya bajen y que vayan a con Kaio mientras hablamos en privado.
Me volteo a los Buitres y les doy la señal que salgan y que vayan a con Kaio. Una vez dentro de su nave me muestra imágenes de sus sondas. Los mercenarios.
— ¿Desde cuando saben esto? — pregunto intrigado — ¿Y qué hacen tan lejos de su territorio?
— Joel, solo puedo decirte que hay una situación muy tensa en las estaciones Rage, salí con unos cuantos de mi confianza a distraerme un poco. Quise pasar unas semanas fuera de todo eso pero vimos que había un campamento humano muy grande y en sus uniformes un símbolo que nunca había visto.
— Qué bueno que los viste, de ser otro Rage hubiera comenzado una guerra — dije con alivio — pero esos soldados son mercenarios que hicieron un golpe de estado y tratamos de detenerlos. No imagino estar luchando en dos frentes, contra ellos y ustedes al mismo tiempo.
— Para eso te llamé, ahora mismo una guerra es lo último que quiero — dijo Victor — si se enteran de su especie y que están en un conflicto interno, una invasión a su planeta sería una extinción de toda su gente.
— Ya veo, me dieron ésta localización antes de venir aquí contigo y veo que sería por el momento una unión de fuerza.
— Así es — sonríe malévolo Victor — me servirá un poco para sacar la rabia que tengo.
— A mi igual, haremos un gran agujero que ni rastro quedará de ellos.
— No vi a tu mujer, ¿la dejaste en casa? — pregunta muy sorprendido de no verle.
— Murió recientemente en una batalla en contra de los mercenarios — agaché la cabeza y me apoye en la mesa de y la golpee — estoy lleno de rabia por perderla y por eso quiero que sientan miedo esas ratas cuando sepan quien va tras ellos.
— Joel... se lo que estás sintiendo por dentro — dijo sin pensar ya que no es de expresar sus sentimientos — hace cuatro años llegó alguien e hizo una revolución en mi interior y se largó para no verla más, estaré ayudándote mientras esté fuera de mi estación mandandote información de esas ratas.
— Es una deuda que jamas podre pagarte amigo mio — le dije dándole la mano.
— Ya lo haces y mas trayendo ésta bebida tan deliciosa que no se encuentra en ningún lado de ésta galaxia...
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