Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1: Conexión anhelada

Esta sería una historia de crecimiento personal, si no fuera por el hecho de que ya no soy adolescente. Es curioso cómo se supone que debes crecer a cierta edad, y luego se espera que tengas todo resuelto. Como si realmente supiéramos lo que estábamos haciendo en algún momento de nuestras vidas.

Solía vivir en el autobús, o al menos así se sentía.

Vivir en lados opuestos de una ciudad hace eso contigo. Incluso sabiendo que estaban tratando de abrir una nueva línea, una que pudiera llevarme a casa más rápido, mi viaje diario a menudo tomaba horas. El bus siempre estaba lleno de extraños que iban y venían, y yo era solo otra cara anónima entre ellos.

Aunque no quería serlo.

Es tan tonto pensar a veces en lo desesperados que estamos por sentirnos notados. Especiales. Supongo que siempre he sido así. Así que hice un esfuerzo consciente para despertar cada día más temprano, asegurándome de tener suficiente tiempo para peinarme, maquillarme y arreglar mi ropa. Puede parecer superficial, pero hay algo poderoso en sentirse bien en tu propia piel, especialmente durante tiempos difíciles.

''Fíngelo hasta que lo logres'', dicen. Y he estado siguiendo este consejo durante un tiempo. He estado fingiendo ser confiada y competente incluso cuando no me siento así, con la esperanza de que algún día me convierta en esa persona. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que este enfoque no era sostenible. Siempre me preocupaba ser descubierta, y el actuar constantemente para demostrar ser alguien más era agotador.

Así que eventualmente dejé de preocuparme por lo que pensaban de mí. Era una causa perdida. ¿Por qué me molestaba siquiera?

Mis intentos de mantener viva a la niña pequeña dentro de mí generalmente no llevaban a nada más que a la decepción. A menudo me encontraba anhelando una sensación de propósito, una dirección que me guiara en la vida. Mientras estaba sentada en el autobús, mirando por la ventana, me preguntaba qué podría ser lo que me llevaba a tomar mis viajes tan en serio. Es como si estuviera buscando algo que no pudiera articular claramente. Tal vez algo de aventura en mi vida, una oportunidad para escapar de la monotonía de la cotidianidad que me asfixiaba.

Una parte de mí quería romantizar algo que sabía que despreciaba, crear una sensación de emoción donde no la había. Anhelaba sentirme como el personaje principal de mi propia historia, el estereotipo perfecto de manic pixie dream girl. Una Ramona Flowers por excelencia.

Recé para ser descubierta por el chico guapo con lentes, o la chica mala onda con cabello semi-rapado y tatuajes. Imaginé la oleada de adrenalina que vendría con tal encuentro, una oportunidad para romper la monotonía. Es una lástima que todo eso solo existiera en sueños y ilusiones.

Así que eventualmente me levanté de la cama y me arrastré prácticamente con mi ropa y el resto de mis cosas al autobús. Al principio empecé a maquillarme allí por las mañanas, y luego simplemente dejé de hacerlo. Perdí el miedo a quedarme dormida en él, de saltarme mis paradas o de encontrarme con extraños en el camino. En retrospectiva, me doy cuenta de que probablemente yo era una de ellos, todos tratando de pasar el día sin romperme en pedazos.

Me había sentido perdida durante algún tiempo, insegura qué era exactamente lo que había perdido. Tal vez era la motivación, o quizás era algo completamente diferente. Los días parecían todos mezclarse, uno indistinguible del otro. Era como si mi vida se hubiera convertido en un viaje en autobús interminable, con cada día pasando en un borrón y dejándome sintiendo como si solo estuviera pasando por meras rutinas. Lo mismo una y otra vez. Cada palabrapegada aotra en mi cerebro.

No era raro perder la noción del tiempo, del sentido. Déjà vu. Era como si mi vida se hubiera convertido en un viaje en autobús interminable, con cada día pasando en un borrón y dejándome sintiendo como si solo estuviera pasando por meras rutinas.

Lo mismo una y otra vez.

Cada palabrapegada aotra en mi cerebro.

No era raro perder la noción del tiempo, del sentido.

Déjà vú.

La vida misma se había convertido en un viaje en autobús muy largo hasta el punto en que a veces solo estaba en piloto automático.

Sin embargo, en medio de toda la monotonía y la rutina, había una cosa que me impedía enloquecer. Una sola cosa que me sacó lentamente del extraño agujero de comodidad y monotonía en el que me había enterrado. No podía dar exactamente con el momento en que lo noté por primera vez, o incluso cuándo subió y bajó del autobús; pero todos los días estaba allí, sentado en el mismo asiento junto a la ventana.

Verlo ahí día tras día, me daba una sensación de familiaridad y comodidad que había estado perdiendo. Era como si fuera la única cosa en mi vida en la que podía confiar, un ancla pequeña pero significativa en medio de todo el caos e incertidumbre.

Su largo cabello oscuro estaba atado en un medio moño suelto, decorado con líneas grises que parecían casi un accidente, pero de alguna manera agregaban un sentido de sofisticación a su apariencia. Siempre estaba inmerso en algo, ya fuera un libro, papeles o un cuaderno. Le gustaba sentarse junto a la ventana, y no pude evitar preguntarme en qué estaba pensando mientras enterraba su rostro en sus materiales de lectura.

Me aterrorizaba por razones que no podía explicar.

Se sentía tan fuera de lugar, como si no fuera parte de ese aburrimiento que ya me consumía, anhelaba verlo todos los días. Algo en él me atraía. Después de semanas, me encontré esperando su mera presencia. Era como si fuéramos dos extraños que compartían una conexión no hablada. No pude evitar preguntarme cómo sería fuera del autobús, adónde iría todos los días. Qué interesante podría ser su vida.

Qué tan diferente de la mía.

Okay, así que tengo una pequeña confesión que hacer. A veces mi memoria es un poco borrosa, y ha sido así desde que era niña.

No estaba completamente segura de si el chico estaba en el autobús de la mañana, el de la noche, o tal vez en ambos. Pero sin falta, siempre estaba allí, sentado junto a la ventana, enterrado en lo que sea que estuviera leyendo o escribiendo.

Finalmente, me di cuenta de que estaba allí antes de que yo abordara, era la única explicación lógica.

Incluso si mi día había sido terrible, lo cual solía ser así, en el momento en que me encontraba con su rostro en mi visión periférica, todo parecía tener sentido de nuevo. Es difícil de explicar, pero había algo reconfortante en su presencia. Tal vez era el hecho de que siempre estaba allí, o que compartíamos esta conexión invisible como dos extraños que se veían todos los días sin hablar nunca.

Así que comencé a hacer un esfuerzo consciente para despertar cada día más temprano y lentamente volví al principio. Se me ocurrió que si me veía bien, tal vez él me notaría.

Empecé a vestirme bien de vuelta y a cambiar de asiento día a día, para aumentar las posibilidades de llamar su atención. Tal vez finalmente mi cuento de hadas se volvería realidad.

Pero era casi imposible hacerlo ver más allá de su propia nariz, o cualquier objeto que lo entretuviera ese día en particular.

A pesar de mis esfuerzos por hacer que mi "crush del bus" me notara, parecía como si siempre estuviera envuelto en su propio mundo. Estaba tan absorto en lo que estaba haciendo que era como si nada más importara. A veces, cuando el autobús estaba casi vacío, lo escuchaba hablando consigo mismo en voz baja. Sus palabras parecían resonar en los asientos vacíos, hasta que llegaban a mis oídos.

No pude evitar preguntarme qué estaba pasando por su mente. ¿En qué estaba pensando? ¿Repetía una conversación en su cabeza, o más bien estaba perdido en pensamientos sobre algo completamente diferente? Todo era un misterio para mí, pero no podía dejar de pensar en él.

Con el paso de los días, mi curiosidad por él se hizo más fuerte. Empecé a prestar más atención a sus hábitos y comportamiento en el autobús. ¿Siempre llevaba la misma chaqueta? ¿Qué tipo de libros le gustaba leer?

No podía evitar sentirme atraída por él, y me encontré queriendo saber todo sobre él.

No sabía qué tenía, y pasé demasiado tiempo temiendo incluso mirar en su dirección por demasiado tiempo. Simplemente estaba contenta con verlo existir en el mismo espacio que yo.

Hasta que comencé a querer algo más.

Si te gustó este capítulo, por favor recuerda votar y comentar! Y si quieres enterarte de novedades respecto a esta o cualquiera de mis historias no te olvides de seguir mis redes sociales o pedirme unirte a nuestros grupos de Whatsapp y Facebook.

Nos vemos pronto!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro