Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Caminos seguros y conversaciones ociosas

POV Omnisciente

INTRUSOS, INTRUSOS, INTRUSOS, INTRUSOS...

Esa palabra resuena a través de las paredes como un eco mientras la tierra empieza a temblar haciendo que las paredes se agrieten.

- ¡Mierda! ¡Ahora no! -grita la ninfa, quien apenas puede mantenerse en pie.

Miriam intenta conjurar una corriente de viento que la traslade a ella y al humano fuera de la cueva, pero la tierra de la entrada cae, impidiendo su huida. La caída de las rocas lanza a los dos hacía la oscuridad.

El aire se vuelve frío y pesado a medida que el polvo se retira, el ambiente es oscuro, pero aun mantiene una extraña claridad. Miriam intenta conjurar magia de nuevo, pero se ve envuelta por una sensación de vacío, una sensación que le es familiar.

- ¡¿Pero qué taones?! -exclama despertando a Naix.

- Mmmmmm ¿Qué pasa? -dice Naix mientras se levanta. Mira a la ninfa, luego al techo que tiembla y, por último, mira a su alrededor- Ey ¿Qué ha pasado con la entrada?

- ¿La entrada? ¡¿La entrada?! ¡¿Ha habido un terremoto, una avalancha, una voz de ultratumba, has salido disparado y tú te despiertas ahora?! -grita en pánico.

-Eeeerm, soy de sueño profundo -admite.

Miriam mira a Naix con intención asesina esperando la misma reacción que con sus dos amigos, solo que no es consciente de que Naix está tan acostumbrado al desprecio y abuso por parte de la gente que no siente la más mínima sensación de peligro. Es más, esa mirada tan familiar casi se le hace reconfortante.

ELIMINAR INTRUSOS, MATAR INTRUSOS, PROTEGER El LIBRO

La voz resuena entre las paredes, repitiendo lo mismo una y otra vez.

- Conque los fantasmas eran de verdad... Me imaginaba algo más aterrador, esto es casi decepcionante -murmura Naix- Bueno, yo me voy pa' la salida ¿Vienes, niña-olivo? -dice mientras camina hacia uno de los muchos túneles que conforman el laberinto subterráneo.

- ¡Espera! -Le coge del pantalón- ¡Estos túneles son enormes, además esa cosa te puede coger si vas solo!

- ¿Quieres que te dé la manita? -le pregunta con voz inocente mientras le extiende la mano. A lo que recibe una mirada de desprecio por parte de la hamadríade.

- Tengo quinientos años -dice tajante.

- Comprendo ¿Quiere que la ayude señora? -pregunta con voz complaciente.

- ¡No soy una anciana! -grita enfadada.

¡INTRUSOS!

- ¡AAAAAAAAAAAAAAHHHH! -grita Miriam, la cual esconde su cabeza en la pierna de Naix, haciendo que este se dé cuenta de algo importante.

- Bien, analicemos la situación: Nos hemos metido en una cueva en un bosque lleno de tesoros protegidos por trampas y monstruos, hemos aparecido de repente en un túnel desconocido, hay una voz que dice algo de matar intrusos y proteger no sé qué libro, la ninfa enana que resulta ser una anciana está asustada... Entonces eso significa... que...

Bueno, tarda un poco en darse cuenta.

- ¡Nosotros somos los intrusos! Espera ¿Eso no nos pone en peligro mortal? -pregunta al aire.

¡MATAR! ¡INTRUSOS! ¡MATAR! ¡INTRUSOS!

- Sigo sin estar seguro, pero mejor prevenir que curar. Oye niña ¿No tienes alguna magia que pueda ayudar? No sé, invoca a algún poder antiguo y sobrenatural...

-N-no, no hay... no puedo... esto es el otro lado del velo... lo sentí cuando cambiamos de sitio... no hay poder aquí... solo el de los muertos -responde tremendamente asustada.

Pero esas palabras que buscan hacerle entender que están a merced de espíritus que muy probablemente quieran matarlos, solo consiguen el efecto opuesto.

- ¿La magia cambia en base al plano en que se usa? ¡¿Por qué los magos nunca documentan estas cosas?! Maldita sea, esto me pasa por no estudiar nigromancia... Bueno, no se pierde nada por interrogar un poco a esa entrañable voz del techo. A ver si hoy consigo poderes mágicos de una reverdísima vez -peinsa en voz alta.

Esa muestra de falta de sentido común y de codicia expresadas con tanta naturalidad, enfurecen a la ninfa, quien, habiendo visto muchos actos de avaricia por parte de los seres humanos, se niega a seguirle el juego a un idiota con ansías de poder.

- ¡¿Quieres ir justo donde está esa cosa que no para de gritar "MATAR INTRUSOS" constantemente?! ¡¿Eres retrasado mental?! -grita histérica.

Y en ese intento suyo de reeprender su egoísta actitud, acaba de cometer de forma inconsciente el peor error posible: insultar la única buena cualidad de Naix, su inteligencia.

- Solo intento encontrar una solución pacífica, pues parece que tú eres incapaz de hacer algo por ti misma aparte de esconderte como un avestruz. Pero si utilizases tu magia... ¡Oh! Es verdad, no puedes... vaya, tal parece que el único que puede hacer algo es este retrasado mental de aquí. Lástima que cómo retrasado puede que me pierda por el camino y te acabe dejando sola en medio de este siniestro y mortal lugar ¿Verdad? Aunque bueno, no eres una niña así que puedes sobrevivir sin ningún problema ¿No? Después de todo eres una adulta independiente ¿No? -dice sin dejar de sonreír.

De alguna manera esas palabras tienen una casi imperceptible pero intnesa intención asesina, las cuales activan inmediatamente todos sus instintos de supervivencia.

- Vale, me callo. Sí crees que podemos salir a tu manera, te haré caso -responde por inercia, sintiendo escalofríos al ver esa sonrisa.

Ese es el poder de alguien que ha ostentado autoridad durante años.

¡MATAR! ¡INTRUSOS!

- ¡Bien! Sígueme, saldremos en menos de dos horas. No hay nada de lo que preocuparse -comenta animado.

¡MATAR!

- Absolutamente nada.

POV Miriam

Y ya llevamos más de tres horas caminando y todo porque el humano este se la pasa activando todas las trampas y trampillas del lugar y yendo solo por túneles de aspecto más peligroso. Pero claro, no puedo dejarlo solo, debo protegerlo, así se volverá mi amigo.

No es que esté sin poder ni fuerza ni que me dé miedo volver a enfadar al que definitivamente no debo llamar retrasado nunca más... Bueno, un poco sí.

Lo positivo es que a pesar de todo no hemos muerto. Aunque me preocupa bastante su actitud ante los peligros de este lugar.

- ¡Yaaayyyyyyyyyyyy! -exclama mientras corre a través de un corredor que dispara flechas- ¡Miriam, ven! ¡Vamos, no hay peligro!

Lo que decía.

- ¡No iré hasta que bajes las flechas! -le grito al inconsciente este.

Y yo que pensaba que el Charco y Arroyo eran idiotas

- Ah, es verdad, lo siento -dice antes de chasquear los dedos, haciendo que las flechas suspendidas en el aire caigan.

Ah, se me había olvidado. El condenado tiene poderes.

Al parecer una de las razones por las que lo echaron de su familia fue por adquirir, de alguna forma desconocida, poderes mentales, cosa prohibidísima en la sociedad humana. Aunque lo entiendo, los poderes mentales son propios de monstruos poderosos y él no es que sea una persona muy fiable que digamos.

Da la casualidad que el "golpe" que tenía en la cabeza era una restricción que le pusieron para bloquear gran parte de sus habilidades y sus recuerdos sobre estas... Lo descubrimos cuando una roca rodante casi nos aplasta y él la hizo levitar.

Desde entonces está más agradable conmigo, aunque casi me asfixia de un abrazo.

No es que me alegre haberme acercado al humano después de llamarlo retrasado y hacer que casi me dejase tirada aquí, solo es un dato que puntualizo. Además, ahora no hay que tenerle miedo a las trampas, él las bloquea todas con su teleconosequenesis.

- Miriam, no te quedes en las nubes, tenemos un libro que rob- que encontrar -dice él.

No es que sea sospechoso ni nada lo que acaba de decir, aunque bueno, soy medio duende, entiendo que quiera robar algo tan valioso como un libro que seguramente valga millones de dracmas... Pero debería ser más consciente de la voz que no para de decir que matará al que se acerque al dichoso libro...

- Sigo sin estar segura de que sea buena idea ir hacía el libro, a lo mejor hay otras salidas - digo yo. La esperanza es lo único que se pierde.

- Por favor ¿Qué clase de inepto pone varias entradas para un mismo lugar cuando el objetivo de este es que no entre nadie?

¡Enhorabuena! Has insultado a más de la mitad de los constructores de cámaras de tesoros y laberintos que han pisado este bosque.

- Además, puede que ahí encontremos alguna forma de salir o de sortear las trampas -dice convencido.

- ¿Estás seguro? ¿No estarás solo interesado en vender el libro? -digo levantando una ceja.

- ¿Vender? ¿Para qué daimones vendería el libro? -pregunta ladeando la cabeza.

- ¿No lo vas a vender?

Me está mirando con suficiencia mientras levanta el pecho, eso es que me va a contar uno de sus "magníficos" planes. Lo conozco de hace unas tres horas y ya sé que le encanta alardear de sí mismo.

- ¿Para qué me conformaría con vender el libro? ¿No sería mejor hacerme con su conocimiento? Así no solo tendría un producto que pudiese dividir y vender en partes a diversas personas, sino que además podría hacerme un renombre en la sociedad. Y para cuando el conocimiento deje de darme ganancias seguiré teniendo no solo una antigüedad que por sí sola vale mucho sino que también vale por su contenido, el cual ya habría exprimido hasta el máximo. ¿No es mejor así? Consigo más beneficios a la larga y de paso me hago una reputación como erudito -dice con el índice en alto.

No sé si es un genio, un ególatra, un tacaño o un manipulador sin escrúpulos... ¿Eso es lo que decían de que un comerciante experimentado es más peligroso que 10 guerreros curtidos en batalla?

- ¿Qué te parece? ¿No es acaso un plan genial? -dice él.

Aunque estoy segura que lo que me estás preguntando si eres tú él que es genial.

- Opino que eres alguien al que le gusta aprovecharse de los demás -le respondo para no darle la razón.

Esto en una guerra por su amistad, tengo que hacerme la fuerte o me tachará de fácil.

- Gracias, me gusta saber que hay alguien que comprende la necesidad de aprovechar todas la oportunidades para triunfar en la vida -dice alegre.

Mierda, las sortea todas... ¿De dónde habrá sacado esa habilidad para esquivar insultos?

Seguimos caminando por un túnel húmedo, oscuro y resbaladizo. Es cada vez más profundo, casi como si fuésemos a parar al Hades. Pero eventualmente el lugar se hace más y más claro hasta el punto en que podemos volver a ver por dónde estamos pisando.

- Oye ¿Nunca te has preguntado cómo es que podemos ver en la oscuridad cuando no hay fuentes de luz en esta cueva? -pregunta de repente.

- ¿Y yo que sé? Estamos en otro plano, aquí las cosas irán de forma distinta -le respondo. ¿Para qué narices me pregunta cosas así? ¿Es un filósofo o qué?

- Entonces... ¿Crees que la oscuridad de antes no es oscuridad sino una cosa negra que lo envolvía todo? -dice y tengo un escalofrío.

Me paro en seco y pienso en lo que acaba de decir. Mierda, puede ser verdad... ¿Y si esa cosa nos hubiese comido? O peor ¿Y si esa cosa me hubiese comido solo a mí? Habría sido humillante que solo me hubiese muerto yo y no el que salta de cabeza a las trampas.

- Pero tranquila, no nos ha pasado nada... A no ser que hayamos muerto sin darnos cuenta y que como estamos al otro lado del velo no hay una forma específica de comprobarlo -comenta con una voz fría.

- ¡No digas esas cosas! -le grito.

¿Es eso? ¿Estoy muerta? ¿Voy a morir sin haber crecido al menos más de un metro?

- Aunque también existe la posibilidad de que ya estuviésemos muertos desde el principio ¿No? De esta forma es comprensible que la cosa negra no nos atacara... No había nada a lo que atacar en primer lugar -Y sigue con sus especulaciones.

Y así, después de un largo, agotador y, sobretodo, espeluznante discurso sobre si estamos vivos o muertos, cuyo resultado es inconcluso tirando para la segunda opción, llegamos a un lugar lleno de túneles en diversas direcciones.

- Mmmm, varias direcciones... ¿Tú qué crees? -me pregunta.

- ¿Yo? -pregunto. Esto es raro.

- Sí ¿Tú qué crees? -vuelve a preguntar.

Ya claro, normalmente tu irías por la ruta más siniestra porque "es el camino por el que nadie iría, por lo que es el camino más fiable para llegar al final", no sé qué bicho te ha picado ahora pero no me fio. Aunque ahora que me fijo ¿No son todos ellos igual de siniestros? Claro, eso lo explica, no puedes deducir cual sea la decisión correcta. Hombre sin recursos, te voy a demostrar cómo se guía una experta curtida en el entorno más salvaje.

- ¿Y bien? -me pregunta de nuevo.

Camino hasta el centro de la sala y me concentro para hacer el sagrado ritual de la fortuna, un método arriesgado, pero para situaciones desesperadas medidas desesperadas. Aunque me juré a mí misma no volverlo a hacer... Pero no puedo decepcionar al humano, no ahora que confía en mí.

Y...

Pito pito gorgorito

¿Dónde vas tú tan bonito?

En la era verdadera.

Pin pon fuera.

La vaca le-che-ra.

Mi calimocho cuenta hasta ocho.

Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho.

Re-mo-cho~

- ¡Por ahí! -señalo el lugar indicado.

- Pues vale, por ahí entonces -dice despreocupadamente.

¿Solo eso? ¿Es en serio? ¡La última vez que utilicé este método me comí una baya venenosa! O sea, me enfrento a mis traumas por ti y tu ni caso.

Menudo imbécil cara dura. Y luego quiere que lo halague.

- Sí que parece que tenga una gran profundidad, sí -comenta el desgraciado este.

- Aha -respondo sin darle importancia.

- Es una buena elección, muy bien Miriam -dice.

¿Me ha halagado? ¡Me ha halagado! Pues claro que me iba a halagar, con lo maravillosa que soy.

Vamos por el camino que yo he elegido sabiamente con mis excelentes dotes mentales hacía las profundidades de la tierra. Las paredes por aquí son más grisáceas y más suaves y lisas, es bonito en cierta medida.

- Seguramente esto antes estaba sumergido en algún lago subterráneo, aquí se podrían encontrar fácilmente piedras aquamatherinas e hiedrolápizas... -murmura.

- Pues yo solo veo que estas piedras son menos puntiagudas que las de antes -le respondo.

Además ¿Qué son esos nombres? ¿Así es como llaman los humanos a las piedras mágicas? Ellos y su manía por ponerle nombre a todo...

- Primero dos seres de agua que no saben de algas y ahora una ninfa que no sabe sobre la tierra donde vive. En serio, los seres feéricos necesitáis mejorar vuestro sistema educativo -dice suspirando.

Espera un momento. ¿Acaba de decir que sabe que Charco y Arroyo no son humanos?

- Sí, sé que tus dos amigos no son humanos. Sé que los conoces por tu cara y no, no lo sabía cuándo hablé con ellos, pero después de verte pensé que tal vez ellos no fuesen humanos, cosa que explicaba sus rarezas... Y antes de que digas nada, perdón por leer tus facciones otra vez -me dice todo de una.

Vale, no sé qué decir ahora mismo. Esto no me lo esperaba.

- ¿No te molesta? -le pregunto.

- ¿Él qué me debería molestar?

- Que no sean... humanos.

- ¿Debería? -responde él con los brazos cruzados.

- Pues... es lo normal ¿No? Ya sabes... tenerles miedo u odio por ser diferentes...

¿No es esa prudencia el instinto básico del ser humano?

- ¿Por qué? -pregunta.

- ¿Por qué que?

Vale, no sé qué decir, tampoco me esperaba esta respuesta. Me esperaba más un discurso sobre que es demasiado listo como para comportarse como los demás.

- ¿Por qué debería hacer eso? A odiarlos me refiero -especifica.

- Eh, no sé. Hasta ahora es lo que me ha pasado a mí... y a muchos otros, así que... no se -digo. Vale, creo que estoy quedando como una tonta.

Pero la verdad, es la primera vez que veo a un humano así, me extraña, es curioso. Hasta hace poco pensaba que los humanos solo podían vivir entre ellos pero este parece que no solo no necesita vivir entre los suyos sino que además ve bien a las otras especies.

Me está mirando fijamente ¿Lo he ofendido? ¿He sido prejuiciosa? A lo mejor solo me he topado con una minoría humana todos estos años y da la casualidad de que el resto son muy majos ¿No?

No sé, pero me parece que se ha molestado.

- Hah... Miriam, mírame -me dice serio- Yo fui un noble, una persona que supuestamente es superior entre los demás humanos, y no un noble normal, sino uno que de entre los demás nobles es incluso más alto, por lo que se supone que yo debería de haber vivido con lujos, facilidades, buena educación, buena alimentación y rodeado de gente que me tratase casi como a un taón. Pero solo porque nací sin magia fui tratado como basura por la mayoría de los de mi especie, incluso por mis propios padres.

_ Dio igual lo que hiciese, dio igual la buena reputación que me ganase, dio igual cuanto me esforzase... al final mis aliados me abandonaron, mi familia me expulsó y la sociedad... me marginó. Las únicas personas que de verdad permanecieron a mi lado hasta el final ni siquiera eran nobles, solo una panda de sirvientes maleducados, pero ellos me veían más allá de mi estatus o mi condición, ellos veían un valor en mí, un valor que yo muchas veces ni reconocía. No un valor en lo que soy, sino en cómo soy.

_ Yo sé lo que es que te tiren piedras por ser diferente, que te insulten, que te maltraten... Y jamás haría algo así a alguien que no se lo merece y menos aún a dos niños, posiblemente mayores a mis abuelos, que me trataron bien. Así que no te preocupes... yo no soy alguien que trataría mal a los demás por algo que ni siquiera han podido elegir como su especie, estatus o físico. Es estúpido ¿Alguien es bueno o malo solo por tener orejas grandes y una cola? Te aseguro que superas por mucho a mis antepasados en términos de bondad y ellos son considerados héroes.

_ Personalmente me alegra haberte conocido a ti y a los otros dos. Nunca había conocido a criaturas mágicas y pienso que soy afortunado de poder entablar una conversación cara a cara con un ser que la mayoría solo conoce por leyendas y cuentos... Eres increíble, sois increíbles, todos vosotros... Y nunca os trataría mal a los seres feéricos por ser lo que sois.

Vaya... Nunca pensé que diría algo así. Quiero decir, es como que nunca me esperaría de él un discurso tan profundo y sincero... ¿Estoy siendo prejuiciosa de nuevo? Bueno, tampoco es que él dé la imagen de una persona emotiva.

La verdad, siempre le tuve rencor a los humanos por tratarme como a un monstruo, pero nunca fui tratada mal por los otros feéricos, incluso teniendo en cuenta mi personalidad. No puedo imaginar cómo se sentiría ser rechazado por los tuyos...

Genial, ahora me siento culpable por querer utilizarlo para vengarme del par de idiotas.

- Eh, vale, lamento haber pensado que eras como los demás... Aunque tendría que haber deducido que no tenías nada en contra de los seres como yo con lo bien que me has tratado y el que hayas roto más de un tabú de la sociedad humana y no te avergüences de ello... Casi pareciera que no eres un humano, jeje -digo en un intento de disculparme (Algo extremadamente difícil para mí) y de aligerar el ambiente.

- Técnicamente no soy un humano del todo...

- Lo que quiero decir es que... l-lo si-siento ¿Vale? -digo por fin...

Espera ¿Qué acaba de decir?

Snif, Snif... ¡Qué bonitoooo! -exclama una voz a mis espaldas.

- ¡Pero qué! -exclamo del susto.

Snif... Tenía un fuerte rencor en su corazón, pero él lo ha sanado con palabras ¡Lo ha sanado! -dice llorando un espectro conformado por lo que parece humo.

- ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHH! -grita Naix.

POV Locis

Mi nombre es Locis, soy un manes que protege este lugar, pues aquí hay escondidas diversas reliquias valiosas de gran poder que proceden de la era antigua. Pero eso no importa, lo importante el día de hoy es ¡Qué por fin me he declarado a Áfaso! Tantos años de planificación, observación (No acoso) y práctica han valido la pena y por fin he conseguido conquistar el corazón de mi lindo, dulce, adorable y para nada insano compañero de trabajo y algún día también compañero de no-vida ¿Es acaso muy pronto para pedirle matrimonio o espero unas semanitas? Da igual, lo importante es que lo he conseguido de forma romántica y no ridícula tirando a deprimente.

Después de una noche de pasión en la que por fin unimos nuestras almas, literalmente, la alarma/inteligencia artificial inoportuna se activó porque un idiota cayó a través de un agujero hasta la sala del Libro de la Lluvia.

Les dije que tapasen ese agujero, pero no, ni caso... Nadie me escucha, salvo Áfaso y solo para replicarme después. Como lo amo, siempre dándome su opinión.

Bueno, a lo que iba. Los dos teníamos que ir a ver qué pasaba con las trampas que se activaban, pues solo se activan si alguien no autorizado entra en las cuevas... Pero ninguna de ellas había acertado en algún objetivo, es más, ninguna de ellas estaba rota.

Normalmente las flechas se rompen si golpean la pared a toda velocidad (mala calidad), pero ni ellas ni las paredes (sin reforzar) tenían signos de daño, ni las rocas rodadoras (Algo que casi nunca funciona), ni las trampas de cuchillas rodantes (oxidadas y sin filo),... Por no mencionar lo aterrado que estaba el espíritu maligno (No estamos emparentados) que custodiaba la entrada al túnel que llevaba hasta la intersección que llevaba hacía todas las salas de las reliquias, lo que en mi opinión es una auténtica estupidez para un sitio que en teoría es un laberinto ¿Tanto le costaba al amo caminar un poco más?

¿Por qué se comportaba el espíritu así? Incluso a mí me costaba controlarlo cuando se enfadaba y soy el más fuerte del equipo... ¿Acaso hay alguien lo suficientemente aterrador como para asustarlo?

Por eso mismo quise ir yo solo, pero mi novio Áfaso (¡Ay! Aún no me acostumbro) no quería dejarme solo, bueno, no quería quedarse solo. Si mi novio se siente inseguro es mi deber protegerlo, yo lo protegeré incluso a costa mía... Lástima que me gritase para darme prisa antes de poder decir mi frase.

Al final nos topamos con los responsables, una hamadríade floral, un tipo de criatura muy rara, y lo que parecía un humano pero que no tenía ni la presencia, esencia o poder de uno. Era bastante aterrador el cómo su presencia era tan imperceptible incluso cuando lo tenía delante, es como si fuese una ilusión y no un ente real y tangible. Al principio mi Áfaso se asustó, no me extraña. Pero, cuando iba a comportarme heroicamente para consolarlo y conseguir su admiración, los dos intrusos empezaron a hablar de sus sentimientos. Un dato curioso, a mi novio le gustan los melodramas, porque no solo se ha emocionado, sino que se ha mostrado ante ellos dos. Lo quiero, pero es un imprudente

Es Snif..., lo más Snif,... conmovedor Snif, que he Snif -llora conmovido.

Pero que sensible es.

- ¿Dos manes? ¿Qué hacéis aquí? Esto no parece un lugar sagrado -pregunta la hamadríade.

Hah, típica pregunta de alguien que no sabe que no todo lo sagrado es bonito y brillante.

- ¡AAAAAAHHHH! ¡A-aléjate de esa cosa, Miriam! -grita en pánico al vernos.

Mira que bien, mi aspecto aterrador ha vuelto a hacer de las suyas...

Tranquilo, aunque tenga un aspecto aterrador no hay por qué asustarse, en realidad es bastante majo -dice Áfaso poniéndose delante mío.

Que mono, no solo ha cogido confianza en sí mismo sino que además me defiende ¿Es raro que me guste sentirme protegido por él?

- ¡Y encima habla! ¡Es como si toda la pelusa de debajo de mi cama hubiese cobrado vida y tomado la forma de un maniquí mal hecho con la voz que pareciera habérsele atorado un pato de goma en la garganta! ¡Miriam, mátalo! -grita asustado.

Y se hace el silencio... Mi Áfaso se ha quedado rígido.

¡Mierda! ¿Y si se deprime? ¡Maldito mortal! ¡¿Cómo se te ocurre decirle eso a la criatura más bella del universo?! Vale, tengo que hacer algo antes de que mi novio pierda la confianza en sí mismo. Rápido, rápido, rápido.

 Tú... -murmura mi novio en voz baja. Ah, no, no está deprimido- ¡¿Qué me has llamado, cacho de mierda con problemas paternofiliales?!

Me compadezco de ti, mortal. Ni siquiera tú te mereces esto.

- ¿Cacho de-? ¿A quién llamas cacho de mierda? Tú, que pareces haber nacido del interior de un recogedor de basura -dice el mortal desde detrás de una estalagmita

¿Cuándo ha llegado hasta allí?

¡A ti, pedazo de imbécil! -grita Áfaso.

Y no es que me ponga celoso que mi novio llame a otros "imbécil". Que me lo diga mucho no implica que me guste. Aunque remarco que a mí me lo dice con más pasión.

- ¿Imbécil yo? Y lo dice el que se dedica a espiar a otros como un acosador. ¡Y no te me acerques! ¡Das mucho repelús! -responde el viviente.

¿Cómo se le ocurre? Mi novio no da repelús, es solo que tiene un aspecto curioso y da una sensación extraña al tacto.

- Oye, puede que no nos haya acosado, puede que solo quería saber lo que hacíamos sin ser descubierto -explica la hamadríade.

Mira que maja, defendiendo a mi novio sin razones ocultas.

- ¡Igualmente! ¡No quiero que se acerque! -grita de nuevo.

¿Adónde ha ido el discurso de no juzgar a los demás por su apariencia? -responde mi novio.

Pero que elocuente.

- Uy, disculpa ¿Te has ofendido? Pues no haber aparecido a lo espectro maligno en medio de este oscuro, siniestro y para nada habitable lugar -dice con chulería.

O sea ¿Insultas a mí novio y ahora te atreves a insultar a mi casa? Tú te estás buscando un encontronazo con mis puños.

No me aparecí de repente, simplemente salí de la pared -explica muy elocuente, magistral y perfectamente.

- ¿Cómo vas a espiar a alguien desde dentro de la pared? No se vería nada -pregunta el mortal.

Pues, verás, en realidad hay un hueco para vigilar y un hechizo que... Espera ¡¿A ti que te importa?! No cambies de tema ¿Te crees que puedes engañar a una mente privilegiada como yo? -replica señalándole.

Pero qué razón tiene.

El mortal nos mira en silencio, luego mira a la pared y extiende su brazo hacía la misma, provocando que su compañera palidezca.

- ¡Ay, no! -grita la hamadríade, que se lanza al suelo y se protege la cabeza con las manos.

Es cuando en el brazo del chico se froman una especie de ramificaciones brillantes y en su palma una bola de energia comprimida sale disparada hacía la pared, provocando una enorme explosión que llena el túnel de escombros y polvo.

Justo después siento un pinchazo en la cabeza y tanto yo como Áfaso caemos inmóviles al suelo.

Entre la nube de polvo sale el mortal, que coge a su compañera en brazos y se la lleva corriendo a través del agujero que ha hecho en la pared.

Mierda, les dije que reforzaran las paredes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro