Capítulo 6: En casa
Informe médico:
Nombre: Halley McCourtney
Edad: 13
— ¿Ha? ¿D-dónde estoy?. . .
Descripción: Hallada a dos kilómetros de la entrada del bosque, junto a lo que parece ser una cabaña quemada hasta los cimientos. Inconsciente y murmurando palabras incoherentes al azar. Estaba sin heridas graves, salvo una que otra quemadura ubicadas generalmente en el brazo derecho y hombro.
— Estás en casa, mi niña. Logramos encontrarte, unos médicos vinieron aquí para examinarte.
Examen toxicológico: Sustancia de color lila, proveniente de unas setas del bosque. Provoca alucinaciones sin embargo no es mortífera. Tiende a dejar secuelas.
— ¡Padre! ¡Estás aquí! ¡Fue horrible lo que sucedió! ¡Nos atacó una bruja! ¡Unos cazadores asesinaron a unos hombres lobo que nos querían ayudar! Pero no todo fue malo, encontramos unas hadas que los guiaron a nosotras. ¡Oh padre! Pensé que nunca volvería a verle. . .
Examen psicológico: Las alucinaciones parecen tener conexión entre sí. Crearon un ciclo de hechos que la paciente está segura de haber vivido. Todo estará bien mientras no le contradigan, por ahora.
— Si cariño. . .las hadas nos guiaron a ti. . .
Precauciones: No dejar que la paciente se aproxime al bosque por medidas de seguridad, puede ocasionar colapsos nerviosos o ataques de pánico. Si es necesario tener a un doctor a su lado en caso de desmayos. No mencionar el incidente para no propiciar futuros traumas. La paciente parece haberlo olvidado todo.
— ¿Y dónde está Ginger? ¿Está bien?
Datos importantes relacionados:
- La cabaña perteneció a una antigua exiliada del pueblo por sospechas de bruja. Al ser la hermana del alcalde, la hoguera no era una opción.
- Se encontraron múltiples cadáveres bajo la cabaña hecha cenizas. No había posibilidad de identificarlos debido a su estado ni determinar la causa de muerte o el porqué estaban allí.
—. . . . .¿Quién?
- Gracias a la paciente parece ser que descubrimos la identidad del cadáver chamuscado junto a ella.
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Unas semanas después:
Noltred rebozaba de júbilo. El incidente de las niñas había pasado a la historia y la gente tenía mejores cosas que hacer. Era el festival del pueblo, donde todos se reunían con el simple propósito de ganarse unas monedas extras. Disímiles de mercaderes sacaban sus piezas para venderlas al mejor precio. Esta feria rara vez era celebrada en el pueblucho, tenía fechas muy precisas para que coincidiera con la época donde las familias ricas se iban de vacaciones, daba la impresión de que querían sacarles algo de dinero antes de su partida.
El padre de Halley decidió llevarla para distraerla un poco y sacarla de su habitación. Un señor esquelético con espejuelos y un registro siempre la acompañaba, bueno, desde el "incidente" del cual nadie en su casa quería hablar. Ni siquiera Dorothy, aunque Halley se lo ordenara. El señor daba miedo, parecía un doctor, pero a Halley le disgustaba que la siguieran a todos lados, de hecho, le empezaba a disgustar todo. Aún así pensó que hacerle creer a su padre que estaba bien iba a permitirle tiempo a solas luego, pero conociéndo a su progenitor, el señor tenebroso no iba a dejarle sola ni un momento.
En medio de la plaza había todo tipo de puestos ambulantes. Halley y su padre recorrieron el lugar, buscando algo que la complaciera. Ella decía que sí a todo, hasta que a lo lejos divisó un puesto que le llamó la atención.
Era tan ordinario como los otros, sin embargo, el cartel sobre este fue lo que le causó interés. Había un enorme siete pintado de azul. Y una cruz roja en él que dificultaba su lectura, lo habían tachado para colocar un cuatro del mismo tamaño. Al lado del número, estaba escrito "pieles". Halley ardió de ira por dentro, vagos recuerdos cruzaron su mente y fingiendo una sonrisa pidió a su padre ir a ese carretón lleno de pieles. Él sólo se encogió de hombros, caminó, y le preguntó a la niña cuál bolso era el que quería.
Ella miró a los cuatro dependientes presentes, uno sin mandíbula, otro con una cicatriz enorme que le dividía la cara diagonalmente, uno que no parecía tener ni ún rasguño, pero siempre miraba a sus espaldas, aterrorizado. El último tenía una mirada sombría y seria. Más recuerdos llenaron su subconsciente, como si estuviesen felices de haber vuelto para desenmascarar a los villanos. Luego observó los productos: Complementos de piel con pelaje sedoso, o nada de pelo, hechos a mano con cuero duro y resistente. Su mirada se posó un bolso pequeño peculiar, puesto que para confeccionarlo, usaron la cabeza del animal en una de las puntas como si en vez de llevar un bolso llevases un perro.
— ¿Entonces Halley? ¿Cuál quieres?
La niña, sin emitir palabra, señaló el bolso pequeño con un dedo, aunque parecía estar apuntando a todos esos hombres acusadoramente. El padre pagó el accesorio, entregándoselo, y esta comenzó a caminar de vuelta a casa, apurando el paso ligeramente.
Al llegar, corrió a su habitación, cerrando la puerta y colocando una silla para que trabara la manija, sin siquiera dejar al doctor pasar con ella. Unas lágrimas pequeñas rodaron por sus mejillas, cayendo sobre el pequeño bolso que parecía observarla, y la pobre Halley, caía al piso desconsolada. Conocía bien esa piel, ese hocico. Lo abrazó con fuerza, como si alguien fuera a arrancarlo de sus manitas temblorosas. Siguió llorando por unos minutos, como siempre en silencio. Una fuerte presión hundió su pecho, y abrazó al bolso con más fuerza, amor, anhelo.
De repente, empezaron a tocar su puerta con ímpetu. Entre órdenes de que abriese e imponiendo respeto, Halley se limitó a hacer oídos sordos por una vez. Se levantó con desgana luego de calmarse un poco para colocar el bolso sobre su camita, agarrar una pequeño cuaderno de notas con cubierta de cuero que siempre llevaba en el bolsillo, aunque ahora aborrecía ese maldito material con toda su alma y, como si estuviera escribiendo un testamento, redactó entre sollozos ahogados:
Esta es la prueba
De mi travesía
Luego estaré como nueva
Justo como papá quería
Brujas, lobos y hadas
No estoy loca ni chiflada
Sino pregúntenle sin miedo
A mi leal guardiana
FIN
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
¡No puedo creer que lo he terminado! Dios, estoy hecha un mar de lágrimas. Y aquí termina la travesía de Halley y Ginger. . .
P.D: He estado llorando todo este tiempo, y no esperaba haberlo terminado tan pronto :'3
Espero les haya gustado mi cuento, pequeñas almas :)
Pregunta: ¿Cuál fue su capítulo favorito? Os leo.
Os quiere, y se despide:
Sally♡
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