capítulo XVL
-tranquilo Mérida curara muy bien tus heridas-dijo mientras aceleraba el paso directo hacia la cueva de la curandera
-s-sonic los d-demas-dijo mientras se hacía cada ves más audible el aullido de los licántropos
-no te preocupes no me alcanzarán- aceleró más el paso.
Un paso que los hizo caer Asia una pequeña Colina donde el final pararon en un charco de lodo, sus compañeros pasaron de largo por su lugar, al parecer su olor se había mezclado con el lodo.
-cof....cof- escupió una gran cantidad de sangre.
-¡shadow!- se acerco a el desmesuradamente- estaras bien, falta poco- intento cargarlo pero el Moreno emitió un quejido de dolor- ah perdón.
-sonic no quería cof... decir ésto pero...
-no....no, no, no, ¡¡NO!!- no se te ocurra decir lo, estaras bien- empezó a llorar.
-creó que ya es demaciado tarde para mi....- prosiguió.
-¡¡NO!!- grito- ¡me niego a aseptarlo!- se inco- aguanta iré por Mérida.
-¡no espera!- lo detuvo agarrandolo de la muñeca- para cuando tu allas llegado yo ya talves alla abandonado este mundo asi que no me dejes morir en soledad y quédate a mi lado.
-shadow....te amo....por favor resiste.
-yo....también te amo.....- hizo su último efuerso para besarlo y caer sobre sus brazos.
-¿shadow?...- lo movio- ¿¡shadow!?- no me hagas esto porfavor- tomó la mano de el vetano y la puso en su vientre- despierta porfavor....¡vamos a ser padres!- grito con un intento de que abriera lo ojos- hip...si despiertas te juro que ambos iremos a aquel lugar que tenías planeado para hacer nuestra cabaña...hip viviremos feliz es todos....pero porfavor no me dejes.
Dijo todo aquello pero el Moreno no despertaba ni daba alguna otra señal. Pero no se rendiria hay, tomó el cuerpo de su amado y como pudo lo llevó a la aldea.
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-el joven se encuentra bien no se preocupe, aun esta inconsistente por la falta de sangre.
-haaa- suspiro aliviado.- puedo pasar a verlo.
-lo siento pero no creo que eso sea posible- interrumpio uno de los lobos- el alfa quiere ver lo.
Ambos erizos se miraron, el menor no pudo hacer más que ir frente al jefe.
-¡estas loco!- grito el mayor de los presentes- ¡defender a un cazador sobre tu manada!.
-pero el es diferente a los demás cazadores y...- fue interrumpido.
-cazador es y cazador siempre sera...y que por el tu hermano murió.
-¡¿que!?- sus pupilas se dilataron.
-lo que oíste...- miro bien a el cobalto dejando su mirada en su vientre- y por lo que creo esas crias son de ese cazador...¿verdad?.
-si- dijo con cabeza alta.
La ira de el alfa aumentó ante el descaro de el menor al admitir su suposición.
-bien...si es así, quiero que tu y tu erizo se largen de mi manada- el ciruelo lo miro confundido- serás desterrado de este clan, ni tu y ni tus crias serán bienvenidos aquí.
-bien- si ese Hera el precio a el perder a su amado lo aceptaría.
-cuando el este sano quiero que se vallan de aquí.
-si alfa- se retiró de la cueva.
Camino asta llegar a la cueva de la curandera, ella le hacia preguntas de que habia sucedido pero el no contestó, solo entró con su amado para descansar un rato con el antes de irse.
-sonikkun- lo llamo el azabache al ver a el oji Esmeralda entrar.
-¡shad!- grito feliz al ver lo despierto.
-ven aqui- abrió su brazos.
El durazno no pudo esperar para lanzar se a los brazos de su amado.
-eh tranquilo, lastimaras a los bebes.
-¿eh, entonces me escuchaste?-
-estaba inconsistente pero eso no evita que pudiera escuchar algunas cosas.
-¿y entonces que opinas?.
-lo que opinó es que me has echo el erizo más feliz de el mundo- lo beso- solo espera a que me cure y nos iremos de aqui, a ti ni a nuestros cachorros les faltara nada.
-lo se y no tengo ninguna duda de eso- lo beso.
Ambos ahora estarían juntos, sin fronteras, limites, ni personas que se interponieran entre ellos, solamente serían ellos dos.
~fin~
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