Amy, Troy y el recién incorporado Travis continúan su viaje por el bosque de las almas perdidas descubriendo los misterios que lo rodean y el origen de los poderes de Amy, quién comenzó a experimentarlos tras el incidente con los Trolls.

Luego de pasar por varias impericias, llegaron a una zona del bosque cubierta por un espeso color blanco. Los árboles se vestían de nieve y hielo, y las hadas cálidas que vieron hace poco se convertían rápidamente en hadas frías de invierno, ambientando el lugar con el característico clima congelado de dicha estación.

— ¡Qué lindo! —Exclamaba asombrada Amy—. ¡El bosque se ve maravilloso cuando está todo de blanco!

— Sí, dicen algunos que este es el lado más bello y tranquilo de todo el bosque —Decía Travis.

— ¿Ah sí? ¿Y cómo sabes todo eso? —Preguntó Troy incrédulo.

— Bueno porque como ladrón que fui en su momento recorrí muchos lugares de este bosque, y uno de esos lugares es precisamente aquél en que estamos ahora. —Respondió Travis.

— Como sea, aunque estemos en un lugar tranquilo no hay razón para bajar la guardia —Decía Troy.

— ¡No exageres Troy! ¿Qué tiene de malo este lugar? Yo lo encuentro lindo —Opinaba Amy.

— He escuchado por relatos de otros guerreros que en este lugar del bosque vive una bruja blanca. Dicen que son pacíficas en general, pero una bruja es una bruja, y está en particular dicen que es un poco rara. —Contaba Troy.

— ¿Rara dices? —Preguntó incrédulo Travis—. Celosín, no creas todo lo que te dicen por ahí.

— ¿Y qué esperabas ladrón? ¿Qué me hiciera el tonto por eso? ¡Y ya deja de llamarme celosín! —Preguntó y exclamó sarcástico Troy.

Y mientras ambos discutían entre sí, Amy fue hacia un lago que estaba congelado. Allí divisó una hermosa flor blanca, que estaba más o menos a la orilla, pero cuando intentó tomarla, el hielo del lago comenzó a fracturarse. Amy se dio cuenta de ello y comenzó a correr, pero se resbaló y cayó de cola directo al agua. Troy y Travis presintieron el peligro de la joven y corrieron a rescatarla, mas ya era demasiado tarde, pues Amy estaba sumergida en las frías aguas del lago.

— ¡Amy, resiste! —Exclamaba Travis preocupado.

— ¡Rápido idiota, ayúdame a sacarla del agua! —Decía Troy desesperado.

— ¡Sí! —Afirmó Travis.

Mientras Amy gritaba "¡AYUDA! ¡AYUDA!", Troy y Travis intentaban sacarla del agua, pero cada vez se hacía más pesada producto del hielo que se formaba debajo de la joven, lo que complicaba su escape del lago.

Justo en ese instante y cuando a los dos jóvenes se les escapaba de las manos el salvamiento de Amy, apareció de manera sorpresiva la bruja blanca enfrente de ellos. Con un potente hechizo, debilitó las enormes capas de hielo de debajo del lago para que Troy y Travis lograran sacar a Amy del agua.

Cuando Amy recobró la cordura, observó a la misteriosa bruja blanca y se dio cuenta de que en realidad se trataba de una joven, más o menos de la misma edad que ella, pero adornada de unos hermosos vestidos blancos, y una piel tersa y blanca como la nieve, de cabellos rojizos y largos, ojos azules como el cielo y poseedora de una luz resplandeciente de pureza infinita. Troy y Travis se asustaron ante la presencia de la bruja, pero Amy, por el contrario, la consideró como una persona normal y además, como su salvadora.

— ¿Qué hacen ustedes aquí? —Preguntó la joven bruja blanca—. Este lugar no está permitido para las personas, solo lo pueden habitar las criaturas, las hadas y yo. Los humanos como ustedes no pueden entrar.

— ¡Oye! ¿Quién te crees que eres para advertirnos? ¡Nuestra amiga estaba en peligro, teníamos que salvarla! —Se enojó Troy.

— De no haber sido porque estaba aquí, en este momento la vida de su amiga se habría perdido en las frías aguas congeladas del lago de los corazones rotos —Decía la bruja blanca.

— ¿El lago de los corazones rotos? —Preguntó Travis.

— Así es —Respondía la joven bruja blanca—. Este lago se creó por los sentimientos de tristeza y dolor de aquellos que perdieron a las personas que amaban. Producto de ello, las cálidas aguas que alguna vez dieron vida a este lago, se enfriaron hasta convertirse en un enorme témpano de agua congelada. La flor que estaba allí representa el punto donde comenzó a congelarse el lago.

— ¡Vaya! Es algo memorable —Decía Amy.

— Supongo que no intentabas sacarla de su lugar, ¿verdad niña? —Decía la joven bruja.

— ¡No, claro que no! ¡Solo quería contemplarla, es todo! Y no me llames niña, que por cierto, tú también lo eres —Decía irónica Amy.

— Amy no, no creo que sea una buena idea hablarle así a una bruja blanca —Decía Travis.

— ¿Qué acaso le tienes miedo ladrón? —Preguntaba sarcástico Troy.

— Claro que no celosín, simplemente que con ellas hay que tener cierto respeto —Respondía Travis.

— Como sea, este lugar no es para personas como ustedes así que váyanse. —Decía la bruja blanca.

— ¡Espera! —Exclamó de pronto Amy—. ¿Por qué quieres que nos vayamos? —Preguntó a la bruja blanca.

— ¡Eso no te incumbe niña! —Respondió negativamente ella.

— ¿Acaso te ocurrió algo que hizo que actuaras así? —Preguntaba Amy.

En eso la bruja blanca observó detenidamente a la joven, y comenzó a percatarse de su verdadero origen.

— Oye... —Dijo la bruja—. ¿Tú no eres de este bosque verdad? —Le preguntó.

— "¡Oh no! Se dio cuenta que Amy es una sin alma" —Pensaba asustado Troy.

— ¡No! —Respondió Amy en ese momento—. Vengo del mundo humano.

— "¡Tonta! ¡Para qué revelaste tu identidad! —Exclamaba en pensamientos Troy.

— ¡No puede ser! ¿Eres una sin alma? —Exclamó y preguntó sorprendida la joven bruja blanca.

— ¡Así es! —Afirmó Amy.

— ¡Es algo sorprendente! Tenía entendido que los "sin alma" no podían entrar a este bosque por su egoísta decisión a no creer en lo inexplicable, pero al parecer no fue tan así, pues lograste entrar aquí —Decía la bruja blanca.

— Bueno, es una larga historia... —Decía risueña Amy.

— Y al parecer, no vienes sola. Estos dos caballeros parecen ser buenas personas —Decía la bruja blanca.

— ¡Sí! Son mis amigos Troy y Travis —Decía Amy.

— Hola que tal —Saludaba fríamente Troy.

— ¡Troy! —Exclamó furiosa Amy por la frialdad de su saludo.

— Celosín, no sabes cómo dirigirte a una dama, más aun si es una bruja joven y bella como la señorita aquí presente. — Decía Travis, para luego dirigirse a la bruja blanca—. Me llamo Travis, es un placer.

Eso último gustó a la bruja, quien a pesar de su presencia, se puso roja como un tomate al escuchar los piropos del joven ex-ladrón.

— Mi nombre es Amy, mucho gusto —Se presentó la joven.

— Amy... qué bonito nombre —Decía sonriente la bruja blanca.

— ¡Sí! —Afirmó Amy—. ¿Y cuál es el tuyo? —Preguntó después.

— Me llamo Lilian, un placer conocerte Amy —Decía la joven bruja.

— Lilian... —Pensaba en voz alta Travis—. Para ser una bruja, es muy joven... y hermosa.

— ¡Oye ladrón! No te emociones demasiado, mira que solo la estás conociendo ahora. — Decía Troy.

— Celosín... ¡No fastidies! Tú también estás enamorado, así que no digas cosas obvias ¿Quieres? —Decía irónico Travis.

— ¡Eso no es cierto y ya deja de llamarme celosín! —Exclamó enojado Troy.

— ¿Ellos siempre se pelean así? —Preguntaba Lilian.

— Sí, pero ya estoy acostumbrada a eso —Respondía Amy.

Después de presentarse, Amy le contó a Lilian acerca del motivo de su viaje con Troy y Travis, su llegada al bosque de las almas perdidas y su encuentro con Sanaél, la bruja guardiana, además de otros pormenores. Lilian se alegró al escuchar ese nombre.

— ¿Conoces a la Señora Sanaél? —Preguntó Amy a Lilian.

— ¿Conocerla? ¡Claro que sí, ella fue mi maestra!—Respondió Lilian.

— ¡¿QUEEE?! —Se preguntaron Troy, Travis y Amy.

— ¿Fuiste aprendiz de la vieja Sanaél? ¡No puedo creerlo! —Preguntó y exclamó al mismo tiempo Troy.

— ¡Así es! —Afirmó Lilian—. Fui su aprendiz de bruja hace 10 años. Era muy estricta claramente puesto que ella es una hechicera muy poderosa, pero gracias a ella aprendí todo lo que tenía que saber sobre magia y hechizos.

— ¿Y qué pasó después? ¿Por qué no seguiste? Digo, eres joven aún, podrías haber seguido entrenando tus poderes con ella. —Decía Troy.

— Bueno Troy, lo mismo te diría yo a ti que eres joven siendo ya un guerrero —Replicó Lilian.

— ¡Ouch! Ese comentario sí que dolió viejo —Dijo Travis.

— ¡No te metas tú ladrón! —Exclamó enojado Troy.

— ¡Troy! —Exclamó enojada Amy, para después dirigirse a Lilian—. Discúlpalo, es que siempre habla de más.

— ¡Está bien, no hay problema! —Exclamó Lilian—. Te confieso que en realidad... hacía mucho que no hablaba con personas, salvo con mi maestra. Pero desde que me fui a este lado del bosque me he aislado completamente de la presencia de los humanos. Las criaturas del bosque, las hadas, los árboles y las almas perdidas que los circundan son en esencia mis amigos. Las personas... a veces suelen ser engañosas —Después se dio cuenta que habló de más y rectificó—. ¡Lo siento, no quise ofenderlos! ¡Solo lo decía en sentido figurado!

— ¡Está bien Lilian, te entiendo! —Decía Travis.

— ¿De verdad le entiendes ladrón? —Preguntó Troy.

— Sí celosín, la entiendo muy bien porque yo pasé por lo mismo cuando perdí a mis padres y vagué solo por el mundo robando a la gente para comer. El tener que aislarse de las personas cuando sientes que te harán daño por cosas que creen que haces mal, pero que las circunstancias demuestran que no es así, es algo que conozco mejor que nadie, por eso comprendo muy bien cómo se siente Lilian al respecto. —Decía Travis.

— ¡Ese es un pensamiento muy profundo Travis! —Exclamaba alegremente Amy.

— Debe haber sido muy duro para ti, ¡Pobrecito! —Exclamaba con ternura Lilian.

— ¡No te preocupes! Eso fue cosa del pasado, ahora estoy con Amy y el celosín, así que ahora ya no soy un ladrón, sino un viajero... —Decía sonriente Travis.

— ¡POR ULTIMA VEZ, DEJA DE LLAMARME CELOSIN! —Exclamó furioso Troy.

Lilian en ese momento se rió de lo chistoso que es Travis, pero a la vez comprendió a la perfección sus dichos. Se sintió muy cómoda estando al lado de personas como ellos, pero especialmente al lado de Amy, quién desde el momento que se acercó a ella, percibió calor interno, que tranquilizaba su gélido corazón, puesto que como bruja blanca debía congelar sus emociones, pero con Amy podía exteriorizar sus sentimientos con mucha facilidad.

Y además, al escuchar los testimonios de vida de Travis, comenzó a conocerlo, y a experimentar algo que ella jamás había sentido en su vida: Estaba surgiendo un vínculo de amistad muy profundo entre ella y el joven ex-ladrón.

De pronto, y sin previo aviso, algo maligno se estaba acercando al lago de los corazones rotos. Lilian se puso de pie inmediatamente para sorpresa del resto de sus amigos, quienes pensaron asustados que iba a atacarlos por alguna extraña razón.

— ¿Lilian qué ocurre? —Preguntó Amy sorprendida.

— Sí, ¿acaso dijimos algo malo? —Preguntó Travis.

— ¡No chicos, no es eso! —Exclamó Lilian—. Algo se está acercando a gran velocidad hacia este lugar. Puedo sentir algo maligno.

— Lilian tiene razón —Decía Troy—. Venía presintiendo ese poder hace un rato atrás, pero nunca a esta magnitud tan abismal. Tengan mucho cuidado.

Y en forma sorpresiva, una enorme bestia de hielo apareció frente a los cuatro, lista para enfrentarlos. Encima de sus hombros, estaban cuatro personas, una de ellas encapuchada de negro y con ojos del mismo color. Era una mujer y observaba directamente a Amy. Ella se percató de que la estaba observando y comenzó a temblar de miedo. Se preguntaba quién sería aquella misteriosa mujer de ojos negros.

Una peligrosa batalla se veía venir y nuevas interrogantes comenzaban a surgir sobre quienes serían aquellos enigmáticos individuos.

¡Uuuuh! Ahora si se puso wena la cosa xD

¿Quiénes serán esos enigmáticos sujetos y la misteriosa mujer encapuchada? No se pierdan el próximo capítulo.

Adiosín, celosines...

"Dedicado este capítulo a mi gran amiga Lilibeth, a quien quiero y estimo mucho."