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OJOS VERDES

Sistema Solar. Calisto, Júpiter.

En compañía de mi dama, nos dimos a la tarea de conseguir otro Buitre. Así la búsqueda sería menos pesada y no tendríamos que parar por algún trabajo. Mi mujer no tiene ningún problema al revisar cada nave y ver si está en buen estado o si tiene potencial para las modificaciones. Aparte de ser una soldado impresionante, también es la mecánica de mi equipo. Demonios esa mujer me hace sentir un adolescente enamorado cuando muestra todos sus conocimientos y destrezas en cada cosa que hace. Que tenga un cuerpo espectacular y una belleza descomunal, era el plus. Jejeje. Eso para mi era lo de menos. Su forma de ser tan espontánea, su sonrisa divina, divertida y a la vez centrada. Sabía muy bien sus limitaciones, el saber lo que quiere, sus sentimientos y su carácter humilde. Eso me hace enamorarme cada día mas de ella.

La mirada, esa mirada tan dulce que me hace estremecer. Sus ojos verdes. Tan solo con mirarme me decía todo. Yendo de un lugar a otro en estos días nos cobraba factura. Descansando poco, hasta que vimos un hostal bonito donde pasar unas horas y reponer el cuerpo.

Estando recostado en la cama, mis pensamientos estaban con mis amigos. No había notado que mi mujer se encontraba en un baby doll negro como la noche. Su cabello lo tenía suelto. Sus cabello rubio, recortado muy pequeño. Su piel blanca y hermosa, toda ella es perfecta. Me pongo una licra especial para mis partes metálicas. Eso lo hago cuando estoy con ella así no siente el frío de ellas.

Me acerco lentamente a donde ella se encuentra parada en la ventana. Viendo el colosal planeta en el cielo. Su mirada tan en calma, no quería que se distrajera de tan espectacular vista. La abrazo por la espalda, dirijo mis manos a su vientre, la beso muy dulcemente por el cuello. Suelta un suspiro al sentir mi tacto subir por su vientre hasta que paro a unos centímetros de sus pechos.

— Hace tiempo que no me tocas así mi amor. — se voltea buscando en calor de mi pecho. — Me encantan tus carias.

— Perdona si no lo hago muy seguido, no tenemos un momento a solas y aunque no sea el mejor de todos, de menos estamos solos mi bella mujer.

— Entonces... Aprovechemos este instante.

La beso en los labios muy suavemente, mientras avaricio su cabello. Ella pasa sus manos por mi espalda para que yo sienta el calor de cuerpo. Con tan solo su tacto, provoca excitación, ya estaba erecto. Hago que me tome del cuello para levantarla y llevarla al tocador de la habitación. Trataba de controlarme siempre estando con ella, que si por mi fuera la tomaría donde fuese. No se que vio en mi. Lo que si sé es que soy afortunado de que me eligiera entre todos. Al subirla al mueble ese, nos miramos a los ojos, como si calculando el siguiente movimiento del otro. Amo esa mirada, sus ojos parecen brillar al mirarme. Su encantadora sonrisa me desarma. Paso apenas en un roce mis dedos en sus labiosy al hacerlo cierra sus ojos y hace un gemido de placer. Me quitó el aliento cuando pasó su mano por mi miembro para sentir mi ereccion, al ver mi expresión sonríe maliciosamente. Lo toma con sus mano y juega con el. Le sigo el juego y le quito ese pequeño y sexy camisón para dejarme ver su cuerpo desnudo. Paso mis manos hasta sus glúteos y los aprieto fuerte y la halo a mi para entrar ella. Fue duro que emitió un leve quejido pero después gimió de placer. Entrando en ella rápido y duro. Era tal mi excitación que no me contuve. Ella me vuelve a abrazar por el cuello para que la levante, gemía cada vez mas fuerte. Dios que delicia escucharla así de excitada por mi. Camino sin dejar de penetrarla. La lanzo a la cama. Abro sus piernas, me hinco en el suelo la sujeto fuerte de los muslos para traer su sexo a mi boca, haciéndola gemir por los movimientos de mi lengua en su clítoris y entrar en su húmedo sexo. Cada que pasaba por el punto exacto apretaba sus muslos en mi cabeza por el placer. Haciéndola llegar al clímax varias veces, gritando que pare. No paré, ¿porqué hacerlo? Estando aún excitado por sus gemidos viéndola retorcer su cuerpo a causa de los orgasmos que provoqué. La volteo y se pone en cuatro, entro en ella muy suavemente, sintiendo aún sus contracciones. Me voy recostando sobre ella para morder su espalda, dejando leves marcas. El aroma de ella es delicioso, mas el de su cabello. Eso hizo que explotara dentro de ella cayendo a su costado. Quedando los dos abrazados, acariciando su cuerpo y besándola tiernamente. Eso es lo mejor de estar a su lado. El tenerla entre mis brazos.

— Amor, ¿Cómo logras que pierda mis cabales con tus caricias?  — preguntándome soltando un suspiro.

— Es lo que provocas en mi todos los días desde que estás en mi vida a mi lado. — Le contesté muy tranquilo al sentir el calor de su cuerpo desnudo al mio aun con la ereccion.

— No tienes vergüenza Joel, aun estás excitado.

— Que quieres que haga si tu me pones así siempre.

— ¿Pero que hago yo? Si tan solo te miro y te doy ese amor que resivo de ti. — Lo dijo en un murmullo en mi oído.

Demonios eso era la estocada final a lo que me queda de fuerza y rudeza ante ella. Con eso me hace cual gato ronronear y caer rendido a sus pies. El universo sigue su paso, sin que nos demos cuenta cuando estamos así. Su tacto, su calor, su aroma, sus palabras dulces y esos ojos verdes me hacen caer siempre en una paz al caer la noche. No habían muchos encuentros así y eso hacía que fueran hermosos.

La noche sigue y los dos caemos rendidos tras nuestro encuentro pasional. Ya en la mañana seguiremos buscando el armamento y el segundo buitre. No sé como les va a Pam y Molina, espero no se maten entre si. Eduardo estará esperándonos en menos de dos semanas para ponernos al día sobre las estrategias a seguir sin interrumpir sus ordenes oficiales. Entre mas quiero aclarar mi mente para ello, pero el momento es de mi mujer y no hay mas al estar a su lado.

Voy a la ducha, el sueño me fue arrebatado por una pesadilla recurrente. Si no fuese por Sveta que está a mi lado al abrir mis ojos me volvería loco. Dejo que caiga agua fría en mi cuerpo, de la prisa olvidé cubrir el metal. Pequeñas descargas me terminaron de despertar, suelto un leve quejido pero no muy alto, no quiero despertar a mi fiera. Su descanso es lo que cuido en mis innumerables noches de insomnio, el verle dormir ahí tan tranquila. Desearía saber que es lo que sueña, como hace para dormir así.

¿Qué haré para mantenerle a salvo de todo lo que viene?

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