Octubre de 6989, en algún lugar de la galaxia.

— Joel con un carajo contesta — grita Pam por el comunicador — estamos casi jodidos aquí.

— ¿Y yo estoy en una fiesta o qué? — raspé encabronado — ya vamos para allá y solo busquen algo que los cubra.

— Pam dejalo que también ellos alborotaron un enjambre de avispas — señaló Bermúdez — Angel y Molina ya vienen así que hay que aguantar un poco más.

— Su puta madre — grita asustada Pam — casi me dan esos hijos de puta, ya están mejorando su pinche puntería.

— A la madre — asorada dice Bermúdez — vienen mas de mi lado pero vienen huyendo de algo.

Ese algo es Molina, Angel y Alex que vienen disparando a todo lo que se mueve con tal vehemencia y cólera que dan miedo. Sus rostros están endurecidos y fijos en sus objetivos, sacar del enjambre a las mujeres. Ya llevamos ocho largas horas de tiroteo en estas ruinas y no podemos aun acabar con las ratas aquí.

— Pam ya vamos solo aguanten — raspa mi hermano Alex — estos pendejos no se rinden, parecen gatos panza para arriba defendiéndose con sus patas y dientes.

— Lo sé y parece que encontramos otra base al tope de torpes — le responde como puede Pam — ya estamos usando las armas de los muertos que vamos recogiendo. ¿Sabes algo de tu puto hermano?

— Nada, solo se escuchan jadeos y disparos por el comunicador — le contesta ya algo harto de la situación.

— Ya veo — siguen disparando a todo hostil Pam y Paola — al terminar esto si salimos vivos me voy a poner una borrachera de antología.

— Salud por eso hermana — suelta una risa perversa Bermúdez — también un buen plato de frituras.

— ¡¡¡Mujeres carajo!!! — Grita Djani desde su posición en el buitre — no digan babosadas y salgan de ahí que aquí está duro el fuego que nos dan — refiriéndose a él y Eva González que están tratando de acabar con el armamento antiaéreo.

— Ya ya — respira prondo Pam y sigue con el tiroteo dentro de la jodida base...

Al otro lado estamos Rowss y yo repeliendo el fuego de las ratas, no pasan cerca sus disparos pero igual no dan tregua alguna. Yo tengo el brazo derecho cubierto con sangre, un disparo o mas bien una bala que chocó con un pilar metálico desvió a mi, Rowss no se ha dado cuenta sino la golpiza que me da aquí a pesar de la escena que tenemos. Rowss cubre el lado izquierdo cuidando que no me den por ese flanco, llevamos al menos unos quinientos mercenarios muertos entre ambos, no responden con explosivos que es lo raro.

— Joel ¿ya te diste cuenta?

— Si, ya están con casi nada de armamento — río frenéticamente — ¿tienes las granadas de fragmentación?

— Si, aun quedan unas cuatro o cinco — se toca en su espalda baja donde las tiene —  ¿qué pretendes hacer baboso?

— A mi señal lanza un par a por esa entrada Rowss — le señalo — yo saldré disparando con mi escopeta y te quiero detrás de mi.

— A la de tres — se alista para la masacre — Joel si no salgo viva, dile a Pam y Bermúdez que quemen todas mis bitácoras y tablets para que no andes de chismos ¿ok?

— ¡¡¡Jajajajaja!!! Igual dile a mi hermano lo mismo.

— Bueno baboso... ¡¡¡Tres!!!

Quita los seguros y las lanza a unos quince metros y en cuanto se escucha la detonación salgo y comienzo a disparar con la escopeta, salen brazos, cabezas, biceras, sangre de los caídos por el explosivo y los remato con los cartuchos expansivos especiales que hizo Bermúdez. Rowss va detrás mío cubriendo mi lado ciego, al final de ese corredor solo hay una puerta enorme metálica, ya sin ninguna resistencia en vez de tratar de abrirla la sellamos para los cobardes mueran entre sus oleres de putrefacción.

— Alex, ya terminamos aquí — Rowss al fin pudo llamarlo sin agobio por el tiroteo — ¿cómo van por allá?

— Vamos bien ya casi exterminamos a todos — responde entre disparos y explosiones mi hermano — Pam le va a patear el culo a Joel así que estamos bien aquí.

— "Chiquilla" — dijo Pam de cariño a Rowss — no le digas porque no es divertido cuando pone su trasero para patearlo.

— No te preocupes, ni escuchó ya que se quitó el casco para poder fumar — dice en susurro Rowss — igual será divertido ver como le derribas con un puntapié a éste "babas".

— ¿Qué tanto murmuras mujer? — le pregunto sentado en una pieza de metal cerca de la puerta metálica.

— Ammmmm... Nada nada — sonríe muy sínica.

De repente de entre los escombros sale un brazo y una voz tenue de un hombre joven llamando a quien sea que esté ahí. Rowss va con su cuchillo ya que no tiene mas que eso para defenderse, todo el arsenal lo gastamos ya.

— Espera mujer — la detengo antes de que llegue a ese joven — yo me acerco a él tu manten distancia.

— Ok pero no te arriesgues mas de lo que acostumbras.

Lo saco de entre los escombros, su cuerpo está desecho, apenas si puede respirar aun, lleva una de sus manos a su chaleco, Rowss está intranquila. Mueve sus labios pero no escucho así que acerco mi oído, me da una hoja de papel ya ensangrentada y después se desvanece su chispa de vida en una última exhalación. Yo quedo petrificado, mi cuerpo no responde y suelto un grito. Rowss no sabe que pasó y que me dijo, solo se limita a tratar de levantarme. Me vuelvo a sentar donde estaba y saco un cigarro, abro aquella hoja de papel y veo que es una carta.

Hola cariño yo de nuevo.

Perdona si no te mando mas correo electrónico ya que aquí están muy paranoicos, espero pronto acabe ésta mierda de guerra con la victoria de la Armada. Nuestras familias estaran bien una vez que acaben con estas ratas que nos tienen cautivos y aterrorizados, ya van cuatro o cinco veces que nos mueven de los escondites por miedo de un tal Joel ex militar que está arrasando con todos estos animales por doquiera que los encuentra. La mayoría de nosotros no sabíamos siquiera usar una pistola y son los que mandan en el frentes mientras los cobardes se quedan en sus trincheras esperando la muerte segura por ese hombre y su tripulación.

Mi vida... Se que no será posible el verte de nuevo, ésta carta si te llega tu sabes que morí y estaré esperando el tiempo necesario en el mas allá. No quiero que te derrumbes, mucho menos que pienses que soy un monstruo como los que empezaron esto. Tu sabes que lo hago para que no les pase nada malo a nuestras familias y nuestro bebé. Te Amo y lo haré desde el otro mundo, mi querida, te pido que cries y lleves por el buen camino a nuestro angelito, dile que papá está haciendo un viaje por el espacio y que estará en mi corazón.

Te AMO...

El resto de la carta está cubierta por su sangre, no se que mas dice, la tinta se desvaneció. Rowss me mira con preocupación, nunca me había visto así ni cuando perdimos a Sveta y Estela. Esto ya es mas grande que todos los involucrados en ésta mierda de guerra. Con más razón estoy dispuesto a acabar con todas las ratas involucradas. En mi cabeza retumban las últimas palabras de ese joven, LLEVALA A MI QUERIDA EN MARTE VIVE EN EL SUR, SE QUE DARÁS CON ELLA YA QUE ES LA MAS HERMOSA MUJER MORENA EN ESE PUEBLO. Se que ahí solo hay una comunidad rusa y no hay morenas ahí, si yo fuera ese joven pediría esto como última voluntad.

— Babas — me saca de mis pensamientos Rowss — vámonos ya.

— Ah si — me paro y guardo la carta en mi traje — vamos con los demás para ir al siguiente punto.

— Alex, ¿me escuchas?

— Si Rowss ¿qué pasa?

— Nos vamos ya ésta el objetivo así que nos retiramos.

— Ok nos vemos fuera — termina asi la comunicación Alex.

En el camino vamos tomando armamento y munición de los mercenarios caídos para si hay aun un poco de resistencia. Con cuidado nos movemos entre los escombros que nosotros provocamos, entre los cadáveres y charcos de agua con sangre mezclada. Aun perturbado por la carta, camino con cierta torpeza y Rowss me da un sape para prestar mas atención al camino.

— Ya enfocate que no quiero que nos llegue a sorprender alguien — dijo ella — si continuas así te voy a dar una patiza.

— Vale vale, no alteres mujer — le contesto ya enfocado de nuevo — vamos que ya tengo hambre...