Voy. –Dijo en alto algo adormilado, ya que era la tercera vez que tocaban la puerta.

JungKook, ¿qué sucede? Eso es... -La cara de YoonGi se arrugó ante los fuertes aromas que estaban mezclados, aunque mentiría si dijera que no estaba sorprendido, ya que el que un alpha encontrara a su luna era una posibilidad una en un millón.

Si, entramos en celo. –Sonrió ligeramente al recordar lo que había pasado en la noche. Mi luna no tardará en despertar, necesito que me cubras. –Enfatizó esto último.

¿Qué tengo que hacer? –Le miró atento.

Necesito que me excuses con la familia e invitados. –Dijo mientras pensaba con cuidado como distraería a todos. Quiero que extiendas otra semana de fiesta.

Entendido. –Asintió, YoonGi miró por un momento a su hermano, se veía muy diferente a como se veía antes de su matrimonio, se veía con más confianza. Te ves muy feliz, ¿es linda? –Preguntó curioso de saber como era su cuñada.

Mi luna es la más hermosa de las flores. –Un brillo pasó por su mirada. Quiero mantengas esto en secreto. –Le advirtió, no deseaba que nadie se enterara que encontró a su luna, al menos hasta que el subiera al trono y pudiera asegurar la seguridad de su omega.

Asumo que lo anunciarás a su tiempo. –Dijo un poco extrañado ya que ahora que lo recuerda, conocía a dos de las hijas de los Kim, pero ninguna era una belleza sublime para que su hermano estuviera con ese brillo en sus ojos, que se notaba que estaba tan enamorado.

Si...

El pueblo se volverá loco de alegría. –Sonrió YoonGi al ver la felicidad en el rostro de su hermano. Eres un alpha con suerte.

No puedo estar más feliz. –Concordó.

Bien, si necesitan comida o más repuestos, solo mándame mensaje y vendré enseguida. –YoonGi pensó que tal vez esto significaba un buen augurio.

Lo haré. –Comenzó a alejarse de la puerta. YoonGi, por favor no le digas de esto a nadie, sobre a todo nuestra madre.

Como YoonGi lo prometió. Los padres e invitados estaban haciendo muchas preguntas sobre el paradero de los recién casados, así que sacó la tonta excusa de que se habían enamorado a primera vista humana y decidieron pasar tiempo para platicar antes de salir, las preguntas cesaron cuando dio el comunicado de extender la boda otra semana en disculpa de los novios.

El sol apenas había salido para Jin, quien estaba sumamente cansado por la actividad nocturna.

Buenos días. –JungKook se acercó para darle un beso en la mejilla.

Buenos días su excelencia. –Agachó ligeramente la cabeza, se sentía un poco tímido después de la noche que pasó con su alpha sobre todo al ver la parte superior del hombre descubierta.

¿Dormiste bien? –Preguntó sintiendo como su corazón estaba latiendo rápido al ver ese hermoso rostro.

Si. –Asintió tímidamente.

¿Te gustaría comer algo? –Le miró atento.

Si, espe... -Jin se detuvo al sentir el dolor en la espalda baja, JungKook por suerte lo atrapó.

No te levantes, yo me encargo precioso. –Lo recostó otra vez en la cama.

Había una cocina equipada, así que no fue mucho trabajo para JungKook cocinar, cortó fruta en trocitos, preparó tostadas y waffles con mantequilla, revolvió unos huevos con tomate y espinaca, doró tocino y sacó el jugo de la nevera, acomodó tomo en una bandeja de manera que se viera bonito junto con algunos complemento como la miel, crema batida y quesitos... Deseaba lucirse con su desayuno de recién casados.

Preparé de todo un poco, porque no sabía lo que te gusta. –Dejó la bandeja en la cama para sentarse a un lado de Jin. Si hay algo que se te antoje solo pídelo, será tuyo. –Sonrió ligeramente al ver su mordida en el cuello de su omega.

Gracias. –Dijo suavemente, para comenzar a comer la fruta picada. Anoche... -No supo como continuar.

Anoche... -Dijo tratando de alentar a Jin de que le dijera lo que pensaba.

¿Entramos en celo? –Le preguntó recordando las palabras de JungKook sobre los res aromas.

Mn. –Asintió mirándole atentamente. Somos destinados, solo era cuestión de oler nuestros aromas para sincronizar nuestro celo. –Atinó a decir ya que estaba ansioso de lo que opinaba su omega al respecto.

Pensé que solo pasaba en los cuentos. –Jin aun no daba crédito que había encontrado a su alfa destinado, en pocas palabras el amor puro.

No son cuentos. –Le tomó delicadamente la mano. Mi promesa sigue en pie, dame la oportunidad de amarte y honrarte como mi luna, por favor déjame conocerte.

¿No está enojado? –Preguntó confundido.

No podría, estoy seguro que fuiste obligado. –Negó. No puedo evitar estar agradecido con el destino, por traerte a mi.

Conozcamonos. –Dijo después de un silencio que para JungKook sería eterno, Jin estaba esperanzado en encontrar el amor en JungKook, y si eran destinados había más probabilidad de que lo quiera.

Con solo una palabra me haces el alpha más feliz. –Besó el dorso de la mano de Jin. Me presento, soy Jeon JungKook.

Mi nombre es Kim SeokJin. –Tan pronto como se presentó a JungKook se le borró la sonrisa.

¡Eres el menor de los Kim! –No pudo evitar su sorpresa, solo pudo pensar en lo lógico que era que el menor fuera presentado ante la sociedad, poseía uno de los rostros más hermosos de la realeza, ni siquiera sus hermanas podrían competir con él, porque no había comparación en belleza.

¿Hay algún problema? –Preguntó en un ligero tono lastimero, tono que hizo que le doliera el pecho al alpha.

No, solo no pensé que mi destino fuera alguien más joven. –Negó rápidamente al ver la tristeza en la mirada de Jin.

Lo siento. –Desvió la mirada avergonzado.

No lo hagas. –Tomó el mentón de Jin para hacer que lo mirara, si quería respuestas y tener a confianza del menor, tendría que ser lo más sincero que pudiera con él. Eres perfecto tal y como eres. –Observó detenidamente el rostro, y vaya que rostro, no podía creer la suerte que tenía, su mirada llegó a los abultados y rosados labios de su omega, parecía que le llamaban para besarlos. ¿Puedo besarte? –Preguntó sin ser consciente en voz alta.

Mn. –Jin dio un leve asentimiento.

¿Qué son esas marcas? –Preguntó alarmado al ver las marcas de cicatrices en la piernas de Jin.

No... no son nada. –Trató de cubrirse con la sábanas, estaba avergonzado. Me caí antes de llegar aquí, por favor no me mire. –Jin estaba ligeramente tenso a lo que pudiera pensar su alfa, tuvo ese ligero temor de pensar que ya no era digno.

¿Enserio crees que me tragaré ese cuento? –Se dio cuenta que había levantado el tono de su voz, lo que menos quería era que su omega le tuviera miedo, suspiró al notar los ligeros temblores de Jin. Lo siento, no te conozco del todo, pero asumo que no me dirás lo que realmente pasó. –Le tomó delicadamente del mentón para que lo mirara a los ojos. Respetaré eso... pero quiero que tengas en mente que, a partir de ahora eres mi esposo... mi omega, y quien se atreva a tocarte tendrá que asumir las consecuencias, si está en mis manos no dejaré que nadie te lastime. –Jin para este punto estaba llorando, en su pasado nadie a excepción de su primo y hermano se había molestado en defenderlo y al ver la mirada del alfa pudo sentir que ya no estaría solo.

Gracias. –Atinó a decir mientras tomaba la mano de JungKook para tenerla aun en su rostro.

¿Por qué lloras precioso? –Preguntó temiendo haber arruinado el avance que tenía con su omega.

No pensé que sería tan considerado conmigo. –JungKook se acercó para tomarlo en brazos y abrazarlo.

A partir de ahora solo recibirás mi afecto, mimos y palabras con amor. –Besó tiernamente su frente. Lo prometo. –Soltó su aroma para darle consuelo a su omega.

No debí tener una vida fácil... -Pensó mientras otorgaba leves caricias en la espalda al joven.

Príncipe... -Después de un momento de silencio, Jin lo llamó jadeando.

Dime JungKook, no quiero que me veas con un título, solo quiero que me veas como tu alpha. –Su sonrisa se borró al ver el sudor que estaba produciendo Jin, eso significaba una cosa, el celo había regresado.

JungKook, creo que me regreso el celo. –Jadeó frotándose contra el cuello del alpha.

Estás ardiendo. –Soltó sin querer un gruñido, el olor del omega le estaba afectando en su ruth, JungKook comenzó a sentir ardor en el cuerpo. ¿Puedo aliviart... -No pudo terminar la pregunta al sentir los labios de Jin contra los suyos.

Por favor alpha mío... -Ambos aromas se estaban mezclando intensamente.

Será un placer, precioso. –En un ágil movimiento lo recostó en la cama para tenerlo debajo de él, otra vez.